A Nowaki no le llevó mucho tiempo llegar al hospital, lo conocía muy bien y al ingresar más de una enfermera lo reconoció, sabía que no era momento de desesperarse por ver a Hiroki, de todos modos ya estaba más cerca de lo que creyó, por lo que pretendió actuar normal y recabar información sobre todo lo que le interesaba, a lo que a las enfermeras no les fue de ningún problema soltar la lengua, pero le molestó bastante el saber que todo el mundo hablaba de la relación de su castaño con Shinoda, aún no podía creer que fuera cierto, pero decidió calmarse y hacer caso a lo que Misaki le había dicho, ya había perdido mucho por ser tan impulsivo, no dejaría que le pase de nuevo.
-Nowaki!! –grita emocionada- no puedo creer que estés aquí –se abraza al ojiazul- no me digas que lo pensaste mejor y aceptaste la propuesta del director?
-hola Saori, que gusto verte, pues la verdad es que no, estoy aquí por otras razones
-en serio? Y se podría saber esa razón? -pregunta curiosa-
-estoy buscando a alguien, se llama Hiroki Kamijou, sabes si está aquí hoy?
-ah, él –menciona un tanto desanimada y enfadada- y que tienes con él?
-es algo personal, pero tú qué tienes con él –pregunta al ver la actitud de la doctora-
-es solo que no lo tolero, lo siento si es alguien de tu agrado, pero del mío no, desde que llegó siempre se interpuso en mi camino –se desahoga-
-te refieres a Shinoda? –pregunta seguro-
-si! Es por él –responde desanimada- él no me hace caso y menos desde que ese llegó a nuestras vidas, y ahora trabaja para él como su asistente personal, puedes creerlo?
-tranquila, tú no eres así Saori
-lo sé, es solo que estoy desesperada, Hiroki solo sacó lo peor de mi, fuffh –suspira frustrada- si tan solo lo hubieran llevado a otro hospital para que lo atendieran ese día...
-a otro hospital? –pregunta confundido- Hiro san estuvo internado?
-sí, hubo un accidente, un vagón del tren se descarriló, muchos murieron y otros resultaron muy herido, Hiroki estuvo en coma alrededor de un mes, y en todo ese tiempo Shinoda fue su médico, era extraño ver su dedicación a ese paciente, pero luego comprendí que había algo más, cuando despertó todo se desencadenó, Shinoda cayó tanto en sus redes que incluso lo llevó a vivir con él
-no puedo creer que Hiro san estuviera en coma –menciona casi sin aliento- por eso no se comunicó con nadie en mucho tiempo
-tú sabes si ellos tienen una relación? –traga duro, esperando una respuesta negativa-
-de seguro que sí, sino no creo que Shinoda le hubiese conseguido un lugar aquí, ni uno en su hogar
-ya veo, sabes dónde puedo encontrarlo?
-lo vi hace un momento dirigirse a la sala de conferencia, seguro fue a dejarle a Shinoda algunos archivos, es que hoy se deben dar los reportes mensuales, supongo que esa reunión será hasta después de mediodía, pero él no tiene permitido quedarse, lo más seguro es que debe de estar volviendo a la oficina del Shinoda, es la del...
-jefe de emergencias? –pregunta adivinando, a lo que Saori asiente- me lo suponía, es bueno que haya cumplido una de sus metas
-Nowaki, qué tienes que ver con Hiroki? –pregunta curiosa-
-yo he venido por él y no pienso irme sin llevármelo de vuelta –menciona con seguridad-
-no entiendo
-Saori, créeme cuando te digo que mi presencia aquí te conviene demasiado, yo amo a Hiro san y estoy seguro que él también me sigue amado
-vaya, nunca te había oído tan seguro, incluso ni siquiera esa vez que rechazaste la oferta del director, en serio estás enamorado de Hiroki? –el otro asiente seguro- fuff –suspira derrotada- de verdad no sé qué tiene de especial Hiroki, tal vez debí darme una oportunidad de conocerlo antes de atacarlo por mis celos; si tú están tan coladísimo por él, debe ser porque en serio es alguien impresionante
-si lo es, es alguien maravilloso a quien herí demasiado y ruego que me perdone, quiero recuperarlo
-pues, estoy seguro que lo harás señor persistencia, ahora ve y... suerte! –menciona animando a su amigo-
-gracias Saori –después de agradecer con una sonrisa va a paso veloz hacia la oficina mencionada- pero en el camino al fin logra ver nuevamente a su amado castaño- Hiro san... -menciona haciendo que Hiroki que iba un tanto distraído, lo mirase-
-Nowaki –menciona casi sin aliento, dejando caer lo que traía en sus manos, para luego salir huyendo-
-espera Hiro san! –corre tras su amado logrando alcanzarlo rápidamente, y es que era muy veloz- no huyas por favor, necesitamos hablar –menciona sin soltar la muñeca del castaño- Hiro san?...
