Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimito-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión.
Parejas: OCxNaru SasuxNaru.
Aclaraciones y Advertencia: Este fic contiene Mpreg, Violación, Violencia y lo que se me ocurra nnU
Beta: Usarechan
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Obi: Es una faja ancha con la cual se ata el kimono.
Zori: Sandalias bajas, hechas de de algodón y cuero.
Tabi: Son calcetines tradicionales que separan el dedo pulgar del resto de los dedos para calzar la sandalia.
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Capitulo 8.- El tesoro de Eien
Frente a ellos había una enorme y gruesa puerta de madera, era de color rojo con el escudo de las cinco bestias protectoras. Los enormes muros se elevaban como queriendo tocar el cielo. A lo lejos se encontraba un poblado; el firmamento tenía tonalidades en naranja y rojo, mezclados con un poco de azul, como los atardeceres del mundo humano, en el horizonte se distinguía una masa negruzca que de vez en cuando se rompía a causa de los relámpagos; aquella zona era el Makai, fuera de Eien, aun en el corazón del reino -que era el lugar donde se encontraban en ese momento -. Era posible apreciarlo de cualquier punto.
La segunda shinhan, se acerco a las puertas; estas se abrieron con un quejido casi de ultratumba; los ninjas entraron después de ella.
Se encontraron en un lugar extraño; era un área rocosa, frente a ellos había dos enormes estatuas de tigres parados en sus patas traseras, una de sus garras tocaba a la de su compañero y la otra estaba ligeramente abajo; entre ellos estaba una puerta que casi se mimetizaba con el color del lugar.
-¿Qué es este lugar? -preguntó Sasuke mirando a todas direcciones.
La loba les explicó que el templo estaba protegido por cuatro habitaciones como esa; cada una representada por los cuatro elementos; cada uno con uno de los cuatro herederos y no solo eso, había cuatro puertas, que en si, ya representaban un reto: "Lo que fue", "Lo que pudo ser", "Lo que deseas" y "Lo que podría ser". Pero ellos no pasarían por eso, pues venían en compañía del heredero de la tierra y de la shinhan-sama.
Ciertamente el templo; era más una fortaleza que otra cosa, ¿Cuál era la razón de toda esa seguridad? La respuesta se encontraba en el tesoro que los shinhan y los amos habían protegido tan celosamente desde hace muchos milenios.
Pasaron a la siguiente habitación de Byakko, después la de Gembu, Seiryu y por último la de Suzaku. Estando ya dentro del templo, fueron recibidos por Hikawa, quien inmediatamente fue abrazado por Naruto; como un niño pequeño al que le da gusto ver a su padre.
-Padre... -dijo la loba a modo de saludo, el aludido la miró y le sonrió con cariño.
-Veo que han traído invitados -habló con voz dulce haciendo que, incluso el Uchiha sintiera una calidez en su pecho; y es que el youko irradiaba un aura tan dulce, cálida y tierna, que no podían evitar recordar a sus madres.
-Ellos son Haruno Sakura, Sai y... Uchiha Sasuke -los presentó el hanyou sin poder evitar que su voz sonara molesta al pronunciar el último nombre.
El youko les dedicó una dulce sonrisa, se presentó como el antiguo Shinhan y padre de los actuales gobernantes: Hien y Kagura.
Fueron conducidos al templo, pasando por un camino con distintas estatuas de tamaño real: los shinhan del pasado.
Una vez los ninjas fueron instalados en sus habitaciones. Kagura y Hikawa se encontraban en el gran salón, donde solían reunirse para hablar de cosas de estado.
-¿Cómo está Hien y los demás? -le preguntó Kagura sin poder ocultar su preocupación.
-Bien, al parecer piensan regresar dentro de unos días -la loba suspiró aliviada.
-¿Por qué saliste del templo, Kagura? -le preguntó el zorro con preocupación, la aludida se cruzó de brazos, mirando a su padre con los ojos entrecerrados -Pudo haberte pasado algo.
