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El Cuartel del Metal por HitchNoDanna

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Notas del capitulo:

Hola, hola! Regresé, b*tches! ._. Okay, no. Como expliqué en el aviso que publiqué hace un tiempo, por problemas personales, familiares y hasta escolares, estaba entre si me retiraba momentánea o definitivamente del fanfiction, y ¿saben qué? Decidí no abandonar mis historias, aunque me tome más tiempo actualizarlas y terminarlas. Chance y esperaban un regreso no sé… más pomposo, pero la verdad sería bastante exagerado. Como sea, de antemano gracias a quienes, a sabiendas de esto, siguieron leyendo, comentando y/o agregando a favoritos. Significa mucho para mí que me apoyen. Por cierto, el 9 de abril cumplió dos años de que lo publiqué ¡Yay!


Notas preliminares: Bueno, pues después de casi tres meses de ausencia, les traigo la entrega número cincuenta de esta historia. Estará un poco más enfocada en Egoísta, pero se seguirán mencionando a las demás parejas y la única chica protagonista.


Disclaymer: Los personajes de Junjou Romantica, bandas, canciones, marcas registradas, etc., son de sus respectivos autores. Únicamente me pertenecen el fic y otras cosas de mi invención

Capítulo 50: Se acaban las vacaciones… pero no los problemas – Parte II


Mientras los demás integrantes de Exilieth iban rumbo a la universidad, su primer guitarrista intentaba por sexta vez ponerse la corbata magenta que acompañaría su traje negro.


—¡Rayos! —soltó en un suspiro— Aramis no danna me enseñó de todo, menos a atarme una simple corbata.

—¿Qué esperabas? A leguas se nota que el tipo nunca usó un traje.

—¡Usagi-san!


En efecto quien interrumpía su soliloquio era cierto escritor, que se auto-invitaba al cuarto de su inquilino.


—Déjame ayudarte —dijo éste, más como una orden que como una petición.


Se posicionó tras el guitarrista y desató el accesorio para volverlo a poner.


—¿Por qué magenta? —inquirió, a sabiendas de que Misaki jamás usaba ese tipo de colores.

—Bueno, lo que pasa es que hoy se hará la ceremonia de bienvenida para los de nuevo ingreso, y como Taru-san se transfirió recientemente… bueno…


No necesitó de más explicación para deducir que el color aludía al de los ojos de la vocalista de Exilieth y su rival en el amor. Un aura negra lo rodeó y como rayo le quitó el accesorio para lanzarlo a cualquier parte. Inmediatamente sus manos se escabulleron bajo la camisa gris oscuro y el pantalón negro, y su boca recorría ávidamente la suave piel del cuello del menor. Obviamente el guitarrista dio tanta pelea como pudo, pero desde el principio tenía las de perder, así que lentamente fue cediendo a los besos y caricias del peliplata.


"Aramis no danna… por amor a Steve Harris (1) y Cliff Burton ¡Sáqueme de aquí!"


En tanto Shinobu ya había llegado a Mitsuhashi y ahora tomaba asiento junto a su amigo, y también fundador de Exilieth, Shinnosuke. Éste último seguía bajo el árbol.


—¿Dónde es la fiesta o qué? ¿Por qué no me invitaste? —espetó burlonamente el baterista, a manera de saludo.

—¿Esto? —el castaño se señaló a sí mismo. Shinobu asintió con la cabeza— Ah, see. Saliendo de aquí debo ir al bufete con mi mamá.

Neta ya ni me acordaba.


En efecto la habitual playera negra sin mangas, la camisa holgada de manga corta color verde militar, la bermuda café de muchos bolsillos, los tenis negros con agujetas rojas, y la mochila de lona negra repleta de agujeros y pines (2) de bandas de metal, videojuegos y otras cosas, fueron remplazados por un traje corte moderno de color gris, camisa blanca, zapatos italianos color café, corbata color arena con detalles dorados, y maletín de piel café. Asimismo se recortó y peinó un poco el pelo, y los tatuajes que simulaban pulseras estaban bien camuflados bajo un reloj muy fino y una esclava de plata. Aquella vestimenta resaltaba notablemente sus ojos ámbar (3).


—Te ves raro.

