Sentía el frio suelo bajo su espalda, las moscas posar sobre su rostro, algunos gusanos caminaban sobre su piel desnuda, no sabía si estaba muerto o podía sentir su cuerpo pudriéndose, entonces abrió sus ojos, encontrándose con otros muy parecido a los suyos
-Radamanthys, pensé que los gusanos escarbarían tu carne, pero eres muy resistente, por algo sos el líder de los siete demonios-
-Aiacos, que haces aquí, viniste a burlarte de mi falla-
-jajajaja que iluso, no perdería el tiempo, en algo tan estúpido como reírme de alguien-
-entonces que quieres-
-saber, porque uno de los nuestros nos traiciono, y si sabes dónde puede estar-
-Shaka no dijo nada, solo tomo al niño y se fue-
-los Ángeles se están moviendo, asique tenemos que empezar a actuar el tiempo es oro mi amigo-
-seguro, si uno ya mato a uno de los nuestros, robándose al humano que representara el bien en esta guerra-
-si, yo fui el que te busco en esa casa, pero mi olfato no sintió ningún olor a angelito-
-eso quiere decir, que se hizo humano para que no lo olfateemos-
-así es por eso, Milo y yo fuimos elegidos por nuestro amo para capturar a Shaka y traer a su hijo humano-
-Milo, con ese no se puede trabajar, es un altanero, y desobediente, no confió en el, me sorprende que lo hayan incluido entre los siete-
-es muy buen guerrero y eso cubre todo su mal comportamiento-
-no digo nada, ya que no soy yo el que lo va a bancar-
-bueno me retiro, recupérate pronto, así te unís a nosotros-
El demonio de cabello negro y ojos de color vino, se puso de pie, saliendo del lugar, mientras que el rubio no podía permitir que maten a Shaka, solo él tenía ese derecho
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Porque, porque, mi único pecado fue amarte, ahora me estoy quemando en este infierno, y ni siquiera puedo suicidarme
-que pasa que estas llorando, pensé que habíamos hablado que no me gustan los débiles-
-Milo, perdóname, pero soy un alma en pena, no puedo hacer nada, por favor desate de este cuerpo y déjame cumplir mi castigo-
-no, todavía no me aburrí de vos, así que te la aguantas-
Dijo el peli azul, con piel tostada y dueño de un cuerpo de dioses
-deja paz a las almas, no te cansas de esto-
-Valentine, que te trae por acá, un demonio de baja categoría no entra a estas tierras-
-señor Milo, pido perdón por mi imprudencia, venía a avisarle que ya está todo preparado para que partan a la tierra-
El peliblanco lo miraba con odio, no soportaba esa forma tan vanidosa y mala hablada que tenia con los demonios que no eran tan fuertes como el
-debe de sentirse orgulloso de pertenecer a los siete demonios más poderosos, esos que no pierden ninguna batalla-
-sabes, una vez casi pierdo, tengo una herida que no se borrara en toda la eternidad, sabias que cuando una Ángel te hiere con su espada, esa herida no cicatriza, es visible y duele-
El escorpión caminaba de un lado a otro, se paro por unos segundo levantándose la camisa, ahí estaba esa cicatriz larga y horrible que recorría de la cintura hasta la mitad de la espalda, Valentine se quedo con la boca abierta lo que nunca hubiera imaginado hoy estaba viéndolo con sus propios ojos, uno de los generales herido
-es increíble, quien fue? -
-el Ángel maldito y a quien voy a matar lentamente se llama Mu, mejor conocido como el cazador de demonios, me entere que hace poco mato a Aluca uno de los demonio mandados para comerse a ese niño –
-entonces está aprovechando esta oportunidad de estar en la tierra para encontrarlo-
-si, por parte ya que tengo una misión que cumplir, que es matar a Shaka y traer a ese mocoso-
-espero consiga su propósito, ah y por favor no se demore el señor Aiacos ya está esperando-
El joven demonio se retiro sin dejar de mirar a ese joven que permanecía encadenado todo desnudo
-que sádico que es Milo, siempre maltratando las almas que llegan a este lugar-
Milo quien no paso desapercibido esa mirada, tomo de los cabellos a ese cuerpo todo maltrecho y le arranco un pedazo de carne, el cuello del muchacho empezó a sangrar, mientras se escuchaban quejidos de dolor
-Camus, así te llamabas no?, mantente lejos de los demonios, mira que si me entero que hablaste con alguno te voy tener toda la eternidad conmigo de castigo
El peli azul se retiro dejando al joven tirado en el suelo, llorando de tristeza
“Aioros mi amor perdóname ahora estoy pagando todo el daño que te hice”
