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Ru-Hana El amor es peligroso por pastelito

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Notas del capitulo:

Hola~ este capitulo esta cargado de emociones, espero que les guste.

Rukawa había estado inquieto desde muy temprano en la mañana, sinceramente se encontraba inquieto desde que vio al pelirrojo en sus prácticas matutinas y no es que le molestara que lo hiciera si no todo lo contrario le llenaba de alegría verlo avanzar tan rápido en su recuperación, verlo brillar, estaba comenzando a conocer un Sakuragi que jamás había visto en las últimas semanas que habían compartido un techo, pero seguía perturbándole el hecho de que el menor no se hubiese presentado en todo el día en su despacho, si bien se lo había dicho extra oficialmente el pelirrojo debía ir a su cita después de todo seguía siendo su psicólogo de cabeza aun cuando habían hecho...esto y aquello en su cama noches atrás, sin mencionar que el director y su profesor de clase ya se habían enterado de lo sucedido a Hanamichi y el motivo por el cual había desaparecido durante tanto tiempo y la única condición que habían impuesto para que pudiese volver a las clases era que continuara con su tratamiento psicológico y de ser necesario ser derivado con un psiquiatra que pudiese prescribirle medicamentos para poder tratar su problema —vamos Rukawa no es como si algo le hubiese sucedido no? — se auto cuestionaba el moreno jugueteando con su pluma contra el escritorio haciendo pequeños infinitos con la tapa del lápiz — seguramente está conversando con sus compañeros, volviendo a integrarse con sus amigos —se reafirmó a sí mismo en busca de calma no quería ponerse en el peor de los casos —pero porque no me ha hablado?...ni siquiera un mensaje me ha enviado... —murmuro haciendo una mueca casi infantil —ósea sé que solo soy su psicólogo... pero pensé que tal vez... — sacudió la cabeza — te volviste loco Kaede Rukawa? — cuestiono sentándose erguido en su silla — es un menor de edad, tiene solo 15 años por dios... —revolvió su azabache cabellera —que eres un maldito pervertido? —bufo y puso sus ojos en blanco de que valía negar lo que le estaba sucediendo con aquel pelirrojo, lo deseaba de todas las formas posibles y lo quería cuidar, proteger, ayudarle a salir de todo aquello, se había derretido frente a un adolescente — pero... y el... que pensara de mi...tal vez cree que estoy usándole igual que ese estúpido niño —  




El moreno dio un largo y profundo suspiro mientras se ponía de pie y caminaba en círculos por su oficina, ¿qué hora era?, se cuestionó mentalmente mientras de manera instintiva miraba su reloj de muñeca ya casi serían las ocho de la tarde eso significaba que ya había acabado la práctica de la tarde, pero ni aun así el pelirrojo le daba señales de vida, ¿es que acaso no pretendía volver con él a su casa? —bueno...tal vez salió con sus amigos... — se intentaba autoconvencer, pero algo le gritaba en el subconsciente que lo llamara, que lo buscara, que algo grave podría sucederle al menor si no lo encontraba, aquello casi lo hace entrar en pánico motivo por el cual saca su móvil y comienza a marcarle a Sakuragi mientras mordía inconscientemente parte de su lengua, un mal habito del moreno desde que era un niño — vamos... vamos... contesta dulzura... —  




—S-Si... Rukawa-sensei?... —escucho el moreno atreves del móvil haciendo que el alma le volviera al cuerpo, trago saliva con cuidado — Hanamichi... porque no asististe a nuestra cita del día de hoy? —lo interrogo el moreno — b-bueno vera... — susurraba el pelirrojo se podía oír en su voz que esta estaba ligeramente quebradiza y se recuperaba de los hipos por un llanto extendido — Sakuragi... donde estas? — cuestiono ahora preocupado el mayor pensando lo peor — ¿te encuentras bien? — lanzaba preguntas cual dardos mientras caminaba apresuradamente fuera de su despacho. 




El pelirrojo intentaba conservar la calma ¿qué podía hacer en una situación como esta?, como podía explicarle a Sendoh todo lo que estaba sucediendo como le explicaba a Rukawa quien era Sendoh, tenía que explicarle a su psicólogo quien era él, porque estaba ahí?, dio un pequeño suspiro — estoy en el gimnasio Rukawa-sensei.. — murmuro pues a pesar de todo quería verlo, quería que estuviera con él, necesitaba sentirse protegido. 




