Capitulo 2: es destino
Yata abrió sus ojos de golpe y todo era obscuro, no había nada, no hacia frio ni calor, parecía que estaba debajo del agua
-Misaki -
Miro hacia un lado donde escucho una voz
-¿q-quién es?- sentía miedo por esa voz-¡muéstrate!- no era algo común que ese desconocido supiera su nombre, nunca ha dicho que era su verdadero nombre, mas bien, nadie sabe su nombre
Giro hacia otro lado por si viera esa persona que le habla
-Misaki -
-¿Qué quieres? ¡Déjame en paz!- grito desesperado y nervioso
-eres mío. . .Misaki. . . es tu destino. . . eres mío-
De pronto unos brazos lo rodearon, sintió un frio escalofriante, intento apartarse pero esa fuerza era increíble y no lo dejaba moverse
-mío. . . solo mío-
De pronto sintió un aliento cerca de su cuello haciendo que su piel se eriza por la sensación escalofriante
-mío-
Sintió un dolor horrible en su cuello haciendo que este diera un grito de dolor
Se levanto de golpe y miro en un santiamén en donde estaba, estaba en un cuarto que no es de él, empezó a recordar lo sucedido en la noche, el vampiro, el desconocido quien lo salvo
-…-
En ese momento la puerta se abrió
-¿ya despertaste Yata-chan?-
-eh, Kusanagi-san. . .-
-te traje comida- deja una bandeja cerca de la cama
-n-no tengo hambre-
-no seas necio niño- le pega la cabeza sin llegar a lastimarlo- debes de comer, hoy Mikoto dijo que harán entrenamiento, ahora que te ataco un vampiro podrás ser atacado otra vez-
-…-
-mejor come, avisare a Mikoto que te despertaste ¿enserio no recuerdas a esa persona?-
-no… tal vez sea de otro lugar-
-quizás... ¿no viste que traía puesto?-
-un sombrero de copa y una capa negra, el rostro no lo vi-
-qué extraño… come mientras le aviso a Mikoto que despertaste-
-de acuerdo-
En eso Kusanagi deja a Yata a desayunar tranquilo
---con Mikoto---
Se había hospedado en la casa de Kusanagi, quería estar junto al chico para cuando despertara le dará preguntas por ese misterioso hombre
Estaba dormido en aquella cama simple pero para él le resultaba cómoda
Empezó a dar quejidos dolorosos, moviéndose a un lado a causa de un mal sueño y a otro esperando a que esa pesadilla desapareciera pero no lo lograba, cada vez ese sueño se sentía más real y doloroso
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Sostenía el cuerpo con ansiedad y miedo, todo estaba obscuro y lo único que iluminaba esa habitación era el fuego en la madera de aquel lugar que empezaba a desmoronarse
-p-por favor resiste… no me dejes-
Sintió como esa mano que se volvía pálida lo tocaba con amor
-ya no puedo soportarlo… matame… antes de que sea un monstruo de verdad-
-no lo serás- trago en seco- buscaremos una manera—
Un dedo débil callo sus labios
-ya no hay marcha atrás mátame… por favor-
-…-
Abrazo mas el cuerpo, implorando a que se salvara de ser un vampiro, lo amaba tanto, no quería estar solo
-hazlo- -
El otro cuerpo empezó a retorcerse de dolor y dio un grito desgarrador
-¡no!-
No le dio tiempo de soltarlo y ese cuerpo se lanzo hacia el
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Se levanto de golpe respirando agitadamente
-... ¿otra vez ese sueño?- paso una mano a su frente- seguirá atormentándome…-
En ese momento unos golpes a la puerta lo quitaron de sus pensamientos
-adelante-
-Mikoto- paso Kusanagi pero noto algo en el -¿todo bien?-
-sí, solo fue un mal sueño –
-si tú lo dices…-
-¿despertó el chico?-
-sí pero todavía no reconoce quien fue el tipo que lo salvo-
Mikoto dio un suspiro pesado
-este pueblo sigue bajo el dominio de uno y ofrecen personas para evitar que sean presa fácil-
-son cínicos, hubo un día que llegaron los pueblerinos a una casa y sacaron a la hija mayor y la llevaron a ese castillo-
Mikoto se levanto de la cama y busco sus cosas para empezar a vestirse
-tan crueles son por evitar que sean las próximas victimas-
-antes era todo tranquilo hasta que se enteraron que hay un vampiro, bueno, te puedes imaginarlo-
-por eso vine a este pueblo, a deshacerme de esos monstruos-
-te veré abajo Mikoto-
Salió del cuarto dejando a Mikoto solo
-… Totsuka-
Aun tenía el recuerdo vivo, cuando un vampiro lo mordió se convirtió en un ser de la noche y no logro asesinarlo
Port coraje golpe la pared
-lo siento…-
Se vistió y salió del cuarto
---una hora más tarde---
Yata bajo de las escaleras pensando con el sujeto que lo salvo, no le daba mucha confianza ese sujeto pero no podía evitar agradecer que lo salvo
-por fin bajaste Yata-chan-
Levanto la mirada y se encontró a Kusanagi y a Mikoto sentados
-perdón por la tardanza-
-no importa- hablo Mikoto- vamos-
-¿A dónde?-
-afuera-
Siguieron a Mikoto hacia el patio trasero de la casa
-Yata-
-¿sí?-
-¿puedes acordarte de algo antes de que te encontramos?-
-solo a ese extraño y se acerco para verme o eso es lo que pienso-
-¿ha hecho algo?-