-no hay nada de qué hablar... -responde secamente con la mirada baja-
-Hiro san, por favor perdóname, -menciona con una expresión de sumo arrepentimiento- yo fue un gran imbécil, sé que ya sabes lo que realmente pasó ese día, también sé que no tengo perdón, debí confiar más en ti, en tu amor, pero me dejé llevar y solo arruiné nuestra hermosa relación
-esa noche yo te entregué mi cuerpo y alma Nowaki, pensé, -traga duro- de veras pensé que nada nos separaría, que tu amor sería eterno, pero la ilusión se terminó tan rápido –comienza a derramar lágrimas-
-lo sé, sé que me diste todo de ti y yo como un verdadero idiota lo eché todo a perder, pero no estás equivocado, mi amor si es eterno, te amo con todo mi ser, no puedo vivir sin ti, no sabes lo que sufrí todo este tiempo alejado de ti –abrazando al menor- perdóname por favor –el castaño se tensa e intenta liberarse del abrazo-
-suéltame por favor Nowaki –suplica hecho un mar de lágrimas- no puedes hacer esto!, romperme el corazón, humillarme de esa manera, para luego solo pedir perdón, no soy tan ingenuo, no pienso dejar que nadie más me denigre de ninguna manera
-y no pienso hacerlo, lo que pasó ese día fue algo que se salió de mis cabales, algo que no debió ocurrir jamás –deshaciendo el abrazo, para tomar entre sus manos el rostro de su amado, limpiando así las lágrimas que empapaban su tersa piel- y que no pasará nunca más, te lo suplico, solo dame una oportunidad más, -dejando un beso sobre uno de sus párpados- una sola –haciendo lo mismo con el otro- juro que nunca más te haré llorar mi amor –depositando esta vez un tierno beso sobre los labios del castaño- te amo Hiro san –volviendo a besarlo, pero esta vez queriendo intensificar el beso-
-no!, -se aleja- no sé... -respira agitado- no sé que hacer...-sin poder mirarlo, ya que sabía que si miraba esos ojos azules, lo perdonaría al instante, pero, no debía ser así, ahora sería cauteloso y confirmaría lo real de esos sentimientos confesados- por favor dame tiempo...
-todo el que necesites –responde sin pensarlo- te amo mi Hiro san –menciona como último viendo como su amado se alejaba a paso lento, sin voltear a verlo- ahora me toca ser paciente...
...
Akihiko aún seguía pensando que estaba alucinando, amaba esa alucinación, quizás el tanto beber creaba maravillosos espejismos y el haber fumado tanto a la par, lo hacía más creíble, porque podía sentir su cuerpo mientras lo abrazaba, incluso le había dicho lo que tanto había querido escuchar desde que se había marchado, que lo elegía a él.
Aunque ya anteriormente su amigo le había dicho que Misaki no había hablado con él al respecto, no podía creerle del todo, pero es alucinación, confirmaba que era cierto, deseaba estar sobrio para confirmar que verdaderamente no se trataba de algo falso, pero quería estar así, por más falso que fuera.