—voy en camino... — dijo de manera tajante el pelinegro para luego cortar la llamada y apresurarse al encuentro con Hanamichi. 




Sendoh alzo una de sus azabaches y perfiladas cejas al ver el cambio de expresiones y tonos de voz de su fresita, el conocía esas expresiones, sabía lo que significaban, conocía cada parte de aquel albino cuerpo, conocía cada expresión, sabía que algo sucedía con quien le llamaba — hum... — carraspeo un poco su garganta mientras acariciaba con cuidado la mejilla del más bajo — quien era? —cuestiono con notoria curiosidad, es que había aún más cosas que no conocía ahora de su examante, tanto había pasado como para que el Hanamichi que conocía ya no existiera? —bueno veras... es mi psicólogo.. — expuso el pelirrojo mientras se alejaba un poco del moreno — bueno la verdad... es complicado, quiero explicarte tantas cosas, hay tanto que contar... ha pasado mucho desde que te fuiste del país... — expuso con un timbre ligeramente alegre el más bajo mientras limpiaba su rostro y acomodaba su cabello. 




El moreno le dio su espacio, después de lo que había sucedido el pelirrojo le debía más que unas simples explicaciones, acerco su mano a quitar una basura que había en el rostro del más bajo cuando fue interrumpido por una voz desconocida para él. 




—Sakuragi!! — exclamo el psicólogo mientras se adentraba al gimnasio a toda prisa observando la escena y deteniéndose lentamente —mmm... lo siento... interrumpo algo? —cuestiono mirando de soslayo a aquel moreno mientras se ponía de pie junto al pelirrojo observando a leguas el labio partido e hinchado con el que se encontraba en ese momento — Hanamichi fue Yohei nuevamente? —en su voz se escuchaba una rabia latente y es que ya no podía seguir esto así, le había dado el beneficio de la duda por ser menor de edad, pero esto no podía continuar — mira Hanamichi yo lo siento mucho, pero vamos a tener que hacer una denuncia... — estaba ignorando por completo a aquel jovencito que a su parecer era solo un entrometido. 




— Rukawa-sensei — Al pelirrojo se le iluminaron los iris al ver y oír a Rukawa, ¿Por qué su pecho se inflaba solo con escucharlo, solo con olerle?, no lo entendía del todo ¿tal vez estaba teniendo algún tipo de disociación por todos los traumas que había vivido?, ¿tenía alguien tan sucio como él el derecho de sentir algo por alguien como el moreno? —no...interrumpe nada... —aclaro mientras sonreía ligeramente — él es un amigo...se llama Akira Sendoh — el menor intentaba responder a todas las preguntas hechas por el mayor —n-no... es lo que tu piensas... el solo quería disculparse... pero se salieron de control las cosas —intento aclarar, pero las siguientes palabras del mayor lo dejaron de piedra — d-denunciar...? —susurro, como podía hacer algo así?, el seguía sintiendo cosas por Yohei, no se iba a ir por completo esos dos años de su mente ni mucho menos de su cuerpo, pero, denunciarle?, ¿es que acaso alguien le creería?, era un hombre denunciando a otro por abuso... se burlarían de él, no quería algo así —n-no... no es necesario Kaede-sensei... —se mordió ligeramente el labio inflamado por el golpe anterior. 




Sendoh observaba la escena perplejo, quien era ese hombre?, ¿y porque se sentía con el derecho de exigir tantas respuestas de golpe?, pero acaso el mismo Sendoh tenía derecho a reprochar cualquiera de esas cosas?, para lo que respectaba él solo era un aparecido, motivo por el que se tragó sus comentarios y se alejó un poco permitiéndoles hablar a gusto al menos hasta que escucho aquello de la denuncia — disculpa que me inmiscuya, pero Hanamichi no se ve muy seguro de hacer algo como eso... además ya es muy tarde creo que con Sakuragi deberíamos irnos y descansar, te aseguro que para el ah sido un día muy largo — dicho aquello tomo la mano del más bajo y sonrió — deberíamos irnos ya... — le susurro de forma suave. 




El pelirrojo le explico la situación lo mejor que pudo a Rukawa y le pidió que le disculpara pero que por esta vez se iría a su departamento no podía dejar a su amigo a la deriva a esas horas de la tarde, el mayor lo dejo marcharse a pesar de los celos que sentía en ese momento y de las preguntas que le comían la cabeza y se agolpaban por salir de su boca, tenía que darle su espacio, no podía retenerlo además el menor le había prometido que el día de mañana iría a su casa y le explicaría todo con lujo de detalles. 




