-¿Entendiste?- Mentita asintió y Cake corrió por leche de insecto para el conjuro.- Espero que esto funcione.- Marshall sacó el amuleto de su madre y lo colocó en la frente de Mentita.- Esta piedra mágica está maldita, si te atreves a desobedecer algo de nuestro trato te matará.
Asintió con impaciencia. -Sí, está bien, continúa.
El vampiro suspiró y susurró un conjuro antiguo.- “Tenebris spiritum immutare corpus”.
En ese momento la minina regresó con un cartón de leche de insecto, casi la deja caer por lo que veía. Mentita se iluminó y gritó como si fuera desmembrada. Poco a poco cambió de forma hasta que se volvió idéntica a Marshall.
-Wow ¿qué magia es esta?- Mentita se miraba con asombro, incluso podía flotar como el vampiro.
-Calla, no tenemos mucho tiempo.- La paciencia de Marshall disminuía.
Cake seguía sin creerlo.- Él y tú… ¿éste es tu plan?
-Creí que lo habías deducido.
-Se ve muy elaborado este plan.
-Oye, Bubba no es el único inteligente aquí… ¿Tienes la leche?
La minina sacudió el cartón.- Fue difícil, pero aquí está.
-Bien, entonces quiero asegurarme de que entendiste todo.- Se dirigió a Mentita.
-Finjo ser tú, le grito a la señora del mal…
-Ahora es tú madre.- Corrigió el azabache.
-… ok… le grito a MI mamá, la convenzo de no casarme con Fiona y puedo quedarme a gobernar en la Nocheósfera.
-¡¿Qué?! ¡¿Ese es todo el plan?!- Cake se alarmó.
-Funcionará, es perfecto.
-¿Le vas a confiar toda una dimensión a eso?- Señaló a Mentita.
-Funcionará y será rápido, salvaré a Simone y tendré tiempo para ayudar a Bubba.
Cake rodó sus ojos.- Si eso crees…
-Vamos, no tenemos mucho tiempo.- Marshall abrió el portal y los tres entraron él.
Al instante, las llamas y caos de la Nocheósfera se hicieron visibles. El tenebroso ambiente no asustaba a ninguno de los tres. Avanzaron lentamente y con cautela para no ser vistos. Mentita tenía en su cuello el amuleto, el cual era lo único que podía diferenciarlos, ella y Marshall ahora eran completamente iguales.
Detrás de una roca continuaron con la explicación del plan. Cake tenía que moldearse para parecer otro de los tantos demonios de aquella dimensión, Marshall vigilaría de cerca y se cubriría con uno de los uniformes que los guardias más cercanos a la señora del mal utilizan, por suerte esta vestimenta le cubría de pies a cabeza.
Su andar no se vio afectado por ningún otro demonio. Cuando miraban a “Mentita”, todos les abrían el paso, puesto que Marshall gozaba de todo privilegio en aquellas tierras.
Cake disfrutaba del ameno paseo, observando a su alrededor con curiosidad. El verdadero vampiro tenía que empujarla de vez en cuando para que caminase.- No te distraigas.- Susurraba cerca de su oreja izquierda.
-Lo siento, las veces que he venido han querido matarme y no he podido deleitarme de la vista.
-Lo harás luego, sólo muévete.
Mentita se adaptó fácilmente a las reverencias de los demonios al caminar, al fin y al cabo, era lo que deseaba en el dulce reino.
Finalmente llegaron al centro de la Nocheósfera y entraron rápidamente al castillo. Los recibieron guardias y escoltaron hasta los aposentos de la señora del mal.
La puerta de la habitación de Hanna Abadeer era increíblemente enorme. Cake miró a los guardias para que se retiraran y Marshall tomó a Mentita de los hombros para que escuchara con atención.- Esto no es un juego, necesito que te concentres. Entrarás ahí y serás firme, ella siente tu miedo.- Mentita tragó saliva.- Puede destrozarte en segundos sino sabes exactamente qué decir. Así que, entrarás y tendrás que ser más veloz, no dejes que te intimide.
Mentita asintió y respiró profundamente cuando giró el pomo de la sólida puerta de madera, si quería la Nocheósfera, tendría que ganarle a Hanna.
Entró con determinación, sin titubear dijo fuerte y claramente.- Madre…
Miró la gran cama con sábanas oscuras y sobre ella la señora del mal se depilaba las piernas.- Marcy, sabía que volverías. ¿Cómo te fue en Aaa? ¿Viene Fionna contigo?
Marshall detrás de la puerta maldecía a su madre por llamarlo de nuevo Marcy, mientras Cake se burlaba.
Mentita dudó un momento antes de hablar, no dejaba de ver esas largas y peludas piernas cubiertas con crema para afeitar. Recordó el motivo por el cual había entrado y continuó como sino mirara esa vergonzosa y asquerosa escena.- ¡CALLA!- Hanna arqueó una ceja y se levantó para encarar a su “hijo”.- ¿Piensas que voy a casarme? ¿Para ser un imbécil mandilón como mi padre?- La señora del mal lo miró ahora con interés.- No voy a casarme y mucho menos con Fionna. ¿Por qué escogiste a esa chiquilla estúpida? Es otra cobarde que no me merece. Yo no necesito a nadie para gobernar esta dimensión.- Señaló a Hanna con su dedo índice y la miró con furia.- Eso significa que tampoco te necesito a ti.
Marshall y Cake escuchaban atentamente adheridos a la puerta.
-Vaya.- Dijo Hanna sin parpadear, simplemente nunca se esperó aquella reacción.
-No he dicho que puedas hablar.- Mentita empujó a la señora del mal a su cama.- Seas mi madre o no, ya no tienes derecho de gobernar aquí.
Hanna Abadeer rio sonoramente a carcajadas.- ¿Marcy en verdad eres tú? ¿Desde cuándo tantas agallas?- Marshall arañó furiosamente la madera al escuchar a su madre. La malvada ama y señora de la Nocheósfera se convirtió en monstruo y continuó con su risa.- ¿Creíste que sólo ese amuleto me hace ver así?
Mentita se transformó en una horrible criatura con tentáculos y garras sumamente filosas, no en vano era amiga de la muerte. Hanna nunca había visto esa forma en su hijo, así que volvió a sorprenderse, pero no por ello se detuvo para embestirlo con fuerza.
-Se va a poner feo.- Cake haló a Marshall para que se apartaran de la puerta que ahora era destrozada por ambos monstruos.
Miraron la pelea, Hanna golpeaba a Mentita y Mentita intentaba desgarrar la piel de Hanna con sus enormes garras.- ¡Nunca te amé, eres una anciana que cree que aún puede ser reina!- Mentita mordía un brazo de Hanna.
-¡Siempre serás igual a tu padre!- Hanna lanzaba contra la pared a Mentita.
-¡Puedes tragarte mis papas para que lleguen a tu gordo y feo trasero!
Cake miró confundida a Marshall.- ¿Cómo es que sabe eso?
-Mentita nos espiaba a mí y a Bubba cuando hablábamos.
La minina hizo un gesto de asco.- Qué enferma.
El vampiro la miró con ironía.- ¿Y quién es la que fantasea con nosotros teniendo sex…
Un gran sonido interrumpió su discusión, Mentita había arrojado a Hanna por un agujero en la pared que habían hecho con sus golpes.- ¡Muere maldita idiota y mírame en tu trono!- Mentita volvió a la imagen de Marshall y se mofaba de Hanna en el suelo inconsciente.
-Sigo pensando que esta fue una mala idea.- Cake miraba preocupada al azabache.