Este día no pudo haber sido más magnífico, lo había disfrutado en cada segundo, agradecía a Dios por permitir que las cosas sucedieran de esa manera; toparse con su ángel había sido una total casualidad y de solo verlo se le ocurrió de manera inmediata un tema de conversación, pese que había ido a la universidad con el fin de recoger a su novio, pero el destino se interpuso y lo premió encontrándose con ese ángel de cabellos castaños.
Y a pesar que no terminó como deseaba, se atrevía a anhelar que ese ángel algún día podría ser suyo.
Envidia, eso precisamente era lo que sentía por su amigo, no podía creer como había podido enamorar a alguien de corazón tan frágil, conservando el mismo carácter como lo había conocido, pero así es el amor, verdad? Surge de donde menos lo esperas; pero por otro lado debía pensar en quienes saldrían lastimados si de alguna manera lograra salirse con la suya, eso era lo único que lo retenía para evitar avanzar a pasos largos como deseaba… era cierto, su novio no merecía semejante traición, le había dedicado su vida a complacerlo y hacerle sentir bien, pero era inevitable pensar en aquel hermoso castaño del cual se había enamorado a primera vista.
Tan sumido estaba en sus pensamiento que no se había dado cuenta de la llegada de su amante hasta que lo saludó…
-buenas noches Nowaki, ya estoy en casa! –se adentra y deja su abrigo en el perchero-
-hola Misaki, cómo te fue? –lo recibe con un tierno beso-
-sin novedades je, je –responde nervioso-
-tenías alguna reunión con tus compañeros?, lo digo porque regresaste mucho más tarde de lo usual
-si… me reuní con unos amigos para hacer un proyecto –demonios!!, odio mentirle a Nowaki, pero no puedo decirle que estuve con su amigo, me preguntaría el por qué? y tendría que contarle todo, no quiero que me odie por eso- piensa evitando la mirada de su novio –lamento la demora
-descuida no te estoy regañando, es solo que me sorprendió que no estuvieras, pero era algo importante, en otra solo dime que llegarás tarde, ok? –le guiña un ojo-
-si… mhh Nowaki tienes hambre?, qué quieres que prepare?
-de eso nada, me toca cocinar a mi hoy, además debes estar muy cansado por haber realizado ese proyecto, dime tú que se te antoja?
-pero…
-nada de peros, o prefieres que pidamos comida
-creo que eso es lo mejor, ya es tarde y terminaríamos comiendo muy noche y nos hará daño
-ok, entonces una pizza está bien o quieres comida china
-mmhh un pizza hawaiana! –dice con una expresión de hambre-
-una hawaiana será entonces
Nowaki llamó a la pizzería la cual mandó de inmediato el pedido, una vez satisfechos de comer decidieron descasar del día que tuvieron, para uno un día muy feliz y para el otro uno muy frustrante, pero extrañamente acogedor.
…
En otro lado de la ciudad…
Hiroki estaba muy entrado en sus pensamientos que no notó que el pent-house donde vivía estaba en una total oscuridad, rápidamente cerró la puerta y subió rápidamente al estudio donde se suponía que el afamado escritor Usami Akihiko debía estar trabajando, pero al ingresar a este no pudo más que soltar un suspiro de resignación
-fuffh –no está…. como pude pensar que terminaría tranquilamente y sin protestar la redacción –dice como regañándose por confiarse, -ni siquiera la empezó –menciona revisando los escritos y de inmediato coge su celular y llamar al peliplata- demonios!, apagó su celular, argh!!! Esta vez Aikawa se enojará conmigo –un tanto frustrado baja hacia la cocina- tal vez no debí aceptar esa invitación, pero Nowaki me da tanta confianza, con el me sentí tan tranquilo que no pude negarme…. Agghh –agita su cabeza despeinándose- deja de pensar tonterías, el tiene pareja y lo ama mucho, además se supone que tú también la tienes, será mejor que prepare algo rápido –se pone a cocinar moviéndose de un lugar a otro a una velocidad impresionante y claro ya que estaba muy acostumbrado a su labor en esa residencia-
Poco tiempo después terminó un platillo simple y ya solo le quedaba esperar a su supuesto novio, quien por fortuna no tardó mucho en aparecer.