—Lo sé. Debiste ver la cara de Sumi, casi-casi me decía: ¡¿Quién eres tú y qué le hiciste al verdadero Shinnosuke?!

—¡¿Le hablaste a ese?! —inquirió el ojigris con molestia.

—Vamos, hombre —el castaño le daba un par de palmadas en el hombro—… No puedes odiarlo para siempre, sabes que tuvo sus razones para dejar la banda.


Shinobu iba a increpar algo, pero el chirrido de los neumáticos de cierto automóvil rojo se lo impidió. Como casi siempre de este bajaba el guitarrista novato, quien ahora lucía un traje negro y una corbata violeta con detalles plateados. Aunque ya no les sorprendía que el mismo Usami Akihiko-sensei viniera a dejar al novato, sí era raro ver al menor vestido formalmente.


—En serio ¿Dónde es la fiesta y por qué no me invitaron?


Estaban a punto de llamarlo para que se uniera a ellos, pero otro chirrido se los impidió. Esta vez se trataba de una motocicleta. Como era la primera vez que una de esas se aparecía por ahí, inevitablemente llamó la atención de todos los estudiantes que se encontraban alrededor.


—¿Por qué tanto alboroto?

—Seguro es alguien nuevo.

—¡Miren, es una chica!

—¡Es muy linda!

—¿Y ese será su novio? —se oían los cuchicheos.

—Por amor a Jashin, no puede ser —murmuró el baterista al identificar a…

—¡Aramis no danna! ¡Taru-san!


…las dos personas que menos quería ver en estos momentos.


—¡Misa-chan!


La única mujer de Exilieth bajó de la motocicleta, sin importarle perder el porte que el vestido blanco tipo gabardina, el bolso y los tacones rojos la obligaban a llevar, y pegó la carrera para lanzársele al primer guitarrista y abrazarlo efusivamente.


—¡Te extrañé tanto!

—¡Vamos! Sólo fueron tres días —el castañito le daba algunas palmaditas en la espalda.


Akihiko ya traía consigo su típica aura amenazante, y ya estaba por ir y apartar a la vocalista de su adoración, pero una mano sobre su hombro se lo impidió.


—Déjalos, Usami-san —era Aramis—. Es necesario.

—Sí, claro —murmuró el escritor, con ironía.

—Como sea ¿No es emocionante? Juntos tú y yo en todas las clases, todos los días —decía ella— Bueno, menos en Literatura puesto que tú ya la cursaste, pero… ¡Juntos en todas las demás!

—¡Lo sé! Imagina cuántas cosas haremos juntos —respondía el menor, igual de entusiasta que la pelinegra.

—Ah, harían una linda pareja —soltó el mayor despreocupadamente— Digo, se conocen desde peques y siempre fueron muy unidos ¿Por qué no?


"Porque Misaki ya es mío" respondió internamente el peliplata "…y de nadie más"


—Además… Misaki ya se le declaró alguna vez. Chance y lo haga de nuevo… después de todo aún es joven y puede recapacitar.


No se necesitaba ser un genio para saber lo que aquellas últimas palabras entonadas con cierto cinismo significaban. Inevitablemente el escritor frunció el ceño y chasqueó los dientes disimuladamente, pero antes de poder refutar la premisa de Aramis, la alarma que anunciaba el inicio de clases obligó a todo mundo a movilizarse.


—¡Vámonos, Misa-chan! La ceremonia ya va a empezar.

—¡Hai!

—¡Nos vemos, Aramis-san!

—¡Adiós Aramis no danna! ¡Adiós Usag… digo, Usami-san!

—¡Nos vemos al rato, niños! ¡Échenle ganas!

—¡Hai!


Sin embargo esta vez Akihiko fue demasiado lento para reaccionar, por lo que nada pudo hacer para impedir que Hotaru y Misaki salieran huyendo tomados de la mano.


—¡Qué acosadora! —espetó el baterista, quien también se retiraba junto con su amigo— Ni en la escuela lo va a dejar de j*der.

—¿De verdad la detestas tanto? —inquirió el bajista con tono divertido.

—¡Pfff! Quién no la va a detestar siendo tan temperamental.

—La neta te lo tomas muy personal.

—Como sea, ya vámonos.

—Como digas.