-no Usagi san, no me mires así –le habla mirándolo con cariño, mientras toma entre sus manos el rostro desmejorado de su amado- no soy una ilusión, por más ebrio que crees que estás, soy yo, volví, porque nunca debí haberme ido –depositando un tierno beso en los labios del mayor-
-Misaki! –volviendo a besar los labios de su niño, pero esta vez con mayor intensidad; necesitaba eso para creer que lo que oía y veía era verdad, además que sentía como su embriaguez desaparecía como por arte de magia, por lo que en cuanto sintió que su sentido del equilibrio estaba coordinado, levanto al castaño, sin dejar de besarlo, a lo que el menor se sorprendió un poco, pero no interrumpió ese contacto, al punto de no importarle si ambos terminaban en el suelo por la falta de coordinación momentánea del peliplata, pero aun así llegaron a salvo hasta la habitación, en la cual el mayor depositó con mucho cuidado a Misaki-
-ha, ha Usagi san –lo llama mientras recupera el aliento por tan apasionado beso- te amo Usagi san! –abrazándose del cuello del mayor para atraerlo hacia sí y logrando que quede encima de él, había deseado tanto que el escritor lo hiciera suyo nuevamente, pero temía que lo rechazara por haberlo hecho sufrir con semejante mentira, ahora más que nunca sabía que tan grande era el amor de Akihiko, que no esperó un segundo para tomarlo en sus brazos sin reprocharle nada-
-yo también te amo, mi Misaki –volviendo a besarlo, mientras que va desvistiendo a su niño, se odiaba por no estar en sus cabales ya que esa acción le estaba tomando demasiado tiempo y todavía faltaba él, pero en medio de la acción sintió como era el mismo Misaki quien lo estaba desvistiendo, por lo que no pudo más que sonreír más enamorado que nunca-
Akihiko logró su cometido y desnudó completamente a Misaki, se separó de él un poco para admirar la belleza de su cuerpo desnudo y supo que no podía contenerse más, a él solo le faltaban los pantalones, pero ese no era gran problema y con la gracia de un felino se deshizo de sus presas faltantes, quedando en iguales con el menor, quien no apartaba su vista de su miembro y eso le parecía un tanto gracioso, en especial cuando el castaño tragó duro.
-no es la primera vez que lo ves Misaki –se burla-
-eh? –da un respingo, no se había dado cuenta que estaba viendo fijamente el monumental pene del escritor, ni si quiera que al verlo había tragado duro por instinto- no me molestes Usagi san! –reclama totalmente sonrojado, ladeando el rostro ya que no podía ver a su amado directamente a los ojos-
-descuida, puedes mirar todo lo que gustes, esto –señalando su miembro que ya estaba muy despierto- y todo lo demás –señalando el resto de su cuerpo- es solo tuyo –suelta acercándose al menor hasta tenerlo totalmente debajo suyo –así como todo tú es mío –toma con delicadeza el mentón de su amado para que regrese a mirarlo- ambos nos pertenecemos
-dices cosas muy lindas, -sonríe tiernamente- a pesar de estar ebrio –se burla riéndose quedamente-
-te mostraré lo que puedo hacer, aunque esté un poco ebrio –le reta, e inmediatamente besa al menor, devorando sus labios y profundizando el beso hasta casi perder el aliento, mientras que sus manos brindaban caricias a cada rincón del cuerpo del castaño-
-ah Usagi san –gimiendo sutilmente por los toques y besos que le brindaba el mayor, así y solo con caricias sentía que podía tocar el cielo, había necesitado tanto de eso y de más- umhh ahh –Akihiko había llegado al fin al pene del menor y no tardó en hacerle una fantástica felación, por la que Misaki se retorcía bajo suyo, pero pese a eso no dejó su trabajo hasta lograr que su amado llegara al orgasmo, viéndolo tensarse y sentir como expulsaba su esencia en su boca, la cual tragó gustoso sin desperdiciar nada-
-eres exquisito Misaki –menciona haciendo sonrojar aún más al castaño-
-ya... no digas más, ahhh –gime al sentir como su amado peliplata lo comenzaba a preparar para recibirlo- nngh más despa... ahhh
-lo siento Misaki, ha, ha, no puedo más, estoy en mi límite –sacando sus dedos del interior del menor para de inmediato posicionar su miembro e introducirse de una sola embestida-
-aahhh –suelta un alarido y es que no se esperaba esa intromisión tan repentina- tonto Usagi san! Ahh –y es que el alcohol hacía que fuera más torpe de lo normal-
-ahh lo siento, mi amor –besando la frente de Misaki- te lastimé mucho?
-umm un poco –responde cohibido- ahhh –sin esperar más respuesta, el mayor arremete con unos embistes rápidos y constantes- Usa... gi san aahh
-no sabes ha, ha, lo mucho que te extrañé –sin disminuir la velocidad- te amo mi Misaki
-nnghh yo ahh también –aferrándose a la espalda de su amado, dejando en ella claras marcas de lo que estaba aconteciendo-
La faena continuó todo el resto de la tarde y noche, no querían ni podían separarse, su entrega era total y cada vez que terminaban no tardaban más en volver a iniciar una nueva ronda, ambos terminaron exhaustos, extasiados y satisfechos; ese día Akihiko al fin pudo dormir tranquilo y Misaki muy feliz por saber que estaba en el lugar correcto, aunque sabía que tenía que ser sincero con su novio, Hiroki tenía razón, no podía ocultarle algo así, pero también esperaba que Nowaki tuviera razón y lograr que Akihiko no termine en malos términos con su Fuyuhiko o incluso hacer algo para aligerar su relación padre e hijo, con ese último pensamiento fue que Morfeo se lo llevó al reino de los sueños.
