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Ru-Hana El amor es peligroso por pastelito

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Notas del capitulo:

Hola, en este capitulo se introducira un nuevo personaje, uno que crei seria conveniente apareciera tome prestado el nombre de una actriz japonesa haber si adivinan quien es.

El pelirrojo sintió un fuerte dolor en la espalda ante el repentino derrumbe del cuerpo ajeno sin poder evitar reír bajito al verlo sobre el — hey~ Sendoh... — expuso intentando llamar su atención, pero fue entonces cuando vio aquella mirada, cuando lo sintió apegar su hombría a la propia consiguiendo que se estremeciera ligeramente, dando un pequeño suspiro —S-Sendoh... que sucede? — trago apenas saliva al sentir como los labios ajenos se rozaban con los propio seguido de un escalofrió que lo recorrió de pies a cabeza ante la suave caricia en su cuello — S-Sendoh... — se removió ligeramente bajo el mayor sintiendo como su pequeño se pegaba al ajeno con cada respiración — por favor... — suplico el pelirrojo encendiendo aún más a un excitado Akira Sendoh... que embriagado por el alcohol y el sonido de la voz del pelirrojo no podía detenerse, sabía que le gustaba al más bajo, que lo hacía feliz, que le hacía temblar, sabia donde tocar y que hacer para volverlo loco; acerco su boca al estilizado cuello del menor dando una pequeña lamida, su sabor dulce pero amargo por el sudor lo tenía jadeando un tanto pesado sin poder aguantar las ganas de dar una pequeña mordidita al cuello ajeno escuchando como aquellos rosáceos labios dejan escapar un pequeño gemido que era como música para sus oídos. Fue bajando poco a poco sus labios por el cuello ajeno, lamiendo y besando la extensión de su piel en dirección a sus clavículas, mirando de vez en vez al pelirrojo con sus negras orbes, intensas, deseante de cada parte del menor. 


 El pelirrojo dejo salir un pequeño gemido, su mente se nublaba entre la electricidad que recorría su cuerpo y el alcohol que le jugaba una mala pasada, su corazón latía tan fuerte que apenas y podía escuchar su propia voz, que poco a poco subía su tono, su pelvis se movía de manera instintiva en busca de sentir la presión en su entrepierna, sus iris se cerraron ligeramente intimidado por aquellos ojos ajenos que parecían comérselo de un bocado — S-Sendoh... — murmuro nuevamente, el calor se lo comía, lo necesitaba, ¿estaba bien desearlo de esa manera?, ¿realmente quería todo esto?, no estaba seguro, pero ya no pensaba solo quería seguir sintiéndose amado, sentirse deseado lo hacía llegar al cielo — por favor... — 

La voz del pelirrojo le daba permiso de continuar su travesía y con manos agiles desprendió al menor de su camiseta dejando expuesto ese cuerpo tan frágil tan delgado, ¿Dónde había quedado el cuerpo tonificado y fibroso de su fresita?, ese cuerpo que lo había puesto mil veces tan duro y deseoso ya no estaba, se lo habían arrebatado, pero no importaba él se encargaría de que su fruta volviese a ser lo que era, que volviera a ser el Hanamichi que se comía el mundo, el Sakuragi que lo volvía loco. Comenzó a besar con delicadeza cada pequeña marca del cuerpo ajeno, dando lamidas húmedas seguidas de pequeños jadeos, estaba excitado demasiado, necesitaba el cuerpo ajeno tanto como el pelirrojo necesitaba que validaran su vida, se levantó ligeramente para observar al pelirrojo que lo miraba sonrojado mordiendo apenas su labio inferior —¿es horrible no? — murmuro Hanamichi al ver como el moreno observaba cada cicatriz en su pálida piel — no...eres hermoso — susurro Akira acercando uno de sus dedos a acariciar uno de los rosáceos pezones ajenos, delineando la aureola, deleitándose con las expresiones del menor, sintiendo como su hombría palpita bajo sus pantalones — eres perfecto... — se inclinó a besar el otro botoncito rosa — todo de ti me encanta... —dio una pequeña succión al pezón ajeno seguido de una pequeña mordida mientras una de sus manos deseosa de más desabrochaba el pantalón del pelirrojo quitándolo con delicadeza junto a la ropa interior ajena, se quedó un momento en silencio admirando la dureza ajena, era tal como la recordaba, suave, dura y deliciosa. La tomo entre sus dedos acariciando un poco mientras se volvía a inclinar esta vez a besar los labios ajenos, un beso húmedo y cargado de anhelo — dime... fresita te gusta?, ¿tu cuerpo me extraño? — 

