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Idol. por KeikoHikari

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-         ¡No me está molestando! Deja de hacerte tus propias ideas, estúpido. ¿Estás bien, Suichi? – Se acercó a preguntarle. Tenía el labio inferior sangrando.

-         Sí, estoy bien. Vaya, estoy sangrando, será mejor que vaya a curar esto... Nos vemos después, pequeño. – dijo revolviéndole el pelo, eso me enfureció más. Yo era el único que le decía pequeño a Lyoner. Salió por la puerta por la que había entrado yo.

-         Quiero una explicación – pedí.

-         Hoy es nuestro aniversario, faltan 5 minutos para que este día termine. ¿Puedes esperar un momento? – Salió de allí y enseguida volvió. Se acercó a mí, cogió mi mano y me plantó un sobre. Me hizo un gesto para que lo abriera. Yo hice caso, en el interior estaban los billetes de crucero que había visto por la mañana en su cartera.

-         Esto... Es para un crucero... Pensé que ibas a ir con Suichi... – respondí confuso.

-         Te dije que no te hicieras tus propias ideas. Eres un idiota. – dijo abrazándome. – Lo de Suichi era tan solo para que vinieras. Sabía que cuando te enteraras de que estaba con él, vendrías enseguida. Que poco me he equivocado.

-         Podríais estar haciendo cosas... Además, ¿por qué te estaba lamiendo? Es algo que no puedo comprender...

-         Suichi sabe que adoro las cosquillas, y mi pecho y mi barriga son muy sensibles. Puede que no me creas porque suena estúpido, pero es la verdad.

-         Está bien, pues ahora es mi turno. – Lo empujé a la ducha que había en una esquina cerca de la piscina. La encendí y el agua empezó a caer por nuestros cuerpos.

-         ¡Está helada! – gritó Lyo. Yo reí.

 

Pasé mis manos por su pecho desnudo para quitar todo rastro de saliva de Suichi. Los besos en el cuello lo encendían, lo volvían loco. Seguíamos debajo de la ducha, el agua seguía cayendo. Mis ropas ya estaban mojadas, y los pantalones de Lyo también. Tomé su cuerpo allí mismo después de que nos quitáramos los pantalones y demás. Me gustaba contemplar su cara mientras lo penetraba. Tenía las mismas costumbres de agarrarme de la espalda con las uñas. Habían pasado meses desde la última vez que lo habíamos hecho. Le susurraba su nombre al oído y él sonreía pícaramente. Le pedí que no gimiera fuerte, sabía que Suichi y la otra chica seguían por allí, no querían que en cualquier momento entraran y nos pillaran. Había escogido el peor momento, pero me daba igual, las ganas acumuladas no eran nada buenas. Nuestros cuerpos pronto empezaron a sudar, así que decidí parar y dar un respiro. Yo me tiré a la piscina, ya estaba mojado, ¿que más daba que me tirara ahora? Lyo se terminó de duchar en las duchas y se puso los pantalones y se sentó en el bordillo de la piscina. Su respiración todavía estaba algo agitada, y pronto se acostó en el suelo, dejando sus pies dentro del agua. Estaba cansado pero contento.

-         ¿Estás cansado? – le pregunté saliendo del agua.

-         Para nada, solo estoy exhausto – respondió riendo.

-         Significa lo mismo, estúpido. – Le revolví el pelo, me agaché y le besé en los labios.

-         Estás loco. Sabría desde un principio vendrías a por mí. Nunca dejé de confiar en ti. ¿Qué sería de mí si algún día me faltaras? No quiero pensarlo.

-         Pues no lo pienses. Eso es un tremendo mareo. No lo hagas, ¿vale? Vaya, pero si llevas esa pulsera que te regalé. – dije sacudiendo su muñeca haciendo que la estrella tintineara.

-         Me gusta el sonido que hace, tilín tilín. – dijo riéndose. Yo recogí la camiseta que tenía en el suelo y se la lancé.

-         Vamos, póntela y salgamos de aquí. La chica que hay fuera querrá irse. – Él asintió, yo salí de la sala de la piscina y me acerqué al mostrador donde estaba la chica.

-         El otro chico ya se ha marchado. – anunció.

-         ¿Suichi? Ah, no te preocupes, no lo buscaba a él. – respondí.

-         Disculpe señor, sus ropas están mojadas, si quiere puedo secarla... Podría resfriarse si sale a la calle así.

-         ¿En serio? Me vendría bien secarme un poco, me he caído a la piscina con toda la ropa puesta... – Vaya mentira le acababa de decir, pero como ella no sabía la verdad, ¿qué mas daba?

