2 Una vida casi perfecta
-ha, ha, ha…-jadeaba mientras corría apresuradamente- demonios!!! -viendo su reloj- no puedo creer que me haya quedado dormido en el primer día de clases!!... ya tengo 10 minutos de retraso!! -y todavía estaba a 5 minutos de llegar, a ese mismo ritmo, a la Universidad Teito- si tan solo no hubiese ido con ellos -refiriéndose a sus nuevos compañeros de clase-
- Flash Back -
-vamos Miyagi, no te hagas derogar!!! -jalándolo por el brazo-
-pero mañana es el primer día de clases… -tratando de zafarse del agarre-
-si pero debemos celebras que aunque a duras penas, logramos entrar a esta gran universidad!! -dice muy alegre-
-bueno… -la verdad a mí no me costó tanto, ya que solo por el hecho de haber salido de aquel colegio era como si hubiese reservado un puesto aquí- pensaba mientras no se daba cuenta que ya lo estaban arrastrando hacia el bar-
- Fin del Flash Back -
-no puede ser que sea tan fácil de convencer, no, fue porque otra vez me perdí en mis pensamiento y caminé como en automático… ah aquí es!... -llegando a la puerta de su salón, para luego tocarla- toc, toc, toc… espero que él o la sensei no sea tan rudo, ya basta debo dejar de divagar en mis pensamientos!! -se regañaba mentalmente, mientras se abría la puerta- por qué si no… -quedando atónito al ver a su nueva sensei-
-nuevos… -dice de mala gana la docente- y que esperas para entrar!! -
-eh?... ah! Si lo siento!! -entra corriendo a sentarse en un lugar vacío-
-bueno, ahora creo que si están todos -mirando de canto a canto a la clase- solo quiero pedirles atentamente que lleguen a mis clases con puntualidad, esta vez lo deje pasar por ser el primer día, pero en una próxima se cerrará la puerta puntualmente y ni se atrevan a tocarla, ya están informados- con un tono serio-
-Mientras en un rincón de la clase- oye Miyagi, te pasaste, como te quedaste dormido tanto!!... -no recibe respuesta- hey!, me estás escuchando? -pasando su mano enfrente de la cara del pelinegro para llamar su atención-
-oye Nagato… -pregunta en susurro como si estuviese soñando- no te parece que la sensei es muy hermosa?... -viéndola con corazones en los ojos mientras daba su clase-
-pues… -mirándola también- no está tan mal… -ve de reojo a su amigo- no me digas que te gusta?
-ah… -suspira- creo que me he enamorado a primera vista -sin quitar la mirada de cada movimiento que realizaba la docente- cuál es su nombre?
-mhh, es cierto tu no estabas cuando ella se presentó… -sonríe al ver a su amigo en ese estado atontado- pues se llama Risako Takatsuki y tiene 23 años, para ser docente de aquí es muy joven!
-con que Risako, me gustaría que nos conociéramos más a fondo…
-ten cuidado no es nada bueno meterse con los docentes, sabes?... además oí que es la hija del director!
-en serio? -pregunta sorprendido- y eso como lo sabes?
-contactos, se casi todo lo necesario de los docentes con los que me toca -sonriendo-
-pues creo que yo también necesito tener contactos…
La clase pasó de lo más tranquila, claro que con un alumno totalmente distraído, ya que no sabía que le estaba pasando, estaba hechizado con la belleza de la docente, su tez blanca, cabello marrón largo que llegaba hasta cerca de su cintura y los ojos los tenía de un color gris oscuro, casi asemejándose al azul; pasó todo un mes y supo que no era pasajero que ese extraño sentimiento era de verdad, ya no podía más estaba convencido que era precipitado, que era todavía muy pronto pero debía por lo menos dar un paso para conocerla mejor, quizá no era lo que se idealizaba, pero si lo fuera no la dejaría ir-
-Takatsuki sensei!! -la llamaba un pelinegro que se aceraba a ella con velocidad al terminar las clases, cuando ya no había nadie más-
-si?, que se te ofrece Miyagi- pregunta indiferente-
-solo quería decirle que me fascinan sus clases realmente son muy interesantes, me gustan mucho, además de que la literatura me llama la atención de sobre manera, con usted la pude sentir de una forma más amena, por eso yo…
-Interrumpiendo, ya que era bastante extraño que un estudiante la buscara para decirle esas cosas, por lo que deducía a que quería llegar el pelinegro- mira niño si quieres ligar conmigo, te digo que estás perdiendo el tiempo, y te informo que yo tampoco lo quiero perder siendo la niñera de alguien más, así que con permiso… -dice tajante pasando por un lado del pelinegro-
-no sensei!!!, -la sujeta de la mano para que no se marchara- no es así yo en verdad la aprecio mucho… pues desde la primera vez que la vi sabía que era muy especial, al principio pensé que se me pasaría, pero conforme pasaba más sus clases, más me daba cuenta de que… -la mira a los ojos- sensei estoy enamorado de usted!, tal vez no me crea, o aún peor piense que me estoy burlando de usted, pero no es así, yo de verdad siento algo muy grande por usted!