Hanamichi dejo salir un pequeño gemido ante las caricias del más alto, Sendoh sabia como tocar y donde tocar para hacerlo temblar, lo disfrutaba tanto o más que aquella noche con Rukawa y si bien su mente divagaba entre que era realmente lo que quería, si quería tener algo con su sensei o con su viejo amor, el pelinegro se encargaba de disiparle los pensamientos a punta de placer, un escalofrió recorrido su espalda al sentir la mano ajena acariciar su hombría, podía sentir como su miembro se lubricaba con el líquido preseminal y como su respiración se agitaba, no dudo en corresponder el beso del más alto disfrutando de la dulzura de sus labios, sintiendo como su pecho se llenaba de cariño, le encantaba sentirse amado, sentirse querido lo llenaba de alegría —si... me gusta Sendoh... — guardo silencio un momento ante aquella pregunta ¿aun lo extrañaba?, si había pensado en él miles de veces durante esas noches de dolor, muchas veces lloro su nombre en busca de ayuda, ¿pero aun lo extrañaba? —…. — no hubo respuesta pero al pelinegro no pareció incomodarle estaba demasiado caliente como para prestar atención a algo así pues su labios ya estaban bajando por el abdomen ajeno depositando un cálido pero coqueto beso en el vientre ajeno, depositaba pequeñas mordidas seguidas de lamidas en los oblicuos ajenos, tomando uno de los muslos del menor para besar la cara interna del mismo, acercándose peligrosamente a la hombría del menor, alzo su mirada sonriéndole de manera ladina antes de tomar entre sus labios el falo ajeno, regalándole una suave succión, lamiéndolo y presionándolo contra su paladar deleitándose con los gemidos del albino — mmm....ahh~— rodeando el falo ajeno e introduciéndolo en su totalidad en el interior de su cálida boca, saboreando el líquido preseminal del menor, era dulce pero amargo a la vez, le encantaba, podía sentir ese pequeño aroma a sudor que lo hacía embriagarse cada vez más y más. 

Hanamichi temblaba y sus piernas se entrecerraban apenas apretando ligeramente la cabeza ajena sin poder evitar llevar una de sus delicadas manos a la cabellera ajena, enredando sus dedos en la nuca ajena, curvando apenas su espalda dio un suave gemido que lo estremeció se sentía tan bien la boca ajena, húmeda, caliente lo volvía loco, podía sentir el repiqueteo en su vientre y sus caderas se movían sin su permiso, ansiosas de que su falo llegara hasta lo más profundo de la garganta ajena, su miembro temblaba, estaba tan cerca del éxtasis — S-Sendoh...no....espera...yo... — gimió el nombre ajeno intentando alejar la boca del mayor de su miembro — v-voy...a venir...para...ahg...por favor... — murmuro sintiendo su cuerpo arder, pero el moreno no se alejó si no todo lo contrario, comenzó a succionar aún más a acariciar con cuidado los testículos ajenos, dando pequeños apretones, quería que el menor se derramara en su boca, deseaba el sabor amargo del más bajo — no te... contengas...dámelo... — murmuro para luego presionar con la punta de su lengua la cabeza del glande observándolo cual animal hambriento y el pequeño Sakuragi no pudo más, derramo su miel en la boca ajena curvando su espalda soltando un placentero gemido — Sendoh~ ahh~... — 