-se puede saber en qué perdiste el tiempo esta vez? necesitas empezar la redacción, tú fecha límite es mañana! –Hiroki le reta alterado y con una venita resaltándose en su frente-
-por favor Hiroki, si recientemente batí el record de entregar el primer borrador! –reclama desanimado-
-es cierto, pero luego de eso te diste tu mini vacación, pese a que la corrección te llegó hace tres días!!!-
-tranquilo, ok lo terminaré mañana, además Aikawa san no dijo la hora de entrega, puede ser incluso hasta las 11:59pm no?
-ay Akihiko eres imposible, nunca cambiarás verdad? –dice rendido y frotando su sien-
-si ya lo sabes y me conoces no entiendo por qué gastas energías volviendo a lo mismo? –responde arrogante-
-eres un… -se tranquiliza, es cierto ya no quería gastar más de sus ánimos y tiempo en regañarlo- de acuerdo, pero más te vale que lo termines mañana y si puedes mucho más antes de la hora que dijiste, ni creas que Aikawa san tiene todo el tiempo del mundo y menos si es para perderlo contigo
-está bien ya oí, ah!, por cierto, lamento no haber pasado por ti hoy, se me presentó algo
-eso pensé… bueno descuida no hay problema y sobre eso quiero decirte que no es necesario que pases por mi todos los días, ni que me dejes, puede manejarme solo
-ok, pero en ese caso será mejor que te compre un auto, así será más práctico movilizarte
-de eso nada, nada de autos Akihiko, eso no es necesario, la universidad no queda lejos, basta con que tome el metro y ya, no malgastes tu dinero en ridiculeces
-ja, ja, ja está bien Hiroki, realmente eres fácil de provocar, no te cansas de regañarme, no? –se mofa descaradamente-
-y tú no dejas de provocarme –se sonroja levemente y desvía la mirada- ahora siéntate que preparé algo simple para cenar
-ummh huele delicioso, que bien ya medio hambre –luego de eso se sentaron a comer tranquilamente por fortuna del castaño que se ahorró otro regaño para dar-
-Akihiko… -una vez concluida su cena el menor llama la atención del ojilila-
-qué sucede Hiroki? –se termina de limpiar la boca-
-quería preguntarte algo… -sentía mucha curiosidad, necesitaba comprobar si se trataba de la misma persona, pero no quería parecer sospechoso- bueno ya conozco como es Miyagi sensei, que es tu amigo, pero me gustaría saber como es tu otro amigo, si no mal recuerdo dijiste que se llama Nowaki, verdad?
-así es, se llama Kusama Nowaki… y por qué tanto interés –lo mira un tanto intrigado-
-es solo curiosidad, como te dije, ya conozco a uno de tus amigos, solo quiero saber como es el otro
-y no puedes esperar para cuando nos reunamos en la playa? –dándole vueltas al asunto-
-tan… to te cuesta… platicarme como es él? –pregunta nervioso-
-mmh la verdad no, ok…. Pues es un hombre muy apuesto, tiene el pelo negro y los ojos azules, por cierto es muy alto, es el más alto de los tres, trabaja en el hospital central, de hecho su padre es el director de ese hospital
-el director?... eso es –estaba un tanto desanimado, lo que había pensado era cierto, las coincidencias si se habían dado y el Nowaki que conoció y el amigo de Akihiko eran la misma persona, esa verdad le hacía caer en la cruda realidad, lo sabía Nowaki tampoco era para él, además ya tenía un novio al cual seguro adoraba- eso es genial
-bueno es en resumidas cuentas, a decir verdad creo que tengo una fotografía de nosotros tres en algún lugar, si quieres…
-descuida –interrumpe al mayor- no es necesario, sabes estoy un poco cansado será mejor que me vaya a dormir, buenas noches! –se marcha rápidamente dejando al escritor un tanto confundido- creo que mi mala suerte volvió… -estaba triste, no sabía por qué pero esa verdad lo ponía de esa manera, así pensando en ello decidió que ya no se mortificaría más y lo dejaría de lado, ya no quería sufrir de nuevo y sabía que lo que estaba empezando a sentir le traería mucho sufrimiento- no más… debo olvidarlo
Esa era la mentalidad de Hiroki, pero la realidad pasó a ser otra, ya habían pasado días, en los que a su pesar y gusto, sentimientos contrariados, se había encontrado casi seguido con el sexy médico, no sabía si era casualidad u otra razón, pero prefería pensar que fue solo casualidad; el ojiazúl nunca le mencionada nada de Akihiko, pese a que estaba seguro que ya sabía que él era con quien vivía, así como él había ya descubierto que Nowaki era el amigo de Akihiko, pero decidió no decir nada sobre ello, además todas las veces que se veían no había tiempo para hablar de ello, siempre encontraban un nuevo tema de conversación, todas esas tardes fueron muy entretenidas y las disfrutó mucho, no le importó saber que eso no terminaría en nada bueno.