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Un niño de cabello azul se encontraba colgándose de los arboles, parecía un mono en busca de alimento, sus ojos brillaban de felicidad, no dejaba de jugar con todo lo que se le cruzaba en ese bosque
-oye, bájate de ahí que si te caes te vas a desnucar-
El demonio traidor estaba hecho una fiera ese niño humano lo sacaba de quicio, primero que tenía hambre, después quería ir al baño, que tenia sueño, que quería jugar, estaba podrido
-mira Shaka un nido de pájaros, hay dos pichones allí-
-bien, me alegro ahora bájate, si no voy tener que subir y darte una golpiza-
El rubio abrió sus alas negras para volar hasta arriba pero el otro de miedo empezó a bajar
- ya, ya, estoy bajando, no te enojes hermano mayor-
El pequeño Ángelo se colgó de sus brazos, pidiéndole que lo halze, era muy malcriado y esto al demonio mucho no le gustaba
-deja de molestarme y camina, vas lograr con esa actitud que te pegue-
El pequeño empezó a llorar porque noto que el hindú se había molestado mucho y eso le daba tristeza
- ya vamos a llegar a nuestro destino, ahí te voy a entrenar para que te conviertas en un gran guerrero y no tengas que depender de mí si te pasa algo-
Estaba caminado cuando una presencia hizo a Shaka tomar al niño y retroceder, esa oscuridad era muy poderosa, y estaba desafiándolo
-sal de ahí y tengamos una pelea justa-
“vengo a cumplir el llamado de nuestro señor , matar al traidor”
La mente de Shaka empezó a sentir esa vos, la cual le sonaba muy familiar
-Abbadon el demonio destructor, alguien como tú está dispuesto a pelear-
El demonio de cabellos rubio, empezó a transpirar, su oponente era muy fuerte, no era alguien fácil de vencer, le pidió a Ángelo que corra y se esconda que él iba terminar con esa pelea y lo iba a buscar después, el pequeño hizo caso al pedido del mayor
“bien prepárate a morir, el monstruo se mostro frente a el”
Su cabeza humana, sus cabellos de mujer, sus dientes que parecían de una fiera, su cuerpo decorado con corazas de hierro, era realmente feo, el rubio empezó a transformarse, sacando su demonio de adentro, tomo su guadaña y se puso en posición de pelea
El monstruo empezó a rodear a gran velocidad a nuestro rubio, el otro no podía ubicar exactamente donde estaba, realmente era veloz, así que empezó a tirar golpes al azar quizás así podría darle, pero el otro en segundos se esfumo, Shaka estaba agitado de tanto golpear el aire, entonces sintió que algo atravesó su cuerpo era algo filoso, cuando pudo notar la sangre que brotaba de su pecho vio un par de uñas, eran de otro demonio, a levantar la vista noto varias formas que empezaban a tomar color, estaba rodeado,
“que te pareció esta emboscada, valió la pena aliarnos con otros demonios de bajo nivel, para juntar fuerzas y vencerte”
El Demonio de ojos azules cayó al suelo, muy herido, su sangre empezó a machar el verde suelo, pequeños demonios empezaron a beber de ella sedientos de sed, otro se aproximo y empezó a morder sus manos para comérselas
Ángelo lo único que hacía era llorar de miedo, no quería que lastimen a Shaka, entonces seco sus ojos y salió de su escondite, golpeando a los demonios que querían comérselo
“Por fin nos conocemos, rey demonio”
Abbadon se agacho dando reverencia al niño, luego estiro sus brazo para agárralo, en eso una luz muy poderosa empezó a quemar vivos a los monstruos, ese poder lo emanaba Angeló quien estaba enojado y no controlaba su fuerza
-no, me toquen, y no lastimen a shaka”
Abbadon decidió huir, dejando a su suerte a los otros demonios, esa fuerza iba matarlo, cuando hubo llegado lejos, se paró a observar la luz que estaba desapareciendo
-que fuerza, se nota que es hijo de nuestro señor, voy tener que dejarlo para después, ahora reagrupare nuevos demonios y la próxima no fallare-
-estas bien shaka, parece que te vas a morir-
-tranquilo, solo necesito reposo, esos demonios no pueden herirme de muerte son muy débiles, busquemos una cueva, para poder pasar la noche, y así recuperar mis fuerzas-
El niño lo ayudo a levantarse, y juntos emprendieron el camino hasta llegar a un lugar seguro, ahora los demonios estaban tras el niño, por eso lo más antes posible tendría que entrenarlo para así tener la certeza que se podrá cuidar solo, y que esta guerra podrá tener otro destino