El moreno se alejó de la entrepierna ajena mientras se relamía saboreando la semilla ajena con una sonrisita triunfal — eres tan delicioso... — le murmuro con cierto brillo en sus ojos al momento de limpiar su comisura — tal y como lo recordaba — el pelirrojo respiraba fuertemente mientras lo observaba tan vulnerable y aunque se había venido no estaba satisfecho quería más, observo inquieto al moreno suplicándole con la mirada que continuara que llegara hasta el final, para Sendoh esa vista era hermosa — dame un momento Fresita... — expuso mientras caminaba hacia su bolso y rebuscaba en su interior sacando un condón junto a un envase que se parecía al de la pasta de dientes, se acercó nuevamente al pelirrojo quitándose los pantalones junto a su bóxer, dejando libre su erección que ya dolía de lo firme que estaba, palpitaba quería sentir el interior del menor — esto...es para ti fresita~— expuso de manera coqueta acomodándose entre las piernas ajenas, abrió el condón y se lo puso con extrema delicadeza para no estropearlo, luego le enseño el tubo al menor — vez esto...te hará sentir que estas en el cielo... — el pelirrojo lo observo con curiosidad viendo como el pelinegro abría el pote y apretaba para que saliera una crema transparente, la cual puso en su dedo índice y medio de manera generosa — cierra tus ojos y disfruta cachorrito... — susurro de manera seductora mientras presionaba sus dedos con la crema en la entrada ajena, masajeando ligeramente, los fue introduciendo con cuidado, acariciando las paredes del menor, llenándolas del lubricante con cuidado, entrando y saliendo del interior del pelirrojo, presionando de cuando en cuando en su punto dulce. 

El pelirrojo obedeció a las frases del moreno entrecerrando ligeramente sus ojos se dejó llevar por la destreza del más alto, quería olvidar todo y simplemente disfrutar —mmm~... — suspiro apenas al sentir la presión de aquellos dedos en su entrada se sentía frio... y luego caliente podía sentir como esa cremosidad se deslizaba en su interior junto aquellos dedos, su corazón palpitaba y su respiración se aceleraba, un calor recorría su interior y se sentía tan bien, abrió apenas un poco más sus piernas dando un gemido placentero — a-ahh~ … —al sentir como esos dedos presionaban contra esa masita que lo hacía llegar al cielo, su miembro comenzó a endurecerse, se sentía tan bien, podía sentir como su excitación crecía a medida que el mayor jugaba con su interior, su entrada palpitaba y ya no podía soportarlo más — sendoh...dámelo... — murmuro con la voz entrecortada — por favor...ahh...ponlo dentro... — suplico con pequeñas lagrimitas de placer en sus iris, el moreno sonrió, había conseguido lo que deseaba lo tenía completamente a su merced —...¿qué quieres que ponga dentro fresita? ~— interrogo con apenas un deje burlón en su voz mientras abría ligeramente sus dedos en su interior podía sentir como la entrada ajena se dilataba rápidamente y palpitaba gracias al lubricante — t-tu... — susurro Hanamichi con sus mejillas al rojo vivo por la mezcla entre excitación y vergüenza — pene...por favor...ponlo dentro... — termino por decir alzando ligeramente sus caderas y gimiendo de manera placentera al sentir como aquellos dedos se separaban y abrían apenas su interior.

El moreno lo observo como si fuera el plato más exquisito del menú, se relamió sus carnosos labios al tiempo que quitaba de su interior sus dedos, tomo la base de su falo y presiono la entrada del menor con la cabeza del miembro — ya que insistes~... —coloco un poco más del lubricante sobre su propio falo para luego comenzar a adentrarse lenta y placenteramente en el interior ajeno, llenando su esfínter con cuidado, sintiendo como las paredes de Hanamichi lo succionaban, eran suaves y húmedas, volverían loco a cualquiera — D-Dios fresita~... — gimió el moreno cuando ya estuvo dentro por completo su miembro en el menor, comenzando a dar suaves estocadas escuchando ese delicioso sonidito húmedo cada vez que entraba y salía del interior ajeno, consiguiendo que la voz del menor se escuchara en toda la sala, haciendo que el moreno jadeara cada vez más fuerte mientras apretaba con sus manos las firmes cadera ajena, subiendo el ritmo, golpeteando cada vez más profundo deleitándose con la voz ajena — SENDOH~ ahh...  

