Ya era un nuevo día en Hogwarts; el hermoso rubio no se quería levantar. Se sentía tan bien estar entre las sábanas, por lo que se hundió aun más en los cobertores.
—Naruto, ya levántate —le ordenó una voz conocida. Sacó apenas su cabeza, para ver la cara de su amigo Gaara, pero ahora no ve al pelirrojo si no que una bola de pelos amarillas que le brinca a la cara.
—¡Waaa! —se levantó de golpe con la gata en las manos-. Yuy, me asustaste.
—Tu gata es muy bonita —comentó el pelirrojo —. Es muy raro que Uchiha te la haya regalado.
—Si, ya se —dijo riéndose un poco —. Eso que él siempre me decía que nunca tendríamos una mascota, por que según dicen que son muy sucios.
—Parece que le afectó la paternidad —comentó con una sonrisa socarrona.
—Sí —aceptó con una tierna sonrisa.
—Bueno, mejor ya nos vamos. Seguramente Sai debe de estar molestando a Uchiha.
—Sí —lo apoyó con un suspiro resignado —. Mejor nos apuramos antes que se terminen matando.
Naruto se metió al baño para ponerse el uniforme Gaara –ya arreglado –, lo esperaba sentado en la cama con la gata en su regazo, cuando se abre la puerta de su dormitorio, por ella entra un chico de cabellos rubios platinados.
—¿Tú eres Gaara, verdad? —el aludido asintió —No nos hemos presentado, soy Draco Malfoy —le extendió la mano, Gaara un poco dudoso le devuelve el saludo, en eso sale el rubio ya arreglado.
—Hola Draco —saludó el ojicielo con una sonrisa
—Hola Naruto, ¿Ya se iban?
—Sí —respondió con una sonrisa zorruna —. Vamos a buscar a Sai y Sasuke; puedes venir si quieres. Seguramente Harry estará con ellos. El otro rubio se sonrojo un poco ante eso.
—Bueno los acompaño, pero si están sus inu... digo sus “queridísimos” amigos; creo que no le podré hablar.
El kitsune le sonríe, para después irse platicando, Naruto le explicó a Gaara que él es el koi de Harry, por lo que agarra un poco mas de confianza.
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Kakashi estaba en la sala de maestro; sentado frente a la chimenea, aprovechando que no había nadie en ese momento. Estaba leyendo su “santa Biblia” (Neonsan: entiendase el icha icha paradise)
—Hatake Kakashi —dijo una voz desconocida para él. Kakashi despegó su vista de la lectura buscó con la mirada al dueño de esa voz, al no encontrar a nadie, retomó su lectura.
—Hatake Kakashi —volvió a pronunciar la misma voz; nuevamente levantó la vista, por sobre su libro, el cual cayó de sus manos al ver una cara en el fuego en la chimenea.
—Mucho gusto. Soy Sirius Black — se presentó —, pertenezco a la orden del fénix.
— ¿Ah? —fue lo único que logró articular, tratando de asimilar que el fuego le estaba hablando —. Igualmente —dijo hasta que procesó la información-¿Usted es de la orden del fénix?
—Exacto. Vengo a hablar con usted sobre ese contenedor...
—Se llama Naruto Uzumaki —lo interrumpió con el seño fruncido —, no le vuelva a llamar contenedor —Sirius, por un momento se sintió apenado por llamarlo así
—Disculpe, vengo en son de paz. Solo le quería decir que el chico está en peligro —Kakashi se tranquilizó un poco ante lo dicho —. Se supone que esta escuela es segura, por eso está aquí.
—Los mortifagos, son peor que las cucarachas. El señor oscuro se está moviendo.
—No hay tanto problema —sonrió —, los mejores ninjas están cuidando de Naruto.
—Solo tenga cuidado —le advirtió —, ¿Usted quiere mucho a ese chico verdad? —el aludido mostró su ojito feliz.
—Es como un hijo para mí.
—Bueno, con su permiso. Lamento haber interrumpido tu lectura —dijo Sirius, Kakashi solo ríe nerviosamente para después recoger su libro, guardarlo y salir de la sala una vez que la cara desapareció.
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Todos se habían dirigido al comedor. El ambiente estaba por muy tenso; Dumbleddore estaba informándoles sobre la profesora Dolores Umbridge, ésta a su vez decía que iba a supervisar a los profesores, para que todo estuviera en perfecto orden, para nadie era secreto que odiaban a esa mujer, hasta Snape le clava dagas por los ojos.