Hanamichi hacia semanas que no venía a su departamento, específicamente desde el día en que intento acabar con todo y no estaba del todo seguro si estaba listo para afrontar la realidad y es que si veía nuevamente ese lugar podría aguantarlo?, ¿podría seguir su vida como si nada?, no había respuesta para ninguna de las preguntas que tenía en ese momento — Hey... Sakuragi... — las frases de Sendoh lo sacaron de sus pensamientos trayéndolo nuevamente a la realidad — te encuentras bien...? — cuantas veces le habían preguntado eso el último tiempo?, ya ni siquiera lo podía recordar — si... — murmuro mientras asentía ligeramente con su cabeza para luego regalarle una tierna sonrisa al más alto, procediendo a abrir la puerta del apartamento con cuidado — adelante... siéntete como en casa... —expuso dejándole entrar en su cueva, en su supuesto lugar seguro. 




Una vez dentro y habiéndose acomodado ambos el pelirrojo miro a su alrededor no recordaba haber dejado el lugar de esa forma, se veía todo tan limpio... tan ordenado, ni siquiera cuando estuvo viviendo ahí se veía de esa forma —Kaede... —murmuro por instinto pues quien más podría haberse tomado el tiempo de hacer algo así más que él? — Fresita... creo que deberíamos pedir algo de comer muero de hambre — expuso el moreno mientras se estiraba en el piso del lugar — claro... que se te antoja comer? — cuestiono mucho más entusiasmado que antes el pelirrojo —pues que te parece si nos damos un lujo y comemos sushi! —exclamo el moreno luego de soltar una pequeña risita a lo que Hanamichi rio a la par — si me gusta como en los viejos tiempos — 




Mientras ambos esperaban que la comida llegara Sendoh guardo silencio un momento sopesando si debía cuestionar o no lo que había sucedido el día de hoy —Sakuragi... — pronuncio en un tono serio mientras se acomodaba en el piso apoyando su espalda en uno de los lados del sofá — quieres contarme que has hecho estos últimos años? — 




