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Brozelandia por lizerg_chan

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Notas del capitulo: Gomen par la demora T_T
Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimoto-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión.
Parejas: SasuxNaru y otros.
Aclaraciones y Advertencia: Este fic esta ambientado en los juegos de calabozos y dragones y contiene, fantasía, yaoi, lemon y AU.
Beta: Usarechan


OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO


Capitulo 4.- Laberinto I


No lo entendía, simplemente no comprendía. ¿Por qué no simplemente atacaban la prisión, liberaban al zorro y huían?

El era uno de los hechiceros más importantes de su orden. No tenía por que estar pasando por eso, entonces… ¿Por qué lo hacía? ¿Por qué se involucraba en eso? Se estaba ablandando.

— ¿Necesita algo mas? —le preguntó el encargado con amabilidad.

Había ido a la armería para comprar algunos cuchillos, una espada corta y algunas otras cosas para la pronta misión.

—No —respondió secamente mientras pagaba la mercancía; aun tenía que comprar algunos ingredientes para darles magia.

Sasuke ni bien había salido del establecimiento cuando chocó con Naruto, ocasionando que ambos cayeran al suelo, uno sobre otro.

—Sa-Sasuke… —tartamudeó el rubio, un tanto sorprendido. Estaba ligeramente sonrojado por la cercanía que tenían en ese momento.
—Arriba —escucharon de Asteria, antes de levantar a Sasuke, cargándolo por la cintura como si se tratara de un saco de patatas.
—Bájame —gruñó el hechicero mirando a la amazona con deseos homicidas.

La mujer ni se inmutó ante esto, pero de todas formas bajó al azabache sin cuidado alguno.

—Deberías relajarte —dijo la elfa con una media sonrisa en los labios.
— ¿También viniste a comprar armas ttebayo? —le preguntó el rubio. Sasuke asintió —Creí que los hechiceros y magos eran unos enclenques y debiluchos que no se ensuciaban las manos —comentó sin borrar esa sonrisa socarrona.
—Es algo que no te interesa —le espetó molesto.



Gaara se encontraba en compañía de un hombre y una mujer en casa del alcalde. Tenían expresiones serias en el rostro por lo que el pelirrojo acababa de contarles.

—Según tengo entendido —tomó la palabra la mujer; una joven rubia de ojos verdes —. Los habitantes de Brozelandia no suelen salir de sus tierras.
—Eso no es lo mas relevante, Temari —habló el hombre; un joven castaño de ojos café, tenía el rostro pintado —. Según antiguos textos; en Brozelandia no existen humanos. ¿Cómo podemos explicar la presencia del chico druida?
—Averiguaré lo que pueda —anunció Gaara. El pelirrojo miró a la rubia —. Tú y Kankuro busquen información en los textos antiguos sobre Elona y Jagadht —ambos aludidos asintieron.
—Ten mucho cuidado —dijo Temari preocupada —. Las alcantarillas son peligrosas, no sabemos lo que pueda haber ahí.

La rubia había descubierto –basándose en las descripciones de los tres idiotas (Lease: Sai, Nataniel y Gandalf), –, que existían rumores sobre extraños seres que habitaban en las cloacas.


Sasuke y Naruto se encontraban sentados en la orilla de una fuente –increíblemente, Asteria los había dejado solos –, el rubio comía algunos dulces que había comprado en el mercado del pueblo.

— ¿Cómo es tu pueblo natal? —preguntó Naruto, mirando al azabache.
—Oscuro, siempre huele a sangre —respondió secamente —. La meca de los asesinos y ladrones no puede ser de otra manera.
—Debe ser horrible —comentó el druida — ¿Qué es lo que un hechicero como tú hace ahí ttebayo?
—Pertenezco a una orden de hechiceros y magos versados en la magia y artes oscuras —dijo el aludido —. Un lugar como Tartarus es el mejor lugar para nosotros.
Naruto pasó su mirada de Sasuke al cielo. Aquel mundo era muy diferente al suyo.

—El mundo fuera de Brozelandia es extraño… comentó el rubio —pero me alegro de estar aquí ttebayo —agregó con una sonrisa.

