El tiempo fue pasando casi tortuosamente tanto para un Akihiko de 23 años que sentía que no llegaba a nada con su búsqueda, como para Hiroki que había confirmado sus sentimientos de amor por Akihiko o eso es lo que creía porque cuando estaba dolido el escritor lo había reconfortado, ese dolor fue a causa de la muerte de su madre, ya que pese a los esfuerzos interminables de los médicos nada se pudo hacer por la repentina recaída que había sufrido la madre del castaño llevándola a su descenso, esa pérdida fue fatal para el menor que quedó desolado lo cual fue muy bien entendido por el escritor quien no solo le ayudó con el arreglo para el sepulcro de su madre si no que le había ayudado a superar su dolor, es por actos como ese que el castaño creyera estar enamorado del peliplata y por lo cual no le molestaba el hecho de que el mayor lo poseyera cada vez que quería
Aunque la búsqueda de Akihiko pareciera insulsa, al menos era más específico con lo que quería, hace mucho ya estaba convencido que esa persona debiera ser un hombre, ser pasivo (que es lo que siempre había sucedido), ser más joven que él lo que por alguna razón eso le llamaba su atención y lo último que sabía para ello era por qué había elegido a Hiroki, su tez y su cabello, definitivamente por eso la pareja que estaba buscando tenía que ser hombre, menor que él, pasivo y por ende más bajo y castaño, sí, eso sonaba muy superficial, pero eso era lo que pensaba y era en lo que se apoyaría para que su búsqueda sea más fácil; pero con el pasar de los años y toparse con muchos que cumplían esos requisitos y con los cuales no sentía lo que esperaba, ya no estaba seguro si lo encontraría, aunque eso estaba de lleno en su mente, no se sentía deprimido y eso en gran parte era porque ya tenía a alguien con él, alguien que se podía decir lo entendía perfectamente, lo llevaba por el buen camino y le daba cariño, ese era Hiroki, el niño al cual había extorsionado para que se quedara con él y a esas alturas se alegraba haberlo hecho así
Hiroki por otro lado deseaba con todo el corazón que Akihiko se cansara de su búsqueda y solo se quedara con él, aún sin estar seguro de que lo que sentía por el fuese amor o solo agradecimiento, lo único de lo que estaba consciente era de que no quería separase de él y si el escritor encontraba a su persona, Hiroki tendría que salir de su vida, eso lo ponía triste pero no era suficiente como para matar su esperanza
A ese ritmo sus vidas transcurrieron sin mayores cambios, Hiroki había entrado a la universidad de Londres con una beca para estudiar lo que más quería y le apasionaba, eso era Literatura y con todo su esfuerzo había terminado satisfactoriamente su carrera, pero su ideal era regresar a Japón y ser docente de la Universidad Mitsuhashi; en cuanto a Akihiko, no podía ser más famoso de lo que ya lo era, sus novelas eran todo un éxito aunque cada vez cambiaba de editor y en parte era por su culpar al ligárselos; todo iba tranquilo en cuanto a su situación económica solo tenía poco que recorrer para lograr su ideal
-mmhh... -se despertaba un castaño adolorido-
-Buenos días! -dice un escritor mientras enciende un cigarrillo- lamento lo de anoche, creo que me sobrepasé... -se disculpa siendo fulminado por la mirada del menor-
-eso... ya no importa... pero le pido que en otra me escuche por favor -levantándose a duras penas para vestirse-
-descansa, no es necesario que te levantes
-y la comida?...
-descuida pediré algo y luego saldré!... por cierto mi hermano y keiichi regresaron ayer de su luna de miel, dijeron que hoy pararían para saludar, pídeles que me esperen -recibe un asentimiento del menor- sobre otro asunto, conseguiste lo que te pedí?
-si... mañana a primera hora estará aquí, la escogí personalmente
-la escogiste? -dice frunciendo el ceño- es una mujer?
-si, si lo es, no podía arriesgarme a que volviese a pasar eso nuevamente -dice tranquilo-
-tsk... pero es divertido jugar un poco con los editores! -reclama-
-por eso precisamente me aseguré que su nuevo editor no tuviese nada de lo que pedía, ella es pelirroja además que es su mayor por un par de años, su nombre es Aikawa Eiri y con todo el debido respeto Akihiko sama espero que con ella si se comporte como corresponde
-arghh! demonios, está bien!, solo por esta vez te complaceré -dice sacándole una sonrisa al menor- bien -colocándose el saco- ahora descansa, llegaré como a las siete y si no es así te llamaré, ok?