...
Los días para Miyagi y Shinobu pasaban muy lentamente, llenos de alegrías y mucho amor, no podían ser más felices, más que todo porque tenían el apoyo del abuelo del menor y eso era lo que más les importaba, todo era perfecto, bueno casi perfecto, ya que, como todo en el mundo, siempre había unos cuantos baches y el de ellos tenía nombre y apellido "RIsako Takatsuki".
Cuando la mujer se había quedado con la negativa de su padre para poder ayudarla, no le importó y averiguó por su cuenta la dirección del nuevo hogar de su hijo y de quien alguna vez la amó, descubrirlo no fue nada difícil, bastó con seguir a su hijo y confirmarlo con seguir a Miyagi, aún no entendía cómo era posible que esos dos hubieran preferido dejarlo todo lo que tenían solo por alejarse de ella, no veía nada de lógica en eso, por eso lo único que se le vino a la mente fue que seguían resentidos por su partida, pensaba que el tiempo y su intervención dejarían ese rencor de lado y la aceptarían de nuevo; ahora que estaba totalmente sola, entendía que necesitaba ese amor que una vez rechazó, como bien dice la mayoría, el primer amor nunca se olvida, no?
Por lo que inevitablemente terminó metiéndose en la vida del docente, ella también lo era, pero ya no había trabajado en ese rubro por demasiado tiempo, por lo que le fue imposible conseguir una plaza de docente cerca de Miyagi, ni si quiera por tener a su padre como director, eso la molestó más así que se dedicó a acosar al maestro hasta lograr despertar ese amor que sabía aún le tenía, utilizaría la misma técnica de Miyagi, con la certeza de que a ella si le funcionaría.
Miyagi ya estaba harto de los acosos de Risako, pero ya había hecho de todo por alejarla, incluso una vez Shinobu quiso atacarla, pero Miyagi no lo dejó, la mujer no sospechaba para nada de ellos dos y su relación, y el señor Takatsuki no le había dicho nada al respecto y agradecía su silencio, pero sabía que la única manera que aseguraría que Risako se alejara, era enterarse de la verdad, total, Shinobu ya era mayor de edad y no tendrían a nada más que temerle; así que idearon un plan, uno que los expusiera solo con ella.
-QUE DEMONIOS!!! –grita totalmente horrorizada ante lo que veía- QUE ES LO QUE ESTO SIGNIFICA!!!
Y resultó, el plan salió a la perfección y es que sabían que con palabras solamente, Risako no entendería, ni lo creería, así que decidieron mostrarle la clase de relación que en verdad tenían.
-SON UNOS DEGENERADOS!! –espeta alterada, había logrado al fin poder obtener una copia de la llave de la nueva vivienda de Miyagi, por lo que decidió entrar a hurtadillas para meterse en la cama de Miyagi mientras dormía y así tener un tiempo a solas con él antes de que empezaran sus obligaciones, pero al solo abrir la puerta de la habitación observó que el docente no se encontraba solo, sino que estaba abrazando a alguien, pero cuando se acercó más y comprobó de quien se trataba y que incluso ambos estaban desnudos, no pudo evitar soltar todo lo que se le vino a la mente- querían vivir solo para dar rienda suelta a sus perversiones! –acercándose peligrosamente a la pareja- no tienen vergüenza!!
-tú eres la que no tiene vergüenza! –espeta Miyagi- entrando a hurtadillas a una casa ajena, invadiendo la privacidad de una pareja!
-pareja? Cómo que pareja?! –pregunta furiosa-
-sí, pareja, Miyagi y yo somos una pareja y nos amamos de verdad –suelta firma Shinobu-
-eso es imposible, ustedes par de degenerados son padre e hijo!
