Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Idol. por KeikoHikari

[Reviews - 46]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Él no dudó, corrió hacia mí como un lobo cuando ve una presa fácil. Se abalanzó, agarrándose a mi cintura. Yo notaba el temblor de su cuerpo, estaba tan nervioso. Yo, aun así, me mostré frío, no saqué mis manos de los bolsillos para abrazarle. No quería cambiar de idea, ya había escogido dejarlo marchar, por muy difícil que se me hiciera.

Apretaba su cuerpo contra el mío cada vez más, no quería que me moviera de allí. Su cabeza estaba apoyada en mi pecho, lloraba sin parar. Me percaté de que no había estado comiendo bien, estaba más delgado de lo normal, también me fijé en que el color de su pelo había vuelto a ser el que era.

-         Dime... – dije al fin-..., ¿has estado comiendo bien? – Se secó las lágrimas y me respondió.

-         Dejé de comer después de aquella llamada... Me pasaba las horas llorando, culpándome a mí mismo de lo que había pasado...

-         No fue culpa tuya, deja de hecharte las culpas, lo único que consigues con eso es herirte más.

-         Entonces, ¿por qué Yuuto?! ¡¿Por qué?! – preguntó mirándome a los ojos.

-         No vuelvas a lo mismo Lyoner... Ya te lo expliqué... – Me miraba esperando algo, unas ojeras terribles bañaban esos ojos azules que tanto me gustaban. - Tampoco has podido dormir bien, ¿verdad?

-         Pues no, pero tú tampoco parece que hayas disfrutado de las noches, también tienes ojeras. Además, no te lo he dicho, pero estás más delgado. – respondió.

-         B-Bueno... Es cierto, me ha pasado lo mismo que a ti. – Él sonrió ante mis palabras. Cuanto tiempo había pasado desde la última vez que lo había visto sonreír...

-         No hueles a ti. – susurró.

-         No he estado viviendo en casa por estas últimas semanas, es normal... – Después de todo lo que había pasado en el tiempo separados, estábamos teniendo una conversación totalmente normal. Comprendí que no estaba haciendo nada para bien. – He oído que estás tomando pastillas depresivas, ¿eso es verdad?

-         Lo es, las estoy tomando, me hacen dejar de pensar en ti por unas horas... Pero todo me recuerda a ti,..., este barrio, Suichi, el hotel, mi habitación... No había nada que no me haga recordarte.

-         Yo solo quería que me olvidaras, no te proporciono nada bueno Lyoner, es mejor que estemos separados... – Retrocedí, alejándome de él. - Tendría que haberme ido por otro camino... Lo siento, yo...

-         Estás equivocado, eres lo único que me hace seguir adelante cada día, ¿por qué ibas a ser algo malo para mí? Tan solo quería estar contigo, pusiste mi vida en orden y te lo llevaste todo cuando me dejaste. No te puedes hacer una idea de lo que lloré, ya no había nada que te quitara de mi cabeza. Estoy enganchado a ti, eres mi droga, y si tú desapareces de mi lado, yo..., no puedo vivir. – Agachó la cabeza, dispuesto a volver a llorar, pero esta vez no iba a permitirlo, me lancé hacia él, agarré su cuerpo con fuerza.

-         Como vuelvas a llorar me marcharé, ¿entendido? – advertí. Simplemente quería que no llorara, me dolía mucho verlo así.

-         ¡No, no! No lloraré, vale, eso haré... – Yo reí ante su gran esfuerzo. –

-         Tan solo quiero decirte que lo siento, quería lo mejor para ti, pero lo único que he conseguido ha sido empeorar la cosas. Pensaba que te molestaba, que era una piedra en tu camino. Con este tiempo me he dado cuenta de que sin ti y sin Allen mi vida se desmorona.

-         Entonces.., ¿me lo puedo tomar como nuestra reconciliación? – preguntó sonriendo. Yo me apoyé sobre una rodilla y le besé la mano. - ¿¡Qué estás haciendo!? ¡Esto es vergonzoso! – susurró.

-         Lyoner, ¿perdonas a este estúpido escritor por todo el sufrimiento de estas tres últimas semanas?

-         Sí, sí, te perdono, ¡pero levántate! Es muy vergonzoso... Si alguien te viera así...

-         Es una ocasión especial, y lo que acabo de hacer se te quedará grabado para siempre por la vergüenza que acabas de pasar. – respondí riéndome.

-         ¡Yo sé lo que hará que este día no se me olvide! Sígueme. – Me cogió de la mano y me arrastró hasta un campo abierto.

-         Esto es...

-         Así es, aquí es donde nos conocimos. El primer concierto que di en esta ciudad, en el cual se te cayeron las llaves y que no te diste cuenta.

-         Es verdad, no me di cuenta hasta que llegué a casa, Allen me abrió la puerta. Tampoco fue un problema...

