-Qué es eso? Por qué me estas llamando así tan de repente?-Preguntó.

Sehun no entendía…

-Así como?...Hyung?

-Sí.-Respondió cabizbajo y luego volteando otra vez hacia el menor.-Tu no me llamabas así antes.

-Bueno…Es que te quiero como a un hermano Xiao Lu.-Contestó sonriendo.

Luhan abrió los ojos sorprendido y después relajó sus facciones en una sonrisa.

-Bueno pero ya déjalo, no me llames así.

-Por qué no? Yo no soy como un hermano para ti?- Preguntó preocupado.

El mayor volvió a mirar al frente y luego bajó la vista unos sesenta grados con cara seria.

-No. Tú no eres mi hermano. Tú eres Oh Sehun, el especial.

Título: Somos hermanos, somos novios.
Pareja: HunHan {SeHun x LuHan}
Tipo: Yaoi
Género: Romance, AU.
Autora: HSM
Clasificación: Mayores de 18 años.
Advertencias: Lemon, incesto.
Descripción:

— Si te veo coqueteando con esa zorra, me enojaré mucho. —susurró el mayor desabrochando la camisa escolar de Sehun, pues éste, no usaba corbata.

— Oh, Luhan, tú sabes que solo tengo ojos para ti. —respondió con falsa inocencia, al mismo tiempo que llevaba sus manos al trasero de su hyung y lo apegaba más a él.

— Mm… no estoy muy seguro de eso. —comenzó a desabrocharle los pantalones una vez terminó con la camisa.

— Teniéndote a ti no tengo porqué coquetear con otras personas, hyung. Eres todo lo que quiero. —qué buen actor era el rubio, pues esa cara y voz inocente le salían perfectas. Luhan se bajó del regazo de Sehun y se desabrochó sus propios pantalones. Quitándose los zapatos, las calcetas, los pantalones, y el bóxer. Con la ayuda de Sehun bajó los pantalones de éste al igual que sus bóxers y se sentó nuevamente sobre él. Sehun lo miraba deleitado, Luhan era estúpidamente hermoso.

[One~Shot]

— Channie —llamó el castaño al menor, tratando de obtener su atención. Pero éste lo ignoró olímpicamente. Baekhyun abrió la boca indignado—. Channie —volvió a llamarlo, está vez un poco más fuerte, pero sucedió exactamente lo mismo.

Fue ignorado.

...

Hijo de puta. Pensó.

Se subió a la cama, y a gatas, se dirigió hasta él, dónde se posicionó encima de él, pasándole las piernas por la cadera. Le quitó los audífonos con fuerza y le arrebató el control de las manos, lanzándolo a la cama. Lo miró con enojo y el pelinegro sólo rió con fuerza.