Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimoto-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión.
Parejas: OCxNaru SasuxNaru.
Aclaraciones y Advertencia: Este fic contiene Mpreg, Violación, Violencia y lo que se me ocurra nnU
Beta: Usarechan
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Capitulo 10.- Fantasmas y deseos parte II
Kagura estaba disfrutando de la confusión que el último Uchiha tenía. Estaba sentada confortablemente en una silla con exquisitos tallados de las bestias sagradas, frente a ella, había una enorme esfera por donde vigilaba a Sasuke.
-Interesante -musitó la loba con una media sonrisa.
-Kagura -la aludida hizo una mueca de desagrado al escuchar aquella voz; ya veía venir el sermón.
- ¿Qué haces aquí? Deberías estar descansando -Kagura puso los ojos en blanco, ya comenzaba a sentir una de esas jaquecas que siempre venían acompañadas de unos enormes deseos homicidas.
-Hien -siseó con acidez -. Estoy embarazada. No soy ninguna inútil, ¿Entiendes eso?
El ojirrojo se acercó a la hembra, la besó delicadamente en los labios, sonriendo a causa del bufido que esta soltara segundos después.
-Sé que no lo eres -le aseguró acariciándole la mano.
Hien guardó silencio; recordando el día de la concepción de su hijo, el día en que él y Kagura habían salido a la frontera, por asuntos de estado, ¿Cómo es que habían terminado bebiendo y después teniendo sexo? Era algo que el youkai aun no lograba entender; pero que al mismo tiempo agradecía pues se había dado cuenta de algo que hasta ese momento no entendía, pero... ¿Kagura pensaba igual?
-Kagura -comenzó a hablar -Yo... sé que tú crees que lo sucedido entre nosotros fue un error, pero quiero que sepas que para mi no lo fue... -Hien hizo una pausa, como esperando que la loba dijera o hiciera algo, al no hacerlo, continuó -te amo -aquello si que sorprendió a la hembra, ¿La amaba? Seguramente había escuchado mal. Ellos eran hermanos, tal vez no de sangre pero, habían sido criados como tal; la concepción de su hijo había sido un error, producto de una borrachera.
- ¿Estás conciente de lo que estas diciendo, dobe? -el de ojos rubí sonrió tontamente ante la "cariñosa" palabra. Asintió con la cabeza y la besó, esta vez, con pasión.
-Jamás hablé mas enserio -aseveró sin borrar esa sonrisa tonta de sus labios.
- ¿Y que hay de...?
-Ellos siempre serán una parte importante de mí... -los ojos del youkai se humedecieron; aun el recordar a las dos personas que había amado hasta la locura lo entristecían.
-Eso lo sé...
-Pero, tú eres mi presente.
El corazón de la loba parecía querer salir de su pecho, su garganta se cerró; impidiendo que el aire llegara a sus pulmones adecuadamente.
-Se que amabas a esa ningen -prosiguió -. ¿No te parece que es momento de darnos una oportunidad de continuar con nuestras vidas? Los dioses nos hicieron shinhan, ¿No crees que sea una señal de sus deseos?
-Yo no soy Hina -dijo en un susurro.
-Eso lo sé -sonrío.
-No soy una frágil figurilla de cristal que puede romperse con tan solo tocarla. Soy un lobo de las montañas; las hembras de mi clan suelen luchar aun en avanzado estado de embarazo -Hien soltó una pequeña risita, ganándose una mirada de odio.
-Kagura -la llamó mirándola con una sonrisa nerviosa -, tu clan fue destruido cuando eras pequeña.
-Eso no tiene nada que ver -se quejó inflando las mejillas, a modo de puchero -. También te amo -dijo desviando la mirada, evitando que el youkai de fuego observara su sonrojo.
Hien sonrió, tomó el rostro de la hembra y la besó. Se quedaron en silencio; recién entonces, Hien se dio cuenta de lo que ella estaba haciendo.
-Naruto-kun y sus amigos han estado buscando al joven Uchiha, ¿Qué se supone que hace en una de las puertas?
-Lo entreno -aquella respuesta si que sorprendió al mayor, ¿Desde cuándo Kagura tomaba a un estudiante así como así? Debía ser cosa de las hormonas.