En tanto, cerca de la Facultad de Medicina, el segundo guitarrista de Exilieth avanzaba a paso apacible, contagiando a más de uno con su eterna sonrisa y su mirada soñadora. ¡Y no era para menos! Éste era su primer día de clases luego de permanecer dos años fuera por un estúpido error, y obviamente esta segunda oportunidad lo llenaba de expectativas e ilusiones, que incluían el estar a la altura de su amado Hiro-san.


—¡Auch!


En esas cavilaciones estaba cuando sintió algo chocando contra él. Parpadeó un par de veces para espabilarse, topándose así con una bonita mujer de unos 23 años, de cabellera larga y roja como fuego, estatura pequeña y un poquito pasada de peso, tez clara y un poco cansada, así como un par de ojos azules que se le hacían familiares.


—Lo siento mucho —se excusó y la ayudó a levantarse— ¿No te hiciste daño?

—Bueno... sólo fue la impresión. Estoy bien, gracias.

—¿Segura?

—Sí, no es nada. Se me había perdido mi cel y volví por él ¿Lo has visto?


Antes de dar cualquier negativa, el tono de un aparato se dejó oír en alguna parte de la acera, y eventualmente la chica lo reconoció.


—Parece que aquí está —Nowaki se agachó para tomarlo y entregárselo—. Aquí tienes.

—Gracias.


Después de ese pequeño incidente, el guitarrista siguió su camino hasta llegar a la Facultad. Si bien era cierto que tuvo que acudir previamente a realizar los trámites correspondientes, eso no le impidió esbozar una sonrisa cargada de nostalgia al cruzar el umbral por el que había pasado por última vez hace dos años. En cuanto se supo dentro, el corazón le latió con mucha más fuerza, y la emoción propia del primer día se le atoraba en la garganta tanto que podría morir de felicidad.


—Oigan ¿Ese tipo no es Nowaki?

—¿Hablas de Kusama Nowaki?

—Él mismo.

—Oye sí ¿Qué hace aquí? ¿No lo corrieron por lo de esa fiesta?

—Seguro alguien de muy arriba le hizo el paro (4).

—O recibió un soborno ¿no creen?

—¡Por favor! El tipo toca en ese cuchitril... ¿Cómo se llama?... mmmm... ¡El Cuartel del Metal! Obvio que no gana tanto para pagar un soborno.

—Como sea, ya está aquí otra vez.

—Qué mal. De por sí la escuela perdió prestigio por lo de la fiesta esa, y se les ocurre dejarlo regresar.


Pero, como todo en la vida, aquellos inocentes sentimientos fueron opacados por los murmullos desdeñosos de aquellos que no soportaban ver la felicidad ajena.


—¡Hey, Nowaki! Deja de perder el tiempo oyendo su perorata y entra de una vez.


Agradecía de sobremanera aquél regaño paternal de quien lo ayudó a volver: el Doctor Motozöwa Toshiro, Jefe del Departamento de Inmunología, mentor y amigo suyo en antaño. Viró la vista, topándose con el antes mencionado, quien probablemente andaría por los cincuenta. Sonrió ampliamente, y luego de un breve intercambio de palabras, ingresó al auditorio, donde le esperaba una ceremonia de apertura de cursos.


En tanto, en otro lugar, cierto profesor de Literatura estaba como alma que lleva el diablo ¡Y no era para menos! Se había levantado tarde para su primer día de clases a una nueva generación; se demoró más de la cuenta buscando unos papeles cuya ubicación había olvidado; justo unos segundos antes de partir, a su madre se le ocurría llamarle y reclamarle por no visitarla tan seguido; y para colmo el tren se detuvo por unos minutos, debido a una falla. Sin embargo su verdadero martirio era aquél sueño. Si bien era cierto que algunos detalles variaban, el sueño en sí era el mismo: él siendo embestido por Akio Kusama, como si no hubiera mañana, mientras éste repetía incesantemente el mismo nombre, Hiruko. Lo peor de eso era que, al despertar, las sensaciones eran tan vívidas que en más de una ocasión se vio tentado a llamar al Caballero Zafiro para que le ayudara con su problema. No obstante tenía un orgullo qué mantener.