El pelirrojo podía sentirlo tan dentro en su interior, llenando cada espacio en el, agitando su cuerpo, haciéndole subir al cielo y jalándolo al infierno de una manera tan deliciosa que ya su voz ni su cuerpo le hacían caso, se dejaban llevar, sus caderas se movían al ritmo ajeno, en busca de encontrarse con la pelvis ajena, sintiendo cada vez que presionaba su punto dulce que su cuerpo se tensaba y su respiración se cortaba, era una sensación abrumadoramente exquisita había olvidado lo bien que se sentía tener sexo con el moreno, no podía dejar de gemir y sus manos instintivamente se iban a su miembro, a tocarlo, a frotarlo sabía que al moreno le encantaba verlo autocomplacerse mientras su pene lo penetraba, su esfínter temblaba y succionaba el miembro del moreno, se amoldaba lo recordaba por completo y siempre quería más y más de él. ————————————————————————————————————————— 

 A la mañana siguiente Hanamichi sentía su boca seca y podía sentir ese dolorcito placentero en todo su cuerpo luego de todo lo sucedido la noche anterior, dio un pequeño suspiro mirando apenas a su alrededor, seguía en el sofá acostado pero su acompañante había caído al piso y parecía muy placido durmiendo —...demonios.... — murmuro apenas colocándose de pie con cuidado de no despertar a Sendoh paso al baño para darse una ducha rápida; en su mente la noche anterior estaba un tanto confusa, había bebido lo suficiente como para tener pequeñas lagunas mentales, pero no lo demasiado como para olvidar lo sucedido en ese sofá, el cómo la lujuria se había apoderado de su cuerpo y no podía sentir otra cosa más que vergüenza, vergüenza y pena, ¿realmente estaba bien todo aquello? Se había acostado con dos hombres distintos en menos de un mes, en su mente no dejaba de rondar aquella pregunta *¿seré realmente una puta como siempre me dijo Yohei?*, mientras se bañaba sentía un remolino de emociones en su cuerpo, entre temor, alegría, euforia, miedo y unas ganas inmensas de llorar no sabía que le estaba sucediendo tenía miedo de todo lo que estaba sucediendo y si realmente no valía nada como tantas veces le repitió Mito, su cabeza tenía una nube, una que seríadifícil de disipar al menos por un tiempo. 

Una vez salió de la ducha se vistió y salió de su departamento no sin antes dejarle una nota a al moreno “Sendoh... lo siento debo salir temprano quede de verme con alguien importante para mí, siento mucho lo que sucedió anoche, por favor perdóname”, se sentía repulsivo e inseguro de sí mismo, se había ido toda la valentía de la noche anterior y solo quedaba esa amargura en su corazón de no saber si lo que hacía estaba bien o de que era realmente lo que quería hacer de ahora en adelante, ahora que era por fin libre. Reviso su móvil viendo el mensaje que le había enviado Rukawa “Sakuragi te estaré esperando en casa debemos hablar de muchas cosas”, se le encogió el corazón por alguna razón sentía que había engañado a la única persona que se había preocupado por el en mucho tiempo, pero ¿era realmente así?, ¿eran algo más que amigos?, ¿más que psicólogo y paciente?, sacudió la cabeza dando un pequeño suspiro para luego emprender la marcha hacia la casa del mayor. 

Kaede había pasado la noche en vela divagando de un pensamiento a otro haciéndose un millón de preguntas, pero sin recibir ninguna respuesta y es que ¿acaso era siquiera ético lo que estaba haciendo con su paciente?, la pequeña vocecita en su mente le grita que no, que estaba mal, que se estaba comportando como uno de esos depredadores de menores, porque vamos apenas y conocía al menor, pero sentía que lo había hipnotizado completamente, lo tenía en la palma de su mano, si el pelirrojo llegara en ese momento y le dijese que se fueran al otro lado del mundo para estar juntos dejaría todo atrás por él, ¿pero era racional ese sentimiento?, todo aquello le preocupa y le estaba nublando su juicio profesional por eso necesitaba hablar con el menor lo antes posible, pero no, el pelirrojo había elegido marcharse con ese joven pelinegro, con ese muchacho que ni siquiera conocía, ¿porque eran tan cercanos? ¿Quién era? ¿Qué quería de su pelirrojo?, ¿se lo arrebataría?, ¿podían arrebatárselo?, ¿era realmente suyo? — bufff.... — dio un fuerte bufido antes de poner de pie y caminar por su despacho en dirección a la máquina expendedora de agua necesitaba refrescar la garganta y la mente, pero fue interrumpido por una de las trabajadoras de la casa quien ingreso con cuidado — señor Kaede... —expuso de manera formal y sin titubear — el señorito Sakuragi ya llego a casa y lo está esperando... — el pelinegro sonrió, se le acaba de iluminar el rostro y la ama de llaves no pudo evitar reír bajito hacía mucho tiempo que no veía al señor de esa forma, el pelirrojo había llegado a esa cosa a hacer feliz a su jefe y aquello la llenaba de alegría — dile que pase y gracias Sasha... — le dedico una cálida sonrisa su ama de llave antes de pasar a sentarse en el sofá que había en su despacho. 