-si Akihiko sama -viendo como el mayor se marcha- de seguro salió a buscarlo nuevamente... bueno -se vuelve a acostar- ahh... -da un alarido- ja! ayer de veras que se pasó, pero dijo mi nombre, eso me hace tan feliz... -diciendo eso con una sonrisa en el rostro y abrazando la almohada del escritor se duerme-
...
-bien solo una vez más y si no responden me marcho -decía un joven pelimarrón que esperaba pacientemente a que le abrieran la puerta de la residencia en frente de él- ahhh... ok... -da la vuelta para irse, pero se detiene al escuchar abrirse la puerta- ah!
-buenas tardes Keiichi san -dice mirándolo con indiferencia- lamento haberlo hecho esperar-
-hola Hiroki cómo has estado? -viendo lo descompuesto que lucía-
-muy bien gracias, por favor pase -hace un reverencia y el mayor pasa por su lado-
-y Akihiko? -pregunta extrañado-
-salió, me dijo que vendría con Haruhiko sama y...
-ah sí, a mi esposo el viaje no le hizo bien por eso no pudo venir, pero como ya había dicho que pasaría decidí venir solo
-Akihiko sama llegará en dos horas, me pidió que lo hiciera esperar, desea algo de beber?
-un café por favor...
-en seguida se lo traigo -da la vuelta para marcharse-
-espera Hiroki -llamando la atención del menor- trae una taza para ti también, quisiera platicar contigo
-como guste -sale en busca de lo pedido y poco después regresa- aquí tiene, cuanto de azúcar desea?
-descuida yo lo haré, por favor siéntate -indicando el mueble a lado suyo-
-disculpe, pero sobre qué es lo que quiere hablar conmigo? -pregunta mientras endulza su café-
-solo quería saber qué tal te está yendo con Akihiko -sonríe-
-lo siento pero no sé a qué se refiere –responde indiferente-
-tú estás enamorado de él, verdad? -suelta sin más-
-mmhh -casi se atora con el café- ahh... yo...
-fuffh -suspira- la verdad no sé si compadecerte o admirarte por ello
-Keiichi san, por favor le ruego que no se meta en lo mío
-no te caigo bien, verdad? -mirando de reojo al castaño- me odias por lo que sucedió aquella vez, no es cierto? -no recibe respuesta- en serio lamento lo de esa vez, quise aclarártelo lo antes posible, pero simplemente no pude hacerlo... Hiroki, tu eres una muy buena persona que tuvo que pasar por mucho para llegar a donde estás, me refiero al hecho de que terminaras una carrera y a que vayas por más, sabes? esa es la más grande razón por la que me caes muy bien, por eso déjame darte un consejo...
-... -silencioso mira atento al mayor-
-aléjate de Akihiko, él no merece el cariño que le tienes, vete a un lugar mejor y encuentra a esa persona que te pueda amar sin medida
-por qué me dice eso?
-ya te lo dije, es un consejo, Akihiko nunca te verá cómo quieres, lo supe desde hace mucho, claro que al principio pensé que tú eras su persona, pero luego me di cuenta de que solo eras una obsesión para él, por eso te lo digo, eres joven, sé que no tardarás en encontrar el amor
-yo... no puedo...
-sé que está mal que lo diga siendo su amigo, pero yo te aprecio mucho y junto a él solo serás desdichado, él es una persona prepotente, orgullosa y egocéntrica, no piensa más que en él mismo y en su estúpido sueño de encontrar a su persona ideal, déjalo que busque solo, sé que sufres cada vez que sale con ese fin de aquí y no es justo para ti, estoy seguro que empezar una nueva vida no será difícil para ti, de seguro tienes mucho dinero ahorrado, no?
-la verdad no... nunca le he pedido dinero a Akihiko sama como un sueldo, a mí solo me basta estar a su lado
-ahhh no puedo creerlo... –dice impresionado-
-aunque tengo unos pocos ahorros, pero no tengo planeado dejar solo a Akihiko sama por nada del mundo -dice decidido-
-fufhh -suspira- bien no me dejas de otra... quizá con lo que te contaré te retractes...
-eh? a qué se refiere?... –pregunta confundido-
-a que te haré bajar a Akihiko del pedestal en que lo tienes, sé que solo así harás lo que te dije, es injusto que renuncies a tu vida por alguien que no lo merece... Hiroki... la razón por la que me guardas rencor no es culpa totalmente mía -el castaño lo mira con inquietud- todo lo que pasó en ese día en el que perdiste tu trabajo, en el que perdiste tu único sustento estable... fue planeado
-qué?... -pregunta incrédulo-
-como lo oyes, todo fue parte de un macabro plan ideado por Akihiko...