El pelirrojo lo miro de soslayo estirando sus delgadas piernas y es que Hanamichi ya no pesaba ni la mitad de cuando estaba con el moreno — veras... han pasado muchas cosas... —empezó a hablar mientras movía sus pies en pequeños círculos — luego de que te fuiste... luego de que acabo lo nuestro... continue con las practicas... ya sabes quiero ser el mejor no? — se encogió ligeramente de hombros mirando al más alto por el rabillo de su ojo — si te soy sincero estaba destrozado te extrañaba cada maldito segundo...los momentos, los lugares todo me parecía vacío sin ti... estaba tan acostumbrado a tu presencia que fue realmente duro que te marcharas... y tan lejos... tan repentino... — dio un suspiro sin mirar al mayor y es que no había hablado de eso ni siquiera con Yohei en su tiempo era algo que tenía en corazón guardado —extrañaba las idas al parque... al cine...a la playa.. —sonrió de forma sincera antes de morder ligeramente su labio como solía hacerlo cada vez que reía —pero que más podía hacer aparte de seguir con mi vida si ya te habías marchado? — cuestiono bajando la voz apenas — continue con mi día a día, salía con “el ejército de Sakuragi” — cuando menciono a sus amigos sintió que se le arrugaba el corazón — como siempre lo hacía, hacíamos tonteras, nos burlábamos, me iban a molestar a las practicas... — todo aquello lo decía con cierto anhelo — luego Yohei comenzó a comportarse extraño, más atento, me decía que fuéramos a hacer esto y aquello... pero cuando nos juntábamos al final nunca estaban los demás... yo aún estaba triste por tu partida... y poco a poco comencé a volverme dependiente de él... — el brillo en los ojos del pelirrojo poco a poco comenzó a apagarse —pronto Takemiya...Occus y Noma comenzaron a darse cuenta de que algo pasaba entre nosotros y evitaban el tema no querían hacernos sentir incomodos y yo realmente lo agradecía pues bueno no quería que pensaran que ya no seriamos amigos o no podríamos juntarnos porque habíamos empezado una relación con Yohei... —el pelirrojo hizo una pequeña mueca de desilusión — luego sin darme cuenta los chicos dejaron de juntarse con nosotros y apenas hablamos en clase...al tiempo dejaron de ir a verme a las prácticas como lo hacían antes... — con cada silaba que salía de los labios de Sakuragi su ceño más se fruncia y es que estaban todas las señales ahí de que la relación sería un fiasco — luego de casi un año ellos dejaron incluso de enviarme mensaje y con el tiempo me entere que Yohei había discutido con ellos, los había acusado de querer quitarle mi atención, de que solo se metían entre nosotros y que me metían ideas raras en la cabeza sobre todo Occus fue al que más agredió ya que él podía ver lo que mis vendados ojos no... el tiempo que hablamos él me dijo que lo nuestro no me estaba haciendo bien —guardo silencio un momento, se arrepentía de no haber escuchado a sus amigos —yo pensaba que ellos solo se sentían excluidos porque ahora pasaba más tiempo con Yohei que con el grupo en general y si bien me perturbo que se alejaran no hice nada para remediarlo...luego con el tiempo me arrepentiría de eso — Hanamichi se estiro apenas observando al moreno mismo que estaba completamente en silencio escuchando con atención todo lo que el pelirrojo decía y aquello lo hacía sentirse cómodo, tanto que ya no podía dejar de hablar estaba sacando todo de golpe y sin tapujos — al principio fue todo tan lindo... fue como volver a estar contigo, él era atento, me daba todo lo que yo quería y me consentía... el sexo?, era fabuloso... — se sonrojo apenas el peli-rojo bajando la mirada — pero luego todo comenzó a volverse extraño y mucho más complicado...a veces se enfadaba por nada, sin que yo supiera el porqué, guardaba silencio y no me hablaba por días... luego empezó a gritar, cada vez gritaba más fuerte por cosas mínimas, si no le gustaba como estaba vestido, si alguien había hablado conmigo, si comía cosas distintas a las que él quería... me volví en un objeto... en su objeto... — la voz de Hanamichi se entrecorto apenas a lo que el moreno se acercó y paso su brazo por sobre sus hombros abrazándolo ligeramente... — está bien si no quieres seguir hablando del tema fresita — aclaro el moreno a lo que Sakuragi negó y tomo aire —poco a poco comenzó a volverse más y más agresivo, empezó a tiras vasos, desordenarme la casa en un arranque de furia... una vez incluso golpeo la puerta tan fuerte que hizo un agujero en ella, yo estaba aterrado... y eso era lo peor... yo era mucho más fuerte que él, mucho más grande que el... y aun así mis piernas temblaban — trago saliva forzando una sonrisa en su rostro — y ahí empezó todo... vio el miedo en mi...al principio me pedía disculpas... llegaba con flores... con chocolates, peluches... con todo lo que me gustaba... volvíamos como al principio... volvía a ser mi Yohei... pero aquello duraba tan poco... — su voz volvió a romperse mientras caían pequeñas lagrimas por sus mejillas, se sentía tan culpable, él había permitido que todo aquello llegara a esas instancias — luego la puerta termino siendo mi rostro... mi abdomen... —decía aquello mientras mordía con insistencia el costado de su lengua —luego los golpes pasaron a ser palizas...una vez me rompió las costillas de tanto patearme en el piso... —soltó un pequeño quejido al recordarlo sintiendo como le costaba respirar con cada palabra y es que decirlo en voz alta era volverlo realidad, era hacer realidad todo su dolor y sufrimiento, admitirlo lo mataba por dentro y lo sanaba al mismo tiempo de forma lenta —incluso... abuso de mi muchas veces... yo decía no... yo le suplicaba que no... pero él lo hacía de todas formas, me forzó a cosas horribles...me insultaba y llego a un punto en el que para el ya ni siquiera merecía la pena disculparse, simplemente me usaba y se marchaba... — sus palabras cada vez se mezclaban más con sus sollozos mientras el moreno sentía como su sangre hervía lo quería matar que le había hecho a su Hanamichi, en que lo había vuelto, lo había destruido y al mismo tiempo se sentía culpable, si él hubiese estado ahí jamás nada de aquello podría haber sucedido —luego... llegue a un punto en el que ya no podía más, estaba tan cansado...y sentía tanto dolor solo quería morir…y bueno...lo intente.... — llevo sus manos a cubrir su rostro mientras lloraba, le ganaba la pena y la angustia, no quería que Sendoh lo viera así... pero sentía que le debía una explicación luego de haberle ayudado de aquella forma. 