"Además no voy a verlo todos los días. Ni siquiera trabajamos en el mismo lugar. Sólo me estoy ahogando en un vaso de agua"


Convenciéndose con ésta premisa llegó hasta el auditorio de Mitsuhashi. Agradecía de sobremanera que apenas estuviera empezando la ceremonia de apertura de cursos. Se incorporó rápidamente con los demás docentes. El Decano Takatsuki ya concluía su discurso y ahora venía la presentación de profesores. Según el protocolo, la presentación se hacía por Departamentos, y las realizaban los jefes de cada uno. Primero vino el Departamento de Literatura, por ser el de mayor antigüedad. Como cada año, Miyagi daba unas breves palabras de bienvenida y los presentaba a ambos. Luego siguieron los otros Departamentos. Mientras esto sucedía, el celular del castaño empezó a vibrar. Bufó disimuladamente, pensando que de nuevo sería su madre, y lo dejó sin contestar.


"Ya se aburrirá de esperar"


Pero la vibración tan insistente mermaba su paciencia. Sin embargo, cuando pretendía colgar, ésta cesó...


"¡Al fin!"


...para dar una última vibración más corta. Con una gran venita en la cabeza, sacó su móvil, dispuesto a decirle a su madre que no le llamara cuando estaba en medio de algo importante, pero no se esperaba toparse con una llamada perdida y un mensaje del mismo Akio Kusama.


»¡Hola!«


Aquella única línea acompañada por un emoticono de guiño le sacó un tic en el ojo. Sin embargo tuvo que contar hasta diez y respirar. Además ya faltaba poco para que terminara la presentación.


"Eso es... cálmate, ya no puede empeorar... Repite: ya no puede empeorar, ya no puede empeorar, ya no puede empeorar..."


—Por último, y no menos importante, éste año se une al Departamento de Lenguas Extranjeras (5) el Maestro en Ciencias (6) Kusama Akio, quien impartirá Inglés, Francés, Alemán y Ruso a primer y segundo año de las carreras de Economía, Derecho…


"¡Car*jo!"


Sí, había tentado su suerte una vez más. Los minutos transcurrían lentos, pero al fin la ceremonia concluía y la audiencia empezaba a dispersarse. Salió presurosamente en compañía de Miyagi, esperando no toparse con el ex segundo guitarrista. En cuanto llegó a su oficina y se sintió seguro, tomó lo necesario para dar su primera clase.


—Nee, Kamijou-kun ¿Por qué esa cara? Pareciera que viste a un fantasma.

—¡Qué fantasma ni qué ocho cuartos! ¡Apresúrese o va a llegar tarde!

—¡Oh, my sweet heart! Te preocupas por mí.


Algunos segundos de abrazos empalagosos y forcejeos más tarde, los dos se dirigían a sus respectivas clases.


—Por cierto, Akio me mandó un mensajito. Nos invita a almorzar a las doce.

—¡¿Qué?! ¡Pero tengo clase a esa hora! —mintió. Lo que menos quería era ver al de ojos aguamarina.

—No te hagas el tonto. Tengo tú horario y sé que tienes libre esa hora... A menos que... —el mayor adoptó una pose pensativa y exclamó: —¡Ya sé! ¡Tienes planes con tu novio!

—¡Ya déjese de tonterías y váyase a clase!


Minutos más tarde entraba al aula donde lo esperaban los nuevos estudiantes. Notó que la gran mayoría se aglomeraban alrededor de alguien que no alcanzaba a ver.


—¿Tienes novio?

—No, pero...

—¿Saldrías conmigo?

—¡Ni lo sueñes, perdedor! Ella saldrá conmigo ¿Verdad?

—Me halagan, pero mi corazón ya le pertenece a alguien.

—¿Entonces es cierto? —ahora era una chica— ¿Te gusta Misaki-kun?

—Bueno...


Eso terminó por agotar la minúscula pizca de paciencia que le quedaba. Azotó la puerta tan fuerte que terminó ahuyentando a ese conglomerado de estudiantes, revelando así la identidad de esa persona que rodeaban.


—¡Shimura Hotaru! Te quiero en la primera fila ¡Ahora!


A regañadientes, la vocalista de Exilieth tomó sus cosas y se cambió de lugar.


—Saquen lápiz y una hoja. Tendrán un examen.

—¡¿Qué?! —las quejas no se hicieron esperar— ¡Pero apenas es el primer día!