—Profesor Kakashi —lo llamó la mujer, los shinobi la miraron atentamente —Deje de leer ese libro. Es una grosería que este leyendo en este momento y frente de los alumnos.
El peliplata la miró con mala cara, pero no le quedó de otra más que guardar su amado libro, los shinobi solo bajaron la cara, resignados.
—Pero ese libro es interesante —comentó Sai, antes de que el Uchiha pudiera darle un golpe, habló Hermione.
—Disculpa Sai, ¿Que es ese libro que siempre lleva el profesor Kakashi?
—Se llama el paraíso del coqueteo, ya lo he leído. Es entretenido.
—Suena interesante, ¿donde lo podemos conseguir? —preguntan Fred y George. Antes que Sai pudiera responder, Uchiha le tapa la boca
—No le hagan caso a éste idiota.
Mientras, Dolores estaba recorriendo las filas de las casas con la mirada, hasta que su vista se posó en cierto hermoso rubio, que, al contrario de los demás seguía comiendo como si nada, después de todo tenía que comer por dos.
—Oye tu niño —la bru... digo, mujer se paró enfrente del rubio, ocasionando que todos se pusieran en alerta y el kitsune dejara de alimentarse.
— ¿Sí? —dijo con una sonrisa.
—Esas cosas que parecen bigotes… despíntatelas —le ordenó casi escupiendo.
—Eh, bueno... —Naruto se había puesto poco nervioso —son cicatrices.
—No creo eso. Ven a mi oficina para ver si es cierto —le dijo en tono de orden —, yo no confío en ningún chico de Slytherin —la mujer iba a jalar al rubio de la manga, pero antes de llegar a tocarlo el pelirrojo la sujeta fuertemente.
—¡Suéltame, jovencito! —Sin embargo, Gaara no hizo caso, solo la mira fijamente, Sasuke ya estaba dispuesto a ir también a poner en su lugar por hablarle a si a SU dobe.
—Profesora Dolores, no moleste a mis alumnos —habló Dumbleddore. La mujer iba a protestar pero él le indicó la salida antes de que protestara; a Dolores no le quedó de otra que salir del comedor.
—Naruto, ¿…stas bien? —preguntó Draco, mas de uno se atraganto por que nunca pensaron ver a Malfoy preocupado por alguien que no fuese él mismo.
—Sí —respondió con una sonrisa —. Gracias Gaara.
— ¿Estas bien, dobe? —le preguntó el azabache quien se había acercado al Uzumaki, preocupado por el y su hijo.
—Sí, estoy bien —le dijo con una sonrisa —. Mejor vámonos a clase —dijo cambiando de tema –a veces le cansaba que todos se preocupara por él –, él no era débil, si hasta se podría decir que él era mas fuerte que el propio Uchiha. Le gustaba que lo consintieran, pero esto era demasiado.
—¡Espérenos chicos! —gritó el grupo de Harry.
—Naruto, adelántate con ellos, necesito hablar con Harry —todos se extrañan de eso, el chico de lentes solo asintió, ya imaginaba de que trataba eso.
—Vamos Naru —le dijo la única chica del grupo, mientras se adelantan entre risas.
—Ahora sí, ¿Cómo supiste lo de Naruto? —lo cuestionó el azabache, un tanto molesto.
—Disculpa, lo escuche por casualidad —dijo riendo nerviosamente ante la mirada penetrante de Sasuke — ¿Cómo es posible si él es hombre? —cuestionó confundido. Sasuke esbozó una sonrisa
—La verdad no estoy autorizado a decir ciertas cosas pero solo te diré que Naruto es especial.
— ¿El profesor Dumbleddore ésta enterado?
—…l más que nadie —respondió escuetamente.
—Pues, en ese caso… felicidades —le dijo sonriendo, Uchiha a su manera le sonríe.
—Naruto me dijo que tú eres pareja de Draco —no hace falta que Harry le respondiera, pues el sonrojo lo descubrió —. Ya es hora de que lo hagan oficial —comentó —. Debe ser frustrante no estar con la persona querida.
—Solo estamos esperando el momento justo —dijo sonriendo —y comprobar que ninguno de mis amigos sufran del corazón
—¿Por que? —cuestionó confundido.
—Cando se enteren que Draco Malfoy y yo somos novios, les puede dar un infarto —dijo sonriendo nerviosamente.
—Beno, mejor vámonos —dijo el azabache.
Finalmente todos llegaron a las orillas del lago, donde los esperaba la profesora Grubby Plank, quien a su vez los esperaba junto a 5 unicornios.
CONTINUARA.............
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