Hiroki no había mencionado nada durante todo el camino a casa de Shinoda, seguía pensativo y muy triste, sin duda hablar con Misaki había movido muchas cosas dentro de él, en especial el amor que aún sentía por Nowaki, lo amaba como nunca había amado a nadie y estaba seguro que eso no desaparecería tan fácilmente y menos ahora que ya sabía lo que había motivado el extraño comportamiento del ojiazul, pero eso no le quitaba lo malo a lo que había sucedido, la verdad era tan mala como lo que había sucedido ese día, si bien ya no tenía que olvidar la humillación que sintió ese día, ahora tenía que olvidar el dolor de la desconfianza, por lo que lo último que quería en el mundo era volver a ver a Nowaki, al menos no por el momento.
Llegaron a casa y apenas ingresó al hogar, Axel se le lanzó encima, tumbándolo en el piso y lamiéndole por toda la cara, a lo que Hiroki se tranquilizó y por ese momento olvidó todas sus penas, sin duda Axel era bueno para quitar de su mente las penas.
-ya Axel! –le regaña el rubio- no es el mejor momento –menciona apartando a su mascota del castaño- tranquilo, mañana seguirán los cariños ok? –calmando al perro el cual estaba lloriqueando por haber sido separado del castaño-
-déjalo Shinoda san, estoy bien, además, Axel es bueno calmándome –menciona a lo que el mayor suelta a su mascota el cual corre de nuevo hacia el profesor- ja, ja, ja gracias Axel, eres un buen perro –abrazándolo, para luego darle un beso en la nariz-
-perro suertudo –susurra haciendo un puchero, el cual el menor no había notado- cof, cof –interrumpiendo la cariñosa escena- Hiroki, sé que no tengo derecho a meterme en tus asuntos, pero de verdad me gustaría que confiaras más en mí y me contaras tus pesares, te aprecio mucho y sé que puedo ayudarte a superarlos
-gracias Shinoda san, pero no quisiera importunarte
-y no lo haces, ni lo harás, solo quisiera que me contaras todo, al menos para desahogarte, te ayudará –se acerca al castaño para sentarse a su lado e inmediatamente tomar una de sus manos, mostrándole así su apoyo-
-tienes razón Shinoda san, ya pasó mucho tiempo desde que nos conocimos, me has ayudado mucho en todo, incluso me diste un lugar para vivir, es justo que te cuente como terminé así aquí –sonríe a medias- yo no tengo familia, perdí a mi madre hace mucho tiempo, terminé trabajando para un hombre por muchos años y del cual me enamoré, pero tenía claro que no funcionaría, así que desistí y él se convirtió en una amigo muy preciado para mí, se llama Usami Akihiko, es a quien llamé el otro día
-Usami Akihiko?... no me digas que es el famoso escritor? –pregunta sorprendido, a lo que el menos solo asiente- wow, no puedo creer que seas amigo de alguien así de famoso, pero… -cambiando su mirada de sorpresa por una de incredulidad- si trabajabas para alguien así y por años, cómo es que terminaste así, sin nada? –pregunta preocupado-
-como vivía en su casa y prácticamente había de todo ahí, nunca se nos dio la posibilidad de hablar de un sueldo o algo así, él solo me daba todo lo que le pedía y ya
-oí que ese hombre tiene fama de tener un sinfín de parejas, tú fuiste una de ellas?