—¿Ya tan pronto? ¿No deberíamos presentarnos primero?

—¡Guarden silencio! —ordenó con voz de trueno.


Entre exámenes y otras cosas transcurrían las primeras horas, tanto en Mitsuhashi como en la Facultad de Medicina. Los minutos eran contados por la Dama Rubí, quien aguardaba por la hora del almuerzo con su Caballero Esmeralda, como pactaron antes de sus respectivas clases. Por ello se esforzaba tanto como podía, tanto como para ser la primera en terminar el examen e impresionar a Kamijou-sensei con una simple ojeada.


Beauty is in the eye of the beholder
I am the can that holds dirty water
I am the canvas you paint with
I'll be the can that holds dirty water this time

Mice scratching at the walls in your head
Mice at the walls in your head

(La belleza está en el ojo del espectador
Soy la lata que contiene el agua sucia
Soy el lienzo en el que pintas
Seré la lata que contenga el agua sucia en esta ocasión

Ratones arañando los muros de tu cabeza
Ratones en los muros de tu cabeza) (7)



Ahora la vocalista y el primer guitarrista de Exilieth se encontraban junto a una fuente, oyendo música del móvil de la chica, mientras compartían sus alimentos.


—¿Por qué ositos? —inquirió la pelinegra, viendo unos onigiris en forma de osito.

—Uh… etto… —el castaño pintaba un leve sonrojo—… fue idea de Usag… ¡digo, Usami-san!

—Vaya… ya sabía que el tipo era infantil y raro, pero ¿tanto así?

—Tal vez, pero es divertido —rio sinceramente el ojiverde, causándole a la mujer una punzada en el corazón.

—Seeh, bueno... Pasando a otras cosas… —ella cambió el tema para disimular su estado anterior—… debiste ver la cara del Demonio Kamijou cuando un sujeto le preguntó: ¿Debemos seguir el orden en que vienen las preguntas, o primero con las más fáciles y luego con las más difíciles?, y él le contesta que en el orden que se le dé la gana, y entonces el tipo le dice que va a contestar primero las más fáciles. Luego empieza a ojear el examen y le pregunta a sensei: Si podemos empezar primero por las más fáciles y luego las difíciles ¿Por qué no hay ni una sola pregunta fácil?

—¿Y qué pasó?

—Le salió un tic en el ojo y luego le aventó el borrador en la cara —ella rio un poco—. Fue tan estúpido.


ALGUNAS HORAS ATRÁS


Si bien era cierto que la vocalista no mintió, sí había omitido una parte muy importante. Sucedía que en la clase de Literatura, cierto profesor había lanzado objetos a diestra y siniestra a quien se estuviera distrayendo durante el examen. En una de esas a ella le llegó un mensaje, específicamente del segundo guitarrista de Exilieth. Pretendía leerlo disimuladamente, pero para su mala suerte el catedrático la vio.


—¡Shimura! De pie. Leerá ese mensaje a la clase.


Rodando los ojos, la estudiante obedeció. Sin embargo, al leer de reojo el mensaje, su molestia se convirtió en alegría. Ahora mismo le bajaría un poco los humos a Kamijou Hiroki.


—Está bien, sensei —espetó tranquilamente y carraspeó un poco antes de empezar—. Ohayo! Espero que te lo estés pasando bien en tus clases. Yo lo estoy. Apenas es mi primer día y ya hice algunos amigos. En fin, ¿Puedes hacerme un favorcito? Verás, intenté llamar a Hiro-san, pero no responde —en ese momento ella pudo apreciar el rubor leve y la tensión del mayor—. Como eres la única que sabe de lo nuestro y confío en ti, dile que le deseo un bonito día, que le echo mucho de menos y le llevo en mi corazón, mi alma, mi mente y mi piel —se dejaron escuchar algunos suspiros enamorados de las chicas.

—¡Basta! —el profesor obviamente quería que se lo tragara la Tierra. Se notaba en su estupor— ¡Vuelve a tu examen!

—¡Hai!


En menos de un minuto ella entregaba su examen, agradeciéndole internamente a Misaki por advertirle previamente. Obviamente sorprendió al Demonio Kamijou por las respuestas que dio, pero no tanto como la notita a lápiz que incluyó al final.


