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Idol. por KeikoHikari

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Notas del capitulo:

Lectores, como compensación por haber estado 9 o 10 días sin subir nada por culpa de mi crucero por el Mediterráneo os compensaré subiendo un capítulo de Zation y de Idol y mañana uno de Guadianes porque no me ha dado tiempo a terminarlo. Espero que me disculpéis. He seguido con el trabajo mientras estaba en el barco ^^

Un beso!

- Keiko.

-         ¿Estás lista, Kate? – pregunté tendiéndole mi mano.

-         No debería de hacer esto... Trabajo en este barco...

-         No te preocupes, tan solo vamos a cenar para agradecerte lo bien que has hecho tu trabajo conmigo. – Aun que la verdad es que tan solo quería poner celoso a Lyo y Kate era perfecta. Era inglesa, sus ojos eran azules y su pelo, liso y largo, de color castaño casi rubio. – Que vestido más bonito, vamos, sal del camarote, estás preciosa.

-         Tú también estás muy guapo. – Yo tan solo llevaba unos pantalones en color beige, una camisa blanca y encima un jersey de manga larga de color púrpura. Siempre llevaba las mangas remangadas por el codo, y dejaba ver en mi muñeca una pulsera de cuero fina que me había regalado Allen hacía ya tiempo. Llevaba mi collar con la placa de plata que siempre portaba; también unas gafas, sin graduar, con una montura negra, sin graduar, me hacían tener un aspecto más inteligente y sexy.

-         Gracias. Bueno, ¿vamos? – Ella agarró mi mano y la llevé a uno de los restaurantes que habían por allí. No tomemos nada muy caro, tan solo algo normal. No vi a Lyo en todo ese tiempo hasta que me di la vuelta y lo vi en la hamburguesería de en frente, cenando con Suichi y Hiro. No paraban de reírse. ‘Diviértete Lyo, después no vengas arrastrándote’ pensé.

-         Oye, ¿te ocurre algo, Mike? – preguntó Kate. Le había mentido sobre mi identidad a Kate, no quería que nadie me descubriera, para ella me llamaba Mike y era abogado.

-         E-Eh, no, no pasa nada, me he quedado embobado, tan solo eso. Lo siento... ¿Has terminado de cenar, Kate? – Respondió asintiendo.

 

Después la llevé a una heladería, me había dicho que el chocolate la volvía loca, igual que a mí. Lyo se fijó en mi cuando pasamos cerca de ellos. Él se levantó de la mesa sorprendido y no dejaba de mirarme, yo tan solo le sonreía. Durante la heladería no me quitó el ojo de encima. Para hacerle rabiar, de vez en cuando le acariciaba la cara o el pelo, como hacía con Lyo antes de besarle. Ella me daba de su helado y yo del mío. Para terminar me condujo hasta unas tumbonas que habían alrededor de la piscina en la cubierta. El cielo era inmensamente bonito. Yo me acosté es una de ellas, Kate se sentó en otra a mi lado. A los cinco minutos de hablar, se sentó en mis piernas, sabía que como siguiera cerca de mí, iba a pasarme... Puso sus manos en mi abdomen y apretó, después cruzó una pierna sobre mí, ahora tenía sus piernas rodeando mi cadera y su trasero en mi miembro. ¿Me estaba provocando? Me explicó que, lo que estaba haciendo, servía para bajar la comida antes. Pero yo me quejaba cuando apretaba fuerte y después reía.

-         Tienes un abdomen fuerte. – repetía.

-         Me gusta cuidarme. Tú también te cuidas muy bien por lo que veo, no parece que tengas nada de grasa en tu cuerpo. – Sabía aquello porque la tenía agarrada de la cintura y observaba sus músculos al tensarse, por eso lo deduje.

-          Has tenido suerte de que me dejaran escaparme por un ratito. No suelen dejar mucho tiempo libre a los empleados. Aun que en este barco somos mas de 800 empleados...

-         Entiendo... ¿No te has mareado nunca, Kate? Yo nunca había montado antes en un barco hasta que mi pareja me invitó... – dije convencido.

-         ¿Tu novia te ha invitado? Que suerte... Casi todas las personas que hay aquí son parejas que se van de luna de miel. ¿Tú también estás de luna de miel? – preguntó interesada en el tema.

-         Esto... S-Sí, o sea, no es una luna de miel, tan solo es un viaje, pero me ha abandonado, está de tiendas con una amiga. – No podía plantearme el decirle que mi pareja no era una chica, si no, un chico. Sabía que si se lo decía me trataría de peor forma. La sociedad es cruel con los homosexuales.

-         A las mujeres nos encanta ir de tiendas. Este barco tiene muchas tiendas en la planta 6, sobretodo de ropa. Los hombres también tenéis salas de videojuegos, como las cartas o el póker, pero tú eres aparentemente joven, puedes visitar la discoteca, en la planta 8. – me aconsejó.

-         Si alguien no viene a bailar conmigo, me aburro allí. ¿Quieres bailar conmigo? – Maldita pregunta le hice.