Sasuke miró detenidamente al rubio; tenía deseos de preguntarle sobre su hogar, pero era demasiado orgulloso para eso, por suerte para él no hubo necesidad de preguntar, pues Naruto mismo comenzó a contarle de su hogar.


Brozelandia era un lugar místico en donde la magia de la naturaleza dominaba todo el lugar. Era el hogar de elfos, hadas, animales y otras criaturas que jamás habían visto un humano y los que los habían visto los odiaban pues los creían culpables de la gran guerra.

—Yo soy el único de mi especie en toda Brozelandia ttebayo.
— ¿Cómo era eso posible? —se preguntó Sasuke.

Cuando Naruto era aun un bebé de unos cuantos meses, fue encontrado por una amazona quien lo llevo ante el consejo: un grupo de ancianos formados por los druidas y amazonas más sabios. Al ver que el bebé era un humano, le ordenaron a la amazona que lo había traído que lo matara con su propia espada, pero ella se negó pues lo había encontrado en el altar de la diosa Elona; creyendo que se trataba de una señal de su deidad y perdonaron la vida del infante.

—Lo más normal hubiera sido que la amazona que me encontró me criara, pero siendo un varón, eso estaba prohibido ttebayo.

La reina de las amazonas: Tsunade, le pidió a Jiraiya –el líder de los druidas –, que criara al niño y la amazona que lo había encontrado se convertiría en su protectora.

— ¿Es esa elfa? —preguntó el azabache refiriéndose a Asteria, Naruto asintió ligeramente.

El hechicero guardo silencio, confundido por el extraño cosquilleo que parecía nacer en su estomago, su corazón estaba acelerado y lo invadieron unas ganas enormes de abrazar al rubio. Sacudió la cabeza al darse cuenta que no solo quería abrazarlo, sino ir más allá.

— ¿Te sucede algo? —preguntó el rubio un poco preocupado por su compañero.
—No —respondió secamente.

Nuevamente el silencio se apoderó de los jóvenes; aunque éste, no duró mucho, pues el druida no podía estar más de un minuto en silencio (o quieto).

— ¿Por qué decidiste participar en esta misión ttebayo? —preguntó el rubio.
—No es tu asunto —respondió secamente, arrepintiéndose inmediatamente por haberlo hecho.

Naruto infló las mejillas a modo de puchero, insultando al azabache con un “teme”, pero sus ojos revelaban su tristeza, lo que ocasionó que el azabache terminara contándole que ni él mismo sabía el por que había decidido participar. Tan solo había sido un impulso, un deseo que aun no comprendía.

—Yo tampoco sé por qué participo —admitió el rubio —. Ero-senin me dijo que debía seguir a mi corazón para poder cumplir mi destino ttebayo.



Una hora después el grupo se encontraba en la entrada de las alcantarillas.

—Nos dividiremos en grupos para abarcar más territorio —dijo Radakisha —. Gandalf y Nataniel harán el primer equipo, Sasuke y Asteria el segundo, Sai y Naruto el tercero, Gaara y yo haremos el último.
—De ninguna manera dejare a Naruto con este idiota —habló Asteria enojada.
—Es así como debe ser —respondió la paladín con el ceño fruncido.
—Tú no eres mi jefa, Radakisha —dijo desafiante —. Naruto y yo debemos estar juntos, esas son las ordenes de mi reina.

La tensión alrededor de ambas era grande y de sus ojos salían pequeños rayitos; ninguna quería ceder. Finalmente Radakisha suspiró pesadamente.

—Bien, tú, Sasuke y Naruto harán un equipo —habló molesta —. Ustedes tres irán juntos —aquello ocasiono que Sai, Nataniel y Gandalf se tensaran, pues la paladín se veía muy molesta —. Gaara, usted vendrá conmigo —el aludido asintió con la cabeza.

El pelirrojo miró a los dos miembros de Brozelandia, ¿Por qué motivo debían estar siempre juntos? Quizás muy pronto lo averiguaría.


Continuará…

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