Durante todo ese tiempo temía que Akihiko lo descubriera, solo le bastaba darse cuenta de su constante ausencia, pero extrañamente el escritor también se había ausentado cada tarde y casi siempre llegaba después de Hiroki, eso por un lado le aliviaba y lo liberaba de dar explicaciones, aunque al escritor no, cosa que a Hiroki casi ya no trataba de aunar más en el tema y solo hacía de cuanta que nada pasaba.
Pero esa tarde el límite llegó, estaban sentados en su lugar favorito, todas las tardes la pasaba de maravilla con su nuevo “amigo” por lo que terminaba más deslumbrado por él, tan ensimismado que estaba en las historias que le contaba el pelinegro, que no notó cómo Nowaki había callado y que lo miraba intensamente hasta que sintió como sus labios eran poseídos si pudor por los de su acompañante, no sabe cómo pero terminó correspondiendo a ese maravilloso beso, cuando le entró la cordura se espantó y con todas sus fuerzas empujó al mayor, quien terminó de bruces en el suelo y sin decir nada solo tapándose la boca con su mano se alejó corriendo hasta llegar a su hogar y se encerró en su habitación.
-no puede ser, qué hice?!, como fue que me dejé llevar de esa manera… no quiero que Nowaki engañe a su pareja conmigo, además por qué él lo hizo si se supone que lo ama… estoy tan confundido, pese a que me duele que haya pasado de esa manera, siento que mi corazón quiere reventar, -respirando agitadamente y con las mejillas totalmente rojas- ya no, esto ya no puede seguir, si esto sigue ya no podré controlarlo y terminaré cayendo; por Dios!! Es el amigo de Akihiko, incluso lo más seguro es que para entonces Nowaki ya se haya dado cuenta que se supone que soy la pareja de AKihiko, aunque no dijo nada al respecto en todo este tiempo, si es así Nowaki también está consciente de que si hay algo entre nosotros no solo estaría traicionando a su pareja sino que también a su mejor amigo… -sus ojos se abren por demás al darse cuenta de las conclusiones que había sacado- por eso… lo mejor es que no nos volvamos a ver –dice en un susurro imperceptible y con un semblante de lo más triste-
…
Por otro lado, Nowaki estaba ya para entonces totalmente convencido de sus sentimientos, se había enamorado totalmente de su ángel, ya lo sabía solo que no quería decirlo con todas sus letras, las razón? Misaki… su querido e inocente novio, Misaki le había dado todo de si, hacía de todo todos los días para enamorarlo, lo trataba de manera dulce y tierna, siempre portándose de manera educada, incluso actuaba de manera seductora, pero nada de eso lo pudo enamorar, por un lado siempre supo que no lo podía ver más que como a un hermanito, pese a eso nada lo detuvo el quitarle su primer beso y su virginidad, eso era lo que más le pesaba; por qué había llegado tan lejos si no lo iba a tomar en serio?!, eso era lo que lo hacía odiarse a si mismo, cuanto deseaba que Misaki no lo hubiera visto de esa manera o cuanto deseaba que el castaño se enamorara de alguien más, de alguien que pueda corresponder a sus sentimientos puros.
Pero de una manera fría y cruda decidió dejar esa culpa de lado, qué más puede valer que su felicidad si después de tanto tiempo la había encontrado?, si, era egoísta, estaba consciente de ello, pero no iba a dejar que el amor se le escapara de las manos, aun si tuviese que pasar encima de Misaki o de su mejor amigo, Akihiko.
