Capitulo 33: un día en mi prisión
Yata bajo intentando no reírse de la mala suerte de ese vampiro
¿En verdad creyó que se auto penetrará?
-iluso idiota-
Claro que no sería de los que de un momento a otro son sumisos y lloran porque alguien los salvara
¡Él puede contra eso!
No necesita de nadie para salir, puede hacerlo por su propia cuenta
No por algo está en HOMRA
Porque puede valerse por sí solo
Bajo hacia la planta baja y se encontró con el mayordomo Akiyama
-buenas noches- hace una reverencia- espero que mi amo no tomo de más de su sangre-
-por suerte no tanta…-
-deberá comer para que recupere sus fuerzas, a mi amo no le gustara verlo débil-
^menos a mi^
Camino el chico seguido por el cazador hacia el comedor el cual era muy grande y había una mesa como para decenas de invitados
Pero solo estaba 2 puestos, uno que al parecer era para el mono muerto y el otro que estaba a su lado para el
-estoy seguro que pronto vendrá mi señor-
^con ese problema entre las piernas quien sabe^
-me retiro, buen provecho- hace una reverencia y se marcho para dejarlo solo con el salón iluminado por las velas
Camino hacia la silla que era su lugar y se sentó
Dio un vistazo a su comida
Para su sorpresa era carne en su propio jugó con unas verduras
Había una copa con vino tinto junto al plato
No pudo evitar impresionarse por el manjar enfrente de el
Saru no estaba con él y eso era lo que le hacía feliz
Agarro el tenedor y un cuchillo para empezar a comer
Provo el pedazo de carne y se le hizo agua la boca por el sabor que salto al ponerlo en su boca
Era un verdadero platillo y no dudas
Pero no podía comparar la de Kusanagi con eso, ambos tienen sabores diferentes pero no podía negar que la carne era deliciosa
Empezó a comer con tranquilidad aunque con pocos modales pero eso ni le importo, no había nadie para recordarle como se tenía que sentar y esas cosas sin importancia
No paso mucho tiempo para que terminara su plato y la copa de vino
Con la servilleta se limpio los restos del jugo de la carne
-tienes unos pésimos modales Misaki-
Le parecía todo perfecto pero el maldito vampiro lo arruino todo
Estaba sentado en la silla que estaba a su lado y tenía su plato por ahora intacto
-¿y eso me importa?- pregunto con sarcasmo
-debería -
-aja- se recargo en la silla disfrutando la sensación de sentirse satisfecho
-usaste el tenedor de ensalada y no la de carne-
-…- lo ignoro
-agarraste mal la copa de vino-
No le importo
- usaste de forma inapropiada la servilleta, sin contar que manchaste el mantel-
-¡oh! qué pena, fue un error mío- hablo sarcástico
-y eres muy cruel con tu amante-
-¿habíamos quedado que éramos amantes? Yo no lo recuerdo- soltó molesto pero quería sonar que no le importaba del todo
-desde que tienes el collar-
-pues para mí nunca lo será, solo eres el monstruo que convenció a ese nido de ratas para llevarme aquí y el tipo que se la pasa violándome-
-ya sabias que el alcalde es un imbécil corrupto-
-todo mundo lo sabe ¿y cómo demonios sabes eso?-
-no me la paso aquí toda mi inmortal vida, me aburro estar aquí encerrado-
Por un momento Yata recordó su encuentro con el
-tch-
Volteo a mirar otro lado molesto, como odiaba pasar por alto los pequeños detalles
Saruhiko empezó a comer y a diferencia del cazador tenía una educación tan diferente, la postura, la forma de cortar, tomar el vino, todo fue perfecto
El pelinaranja lo miro molesto mientras este comía pero noto un detalle que no era pequeño
No comía las verduras
Termino de comer y se limpio los restos de la comida
-¿no te vas a comer las verduras mono muerto?- recalco lo de las verduras con burla
-yo no como esas cosas- soltó sin cambiar su expresión
-¿acaso no te enseñaron que debes de comer todo lo de tu plato?- como en ese momento adoro a su madre que le recordaba que si no se comía todo lo que había en el plato no lo dejaría a salir a jugar
-sí pero ya saben que no como esas cosas horribles-
-ni que tuvieran ajo-
-el ajo no me afecta-
-es lo que uno dice-
-te lo aseguro-
Se levanto alertando al cazador
-ya que terminamos- se acerco como un gato hacia su presa para hincarse y mirarlo como ahora suele hacerlo-vamos a divertirnos-
-lástima porque yo ni lo pienso-
Se levanto y le tiro la servilleta en la cara
-tsk- casqueo molesto el vampiro mientras se quitaba lo que le aventó
-iré a investigar tu apreciada morada, si me quedare tendré que sabes que cuartos hay-
Salió del salón sin mirar al peli azul quien lo miro molesto
Yata camino hacia las escaleras y empezar con su pequeña investigación
Podría ver si había pasajes secretos por toda el lugar y así podrá escapar pero a un debido momento
Entro al primer cuarto que estaba por un pasillo hacia el norte
Agarro un candelabro que estaba en una mesilla cerca de este y entro
Cerró la puerta para evitar sorpresas de cierto vampiro y mayordomo
Para su suerte había unas velas apagadas por el cuarto
Agarro una del candelabro y encendió las que había en la habitación
Al fijarse bien en el cuarto noto que estaba limpia para su sorpresa, parecía que alguien vivía ahí pero no estaba
Dejando eso a un lado se dedico buscar algo extraño ahí, como una parte salida del piso, una palanca escondida por ahí, debajo de la cama
Nada