-Tranquilízate zorro. Fui al mundo humano, no es para tanto -El kitsune se acercó a ella para abrazarle "pudo haberte sucedido algo" le susurró al oído.
Kagura se separo bruscamente de su padre; odiaba que la tratara como si aun fuera una niña, ¡Por Inari! Ella era un shinhan.
-Te recuerdo que soy una de las más fuertes de Eien y también la más rápida -habló en tono molesto -Y no pongas esa cara -dijo ante la mirada melancólica del mayor.
-Hija... no quiero que nada malo te pase... en especial en este momento.
-Bien -suspiró derrotada -Te prometo que no haré nada peligroso -el zorro le sonrío -Al menos hasta que esto termine -comentó para sí.
Se mantuvieron en silencio por un par de minutos, hasta que el youko hablo nuevamente.
-Ese chico azabache...
-¿Hn? ¿Quién? ¿Sasuke? -preguntó la loba sin comprender, el zorro asintió -¿Qué tiene?
-Me recuerda mucho a ti -comentó con una sonrisa -¿Es por eso que lo has traído?
-Tal vez -comentó con una sonrisa prepotente -Quizás sea por mi estado; pero ese joven me llama mucho la atención.
Yoru estaba preocupado al enterarse que Hien había ido con los amos a las fronteras de Eien; la razón de su preocupación se centraba en Kagura: La segunda shinhan, era siempre la que llevaba a cabo esa clase de misiones -no por su fuerza, pues el ojirrojo lo era más -si no a causa de su enorme velocidad y agilidad. Había algo muy extraño con todo aquello. Suspiró pesadamente, quizás eran solo imaginaciones suyas.
-¿Le sucede algo, Yoru-san? -le preguntó Sakura, sacando al bicolor de sus pensamientos.
-¿Te sientes mal ttebayo? -le preguntó Naruto con preocupación, causando una dulce sonrisa y un beso por parte del bicolor y un ceño fruncido por parte del Uchiha.
El Hanyou y los ninjas se encontraban dando un paseo por el templo; que más parecía una ciudad. Había cuatro diferentes terrenos que servían para entrenar a los protectores de Eien.
Pocas horas después, Sasuke se separó del grupo, harto de ver como ese hibrido tocaba a su rubio. Caminó por casi media hora, hasta llegar a un gran lago. El lugar era hermoso, cubierto por la blanca nieve, el agua estaba congelada, pues se encontraban en pleno invierno; a pesar de eso, el Uchiha no tenía frío, ya sea por las ropas que el youko había insistido que usara o por la furia que lo consumía.
-¿Qué te pasa, Sasuke-teme? -aquella voz lo sacó de sus pensamientos, miró al dueño de esa voz de reojo quien se había sentado a su lado.
-No es tu asunto, usuratonkachi -gruñó el azabache molesto.
El rubio hizo un pequeño puchero, se cruzó de brazos, mirándolo con el ceño fruncido, soltándole un "teme"
Se mantuvieron en silencio por un par de minutos, hasta que el kitsune lo rompió, comenzando uno de sus tantos monólogos; contándoles sobre los meses que había pasado en ese lugar, los amigos que había hecho.
Sasuke tan solo se dedicó a escucharlo. De pronto, sus sentidos ninja se activaron. En un movimiento tomó al rubio dando un salto en fracción de segundos, escapando justo a tiempo de una esfera de energía.
El azabache quedó sorprendido, en el lugar donde el ataque impactó se había congelado por completo.
-¡¿Están bien?! -exclamó una voz femenina.
Eran dos chicas, una de ellas era Mizuno, la otra era una niña, como de unos diez años, cabello azul cielo, ojos de igual color, usaba un kimono blanco con el obi azul, los zori eran del mismo color del kimono, mientras que los tabi eran de un blanco pulcro.