-         Sígame. – Me llevó a una sala donde habían unos tubos enormes. Enseguida comenzó a salir aire con una fuerza increíble. - ¡Este aire le quitara el agua de la ropa! – gritó la chica.

-         ¡Gracias! – respondí. Puse mi cabeza en uno de los tubos mientras sacudía mi pelo para secarlo. Después me quité la camiseta y la puse cerca del aire para que se secara antes, la chica me miraba embobada. Me costó un poco más secar mis pantalones, ya que eran vaqueros.

-         ¿H-Ha terminado? – Me miraba enrojecida, quizá se habría enamorado de mi cuerpo cuando me quité los pantalones para secarlos. No me daba vergüenza quitarme la ropa delante de una mujer, no era la primera vez que lo hacía.

-         Sí, ya he terminado. Esos tubos son realmente útiles y rápidos. No había visto nada igual antes. – dije fascinado.

-         S-Sí, lo dice mucha gente... – añadió la chica.

-         ¿Nos vamos? – preguntó Lyo que aparecía por el fondo. – Ya estoy listo...

-         Claro, vámonos. Muchas gracias señorita – Le apunté mi número en un papel. – Si tienes problemas con su jefe, llámeme.

-         P-Pero el otro chico ha dicho que no había problemas con esto... No reportará nada... No me hace falta su número.

-         Quédatelo por si quieres charlar conmigo algún día. Este de aquí es Lyoner, yo ya me he presentado antes. Gracias por todo. – agradecí con una sonrisa en mi boca.

-         ¡Te conozco! Adoro tu música, eres de Rock Star, tu último concierto fue increíble, parecía que os besabais de verdad. Esa noche subió mucho mi adrenalina y eso... No sé porqué estoy diciendo esto...  – dijo la chica.

-         No pasa nada, bueno, nos tenemos que ir. Ya sabes, si quieres algo, una llamada y ya está. Hasta otro día, lady. – me despedí sacudiendo mi mano y Lyo también.

 

Esa noche dormimos cada uno en su casa, Lyo en el hotel y yo en mi casa. Según había leído en los billetes, el crucero salía en una semana. Era un barco lujoso, seguramente no había sido nada barato. Querría estar a la altura de la pulsera tan bonita que le regalé hace tiempo. El crucero iba a unas islas donde siempre reinaba la fiesta, las islas Maldivas. Todo el mundo iba allí a pasárselo bien y a disfrutar de la música. Era algo que a Lyo le gustaba, música y bailar. Seguro que él disfrutaría más que yo de la estancia allí.

A la mañana siguiente se lo conté todo a Allen, tan solo respondió con una risa y diciendo que con mi vida podía escribir libros toda la vida, de todo lo que me pasaba.

Y como una estrella fugaz los 7 días que me separaban de mi viaje, volaron. Y ya estábamos en el día. Hice mi maleta con mucha ansia y en cuestión de minuto tenía a Lyo en mi puerta, con sus gafas de sol oscuras y molonas. Unas ropas que no llamaban la atención y con su gorro de la sudadera puesto para no llamar a la atención. Me hizo un gesto para irnos y yo le seguí. Allen quiso quedarse en casa por mucho que le dijera que tenía el día libre. Lyo me dijo que Suichi y Hiro también se venían porque habían cogido otras habitaciones. Estaba claro, no nos iban a dejar tranquilos.

El barco era bonito, muy bien decorado, muy grande. Generalmente me gustó. Podría ser aun mejor si Hiro y Suichi no me quitaran a Lyo de mi lado para alejarlo de mí. Lo hacían a propósito y eso me enfadaba. Todos íbamos de incógnito y no llamábamos la atención. Hiro y Suichi abrazaban a Lyoner constantemente, le revolvían el pelo, hasta incluso le daban cachetadas en el trasero de vez en cuando; parecía que lo hacían a propósito, y más que parecerlo, estaba seguro de que era a propósito. Si querían guerra la iban a tener. No lo quise besar, ya que alguien nos podría pillar in fraganti, y eso no nos ayudaría.

En la tarde fui al jacuzzi, y después una chica majísima me dio un buen masaje que me dejó como nuevo, no le comenté nada a Lyo de que me iba, él estaba lo suficientemente ocupado divirtiéndose con sus amigos. Ahora era mi turno de poner celoso a Lyo, no iba a ser el único que se lo pasara bien. Esa noche iba a tener una ‘cita’ con mi masajista. Esto se iba a poner interesante.

Notas finales:

¡No os olvidéis del REVIEW! ;)

Nos vemos en el próximo capi ^^


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