-Menuda estupidez estás hablando…tsk-chasqueo con la lengua cierta pelirroja, confrontando al mejor detective de todos los tiempos
-A mí me parece buena idea, sinceramente no veo el inconveniente- dijo por fin, encogido de hombros: L- Es una buena idea para sacar información-finalizó
-¿Pero qué gran hostia te has creído? No es bueno jugar con los sentimientos de alguien, por más asesino en masas que sea- rodó los ojos la pelirroja- Además es un simple sospechoso.
-El fin justifica los medios, Misaki- dijo- solo será por cierto tiempo- se excusó- Además Yagami es muy guapo.
-Si tú y ate le has presentado y te parce muy guapetón, ¡¿Por qué no lo haces tú?! Yo no lo conozco, ni quiero hacerlo, sentiría que te estoy engañando…
-Simplemente no lo hago porque soy hombre, Misaki- suspiró- y además no me estas engañando, porque la idea fue mía.-habló poderoso como siempre- Y para finalizar, tienes que obedecer mis órdenes, yo soy L, estoy a cargo de esta investigación, ¿Quedo claro?
Golpe bajo “mierda”- pensó- “Tiene razón”
Y sin más salió de aquella habitación de aquel lujoso hotel, para dirigirse a la suya. Pensaba, estaba enojada, ¡furiosa!, pero pensaba seriamente en la cosa que el pelinegro le había pedido.
“Quien mierda se cree L para pedirme algo así”
Y pues lo que le pedía aquel ojeroso muchacho, era que Misaki se encontrara con Yagami, formara una amistad con él, después un romance, un noviazgo, y al final enamorarlo.
“Como si fuera tan fácil”
¿Y todo esto para qué? Pues para que ella le pudiera sacar información a Yagami de Kira. Sí. Nada más.
-¿Qué se cree L- dijo Misaki- Si se supone que estoy en tipo de relación con él, ¿cómo se atreve a pedirme eso?
Tocaron la puerta, seguramente alguien de servicio
-Pase-dijo con voz seca- está abierto
-Soy yo Misaki-se apresuró L, acercándose a la chica, esta se encontraba de espaldas- Estas muy molesta, ¿cierto?
Mas ella no contestó
-Vamos, ya, no te enojes-pronunció acariciando su cabello, suavemente- no es como si nos fuéramos a distanciar, seguiremos siendo amigos, y pues nos seguiremos tratando como siempre-explicó el moreno
-Eres un idiota-dijo ella-no te interesan mis sentimientos en lo más mínimo-se volteó para encararlo-Si se supone que estamos en medio de una “relación”-dijo alzando las manos en forma de comillas.
-Ya te dije que esto no va interferir en nada con nosotros-ya empezaba a impacientarse- Sabes que te quiero, Misaki.- le acarició suave la mejilla, luego el mentón, y al final, depositó un suave beso en los labios de aquella hermosa chica.
Cuando se separó, L le dedicó la sonrisa más gatuna que haya podido encontrar.
-Vale, lo haré-dijo sin más ni más-pero luego no te quejes de lo que hago, espero que no te vayas a poner celoso.
-Me pondría celoso si fuésemos novios, Misaki, lo cual, no es así, te lo planteé desde el comienzo de nuestro acercamiento; nuestra relación, por el momento no llegara a nada formal (noviazgo), tú aceptaste, así que, no hay manera de que existan los celos aquí… ¿vale? – le plantó otro beso y se fue.
Dejando a una Misaki, triste y decepcionada… ¿Pero por qué se ponía así? Ella misma lo había aceptado.
Desde un comienzo, ella y Ryuzaki se atraían, desde que comenzaron a trabajar juntos, pero a diferencia del pelinegro, cuando pactaron ser “amigos con derecho a roce”, ella estaba enamorada de él.
Realmente enamorada…
Le quería, y aún más, el detective lo sabía, pero no se inmutaba, ni un poco, parecía que a él solo le importaba el contacto físico, (abrazos, besos, caricias; no habían llegado al sexo)
Cada vez que trataba de decirle sus sentimientos, él se hacia el tonto y cambiaba el tema.
Y ahora lo de Yagami- Mierda-maldijo, no sabía cómo ni cuándo, pero conquistaría a Yagami Light, sacándole la información necesaria para saber de una vex por todas si él era Kira.
Y de paso le picaría el orgullo a L, sí le daría celos.
Por más que L escondiera sus sentimientos, (y vaya que lo hacía muy bien) ella sabía que decía la verdad…
De una u otra manera él tenía cierto cariño hacia ella, pero no quería ni compromisos ni nada serio, a diferencia de Misaki, que moría porque L la aceptara como si “novia oficia”
Y entonces cuando se acercara a ese tal Yagami (que no conocía por las cámaras que habían instalado en su habitación) se tomaría el juego bien en serio.
Si L quería que jugara con Yagami, pues entonces jugaría y lo haría de la mejor manera.
Sacándole a L los celos a flote, ya que por más que lo negara, era humano, y tenía sentimientos, ya había aceptado que quería a Misaki…
Y como el juego que era, L no deseaba perder contra Yagami, ya que después de todo
“A L nunca le había gustado compartir”
Pero lo que ella no sabía, es que, pronto, los tres chicos pronto se encontrarían entrelazando sus destinos y sentimientos.