- ¿Hablas enserio? -preguntó con incredulidad.
-Me recuerda mucho a mí -Hien suspiró, así que eso era -. Necesito tu ayuda. Originalmente, yo era la maestra del viento y bueno... -Hien sonrió, sabía a donde quería llegar su pareja; él era un youkai de fuego y antiguo amo del mismo y sabía -por Naruto -, que Uchiha Sasuke poseía chakra de ese elemento.
-Te ayudaré en lo que pueda.
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Sasuke estaba confundido; ya no podía diferenciar la verdad de la mentira, o más bien, no quería. Ese mundo que se presentaba ante sus ojos era tan real; incluso los olores que recordaba en su niñez estaban impregnados en el ambiente; él mismo era igual al niño que había muerto junto con su clan, lo que lo hacia pensar que esa era la realidad y lo demás una horrible pesadilla.
Acababa de salir de la academia y se dirigía a su casa con una gran sonrisa; ese día era su cumpleaños y su madre le había dicho que le tenía una sorpresa, pero toda su felicidad se esfumó al llegar a las puertas. El olor a sangre estaba impregnado en el ambiente; todo el barrio era una verdadera zona de batalla, había cadáveres regados por todas partes.
-No, esto no podía estar pasando, no de nuevo -pensó el niño, echando a correr rumbo a su casa, al entrar, se topó con algo que jamás se hubiera imaginado.
Itachi se encontraba en la entrada, en un charco de su propia sangre y una profunda herida en el pecho.
- ¡Itachi! -gritó tratando de hacerlo reaccionar, aunque en el fondo sabía que su hermano había muerto.
Sasuke estaba llorando en las piernas de su hermano.
-Kaasan, otousan -recordó repentinamente, se levantó del suelo para buscar a sus padres; al llegar al comedor, se quedó frío. Su madre estaba en el suelo y su rostro estaba deformado en una mueca de terror.
-Por fin has llegado, Sasuke -Fugaku había entrado en la habitación, estaba bañado en sangre, su rostro tenía una expresión psicópata -. Es hora de que te unas a ellos.
Sasuke estaba en shock, su mente se había nublado completamente; iba a morir.
-Es suficiente -escuchó una voz femenina. El lugar se oscureció, desapareciendo todo alrededor del niño quien había perdido el conocimiento.
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Sasuke fue abriendo lentamente los ojos; se encontraba en una hermosa habitación con decorados típicos japoneses.
-No te levantes -le dijo en tono de orden, sosteniéndolo de los hombros -. Ve con cuidado o podrías marearte.
- ¿Qué pasó? -preguntó aun confundido, sentía como si su cabeza estaba en una licuadora.
-Estuviste apunto de morir -le respondió como quien habla del clima -. Te lo advirtieron: las sombras del pasado son dolorosas y aun más si se reviven nuevamente. La primera puerta mezclará eso con mentiras -le recordó -, pero Tenchi no te dijo que podría matarte.
Kagura le explicó que, todas las puertas conducían a diferentes lugares y que, aun cuando fuesen -en algunos casos -sombras o ilusiones, para la mente eran reales y si llegaban a herirlo o matarlo, sería de verdad.
-Es una pena que no hayas podido salir de ahí antes del atardecer -suspiró -. Por un momento creí que lo lograrías -Sasuke frunció el ceño, odiaba que hablara sarcásticamente de él -. Pero te daré un premio -le guiñó el ojo en tono coqueto.
-No estoy interesado en las mujeres -gruñó molesto, haciendo una mueca de asco, lo que le ganó una mirada de odio por parte de la loba.
-No era eso -dijo ofendida -. A mí tampoco me van los ningens orgullosos como tú -gruñó fulminándolo con la mirada.
-Entonces, ¿Qué demonios es? -preguntó comenzando a molestarse.
-Será la heredera del agua quien te ponga la siguiente prueba -dijo en tono tranquilo.
Sasuke sonrío de medio lado; el hecho de tener la oportunidad de enfrentarse a un youkai le agradaba por alguna extraña razón.
Continuara...
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Próximo capitulo: La prueba de la hermosa sirena y la segunda puerta.