-Lo siento, fue... -intentó disculparse la heredera del agua antes de darse cuenta de la presencia del rubio -¡Naru-niichan! -exclamó Mizuno abrazándose del cuello del aludido, ante la mirada de enojo del Uchiha quien al ver al kitsune corresponder el gesto, se acercó a ellos, separándolos bruscamente.
-Oye -se quejó la youkai.
-Estúpida -la insultó mirándola con odio puro -¿Acaso estas ciega? Pudiste lastimar al dobe.
-Lo... lo siento -habló la niña -Fue... fue mi culpa -se disculpó tímidamente -Yo... -los ojos de la niña comenzaron a derramar pequeñas lágrimas que se convirtieron en hermosas perlas ante la mirada sorprendida de ambos ninjas.
-Solo fue un accidente ttebayo -la consoló el rubio, acariciándole la cabeza con una bella sonrisa en los labios.
-Gu -lo apoyó el pequeño dragoncito.
-¡Que lindo! -exclamó Mizuno arrebatándole el pequeño dragoncito y apretujándolo como si fuera un peluche.
-Jeje, se llama Gu ttebayo -comentó Naruto sudando una enorme gota.
Sasuke miró a la mujer con algo de molestia, por lo que decidió reanudar la discusión.
-¿Acaso quieres terminar el trabajo, enana? -comentó Sasuke con molestia.
La pequeña soltó más lágrimas, abrazándose al kitsune que trataba de consolarla. Mizuno se acercó a Sasuke mirándolo desafiante.
-¿Te crees muy valiente haciendo llorar a una niña? -le preguntó molesta -¿Por qué no te metes con alguien de tú tamaño? -aquel comentario hizo que el azabache sonriera con prepotencia.
-¿Esa serias tú, enana? -le preguntó con sarcasmo haciendo que la youkai frunciera el ceño con molestia.
-Por supuesto... mocoso -habló mientras el aire el aire alrededor de ambos se hacia mas frío.
-Mi-chan -la llamó el rubio para evitar que ambos iniciaran una pelea -¿No fuiste con Mizu-chan y los demás ttebayo?
La aludida miró al rubio olvidándose por completo del azabache. La youkai le explicó que solo los amos y unos cuantos miembros de la elite habían ido con el shinhan Hien; mientras que los herederos, maestros y estudiantes se habían quedado a proteger el templo.
-¿Por qué nos atacaron? -preguntó el rubio.
-Lo siento niichan -se disculpó -Pero es que ustedes están en medio del campo de entrenamiento...
-N-no... sabíamos q-que... al-alguien e-estaba a-aquí -comentó la peliazul con timidez.
En ese momento la heredera del agua se dio cuenta de un pequeño detalle.
-¡Es verdad! -gritó Mizuno, sobresaltando a los presentes -Ella es Ruri-chan -dijo señalando a la niña.
-Mucho gusto Ruri-chan, yo soy Naruto Uzumaki y ese teme es Uchiha Sasuke ttebayo.
-¡Gu! -habló el dragoncito moviendo sus alitas a modo de saludo.
-Mu-mucho... gusto -dijo haciendo una reverencia.
Hablaron un par de minutos, hasta que ambas chicas tuvieron que irse; no sin antes advertirles que tuvieran cuidado, pues el lugar estaba muy cerca del sitio donde los principiantes practicaban y podía ser muy peligroso.
Sasuke miró alejarse a las dos youkais. Durante toda su vida había escuchado de lo temible y cruel que eran los youkais, sus gustos de devorar carne y almas humanas, pero ahora que conocía ese lugar no estaba muy seguro de que pensar.
Algunos días después, Hien y los demás regresaron al templo. Kuni al ver que el hanyou y Naruto habían regresado; no pudo evitar atraerlos en un abrazo que casi les rompe un par de costillas. Por otra parte, Kagura se acercó a él mirándolo con el ceño fruncido que lo hizo preocuparse -Cuando la loba miraba de ese modo solo significaba problemas -Y en un tono serio que bien podía compararse al de Sasuke. Le dijo un: "Estoy embarazada y es tu culpa" Aquello solo hizo que el ojirrojo se desmayara a causa de la impresión. Los ninjas estaba en estado de shock ¿No se suponía que esos dos era hermanos? Más tarde se enteraron que, si bien los dos eran conocidos como los hijos del youko, no tenían lazos sanguíneos.
