Al caer la tarde Alexa regreso a la pequeña cabaña que compartía con Wólfram y el pequeño Shun, que de pequeño ya tenía bien poco pues al ser un ser proveniente de otra dimensión y algo por no decir sumamente especial su crecimiento era más acelerado que el de los habitantes de la Nación de los Mazokus en la que se encontraba y a sus escasas semanas de estar con Wolf ya se encontraba de un año de crecido y a Wolfram le encantaba pasar su tiempo con el niño de sus ojos y descubrir día a día todo lo relacionado a su desarrollo y crecimiento.
En el Pacto de Sangre las cosas estaban empeorando pues cada vez que los aldeanos veían en el pueblo a la Pareja Real se podían sentir las miradas de desprecio dirigidas a cierto castaño, mismo que incomodaban al Rey y divertían en demasía y exceso a Mika que ahora esperaba con ansias hablar con su más reciente y simpática amiga Doria y no podía esperar a que la pelirroja la llevara a conocer a fondo al mazoku que todos consideraban el Sol de Shin Makoku.
En estos momentos Murata el famoso Gran Sabio del Rey Yuuri Shibuya llegaba de visita para ver a su amigo y regente de esta hermosa Nación. Murata al ir caminando hacia la oficina de su amigo iba oyendo los murmullos de los soldados que iban desde "En que estaba pensando el rey al dejar a su excelencia" hasta "Cuando regresara Lord Bielefeld" y otros que decían: " Desde que su excelencia se fue, las cosas van de mal en peor" " El día que su excelencia regrese al castillo se va a desatar la guerra, pues todos están de parte de Lord Bielefeld y ni su majestad por muy rey que sea podrá evitar que el pueblo le de casería al actual prometido del maou" y hay que ser sinceros este último murmullo si puso en que pensar al gran sabio pues sabía que si Wolfram aparecía todos se pondrían en contra del rey y su actual castaño prometido y esos y más eran los comentarios que se podían escuchar a lo largo de los pasillos del castillo, cuando el pelinegro sabio llego a la puerta de la oficina de su amigo pelinegro logro captar parte de la discusión que se desarrollaba dentro de la habitación en la que se podían escuchar los gritos que iban y venían de la que actualmente era la pareja real, cuando Murata entro a la habitación escucho un grito proveniente de cierto castaño y que molesto a todos los ahí presentes y al recién llegado.
- YO SOY TU PROMETIDO, TU ATENCION DEBE ESTAR EN MI, NO EN LA BUSQUEDA DE ESE MOCOSO CAPRICHOSO DE WOLFRAM.- Lo dicho por Conrad molesto de sobremanera a Gunter que estuvo a punto de contestarle pero se vio abruptamente interrumpido por un más que furioso rey.
-Nunca, óyeme bien, nunca más vuelvas a decir que tú eres más importante que Wolfram, no te entiendo es tu hermano, lleva casi un mes desaparecido y tú no te preocupas por donde puede estar, o si está bien y en vez de eso me armas cada vez que puedes cada escándalo y sinceramente esta situación tan repetitiva me está aburriendo y agotando mi paciencia.- Conrad se sintió dolido por lo que le dijo su prometido por lo que le contesto lo más herido que pudo con el afán de hacer sentir mal a su pelinegro prometido.
-Se supone que yo debería ser lo más importante para ti y que tu atención debe estar en mí y solamente en mí, pero te lo juro Yuuri Shibuya tu jamás vas a encontrar a Wólfram como que me llamo Conrad Weller y ¿Sabes porque no lo vas a encontrar jamás? Porque él se fue ya no te ama, tú te encargaste de matar todo el amor que te tenia y si algún día lo vuelves a encontrar jamás lo podrás tener contigo.- Conrad salió dando un portazo de esa habitación dejando así un ambiente de incomodidad y dolor a su paso, todos los presentes que aún quedaban en esa habitación cada uno estaba en sus propios pensamientos.
- “¿Qué habría estado yo pensando al momento de cambiar a Wolfram por el irritante de su hermano, Wolf solo espero que cuando vuelva a verte te encuentres bien y puedas perdonarme”.-
Mientras del otro lado de la puerta un furioso castaño se dirigía a la entrada del castillo mientras iba maldiciendo a su tonto hermano menor y su grandiosa idea de desaparecer, ya en la entrada del palacio Conrad mando a llamar a cierto pelirrojo que estaba seguro lo iba ayudar.