-más que pareja era como su amante o desfogue sexual, por eso estuve encandilado con él por tanto tiempo, pero él cambió, ya no es el mismo, Misaki, el de la tarde, es su pareja actual y siento que él si es su persona indicada –menciona con una sonrisa tenue-
-lamento haber preguntado, pero gracias por ser tan sincero, -reforzando su agarre- entonces debo suponer que no fue Usami Akihiko por quien llegaste aquí
-no… yo me volví a enamorar, de alguien que era muy dulce y tierno conmigo, ja… -recordando todos los momentos bonitos que había pasado con el doctor- parecía un sueño, pero era una situación extraña, él es uno de los mejores amigos de Akihiko y además Misaki era su ex –confiesa admirando la expresión de confusión del mayor- al final fue algo así como un intercambio de parejas, porque Akihiko mintió a sus amigos, haciéndoles creer que yo era su pareja
-vaya, es un tanto extraño, pero bueno si las cosas no terminaron mal entre los cuatro, qué…
-no seas impaciente Shinoda san ja, ja, -interrumpe al mayor- a eso voy… fuffh –suspira- en si estaba un tanto confundido, porque al final y después de haberme enamorado, él me dijo que realmente no le interesaba y que prácticamente solo me quería para pasarla bien y todo; eso me destrozó por completo, por eso hui de inmediato… -menciona triste- pero todo fue una mentira, al menos eso me dijo Misaki, él me dijo que Nowaki creyó que yo no lo amaba y por eso me hirió, pese a que yo no solo le dije que lo amaba, si no que se lo demostré, por eso ahora, no sé si me duele más ahora que antes
-así que ese hombre se llama Nowaki –menciona serio, justo tenía que ser ese nombre, no iba a olvidarlo porque ya conocía a alguien llamado así, pero saber a cerca de ese hombre le generaba sentimientos encontrados, quería tenerlo en frente para poderle dar una paliza, por haber hecho sufrir a Hiroki de esa manera, pero al mismo tiempo no quería tener que verlo nunca, ya que eso aseguraría que Hiroki tampoco lo iba a ver-
-sí, se llama Kusama Nowaki…
-Kusama Nowaki? –pregunta el mayor asombrado- por si acaso él es un médico?
-sí, cómo lo sabes? –pregunta sorprendido-
-cómo no saberlo, si está en mi área, además su padre es el director del hospital central de Tokio y él es su sucesor, no puedo creer que justamente se trate de él
-lo conoces?
-se puede decir que fuimos compañeros por un largo tiempo, era alguien centrado y solo con un objetivo en frente, no éramos amigos ni nada parecido, pero si nos conocemos, es más prefirió hacer su internado aquí en lugar de hacerlo en Tokio
-es cierto, fue aquí donde conoció a Misaki, en serio es cierto de lo que dicen que el mundo es como un pañuelo ja, ja
-y que piensas hacer, es decir, habías escapado de una verdad, pero ahora resulta ser otra, quisieras hablar con él? –pregunta preocupado, rogaba por una respuesta negativa y él mismo se ocuparía de hacer de todo para evitar que Nowaki se acercara siquiera a Hiroki-
-no lo sé, solo sé que no quiero verlo en estos momentos, le pedí a Misaki que no le dijera que estoy aquí, pero no sé si me haga ese favor, es decir, él quiere mucho a Nowaki, pero al menos sé que tengo tiempo, ya que primero arreglará sus problemas
-entiendo, gracias por confiarme todo, -le sonríe tiernamente, recibiendo la misma del menor- bueno, será mejor ir a dormir, mañana irás a trabajar?
-no, tengo el día libre, pero estaré ayudándote en la oficina
-perfecto, dejé un listado de lo que hay que hacer, yo tengo un pendiente en la mañana, trataré de estar antes de medio día
-pero no agendé nada para la mañana
-descuida es algo inesperado, pero no te preocupes, sí?