-         Parece como si estuviera viendo el concierto ahora mismo, con todo el público por aquí, Hiro justo ahí y Suichi detrás de mí... Que nostalgia... Realmente, fue el mejor concierto que hemos dado en todo el tiempo que Rock Star tiene. Recuerdo que después del concierto estuve pendiente de las llaves, la curiosidad se apoderó de mi mente, claro que después de ver que eras tú, la curiosidad se transformó extrañamente en ganas de pagarte.

-         ¿Cómo que ganas de pegarme? – pregunté extrañado.

-         ¡Que es broma! – De un salto se subió a mi espalda y se agarró como un koala. – Estoy muy contento de volver a estar aquí contigo. - Y después de terminar de hablar me mordió la oreja, un escalofrío recorrió mi espalda. - Tienes ganas de jugar, ¿eh?

-         Hace tanto tiempo... – lamió mi nuca – que no me mimas, estoy falto de mimos Yuuto.

-         Nadie me gana en esto y lo sabes – pronuncié dándole un pellizco en el trasero.

-         ¡O-Oye no me pellizques! Eso es jugar sucio. – Se bajó de mi espalda, lo cogí del brazo y lo tumbé en la hierba.  – A-Aquí no Yuuto, está atardeciendo... Nngh, nos puede ver la gente, q-que pase...

-         Vamos relájate, no te preocupes, por aquí no pasa nadie, y más ahora... – Fui dándole besos a lo largo del pecho.

-         Está empezando a hacer frío, ¡achís!

-         ¡Oh, venga ya! Que quejica eres... – Cogí a Lyo y lo subí a mi hombro, así lo transporté a mi casa mientras iba quejándose por el camino.

 

Le hice tomar una ducha de agua caliente, también le di una taza de chocolate. Al poco tiempo se quedó durmiendo. Allen me dijo que tenía que empezar ya con el trabajo, y pensé que era el mejor momento para comenzar a escribir una novela con una historia similar a la nuestra. Sin preguntarle, se quedó a dormir en mi casa toda la noche. Si lo llegaba a despertar, no se volvería a dormir en toda la noche. Lo llevé a mi cama y le tapé con la manta. Yo seguí con el trabajo hasta altas horas de la noche. Cuando noté el cansancio en mis ojos, apagué el ordenador y me metí en la cama, me abracé a Lyo y me dormí. A la mañana siguiente, el móvil de Lyoner nos despertó a los dos, él se levantó gritando del susto al sonar aquel cacharro.

-         ¡Ah! ¿Q-Qué hora es? ¿Las ocho de la mañana y ya me está llamando alguien?

-         Oh dios, apaga ese bicho ya, me está poniendo nervioso – advertí.

-         Pero si es Suichi... ¿Y ahora qué le digo?

-         Apaga el móvil, así no tendrás que responderle, ya está problema resuelto, ahora, ¡apágalo! – exclamé poniéndome un cojín en la cabeza.

-         ¡Achís! Juraría que anoche me puse la camiseta para dormir... Recuerdo que tenía frío... – De repente se cayó, me quité el cojín de la cara y vi que me estaba mirando con mirada de culpabilidad, seguramente porque yo tampoco llevaba la camiseta puesta.

-         ¿Por qué me miras así? – pregunté sentándome en la cama.

-         Yuuto, ¿qué se supone que me has hecho mientras estaba dormido?

-         Anoche tenía frío, y te había quedado toda la manta para ti solo, así que te quité la camiseta y te pegué a mí...

-         ¿Qué has hecho qué? ¡Por tu culpa me he resfriado!

-         No es mi culpa que te quedaras durmiendo aquí... Aun encima de que me preocupé por ti...

-         Ya no sé lo que voy a hacer contigo... Después me ocupo de ti ahora tengo que responder al móvil... ¿Suichi? Sí, lo siento, me quedé a dormir en casa de mis padres... ¿Dónde? ¿En casa de Yuuto? ¿Por qué? ¡Para nada! ¿Cómo voy a estar en casa de él?

-         Oye dile la verdad... – interrumpí. Él me mandó callar. – Te lo estoy diciendo en serio, dile que estás- Me tiró un cojín en toda la cara y así me callé.

-         Lo siento, es que mi primo no se calla, ¿decías? ¿La presentación? ¡Ah sí! Ya recuerdo...  ¿En mi casa? ¿Ahora? Yo... ¡Ya voy! – colgó el teléfono y me miró con cara de asesino. – Si por tu culpa se llega a enterar de que estoy aquí, te juro que...

-         Lyoner, su amigo está aquí. – interrumpió Allen. Y ahora me tocaba pelear a mí con Suichi, lo que me faltaba...

 

Notas finales:

¡Review! ¡Review! Ya sabéis lo que quiero Jajajaj


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).