»¿Ya revisó su cel? Segurito Nowa-chan lo echa de menos«


FIN DEL FLASHBACK


Luego de reírse un poco de esa anécdota, quedaron en un tranquilo silencio.


—No lo pregunté antes, pero… ¿Qué tal te va con Aramis no danna?

—No me quejo, pero lo noto algo cambiado…

—¿A qué te refieres?

—No sé… digo, la mayor parte del tiempo es muy alivianado, o como diría él, un valem*dres (8)… pero presiento que algo o alguien le preocupa… se la pasa mucho tiempo pensativo…

—Bueno, todos tenemos alguien por quién preocuparnos, no le veo nada de malo.

—Sí, pero… —aunque amaba la ingenuidad de Misaki, a veces se volvía exasperante. Soltó un suspiro cansado y decidió ir al grano— Creo que está enamorado de alguien que ni siquiera sabe que existe.


Por otro lado, el baterista de Exilieth recibía un mensaje justo cuando salía de clase, de nadie más ni nadie menos que Aramis.


»Qué hay, Shinobu-chin! Te vi en la mañana, pero ya no pude saludarte. Como sea, te invito el viernes a salir… a donde tú quieras, obviamente después de clases ¿Qué dices, aceptas?«


La invitación sonaba bien, pues la semana prometía ser muy agotadora y necesitaría un descanso al término de la misma. Iba a dar una respuesta afirmativa, pero un compañero suyo iba tan rápido que no se fijó por donde iba y, al ir en sentido contrario al suyo, terminó chocando con él hombro contra hombro. Pretendía reclamarle, pero en el proceso se le cayó el celular y debía recuperarlo. No tardó mucho en encontrarlo, pero no contaba con que éste cayera frente a la puerta abierta de la oficina de Miyagi, que éste último lo tomara primero, y que el mensaje siguiera abierto.


"¡Demonios!"



CONTINUARÁ…

Notas finales:

1. Steve Harris es el fundador, bajista, teclista, compositor principal, y líder de Iron Maiden.

2. Pines o botones, es igual. Hice la aclaración porque supuse que se les llama de forma diferente según el país. Son esos que traen un tipo de pincho o segurito.

3. Cuando apenas introducía a Shinnosuke en la historia, me lo imaginaba como lo he venido describiendo: de cabello castaño claro, como el de Onodera, y de ojos ámbar. Esto debido a que en el manga nunca vi que le oscurecieran el pelo como a Misaki, Ijuuin-sensei, Nowaki, entre otros. Sin embargo cuando subieron los PVs de Junjou Romantica 3 (de hecho hoy 8 de junio de 2015 se subió el segundo ¡Hasta confirmaron fecha de estreno! >u<), creo que los colores quedaron bastante discordes con mi descripción. Como sea, hago la aclaración porque sé que habrá lectores que posiblemente noten esta discrepancia y quieran discutir al respecto. Asimismo, y perdón si sueno pedante, pero no la voy a cambiar. Ya la he venido manejando así desde el inicio.

4. Hacerle el paro a alguien, o echarle la mano.

5. La verdad no recuerdo si en el manga se menciona alguno, o si recibe esa denominación, pero para finalidades del fic lo manejé como Departamento de Lenguas Extranjeras.

6. La verdad desconozco qué título en específico se necesita para poder impartir esos idiomas que se mencionan (además del conocimiento de estos, obviamente). Lo siento.

7. You know that ain't them dogs' real voices de Iwrestledabearonce (sí, se escribe todo junto), del álbum Ruining it for everybody (2011).

8. Creo que se sobreentiende, pero para este contexto, valem*dres sería alguien a quien le tienen sin cuidado las críticas de los demás, no tanto que le valga la vida y lo demás.

9. Ya no lo puse en numerito, pero si leyeron con atención la segunda parte del corto Sapphire Knight no baai, se darán una idea de quién es la chica con la que se encuentra Nowaki, y cuya historia terminaré de desarrollar en la siguiente entrega.


Bien eso es todo, y de nuevo me disculpo por la demora. La verdad no sé cuánto me tome escribir otro capítulo o actualizar mis otros fics (aunque tengo muchas ideas), pero intentaré que la espera no sea tan larga. De nuevo gracias a quienes me han seguido y apoyado de alguna forma. Bueno… pues… Chaito!


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