-ya he escuchado suficiente!, mira Miyagi, lo más probable es que sigas confundido, no puedes enamorarte de tu sensei, ya no estás en primaria para hacer eso… además yo soy una mujer mucho mayor que tú, beberías buscar a alguien de tu edad! -terminando de guardar sus cosas en su maletín-
-solo son cinco años de diferencia, eso no es mucho!
-quieres oír otra diferencia, tú eres un estudiante y yo tu sensei, eso sí que debería tomarte por alto!, ahora…
-eso no importa, a mí eso… sensei solo le pido una oportunidad, -pide haciendo que en la profesora se formara una expresión de sorpresa- no para ser novios, al menos no aún -la maestra rueda los ojos al notar que su alumno no quitaría el dedo del renglón- quisiera conocerla mejor, tratarla como se merece, saber que le gusta y que no, y si es que no logro convencerla de que mis sentimientos son verdaderos, entonces desistiré y no la seguiré molestando…
-no sé a qué quieres llegar con todo esto… -afila la mirada- sabes que lo que pretendes es algo de cierto modo riesgoso verdad?, me refiero al director y que además si no me convences puedo llegar a reprobarte por insistir con tonterías! -el alumno traga duro lo que hace sonreír a la docente- fuffhh-suspira- bien supongo que no tengo nada que perder, no sé de ti, pero estoy muy segura que después de ese tiempo, terminarás por arrepentirte…
-eso quiere decir, que me dará una oportunidad?... -pregunta entusiasmado, a lo que la maestra asiente- gracias, muchas gracias, le aseguro que no se arrepentirá de haberme dado esta oportunidad!! -se lanza a abrazarla, luego se separa un poco e intenta besarla-
-alto, -dice alejándolo- no quieras pasarte de listo, cuando llegue el momento te daré el permiso para hacer eso… si es que llega… bien me voy -se intenta marchar-
-sensei yo la acompaño! -sonriente le arrebata el pesado maletín y posicionándose a lado de esta-
Para el pelinegro todo iba viento en popa, ya que andaba feliz de la vida tras la docente, en tan solo mes y medio ya sabía muchas cosas de ella, como lo que le gustaba, lo que no, por donde se iba a su hogar, aún no sabía dónde vivía ya que ella se negaba rotundamente a que la acompañase hasta su casa, no sabía la razón, solo pensaba que era por falta de confianza y si se ganaba un poco más esa confianza lo llevaría pronto a conocerla; los días pasaban rápido, a pesar de ir enamorado por todos lados no había descuidado sus estudios en lo más mínimo lo cual le encantaba a la castaña y poco a poco iba sintiendo algo más que un cariño, tanto que le confesó que había tenido un novio hace tiempo a quien no había dejado de amar y que le había roto el corazón y que por ello su carácter se hizo así…
-eso quiere decir que sigues enamorada de él? -pregunta triste el pelinegro-
-no quiero mentirte… si, aún no lo he olvidado
-entonces yo lograré que lo dejes de lado, y que lo único que llene tu mente sea yo, -dice muy decidido- claro además de la literatura! -rascándose la cabeza-
-sonríe con ternura- pues eso sería algo que te agradecería!, pero… en mi mente no solo estarían tú y la literatura porque… -cierra los ojos meditando-
-eh? -no entendiendo a lo que se refería la castaña-
-ven… -ofreciéndole la mano mientras se incorporaba, haciendo que este también haga lo mismo- creo que ya es hora de que conozcas mi secreto, quizás después de hacerlo pienses mejor si quieres o no seguir intentándolo -dice desconcertando más al joven-
-sensei, no entiendo que quiere decirme, pero estoy seguro que no cambiaré de opinión -la docente le sonríe encaminándolo a su casa -a dónde vamos sensei?
-a mi casa -sin quitar la vista del camino-
-qué? De verdad -emocionado- estaba ansioso por este momento!!! -la castaña no le dice nada, después de una larga caminata llegan a un departamento- woow en serio vive aquí -la mayor asiente- es un lugar grande, bueno mucho para dos personas..
-abriendo la puerta- aquí hay alguien que quiero que conozcas… -entra y hace pasar al joven también- mhh no está aquí -viendo que no había nadie en la sala- Shinobu!!! -gritando hacia las escaleras-
-Shinobu?? -piensa el pelinegro muy extrañado, alguien vivía con la profesora, pero quién, cuando de pronto vio como un niño de entre 7 y 9 años bajaba rápidamente-
-Miyagi, él es Shinobu- poniendo delante suyo al pequeño el cual tenía los ojos grises, la tez blanca como la de la profesora y el pelo rubio- mi hijo… -suelta sin más dejando a un pelinegro totalmente atónito-