Lo había decidido, después de tantas citas que habían tenido, ya era hora de confesarse, decir todo lo que sentía por su ángel y una vez Hiroki lo aceptara, porque estaba seguro que su amor era correspondido, solo así, lo dejaría todo por él y comenzaría su nueva vida y si por alguna razón no lo aceptaba, no se iba a rendir y si fuese necesario lo secuestraría, lo mantendría en cautiverio hasta que aceptara sus sentimientos, pensar así le daba miedo, pero estaba convencido que podía llegar a hacer todo eso solo por tener a su amado ángel entre sus brazos; pero llegado el momento simplemente no podía decirle nada al respecto, más bien solo habló nuevamente de otras historias interesantes, amaba el modo en que Hiroki le prestaba atención y esa vez no era la excepción, el menor lo miraba de una manera tan intensa que incluso cuando dejó de hablar lo seguía mirando así, fue entonces que todo el valor que había reunido y que creía esfumado volvió, se acercó lentamente hasta poseer esos deliciosos labios que tanto había adorado, era como tocar el cielo, no quería separarse y más cuando sintió como su ángel le correspondía, lo sabía él también lo amaba, pero de un de repente su sueño terminó, tan sumido estaba en el magnífico beso que apenas sintió como terminó en el piso y viendo como su amado se alejaba corriendo, estaba ido, sus piernas no respondía, solo sabía que en un momento sentía la gloria y en otro se lo arrebataban.
Así, aún hipnotizado por ese tan esperado beso llegó hasta su lugar de trabajo, no sentía ningún remordimiento, solo estaba él y su amor, solo eso tenían valor entonces; actuando como en automático se había puesto su bata y había atendido de manera eficaz a todos sus pacientes, casi terminando a tiempo record y siendo observado por un sorprendido rubio, Tsumori lo había visto llegar con una expresión incluso más boba que de costumbre, incluso lo había ignorado cuando lo saludó y cuando le preguntó si estaba bien, pero no iba a permitir que lo siguiera ignorando, así es que una vez que terminaron con los pacientes, lo siguió hasta la oficina y lo acorraló interrogándolo, no lo dejaría ir hasta que le sacara la información y no fue hasta después de mucha insistencia que Nowaki le confesó…
-estoy enamorado senpai… -confiesa con una expresión embobada-
-en serio –responde un tanto sorprendido- pues ya era hora, hiciste esperar mucho al pobre chico, Misaki debe estar muy contento
-estoy completa y locamente enamorado de un ángel senpai, pero… no es Misaki –dice sin querer mirar a los ojos de su superior-
-Qué?.... –susurra totalmente sorprendido-
-y lo peor, es que mi ángel es el novio de uno de mis mejores amigos, Akihiko…
-eso… -lo mira de manera muy reprobatoria- acaso estás loco Nowaki, cómo pudiste enamorarte del novio de tu amigo, en tan poco tiempo y más dejar de lado como si nada a Misaki?!! –le regaña- no puedes hacerle esto, él no se lo merece!! –le grita-
-lo sé, pero tampoco puedo seguir engañándolo y tampoco quiero renunciar a Hiroki
-Nowaki, -agarrándose la cabeza- piensa bien las cosas, no puedes botar todo a la basura, una relación de más de dos años, una amistad de más de diez? Solo por un amor que se hiso de días?
-lo siento senpai, pero ya lo he decidido y ni tú ni nadie me hará cambiar de opinión
-y que piensa él al respecto, en serio no le importa nada, no le importa traicionar a su novio y herir a un pobre chico como Misaki? –le reta con el ceño por demás fruncido- si es así, es de lo peor y no vale la pena –dice con una expresión de repulsión-
-te equivocas senpai, él no es así, de seguro el piensa más en eso que yo, es por eso que no me le pude confesar, jump –se ríe de manera triste, como burlándose de si mismo- creo que lo asusté, pero lo sentí, el me ama y por eso no daré mi brazo a torcer
-cuándo planeas decirle a Misaki –pregunta ya más calmado-
-cuanto antes mejor, pero creo que lo mejor será después del viaje que haremos a la playa
-ok, solo te pido que ya no lo ilusiones, trata de no besarlo y menos tener sexo con él
-ya no creo que podría, no creo poder engañar a mi verdadero amor de esa manera, así que descuida senpai… -ya se había terminado de alistar para irse- hasta mañana- se marcha con la misma expresión que había llegado-
-lo siento Nowaki, pero no permitiré que te sigas burlando de esa manera de Misaki, así que si él me pregunta otra vez, no dudaré en contarle…