Pocos minutos después, la noticia del embarazo de la shinhan se regó por el templo y más tarde por todo Eien como pólvora; llenando los corazones de sus habitantes de esperanza, pues muchos estaban seguros que sus dioses habían respondido a sus ruegos enviando nuevamente a su salvador.
El templo mismo se encontraba en una gran celebración; olvidándose por unos momentos de la amenaza que los asechaba.
-Leí en un libro que un nacimiento siempre es motivo de celebración -comentó Sai mirando como algunas youkais danzaban al compás de la música.
-Pero esto ya es exagerado -agregó Sakura. Tres días consecutivos de celebraciones no eran para menos, aunque la futura madre no estaba nada contenta. Tantos cuidados y mimos la hacían volverse loca, ¡Estaba embarazada, no lisiada!
-Es por la situación en la que nos encontramos -comentó Yoru antes de llevarse un trocito de pan a la boca.
-¿A que te refieres con eso ttebayo?
Yoru les explicó que la batalla que se aproximaba podría significar una época oscura, si esto llegaba a suceder, no solo el makai sufriría, también el ningenkai.
-¿Y eso que tiene que ver con el embarazo de Kagura-sama? -preguntó Sai.
-Gu -lo apoyó el dragoncito quien también estaba curioso.
-Cuando una era oscura esta apunto de desatarse, el tesoro que Eien protegía tan celosamente, toma forma física; naciendo de dos seres tan diferentes como lo es el día y la noche; pero que al mismo tiempo se completaban entre si.
-¿Cómo están tan seguros que no es solo una leyenda? -habló Sasuke en tono molesto.
-Por que ya ha sucedido -respondió el hibrido -Hace más de tres mil años. El tesoro nació en unos mellizos.
-¿Qué sucedió con ellos? -preguntó la pelirrosa. Yoru negó con la cabeza.
-Murieron... eran aun muy pequeños y no pudieron controlar tal poder.
-Que terrible -comentó Sakura cubriéndose la boca con ambas manos.
-Por favor, les suplico que no comenten nada de esto en presencia de Hien-sama o Hikawa-dono.
-¿Por qué no? -lo cuestionó Sasuke.
-Los dos pequeños eran nietos de Hien-sama...
-¿Por qué esas caras largas? -habló Kagura quien acababa de llegar. Se sentó al lado del azabache mirándolo de reojo con una media sonrisa.
A todos les pareció extraño que la loba estuviese sola. Desde que el youkai de fuego se había enterado que sería padre. No dejaba a la loba ni a sol ni a sombra.
-Kagura-neechan -la llamó Naruto -¿Dónde esta Hien-san ttebayo? -la aludida le dedicó una siniestra sonrisa mientras su cola se movía de un lado a otro.
Yoru no pudo evitar sudar una enorme gota, sonriendo con nerviosismo -cuando la loba tenía esa expresión solo podía significar una cosa: problemas -Se lamentó por su gobernante. Seguramente ahora colgaba de un árbol o algo por el estilo.
-Dijo que quería "refrescarse" un poco -comentó con sarcasmo y burla -Por cierto, Sasuke-kun, te veré mañana en el dojo de Seiryu -le dijo en tono de orden -Y no se te ocurra llegar tarde o yo misma iré por ti -lo amenazó.
El Uchiha le dedicó una mirada de odio, la cual ni afectó a la loba.
-Sigan disfrutando -Kagura se despidió de los chicos quien momentos después miraron al azabache, silenciosamente preguntándole el motivo de la cita aunque era obvio para todos que el ojinegro no les respondería, pero estaban seguros que pronto se enterarían.
Continuará...
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Lizerg-chan: Hola!!! Espero les guste el capitulo n-n