-qué está diciendo?! –el menor empieza a alterarse-
-Akihiko quiso tenerte a toda costa por eso…
-MENTIRA!!! Eso es mentira, usted miente, eso no puede ser verdad –se pone de pie gritando indignado- por qué inventa cosas solo para perder algo de culpa de lo que sucedió? Por qué ensuciar el nombre del que llama amigo?!!! –intenta irse-
-cálmate Hiroki, -lo alcanza y lo toma por los hombros- entiende, yo solo quiero que abras los ojos, sé que te hice mucho daño es por eso que quiero compensarlo salvándote de este infierno, porque no es justo que tu ames de esa manera a AKihiko y él no a ti, él no ama a nadie, el amarlo solo te hace más miserable, además jamás te mentiría con algo tan serio, por favor, escúchame!... –mirando con pena al menor- si después de escucharme decides seguir quedándote a lado de Akihiko no te molestaré más, ya que al menos no me quedará la angustia de haber seguido callando –siente que el castaño ya no da batalla para escapar-
-no quiero… no quiero escuchar –dice cabizbajo-
-Hiroki… -lo nombra algo decepcionado-
-pero lo haré, escucharé lo que tiene que decirme, y será mi decisión lo que haga después, decidiré si quiero creerle o no y lo que haré
-está bien –lo guía a sentarse de muevo en el sofá- bueno… como te estaba diciendo Akihiko es también el responsable de que te despidieran, fuffhh –suspira- él se obsesionó contigo, le llamaste la atención desde el primer instante en que te vio y desde ese día me aseguró que iba a tenerte a toda costa, me pidió ayuda cuando ya había ideado un plan para conseguirlo y así lo primero era hacer que te despidieran, ese día Akihiko le pagó a alguien más para que nos ayudará, digo nos porque yo quedé implicado desde un principio… -observa que el menor lo veía atento pero con una mirada triste- esa persona hizo que te tropezaras y terminaras tirándome esa bebida encima, eso estaba planeado, Akihiko me dijo que en cuanto sucediera hiciera todo un drama para así conseguir que te despidieran, pero tu jefe sí que te apreciaba, en ese instante estuve a punto de dejarlo todo de lado, pero entonces de repente renunciaste… y pensé que Akihiko se había salido otra vez con la suya, -Hiroki empieza a derramar algunas lágrimas- lo siento, por favor perdóname por haberte hecho pasar por eso, yo…
-entiendo… -limpiando sus lágrimas- sabe Keiichi san?... yo, ya había pensado en eso… cuando las cosas se calmaron y ya trabajaba aquí normalmente, pensé mejor en lo que había sucedido, se me hacía raro el que al principio Akihiko sama mostrara tanto interés en conocerme, que se mostrara amable y de repente no dije absolutamente nada para defenderme ese día y que de repente apareciera ofreciéndome su ayuda… -las lágrimas volvían a mojar su rostro- lo había sospechado, pero no quise indagar más allá, no quería decepcionarme de la primera persona de la que me había enamorado
-te comprendo, es duro confirmar que la persona amada no es más que alguien cruel
-no, Akihiko sama no es cruel, él se comporta de esa manera porque tiene miedo, es una buena persona aunque demuestra lo contrario, yo lo sé, en estos ocho años he logrado comprenderlo, por eso no es que lo defienda, solo…
-descuida, lo sé, aun así, yo solo quería decirte una razón por la cual dejar este lugar, sé que si lo haces, te liberarás de ese amor no correspondido –observa que el castaño se encuentra distraído- puedo saber que has decidido hacer?
-yo… -mostrando una sonrisa triste- me iré!, creo que usted tiene razón… Akihiko sama nunca me amará, lo mejor para mi es hacer mi vida lejos de él, por eso me iré hoy mismo
-me alegra que lo entiendas pero, no es algo precipitado?
