Leí los otros comentarios que te habían dejado por puro ocio. Uno de ellos me dio mucha risa, el que comenta que tu historia tiene tintes de "La Bella y la Bestia" (versión Disney, creo), porque yo pensé exactamente lo mismo hacia el final del primer episodio y comienzos de éste. Esos detallitos de "harás lo que yo diga cuando lo diga" y la respuesta desafiante del "prisionero", que a pesar de que sabe que terminará obedeciendo, no se lo pone tan fácil. Es... divertido.

Ahora que ya estoy conociendo más a Ferdinand, me cuesta un poquito entender cómo se siente. Quiero pensar que la ira incontenible que lo asalta cada que está con Stephen es producto de los años sin expresar emociones. No sabe hacerlo, luego de pasarse la vida entre militares, en la guerra. Ni con su hija se muestra cariñoso, a pesar de que ella misma ha confesado que sí la quiere, así que debe ser sumamente complicado para él manifestar la admiración, la felicidad, la ternura que le produce la música de Henry, el desencanto de saber que está ahí obligado, la tristeza de ser él quien le ocasiona desgracias (y ni siquiera empecemos a hablar de "otras posibles" sensaciones que le produce el pianista). Me da tanta ternura cuando le preguntan por qué lo tiene ahí y responde que porque es "un maldito genio".

De Roman no sé qué pensar todavía. Se ve que es de esos amigos viciosos, pero confío en que es básicamente bueno. Curiosamente, a pesar de que también es militar, se ve un poco menos rígido.

Leon-cito... es un tipo odioso, jajaja. Bonito, consentido y problemático, se me hace que es de esos típicos herederos buenos para nada, que cuando no consiguen lo que quieren les da por vengarse de formas estúpidas.

Fio, pues, me cae bien, pero me fastidia. Es una mujer muy sumisa y tranquila, "buena gente". Dulce, madura, pacífica. Es la "sustituta" de esposa de su padre, por lo que he visto. Y posiblemente la "sustituta" de madre para Stephen (que no se siente nada de "aura romántica" entre ellos dos, pese a la aparente preocupación de Bizet).

El más difícil de asimilar es Henry (para mí, al menos). Es un tipo que se deja llevar demasiado bien por la corriente considerando que hace poquísimo estaba suplicando por la muerte. Salvo las veces que menciona querer morir para estar con la novia, no percibo esa aura suicida que sí encontraba, por ejemplo, en Adrián. El hecho de que aun disfrute de tocar el piano y comer demuestra que el instinto de vida todavía lo acompaña. Tampoco percibo un ápice de confusión sexual. No hay nada sexual en Stephen, de hecho. Es una persona hermosa, eso está claro, pero me gusta que él no lo aproveche... ni se da cuenta, creo. Lo vuelve completamente platónico hasta cierto punto (bueno, debe tener cierto atractivo gay si ya van dos que quieren violarlo, pero no cuenta porque esos dos violarían a la mascota de Bizet si éste "se las prestara"). Ya conforme la historia avance, me darás oportunidad de conocerlo más a fondo, que todavía no logro conectarme bien a bien con este chico.

P. D. De casualidad cuentas con el apoyo de un beta?

Dulce, dulce calidez en el corazón. Amo a Ferdinand cómo no tienes una idea.  Me ha encantado en cada momento del episodio. Cuando está tan confundido que no puede dormir y rueda en la cama mientras traza en su mente la figura de su tormento. Cuando se angustia por querer decir lo que no quiere a su hija y al pianista y es "salvado" por las inoportunas visitas. Cuando al sentirse acorralado y desnudo, ya que el pianista conoce el terrible pasado con Fátima, activa la agresión como mecanismo de defensa. El pleito con León (bien heroico que resultó, jajaja, éste me gustó mucho más que el del capítulo pasado). El primer beso, tan espontáneo y el segundo, tan desesperado. Ambos como muestra de los sentimientos que ya no puede contener dentro de sí, pero que todavía no acaban de tomar forma. La promesa de no volver a dañarlo. Me recuerda a cuando los niños pequeños  persiguen a las niñas para que sean sus novias, hacen un rollo para obtener un beso... y luego no saben qué sigue. Así me pasa con Bizet. Siento que todavía no concreta un amor pasional que se traduzca en algo físico, sino que expresa una necesidad emocional de ser reconocido por la persona amada, de ser admirado y querido, así como él comienza a quererle. Pero sabiendo de sus traumas, también le va a dar mucho miedo avanzar, pienso yo.

Stephen, pobre hombre, hasta dan ganas de resguardarlo en una cajita para que dejen de acosarlo y manoseárselo... Tan "normalito" que parece. Me gustó cómo cerraste sus posibilidades con Fio. El beso entre ellos fue lindo, un mero trámite necesario para dejar en claro que no van por ahí los tiros, pero como quiera me gustó esa sensación de estar en paz con uno mismo ya que han sido desenredadas las cosas.

Leon es odioso, sin duda, pero qué bueno ha de estar. Lástima que no hagas escenas pornos, me robas las ilusiones de un PWP, jajaja.

Roman... es buena gente, entonces. Sea pues.

Lo del ministro en casa... Es presión, ya es algo que llama la atención. Eso va a ser un lío por demás interesante. La política siempre es un circo de tres pistas, emocionante, peligroso, lleno de trucos y distractores...