El pelirrojo ingreso al despacho una vez Sasha le dio permiso, sonrió ligeramente al ver al pelinegro en el sofá pasando a sentarse junto a él sin mirarle directamente a los ojos por alguna razón sentía vergüenza en ese momento de estar junto a él, sentía que lo había traicionado — ¿Rukawa... de que quería hablar conmigo? —interrogo cuando por fin se atrevió a abrir su boca. Para el moreno no pasó desapercibida la extraña actitud del menor, pues días atrás no se había comportado de esa forma, al menos no tan tímido y aquello le preocupaba motivo por el cual no dudo en tomar una de las manos del menor intentado ver el rostro del pelirrojo — sucedió algo Hanamichi? — cuestiono sin responder la pregunta que el más bajo le había hecho primero debía confirmar que su Hanamichi se encontraba bien, a lo que Sakuragi se mordió ligeramente el labio inferior antes de alzar la vista y sonreír ligeramente — nada... solo tengo un poco de resaca... — confeso avergonzado al mayor esperando que este dejara de insistir en el tema, no era el momento no se sentía listo aun de hablar sobre lo que sentía aún. Si bien el moreno no quedo conforme con aquella respuesta respeto el derecho que tenía el menor a su intimida así que carraspeo un poco su garganta — hum... bueno eso quiere decir que se divirtieron con tu amigo... como dijiste que se llamaba Sendoh?, me alegro que vuelvas a hablar con tus compañeros que retomes tu vida escolar — expuso con una sonrisa que esperaba no se viera tan falsa como lo era, el pelirrojo asintió sin decir mucho, no sabía que más hablar se sentía inquieto por primera vez con el mayor — bueno Hanamichi te pedí que nos viéramos porque creo que no está bien que yo siga tratándote... no con lo involucrado que me encuentro con tu caso, no puedo ser imparcial ni mucho menos ayudarte de manera profesional... —las palabras del mayor le helaron la sangre, lo estaba desechando?, ya no lo quería cerca al punto de que ni siquiera quería ser su psicólogo, ¿si ya no era su psicólogo que pasaría con ellos? ¿No se verían más?, su rostro se mostraba tenso y lleno de miedo cosa que no le fue indiferente a Rukawa motivo por el cual llevo su mano a acariciar la cabeza del menor con dulzura — no te preocupes pequeño esto solo es por tu bien, hable con una colega ella es psiquiatra y psicóloga al mismo tiempo, ella se hará cargo de tu caso y te ayuda te lo prometo ¿sí? — le dedico una cálida sonrisa al menor — ¿pero...eso quiere decir que ya no nos veremos más? — interrogo Hanamichi reteniendo por un momento el aliento a lo que el moreno no pudo evitar reír bajito — jajaja... claro que no...como crees que te dejare solo a la deriva?, eres mi responsabilidad nos seguiremos viendo tal cual lo hemos hecho y si quieres seguir viviendo aquí conmigo por mí sería más que estupendo~—confeso Rukawa a lo que Sakuragi no pudo evitar abrazarle era por su bien, no lo estaba abandonando solo quería que estuviera bien y aquello le hinchaba el corazón de alegría. 

Hanamichi se encontraba en la sala de espera de un lindo consultorio particular, Kaede le había dicho que tenía cita con Yui Aragaki, dijo que era la mejor en su área y que normalmente solo atendía a mayores de edad pero que le había interesado su caso y que por ese motivo haría una excepción, se encontraba nervioso, acaso ella le contaría a Rukawa lo que él hablara en la consulta? — señor...Hanamichi Sakuragi...? — una voz lo saco de sus pensamientos haciendo que alzara su vista.... 

 

 

Notas finales:

Se que dije que demoraria menos en subir capitulos que antes pero enserio si supieran lo ajetreado que ha sido este año se caerian de trasero y aun ni siquiera vamos por la mitad XD, intentare subir un nuevo capitulo pronto y mu8chas gracias por seguir leyendolo les amo a todes <3

 

 

 

 


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