-mientras más antes mejor, iré a empacar mis cosas…
-ok yo me voy, por favor dile a AKihiko que me sentí mal, siento que debes hablar con él a solas –Hiroki asiente-
-gracias – Keiichi le sonríe en respuesta y luego se marcha
Pasaron unos minutos desde que Keiichi había abandonado la casa en los que Hiroki se había quedado estático frente a la puerta, se dirigió lentamente había su recámara y se dio una larga ducha en la cual no pudo contener sus lágrimas, su dolor era enorme, es cierto que ya lo había pensado y también rogaba el no poder confirmarlo por miedo a sufrir como lo estaba haciendo, no había de otra, no podía seguir en ese lugar, más que por su amor no correspondido, por el poco orgullo que le quedaba, debía irse y rehacer su vida, tal vez algún día hallaría a una persona que lo amara con locura o tal vez no, pero por lo menos tendría su propia vida
Decidido salió de la regadera, se vistió y con determinación empacó todas sus pertenencias, las cuales eran en su mayoría libros, sabía que no podía llevárselos todos, así que solo empacó los más valiosos para él, empacó sus ropas y algunos adornos, terminó muy rápido, ya quería marcharse, estaba pensando que lo mejor sería desaparecer sin decir nada, pero eso sería cobarde, así con todo el valor que tenía esperó a Akihiko y poder encararlo
La noche llegó y con ella Akihiko, entró como siempre y de inmediato se dio cuenta que Keiichi no estaba, le había pedido a Hiroki que le dijera que esperara, pero quizá simplemente no se había aparecido
-Hiroki?! –grita para contactar con el menor –que extraño las luces no están encendidas, habrá salido? –se preguntaba mentalmente mientras se dirigía al cuarto del castaño y justo ahí lo encontró- ah, Hiroki que sucedió, es que Keiichi no vino y por qué no encendiste las luces, todo está en tinieblas? –el menor parecía no escucharlo porque no hacía ningún movimiento ni respondía- me oyes Hi… -se extraña al percatarse de que el cuarto estaba menos lleno de lo usual, sorprendiéndole más aún la maleta que se encontraba sobre la cama- qué hace esa maleta… es que acaso piensa ir a algún lugar, si es por la nueva editora ya te dije que la soportaría, no creo que sea necesario ir hasta… -el castaño lo interrumpe-
-me iré Akihiko sama –dice cabizbajo-
-eh? –pronuncia como si no hubiese oído bien- irte, a dónde, por cuánto tiempo?
-a Japón… -hace una breve pausa- para siempre –sin mirarle-
-qué?!!, pero por qué, qué sucedió, por qué quieres irte pa… para simpre?!! –ya se estaba alterando, no entendía nada-
-iré a trabajar, tengo que hacer una vida propia…
-pero qué dices?, Hiroki sabes que si te quedas conmigo no necesitas trabajar en otro lugar, además
-no lo entiende!, lo que realmente quiero es alejarme de usted!
-pero por qué?, qué sucede Hiroki, estas actuando muy extraño?, -se acerca al castaño-
-es que ya no puedo resistirlo más… yo lo amo Akihiko sama!! –le grita encarándolo mientras nuevas lágrimas brotaban de sus ojos ya rojos de tanto llorar- y sé muy bien que usted no a mí y que nunca me amará –solo eso iba a decir, no quería remover el pasado y menos acusar a Keiichi de haber traicionado su amistad-
-Hiroki… -notando sus ojos rojos- yo te quiero mucho, sé que no es amor, pero si no logro encontrar a esa persona que busco, sé que no tendré a nadie mejor que tú, por eso…
-por eso qué Akihiko sama, por eso tengo que esperar hasta que eso ocurra?, no quiero eso para mí, ya me cansé! –le grita con rabia, dándose cuenta que ni en esa situación se compadecía de él- me voy –decidido tomo su maleta y se dirigió a la puerta-
-no Hiroki, espera por favor –tomándolo por los hombros- sé que soy muy cruel y que todo este tiempo no te he tratado como lo mereces, pero no te vayas te lo ruego –le decía desesperado- por favor no me dejes solo, tú eres mi fuerza, mi fortaleza para seguir adelante, eres mi consciencia que me aconseja y guía, sin ti no sabría cómo seguir, ni que hacer!