 

Llevaba unas horas a bordo, pero todavía no me acostumbraba a andar por cubierta sin ladearme. Me mareaba, mis ojos me perdían y tenía que pararme en seco varias veces, aunque intenté no hacer eso delante de Kate. Faltaba poco tiempo para que ella volviera al trabajo, así que aprovechamos el tiempo.

Al llegar allí lo primero que vi fue a Hiro y Suichi y deduje que Lyoner estaría muy cerca y efectivamente estaba pidiendo unas copas para ellos. No recordaba que Lyoner bebiera alcohol, pero esta era una ocasión muy buena para ponerle celoso. Al principio ella y yo bailábamos separados, pero en cuestión de segundos puso sus manos en mi cintura y comencemos a bailar pegados. ‘Me lo he pasado muy bien’ me susurraba constantemente. Cuando ya no nos aguantaban más las piernas nos sentamos en unos sofás que había en la misma sala. Yo no bebí mucho alcohol, pero aun así estaba un poco mareado, estaba seguro de que era por el barco, que me mareaba al mínimo movimiento o cambio. Ella había bebido más que yo. La hora para que ella se retirara para descansar un poco antes de empezar a trabajar se iba acercando cada vez más. Nos echemos un último bailecito, y al ser una canción sensual, sin ir más lejos yo le acariciaba la espalda sin pasarme de la raya establecida antes de los glúteos. En cuanto me despisté ella estaba en mis labios. ¿Cómo se me había escapado la situación de las manos tan rápido? Quizá Kate lo comprendiera todo mal, o que el alcohol hiciera su efecto. Mientras ella curioseaba en mis labios, yo le eché una mirada a la mesa de Lyoner, y él... Él estaba mirándome, perplejo, perdido. Su reacción fue aún peor. Se levantó, Suichi hizo lo mismo que él y entonces Lyo le cogió del pelo y le besó también. ¿Qué era aquello? ¿Me estaba retando? Pero yo no había tenido culpa de que Kate me besara, o al menos eso pensaba yo. Mi cuerpo me pesaba, estaba comenzando a sentirme cansado y decidí retirarme, al igual que Kate, pero por caminos diferentes. Yo buscaba mi suite, ella su camarote. Yo tenía la tarjeta para entrar a mi suite, y Lyo tenía otra, no había ningún problema. Me duché, me acosté y sin darme cuenta, me dormí.

Amaneció, yo desperté seguro de que encontraría a Lyo a mi lado en la cama, pero, no estaba allí. No había entrado al camarote en toda la noche, estaba como yo la había dejado la noche anterior. Tenía una ligera idea de dónde podía estar.  Me puedo apostar lo que quieras a que estaba con sus amiguitos.

Él no iba a venir a preguntar sobre lo que había pasado con la noche anterior, así que, después de desayunar fui a recepción a preguntar por la habitación donde se hospedaban Hiro y Suichi. Sabía que ellos no habían utilizado sus nombres reales, Lyoner tampoco, él había puesto ‘RSL’: Rock Star Lyoner. Ellos habían hecho lo mismo, porque había una habitación a un tal ‘RSHyS’: Rock Star Hiro y Suichi. El camarote 2078 era la de ellos, 37 habitaciones más adelante que la nuestra. Fui allí, y Lyo, en ropa interior me abrió la puerta.

-         ¿Qué quieres? – preguntó con un tono serio.

-         No te pega ese tono de voz, tú no eres así. ¿Por qué vas sin ropa? Quiero decir, en ropa interior. – intenté sacarle la verdad.

-         ¿Quién era la chica de ayer? – preguntó cabizbajo.

-         Una amiga.

-         ¡Mentira! ¿Me estás siendo infiel?

-         Sabes que yo nunca haría eso. ¿Por qué sales con eso ahora? ¿Por qué te dan tantos mimos? ¿Por qué tengo que observar cómo te tocan? No lo soporto...

-         Yuuto...

-         Pensé que era fanservice pero aquí no tienes fans... Solo era eso... Quería saber dónde te encontrabas... – dije dándole la espalda. Cuando fui a dar un paso adelante, me agarró de la camiseta.

-         L-Lo siento – tartamudeó.

-         Ven aquí, idiota – dije abrazándolo. Al momento salió Suichi y nos vio justamente cuando iba dispuesto a besarlo. Pero para cabrearlo, puse mis manos en el trasero de Lyoner cuando solía ponerlas en su cintura. Vi la cara de enfado de Suichi, pero se quedó observándome y sonrió con una sonrisa pícara.

-         Vaya, vaya, que reconciliación más cutre... Pequeño, Hiro te llama – Entonces Lyo se metió a la habitación. – Tú, escritor, no creas que te lo tienes ganado, no te lo vas a llevar. Definitivamente, ¡no te lo daremos! – exclamó con un portazo.

-         Está bien, no me lo des, ya te lo quitaré  yo, tan solo espera un tiempo – murmuré.

Notas finales:

Espero que os haya gustado este capítulo de esta agradable pareja!

Nos vemos en el próximo ;D

- Keiko.


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