El moreno lo estrecho entre sus brazos besando su cabeza mientras frotaba su espalda intentando consolarlo, intentando darle apoyo —está bien fresita... todo estará bien ahora sí? — cuestiono tomando con delicadeza el rostro ajeno y limpiando sus lágrimas — solo quiero que entiendas que nada... absolutamente nada de lo que te sucedió fue tu culpa... todo fue culpa de ese infeliz lo entiendes —el pelirrojo asintió regalándole una pequeña sonrisa, si bien ya había hablado de todo aquello con Kaede aun sentía que se liberaba un peso de su espalda al hablarlo con Sendoh y es que por primera vez en mucho tiempo se sentía libre completamente libre. 




Luego de aquella liberadora charla la comida no tardó mucho en llegar, el moreno pago la comida ya que quería celebrar su reencuentro con el pelirrojo — Fresita... tendrá un poco de cerveza en tu nevera? — cuestiono animoso mientras acomodaba las cosas en el kotatsu del más bajo — no se... deja miro... —aclaro el pelirrojo riendo apenas abrió la nevera y si definitivamente había y es que Yohei eso era lo único que traía a casa y siempre estaba lleno de cervezas — si tengo... pero te parece bien que dos menores de edad estén bebiendo? — cuestiono alzando una de sus cejas a lo que el moreno asintió efusivamente — es una celebración después de todo no? —interrogo con cierto brillito en sus oscuros orbes. 




Entre tragos y la comida poco a poco el pelirrojo comenzó a sentirse un poco mareado y es que hacía demasiado que no bebía al menos desde que había visto lo que le hacia el alcohol a Yohei — Hey~ Hanamichi~ — arrastraba las palabras el moreno mientras se acercaba al pelirrojo — sigues siendo tan hermoso como cuando me marche~ — para Hanamichi el más alto ya estaba ebrio y seguramente el también puesto que todo lo que el moreno decía le causaba risa y tenía que taparse la boca para no reír a carcajadas —p-pero...que dices Sendoh... —Sakuragi vio como el pelinegro se acerca cada vez más a su rostro cosa que le hizo retroceder un poco —S-Sendoh...? — cuestiono un tanto sonrojado por el alcohol que circulaba en su cuerpo — n-no... te muevas fresita... tienes algo ahí~— aclaro el más alto mientras gateaba hacia el pelirrojo tropezándose apenas con el kotatsu, pero aquel pequeño golpe fue lo suficiente para hacer caer a un ebrio Sendoh. 




Cuando el moreno abrió los ojos quejándose apenas se vio de golpe sobre el pelirrojo, se había abierto paso entre sus estilizadas piernas y su rostro estaba tan cerca del rostro ajeno que podía sentir su respiración, oler aquel sutil aroma a alcohol salir de esos rosáceos labios, podía apreciar aquellos ojitos brillosos por el alcohol, sus mejillas rojizas, se veía tan jodidamente apetecible que inconscientemente presiono su pelvis contra la ajena — Fresita~— susurro rozando apenas los labios ajenos, estaba completamente engatusado con la sensualidad ajena, sintiendo su corazón agitarse, bombear tan rápido como podía la sangre, tenía el sentido nublado, lo desea, lo necesita, quiere comerse la boca ajena, llevo uno de sus dedos a acariciar el estilizado cuello ajeno con suavidad, se veía apetecible. 




El pelirrojo sintió un fuerte dolor en la espalda ante el repentino derrumbe del cuerpo ajeno sin poder evitar reír bajito al verlo sobre el — hey~ Sendoh... — expuso intentando llamar su atención, pero fue entonces cuando vio aquella mirada, cuando lo sintió apegar su hombría a la propia consiguiendo que se estremeciera ligeramente, dando un pequeño suspiro —S-Sendoh... que sucede? — trago apenas saliva al sentir como los labios ajenos se rozaban con los propio seguido de un escalofrió que lo recorrió de pies a cabeza ante la suave caricia en su cuello — S-Sendoh... — se removió ligeramente bajo el mayor sintiendo como su pequeño se pegaba al ajeno con cada respiración — por favor... — suplico el pelirrojo encendiendo aún más a un excitado Akira Sendoh... 

Notas finales:

uuuhhhh ¿que creen que sucedera?


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