-es que yo quiero ir…
-si quieres puedes trabajar siendo docente, es tu sueño verdad? Entonces te ayudaré a realizarlo
-pero… -respiraba agitado, solo quería correr y alejarse para no caer nuevamente-
-si es por Japón, entonces regresaremos, solo no te alejes de mí, por favor –lo miraba suplicante y parecía a punto de llorar-
-yo… -ya era tarde, no podía huir y volvió a caer ante Akihiko- está bien Akihiko sama… si está dispuesto a dejar todo esto para ir a Japón solo para ayudarme a cumplir mi sueño, no podría negarme a su petición – decía desviando la mirada y algo triste por no haber podido huir a tiempo y también porque nunca había visto al peliplata de esa forma-
-de verdad Hiroki! –decía emocionado mientras su rostro volvía a iluminarse- gracias , muchas gracias por acceder a mi petición egoísta…
-solo quiero tenerle en claro una cosa más… -el mayor asiente- que desde ahora no pretendo tener relaciones… de ese tipo con usted, si solo me quiere para eso entonces lo mejor es que me vaya
-ah! –se sorprende por lo oído- está bien Hiroki, será como quieras, espero que con eso te quede en claro que no solo quiero tu cuerpo, en si te necesito a ti ya que eres mi mejor amigo y te quiero mucho… -desvía su mirada a la maleta- en lo referente de ir a Japón te parece que nos vayamos en dos semanas y algo como máximo? –cambia de tema ya que el ambiente se había vuelto tenso-
-sí, me parece bien –dice un poco sonriente-
-ok, entonces te dejo para que desempaques –se dirige a la puerta- y gracias por no irte –sonriente se marcha-
-quizá no sea la mejor decisión que haya tomado, pero al menos es algo… -pensaba el menor ya con un mejor semblante-
Una semana ya había pasado rápido después de ese acontecimiento y tal y como habían quedado Hiroki ya había dejado de ser el amante de Akihiko y en cierto modo eso le había hecho sentirse mejor, en cuanto a Akihiko al principio no se acostumbraba al no tener un cuerpo cálido que lo acogiera, pero que rara es la vida que desde ese día ya no buscaba a nadie que lo complaciera, siendo que tenía que ser todo lo contrario, quizá en gran parte fue que todo el tiempo se le iba en arreglar todo para irse, había vivido 10 años en Inglaterra mudarse a Japón no era cosa sencilla y solo faltaba una semana, pero no daría brazo a torcer
-en seguida pondré la mesa para poder cenar Akihiko sama, por favor lávese las manos!
-está bien Hiroki ya lo sé, no soy un niño –le reclamaba al menor que lo miraba con una sonrisa; en cuanto salió del baño escuchó el teléfono sonar y ver como el menor se disponía a contestar- espera Hiroki, yo contestaré!
-está bien –vuelve a la cocina-
-aló?
-Akihiko eres tú? –esa voz, la reconoció inmediatamente, su viejo amigo lo había contactado lo cual lo ponía muy contento-
-Nowaki?... ja, ja que sorpresa, ha pasado tanto tiempo, en serio me oigo diferente? –dice sonriente-
-que gusto me da hablarte Akihiko, pues si tu voz se oye un poco distinta, pues por qué crees que te llamo?
-no me digas que es por el dichoso reencuentro que planeó Miyagi –dice irónico mientras mira como el castaño lo mira extrañado sin dejar de poner la mesa-
-pues acertaste
-y no tenía que ser Miyagi el que nos llamara?
-yo creo, pero ni idea que pasa por su cabeza, igual buscaré su número para hablarle
-pero no te resulta más fácil buscarlo en persona y hacerle recuerdo? –dice con ironía-
-no, porque eso sería faltar a nuestra promesa, porque es todos o nadie
-ja, ja esta bien, pues yo estaré de regreso en un poco más de una semana, y sabes? no vengo solo
-no me digas que ya encontraste a ese alguien especial que ilumina todos tus días?
-pues no te adelantaré nada, recuerda la promesa! –guiñándole uno ojo al castaño-
-tsk… ok entiendo –reclama-
-eh! tú hiciste recuerdo de las reglas! Pero que te parece si en la reunión planeamos algo grande para nosotros y nuestras parejas actuales, eh? –mirando de reojo a Hiroki quien lo veía con el ceño fruncido por lo que había dicho-
-esta bien, me parece una buena idea… bueno fue un gusto hablarte de nuevo, localizaré a Miyagi para decirle que regresarás! Nos vemos!
-nos vemos –cuelga-
-con que parejas actuales eh? –Hiroki mira serio al peliplata-
-solo era un decir ja, ja no te molestes Hiroki –sentándose en una silla-
-así que el día de su famoso reencuentro llegó, sabe?, antes pensaba que cuando ese día llegara usted iría solo a Japón mientras yo lo esperaría aquí, pero que cosa es el destino que justo para esa fecha estaremos de regreso a Japón –se sienta igualmente-
-verdad, si es el destino… -divaga en su mente mostrando una sonrisa-
-está emocionado por ver de nuevo a sus amigos, verdad Akihiko sama?
-pues sí, solo un poco –empieza a comer-
Su reencuentro estaba próximo y justo en esos momentos en los que estaba empezando a cambiar su actitud, presentía que algo bueno iba a suceder cuando ya estarán allá, solo quedaba regresar…