-Me mando a llamar Conrad-sama.- Respondió un joven pelirrojo de unos aparentes 25 años de edad, de estatura mediana y complexión atlética que le tenía un gran respeto y estima al castaño.
-Sí, necesito que encuentras a mi insulso, tonto y engreído hermano menor.-
-Como usted desee señor, una duda, cuándo tenga la información del paradero de su excelencia ¿Qué quiere que haga con ella?.-
-Una vez sepas donde se encuentra deberás volver de inmediato a decirme en donde se está escondiendo y nadie debe verte, me has entendido, cuando sepas donde esta es lo único que debes de hacer por el momento y Alexiel mas te vale no fallarme.- Y con esta última orden el pelirrojo desapareció dispuesto a cumplir con la orden dada por su futuro príncipe.
Conrad observo partir satisfecho al joven que por asares de la vida le había dado su lealtad, sin ser consiente de unos ojos azules que lo miraban desde la entrada del palacio junto con unos ojos cual amatista de forma intrigada y con cierta pena pues sabían que el rey pronto aclararía sus sentimientos referentes hacia su anterior prometido.
Mientras tanto en la Ciudad de Tokio un joven pelinegro de unos enigmáticos y fríos ojos rojos cual sangre escarlata se dirigía de camino a la mansión de su señora pues debía informarle los resultados de su búsqueda alrededor del mundo pues aunque fuera el mejor de su rango no había obtenido ningún resultado en cuanto a la desaparición casi inmediata de aquel escurridizo ángel que era el objetivo de su ama.
Al llegar a la puerta de la mansión esta fue abierta por una más que distraída Black, la cual por estar divagando en sus recuerdos no se dio cuenta que había chocado con un joven que iba ingresando a la mansión Shin que era el nombre del chico observo a la chica de manera intensa e intrigada pues no era normal ver a la gran Esmeralda Kamelot perdida en sus pensamientos mas no era el único intrigado por la forma de actuar de la joven sino que todos en aquella mansión se encontraban en cierta medida preocupados por aquella niña.
Esmeralda no se percató en lo que resta del día de la cara de consternación y preocupación que tenía la Gran Bruja del Milenio pues se encontraba más concentrada en encontrar una explicación a su sueño recurrente que a lo que pasara a su alrededor, pues este sueño le intentaba decir algo, pues ella presentía que aquello que se ocultaba en sus sueños era algo referente a su pasado, aquel pasado del que no tenía la más remota idea.
De vuelta en Shin Makoku Mika iba de camino a su casa recordando cómo es que había conocido al hermoso príncipe demonio que cuando estaba de prometido con el Maou ella ni siquiera lo miraba y de cómo ese pequeño cielo junto con su solecito le habían robado el corazón, pero saliendo de sus pensamientos se concentró en la inesperada presencia que había estado en el palacio hablando con el actual prometido del Maou.
-¿Qué estabas haciendo con Conrad-sama Alexiel?.- Mika sabía que su mejor amigo cuando aparecía en escena era un mal presagio, ahora solo faltaba averiguar para que estaba ahí y que quería lograr.
-Averiguare que es lo que planean tú y Conrad-sama, aunque tenga que convertirme en tu sombra.- Mika se propuso defender con capa y espada a Wólfram y al pequeño Shun.
Los meses han pasado de manera acelerada y el crecimiento de Shun ha sido demasiado rápido para el gusto de Wólfram y de todas las aleadas con las que contaba, para este momento el pequeño Shun ya contaba con sus hermosos 15 años y era un joven sumamente hermoso, con una mirada fuerte y decidida, que no tendría contemplación alguna a la hora de hacer pagar a aquellas personas que se habían atrevido a lastimar a su querido y adorado padre, en este instante se encontraba sentado a la sombra de un árbol recordando cómo se había tomado su padre la noticia de su origen y pese a todo lo que creyó él y su adorada Alexa que era como una hermana para él y otra hija para Wólfram y ambos lo aceptaron tal y como era.