-claro que no! –el rubio se levanta, cubriéndose con una sábana, para luego acercarse a su madre para increparla- si bien Miyagi me crio como uno, él no es mi padre de sangre, por lo que no hay ningún impedimento para que estemos juntos
-pero que dices, si bien no los une los lazos de sangre, ambos son hombres y eso es impúdico! –menciona buscando por donde tener la razón y destruir esa absurda relación-
-en serio Risako? –pregunta irónico el mayor- en estos tiempo ese ya no es ningún problema –suelta impresionado por el comentario de la mujer- y ni se te ocurra poner la excusa de la edad, porque seguirás perdiendo-
-es que en serio esto no puede estar pasando! –casi agarrándose de los pelos- tú y mi querido hijo, cómo te atreviste a corromperlo de semejante manera! –atacando al mayor-
-yo fui el primero que se declaró, no Miyagi, yo me enamoré de él desde hace mucho tiempo, además si alguien tiene la culpa de esto, eres tú, pero sabes, al menos hiciste algo bueno, porque gracias a ti encontré a l amor de mi vida
-SUFICIENTE! No lo permitiré, no permitiré esto –jalando a Shinobu de su muñeca- te irás conmigo de inmediato –arrastrando al menor hacia la salida-
-acaso estás loca Risako! –se exalta Miyagi, levantándose de inmediato-
-suéltame!, no tienes ningún derecho –protesta Shinobu soltándose del agarre-
-claro que sí, yo soy tu madre! –suelta cínicamente-
-pues eso te importó bastante tarde, no pensaste en ello cuando me dejaste siendo tan solo un niño y estoy seguro que ahora tampoco te importa, solo quieres alejarme de Miyagi porque ahora no eres tú en su corazón, si no yo!, eres tan egoísta!
-no voy a permitir que me insultes! –intenta abofetear a su hijo pero es detenido por la mano de Miyagi-
-basta Risako, no dejaré que le hagas daño a Shinobu, ya lo vis y escuchaste, no necesitas de más para entender que ahora nosotros tenemos nuestra propia vida, fuiste tú la que eligió salir de nuestras vidas y no te queremos de vuelta –suelta su mano de manera tosca- ahora te suplico que te vayas y que nunca vuelvas a interponerme entre nosotros
-no dejaré que esto continúe, te destruiré Miyagi, lo juro! –amenaza- veamos que piensa mi padre al respecto –sonríe esperando una reacción que nunca llegó de parte de los otros-
-mi abuelo ya lo sabe, y eso no es todo –dejando a la mujer con la boca abierta- él nos apoya totalmente, así que tendrás que valerte por ti misma para cumplir tu amenaza, -le dice muy serio su hijo- o puedes –suavizando su mirada- solo irte por donde viniste y dejar de hacer daño a tu único hijo, yo soy muy feliz ahora y si realmente me quieres, aunque sea solo un poco, no harás nada en contra nuestra
-yo... -lo que le había dicho su hijo la dejó shockeada, era hora de comportarse como la adulta que era y dejar de lado sus niñerías, pero le era muy difícil-
-déjala Shinobu, no importa lo que pueda hacer, nunca te dejaré de amar, ni me alejaré de ti –dejando un tierno beso en los labios del rubio-
-si Miyagi... -le sonríe quedamente- adiós madre... -cierra la puerta dejando fuera a la castaña- no sabes cuánto me duele saber que ya no le importo –comienza a llorar abrazándose a su amado quien trataba de consolarlo- recuerdo que cuando era pequeño me demostraba mucho cariño, pero conforme crecía, este disminuía y nunca supe la razón
-cálmate mi amor, ahora solo debe importarte tu felicidad, ella tuvo muchas oportunidades para ser una buena madre y no lo aprovechó, pero yo nunca te dejaré solo
-ey! –fui yo quien hizo esa promesa –refuta el menor haciendo un puchero-
-pues ahora es una promesa compartida mi amor –le sonríe tiernamente-
-gracias Miyagi –le devuelve la sonrisa- bueno, hay que pasar el mal sabor de boca, que tal si continuamos lo que dejamos pendiente en la noche –suelta todo pícaro- prometiste cuatro rondas y caíste rendido en la segunda –acariciando el pecho del pelinegro-
-mi hermoso Shinobu sí que es insaciable –menciona dejándose arrastrar por el menos hacia la habitación de ambos, para de nuevo dar rienda suelta a la pasión, pensando en que tal vez ser por solo un día irresponsable, no sería el fin del mundo-
Continuará...