-me toco el rostro pero se fue luego… pero por el golpe del vampiro me lastime-
-*suspiro* es muy probable que otro vampiro logro oler tu sangre, ellos lo pueden oler a kilómetros y es probable a que te busquen-
-¿eh?-
-toda sangre tiene diferente esencia, sabor y aroma, lo más probable es que los vampiros cercanos de aquí lo han olido-
Yata trago en seco
-¿seré atacado otra vez?-
-por ahora no, pero es probable que lo hagan por beber tu sangre-
Yata cubrió su cuello con una mano, pensando en ese sueño extraño
-por eso te enseñare a defenderte de los ataques de vampiros-
Parpadeo varias veces para analizar lo que dijo
-¿son tan peligrosos?-
-sus formas de conseguir sangre son variadas dependiendo en la región que estas, normalmente usan la hipnosis para atrapar a uno-
Yata seguía viendo a Mikoto con atención
-lo único que nos ayuda a descubrir que es un vampiro, es pálido como una hoja y no entran a una casa sin el permiso del quien vive ahí, si lo deja entrar el entrara cuando quiere a esa casa-
-oh-
-como te había dicho antes el ajo los ahuyenta, agua bendita es como veneno y la cruz no lo aguantan verlo y se alejan -
Yata asentía
-lo más recomendable para asesinar a un vampiro es clavándole una estaca en su corazón-
-¿no están muertos?-
-son no muertos y debes hacerlo para que no te molesten en un futuro-
-entiendo-
-¿tienes un arma con la que estas familiarizado?-
-n-no-
-*suspiro* debemos entrenarte con una arma que se te haga fácil de usarlo-
-¿donde…?-
Antes de que hablara alzo la mano dándole entender que no hable
Camino hacia una parte del patio y jalo una caja de madera larga y grande
-aquí hay armas, escoge una con la cual sientes que podrás entrenar-
Abrió la caja dejando ver las armas
Yata se acerco impresionado por la variedad y empezó a buscar
Kusanagi se acerco hasta donde Mikoto y ver al chico que se fascinaba con cada arma que sacaba
-parece un niño recibiendo un regalo-
-lo bueno es que no soy el único que lo piensa así-
Soltó una pequeña risa viendo a Yata
-…. ¿estás seguro que evitara ser atacado por un vampiro?-
-si logra controlar un arma podrá solo retenerlo, para eliminar ese tipo de monstruos debe de haber mucho entrenamiento-
-agradezco que aun no estamos cerca de ese día donde ofrecen a uno para tranquilizar a ese vampiro-miro el cielo mientras hablaba
-veras que eso se olvidara en cuanto elimine a esa cosa-
-ten cuidado que el viento se lleva las palabras- se burlo Kusanagi-
- lo estaré esperando- dio una leve sonrisa
-me encanta este-
Ambos vieron y era una espada, no muy larga ni corta
-entonces te entrenaremos con esa-
-si Mikoto-
Mikoto se acerco a la caja y saco otra espada
-debes de soportar el peso de la espada, estarás frito si no logras aguantarla-
-eemm… s-si Mikoto-
Sostuvo la espada aunque se iba de un lado para otro por el peso
-mantén firme tu agarre-
-s-si-
Afirmo más y dejo de tambalearse
-ahora da un ataque hacia arriba-
Yata movió la espada hacia arriba e intento dar el golpe pero la espada se resbalo hacia el suelo
-*suspiro*- Kusanagi soltó el suspiro al ver eso
-te tardaras mucho Yata-chan-
---en otro lugar---
Paso el día hasta que llego la noche, Saruhiko se levanto de la cama con desdén
Tuvo suerte de encontrar al chico con ese peculiar nombre, Misaki, no a muchos hombres le dan ese tipo de nombre y eso lo hace más especial
-Mi señor-
Volteo y se encontró con un sirviente
-tiene visitas- da una reverencia
-… ya iré-
-si señor- el sirviente sale del cuarto
Saruhiko dio un suspiro, hora tenía que apresurarse con las visitas que para él no son gratas
---minutos después---
Bajo de las escaleras con aburrimiento y escucho una voz bastante conocida para el
-¿sigues cansado Fushimi?-
Volteo con molestia hacia esa persona
-solo a ti se te ocurre visitarme cuando no estoy de humor-
-¡oh! Qué curioso, pensé que esta noche estarías de buenas y decidí visitarte- termino de hablar y dio una sonrisa inocente
-Adolf…- lo miro con odio
-bueno, vine por una razón aparte- se acerco a él y puso su mejilla con la otra mejilla- quería escuchar de tus propios labios que iras a esa fiesta-
-ósea… que esa fiesta es la tuya…-
-¡correcto! La fiesta será para que conozcan a mis hijos-
-olvídalo-
Empezó a subir de nuevo a su cuarto
-¿eh?- lo agarras de las piernas-¡no seas cruel!-
-¡quítate!-
-¡vamos ve! ¡Invitare también humanos!-
-eso no me importa-
Empezó hartarse
-¡te juro que no te arrepentirás! ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor!-
-¡YA ENTENDI, SI IRE!-
-perfecto- lo soltó y camino hacia la puerta- nos vemos en la fiesta~-
El chico tuvo que respirar profundamente varias veces antes de lanzarle un florero
-molesto-
Subió hacia su cuarto, ahora estaba más de mal humor que de costumbre
Pensó lo que dijo el peliblanco
-… tal vez tenga razón, por primera vez en su vida-