-está bien, buena noche –se levanta y se dirige a su habitación-
-buena noche mi amor… -responde luego que el castaño había desaparecido- yo solo quiero que seas muy feliz, pero conmigo… -dirigiéndose hacia su habitación-
…
-buen día Nowaki –saluda Misaki viendo un semblante cansado en el ojiazul- parece que no dormiste muy bien
-no dormí… estaba pensando en que hacer y siempre quedo en blanco, pero no pienso perder a Hiro san, eso es lo único que sé
-yo creo que lo mejor es que hables con él lo más antes posible –acercando el desayuno al mayor, el cual lo recibe agradecido- seguro lo encuentras en la universidad
-lo sé, hablaré con él y le pediré perdón por lo que le hice
-y recuerda, sea cual sea su situación actual, no tienes derecho a reclamarle, ha pasado mucho tiempo y él tenía derecho a hacer lo que le plazca
-lo entiendo, y aunque me duela lo aceptaré, pero igual no me daré por vencido y tú que harás Misaki? –comienza a comer-
-regresaré hoy mismo, no quiero perder más tiempo, espero que Usagi san no me odie
-descuida, él te ama y estoy seguro que te extraña mucho, no lo hagas esperar más
-sí, pero tampoco quisiera que se enojara con su padre, es decir, Usami san cree que hace lo correcto por sus hijos
-pero está equivocado y si bien no puedes evitar que Akihiko se entere de todo, podrías aliviar las cosas entre padre e hijo, usa tu encanto, sé que podrías aligerar su situación –suelta confiado-
-ja, -se ríe- en serio lo crees? –el otro asiente con una sonrisa- soy bueno creando desastres no arreglándolos-
-eres bueno para las dos cosas –se burla un poco del menor
-dime eso cuando estés de nuevo con Hiroki y de veras lo creeré
-lo haré, -responde confiado terminando de comer- como ya no estarás aquí, no veo el caso de quedarme, dejaré mis cosas en un hotel y prometo darte alcance junto con Hiro san
-está bien, pero también pienso volver, es necesario que Takahiro sepa acerca de mi relación con Usagi san, no quiero seguir ocultando los detalles de mi vida a mi hermano
-me parece excelente, verás que Takahiro lo acepta ya que él solo quiere tu felicidad… -se incorpora-
-lo sé, pero, aunque se oponga insistiré
Asi se habla! Bueno, gracias por la comida y buena suerte, yo también la necesitaré
-gracias y suerte! –despidiendo al médico que salía a prisa-
Escuchando los ánimos del ojiesmeralda, Nowaki se marcha muy determinado hacia la universidad, iba corriendo, estaba muy emocionado por volver a ver a Hiroki, no conocía las instalaciones, pero lo buscaría en cada rincón de ser preciso; en cuanto llegó preguntó a alguno de los estudiantes que andaban caminando por alrededor, así se dirigió a la oficina de literatura, pero no encontró a su amado, por lo que lo buscó casi aula por aula, pero aun así no pudo hallarlo, cada vez que pasaba por un aula y no encontraba a Hiroki, sus esperanzas disminuían un poco más, pero luego pensó en los ánimos de Misaki y se tranquilizó, tal vez el ojimiel solo trabajaba en la tarde, pensó, por lo que se dirigió hacia la salida para poder esperarlo en la puerta de entrada.
-no me rendiré, al menos si no es hoy, vendré todos los días y no te soltaré hasta que escuches lo arrepentido que estoy por haberte lastimado –menciona en un susurro, animándose para no desistir-
-Kusama Nowaki… -Shinoda había llegado a la universidad, su misteriosa salida era para encontrarse con Nowaki, aunque no creía que realmente sería ese día, pero se alegraba de que fuera así, mientras más pronto, mejor- sabía que te encontraría aquí –piensa-
-quién? –pregunta confundido, volteándose hacia la persona que lo había llamado- Shinoda Takeshi? Qué… qué haces aquí? –suelta sorprendido-
-tú qué haces aquí? –contra ataca-
-eso no es de tu incumbencia
-estás buscando a Hiroki, verdad? –pregunta yendo directo al grano-
-qué? –suelta sorprendido- cómo lo… -recordando el nombre que le había dado Misaki- Shinoda… tú eres de quien Misaki me habló
-así es, es una gran coincidencia no lo crees?
-dónde está Hiro san, necesito hablar con él
-sabía que ese niño no cumpliría su promesa, por eso vine aquí, para pedirte que no te acerques a Hiroki, -suelta sin más- él no quiere saber nada de ti, además, cómo puedes tener el descaro de buscarlo después de todo el daño que le hiciste?