Pero encontró joyas que podrían ayudarle para pagar a alguien para que lo llevara a un lugar, agarro las que parecían llamativas y caras, las guardo con cautela
Después piso un poco más fuerte para poder encontrar una entrada
Nada
Toco las paredes esperando escuchar un hueco
Nada tampoco
-demonios…-
Ese cuarto seria un callejón sin salida si se le ocurría pasar por ahí
Apago las velas y salió de ahí junto con la que encontró en la mesa
Así paso por otro cuarto
En realidad ese castillo no parecía abandonada, pero el aire legumbre le daba como un toque especial, a lo mejor podría ir por ahí de día, porque los vampiros duermen en ese tiempo
Llego a un cuarto y estiro la mano para abrirla
-no entres a ese cuarto-
Apareció de la nada una mano blanquecina asustando por reflejo asusto al pequeño de estatura y de un salto se alejo pero la mano lo sujeto
-¡ah!-
De pronto una mano cubrió su boca asustándolo más
-shhh- dijo esa voz suave pero le daba escalofríos al pelinaranja
-¡mh!- trato de quitárselo
La mano aumento la fuerza para evitar que soltara un grito
Yata trato de pegarle la mano con fuerza para que lo soltara y dejarlo de respirar porque también tapo la nariz
Después un brazo lo envolvió y lo saco del pasillo para llevarlo a otro cuarto
No tardo de aflojar el agarra y que fuera empujado por el cazador
-¿Quién demonios eres?- se puso en posición de defensa
-creo que no nos presentamos… me llamo Andy- dijo la sombra pero por la luz de las velas se podía notar que era alguien pelirrojo de cabello un poco largo
-¿eres también un mayordomo?-
-no Akiyama lo es, solo soy como otro pero que limpia-
-son ustedes 2…-
-hay otros pero no salen a menudo, regresando, no debes de ir a esa habitación-
-¿Por qué?-
-es de nuestro amo, la otra vez que una mujer entro ahí… murió de la peor manera que te puedes imaginar-
-¿Qué hay ahí?-
-sinceramente tampoco lo sé pero no me atreví a preguntar, el amo tenía una expresión que incluso temí por mi vida-
¿Un secreto será?
¿Un pasadizo?
-como sea, debes regresar, ni pienses pasar por ahí si quieres estar con vida-
Pensó seriamente
Había algo que saru no quiere que vean
Tal vez sea un pasadizo, el único de ese lugar donde podría escapar
Si seria secreto
En verdad no le importaría saber algo del vampiro
El peligro era lo que le gustaba
Si este se ponía furioso por fin podría liberarse de ser su amante y por fin acabar con su estúpida vida
-de acuerdo-
-bien, vámonos-
Dijo el sirviente para acompañarlo hacia otro lado que no sea por ese pasillo
---con Saruhiko---
Se fue a la biblioteca aburrido
Sin ese chico cerca su diversión se iba
Él lo hacía sentir más vivo, sentir la calidez de un cuerpo, el latir de uno, la suavidad
Además de tener el trasero más exquisito que su inmortal vida pudiera tener
Llego el mencionado con Andy
Por lo cual pensó seriamente
Andy limpia los cuartos pero tiene prohibido ir a “Ese”
Anduvo en territorio prohibido
Lo reganara pero no será cruel, no lo sabia
-con su permiso – dijo Andy al notar la presencia de este
Yata por su parte puso cara de disgusto
-al parecer anduviste de curioso por ahí…-
-como sea- metió sus manos en los bolsillos
El cazador miro los libros
Quizás hay un mapa del lugar entre esa montana de papeles
Camino hacia un mueble donde había un par de libros
Normalmente una persona dejaría un mapa o un libro de geografía ahí (por suerte)
Miro los títulos
Salió una vena de su cien
“Kama Sutra”
Sabia tristemente de ese libro y a pesar de que sus padres le han prohibido leerlo
Hasta el día que no estuviera sus padres curioseo
Aun tiene ese trauma de ver a esa mujer en esa posición incomoda
-curiosamente leí ese libro hace un par de minutos… ¿quieres leerlo Misaki?-
No recibió respuesta solo que recibió un libro en su rostro
-¡cállate maldito enfermo muerto!-
Olvido lo de su plan, por ahora estaba muy molesto como para tener a ese idiota cerca de el
Camino pisando el suelo molesto
-alto-
Su cuerpo se detuvo
-m-maldición…-
Saru camino hacia este cara a cara
-me alegro de tenerte como amante… eres muy vivo pequeño-
Otra palabra prohibida
Recordarle su estatura
La furia lo invadió y trato de moverse
-shhh-
Lo tranquilizo sin importarle si funciono o no
-estoy aburrido Misaki-
Se acerco a su rostro
-¡!-
Se acerco a sus labios poco a poco pero el oji amarillo logro mover su cabeza a otro lado
-bésame-
Su cabeza regreso hacia frente y se acerco a saru
^ ¡No!^
Le dio un beso y el vampiro lo profundizo
-mmh-
De pronto sintió un líquido de la boca del muerto y se lo paso a este
Se separo rápido, pensó que le había dado un veneno o un sedante
Pero no fue así, sintió un calor insoportable en su cuerpo
Sus piernas empezaron a fallarle
Cada parte de su cuerpo se volvió más sensible y con cada rose de su ropa emitía gemidos
^ ¿Un afrodisiaco?...^
-tiene éxito esa pócima ¿no lo crees Misaki?-
Miro con sorpresa y odio al vampiro
-seré un poco gentil, ni sabias que no deberías ir allí-
Toco su hombro
-¡mmh!-
-este es tu castigo liviano Misaki… para la próxima no seré tan comprensivo contigo-
Lo levanto como un costal y camino a su cuarto
Misaki lo odiaba cada vez más pero su intriga de saber que había dentro del cuarto se volvieron más mayores, pero a la vez pensaba la forma de no ser descubierto por los sirvientes ni mucho menos del mono