-ya te dije que no es de tu incumbencia, además si Hiro san no quiere verme, tendrá que decírmelo personalmente
-solo digo la verdad, él dijo que lo que menos quería era verte, además la idea de que molestes a mi pareja, no es para nada de mi agrado
-pareja?, tú y Hiro san…
-sí, nosotros estamos juntos, además él vive en mi casa; como puedes ver, Hiroki ya no te necesita, por qué no simplemente te regresas a Tokio para ser el sucesor de tu padre?
-no me importa lo que digas y tampoco si ahora tú y Hiro san son pareja, no me iré de Osaka hasta que hable con él y estoy seguro que después de eso, no dudará en dejarte para regresar conmigo
-eres un descarado, te crees mucho, verdad?, pero esta vez no pienso ceder – menciona serio-
-yo nunca me creí nada, eres tú el que siempre tuvo el complejo de inferioridad frente a mi
-tú no sabes nada, así que no puedes decir nada
-tú tampoco me conoces, ni los sentimientos que tengo por Hiro san, yo lo amo con todo mi ser
-yo también lo amo y por eso no dejaré que te le acerques
-Hiro san no es ningún niño, así que aunque tú no quieras, yo lo buscaré
-no permitiré que eso ocurra, no le harás más daño –amenaza con una expresión muy seria, para de inmediato darle la espalda al pelinegro y marcharse-
-descuida, que no pienso hacerle daño, tampoco dejaré que tú se lo hagas, porque limitarlo y aislarlo así, también es otra forma de dañarlo –menciona para si mismo, mientras ve como el rubio se aleja- sería tan fácil seguirte y comprobar que lo que me dijiste es verdad, pero lo haré a mi modo –rápidamente se dirige hacia la dirección- buen día señor director, soy el doctor Kusama Nowaki
-buen día doctor Kusama, a que debo su visita
-lamento importunarlo, pero necesito de su ayuda, estoy buscando a alguien muy importante para mí, se trata de uno de sus docentes, Kamijou Hiroki
-ah ese muchacho, si él ingresó hace poco dentro de nuestro plantel
-sí, acabo de enterarme, pues verá, yo lo estoy buscando desde hace mucho tiempo, necesito encontrarlo para hablar con él, sé que es imposible que me brinde sus datos personales
-exactamente –responde aclarando lo dicho-
-por lo que solo quisiera saber si me podría decir sus horarios o el por qué no vino hoy
-Kamijou kun trabaja solo medio turno aquí y justamente hoy es su día libre –responde sin miramientos-
-así que solo medio turno, y sabe si tiene algún otro trabajo o algún dato que me pueda servir para encontrarlo en este momento
-pues no debería, pero… -viendo el semblante ansioso del ojiazul- él también trabaja en el hospital central, creo que es como el asistente personal de un médico importante de ahí, probablemente se encuentre ahí en estos momentos
-de verdad? –pregunta ansioso, a lo que el mayor solo asiente- es todo lo que necesitaba saber, muchas gracias! Y por favor si no logro encontrarlo, permítame regresar
-de acuerdo, no se preocupe
-muchísimas gracias por su ayuda señor director, con permiso –menciona por último, para luego salir como un rayo y con un rumbo fijo-
…
Mientras tanto en Tokio
-quién podría ser… -menciona desganado Akihiko, quien se encontraba en unas fachas terribles, y a punto de abrir la puerta- quién?...
-Usagi san… -menciona casi sin aliento al ver el estado deplorable de su amado escritor- perdón, perdóname, se lanza a los brazos del mayor-
-Misaki, mi amor! –encerrándolo entre sus brazos- regresaste a mí, esto debe ser un sueño –menciona emocionado y sin poder creerlo- por favor no me digas que viniste pidiendo perdón, porque ya te decidiste por Nowaki, de verdad que no lo soportaría si es así
-no Usagi san, no es así, te pedí perdón, por dejar que terminaras así por mi culpa –dejando caer lágrimas- te amo, te amo tanto, por favor perdóname por hacerte sufrir
-Misaki! Mi amor, muchas gracias, gracias por esta felicidad! –encerrándolo de nuevo en sus brazos, para luego apartarse un poco, ver a su amado niño a los ojos y besar esos dulces labios que tanto había anhelado-
Continuará...