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Tu última oportunidad por lizerg_chan

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Notas del capitulo: gomen por la demora!!!!!
Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimoto-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión.
Parejas: SasuxNaru, y las que se me ocurran.
Advertencia: Contiene Yaoi, muerte de personaje, Spoiler del manga, entre otros.
Beta: Usarechan
Aclaraciones:


OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO



Capitulo 16.- El equipo del cielo


Ambos estaban en estado de shock, ahí frente a sus ojos se encontraba Minato Namikaze, junto a él se encontraban otras dos figuras completamente cubiertas por gruesas capas; una de ellas mas alta que Minato y la otra ligeramente mas baja.


— ¡Yondaime-sama! —exclamaron ambos ninjas. El aludido les sonrió antes de acercarse a Naruto y envolverlo en un abrazo paternal.
—Me alegra verte… hijo —ante esto, Naruto se separó del mayor mirándolo con incredulidad y lo golpeó dejando a todos sorprendido.


El antiguo Hokage se esperaba algo así, lo que si le sorprendió fue el abrazo y el dulce: “me alegra conocerte papá” que le dedicó el menor. Ambos se abrazaron olvidándose de todo lo que había a su alrededor; tenían tantas cosas que decirse, tantas cosas que hacer juntos…


—Los arrumacos los pueden dejar para después —habló la figura más alta, su voz era gruesa y masculina.
—Siempre tan amargado —dijo la figura mas baja con voz femenina —. Deja que el hombre disfrute un poco de su hijo.


Hermes suspiró pesadamente, mentalmente preguntándose por que los dioses lo odiaban tanto. ¿Es que era tan malo?

—Expliquen —exigió Sasuke mirando a Hermes con el ceño fruncido. Hermes y Minato lo miraron desaprobatoriamente, mas tarde se encargarían de eso — ¿No se supone que estaba muerto?
—Y lo está —dijo Hermes sin tacto alguno, lo que le ganó la mirada reprobatoria del mismo rubio y sus dos acompañantes.
—Destino-sama suele comprar almas de guerreros a los dioses de la muerte —habló la chica.
—Minato fue “comprado” al shinigami como nosotros lo fuimos —habló el mas alto —. Se nos otorgó un cuerpo nuevo y una nueva “vida”.
—Pero no podemos salir a menos que Destino-sama nos lo ordene —finalizó Minato con tono triste.
— ¿Podemos iniciar de una maldita vez? —gruñó el dios mensajero, deseando internamente que un rayo cayera del cielo y lo dejara inconsciente.
—Claro… si nos dices por que fuimos llamados —habló la mujer. Hermes se golpeó la frente con el dorso de la mano, como preguntándose por que su padre lo odiaba tanto.
— ¡Se supone que vinieron para enseñarles! —gritó furioso — ¡¿Es que Destino no les dijo nada?!
—No —dijeron los tres al unísono. Ahora si que Hermes tenía ganas de lanzarse a un precipicio. Seguramente Destino se estaría burlando de él en algún lado, como lo odiaba.
—Bueno, si seremos sus sensei lo mas correcto es presentarnos —dijo la mujer despojándose de la capa que la cubría.


Era una mujer de abundante pecho, caderas rozagantes. Tenía un rostro hermoso de una sensualidad casi mística; tenía una larga cabellera color plata y de ojos dorados usaba un vestido chino con aberturas a cada lado sobre un pantalón azul claro que le llegaba un poco más arriba de las pantorrillas.
El otro era un hombre alto y musculoso. Tenía cabellos castaños cortos de piel morena y enigmáticos ojos grises.

—Soy Chai Xianghua soy de China—se presentó la mujer guiñando un ojo.
—Atem… Egipto —habló secamente.

Los tres eran el equipo del cielo ya que sus habilidades eran el Viento (Minato), Relámpago (Chai Xianghua) y Fuego (Atem).

—Ya que se presentaron —habló Hermes — ¡¿Podrían iniciar de una maldita vez?!
—Los dioses griegos son tan impacientes —se quejó la chica.

Minato sonrió de medio lado. Le encantaría estar solo con su hijo y recuperar el tiempo perdido, pero sabía que no era posible, al menos no por el momento.

—No discutan —habló Atem con parsimonia. El egipcio se acercó a los dos ninjas, los miró de arriba abajo estudiándolos —. Nombres…
—Soy Uzumaki Naruto y él es Sasuke Uchiha ttebayo —Atem esperó un par de segundos antes de mirar a sus compañeros sin borrar aquella expresión carente de emociones.
—Entiendo por que el Sr. Destino nos llamó —habló el egipcio —. El equipo del cielo posee poderes similares a ellos —explicó —… viento —señaló a Minato y luego a Naruto —, rayo —señaló a su compañera y luego a Sasuke — y fuego —se señaló a si mismo y nuevamente al Uchiha.

Los guerreros que Destino tenía, estaban divididos en equipos; todos ellos con un nombre clave que reflejaba a sus integrantes. Todos ellos mortales que se habían sacrificado para salvar a su gente.

— ¿Qué tal si iniciamos? —habló Minato. Sus compañeros asintieron (para alivio de Hermes que ya comenzaba a perder la poca paciencia que le quedaba).

El dios dejó escapar un fuerte: “¡por fin!” cuando el trió se puso serio. Si ambos ninjas creían que el entrenamiento de Hermes era difícil; el entrenamiento que el equipo del Cielo les estaba proporcionando era brutal.

Minato para aumentar la velocidad y agilidad, los había obligado a usar pesas que sumaban los 50 kilos mientras corrían dando vueltas por el lugar.

Algunas horas después del difícil entrenamiento de Minato, los dos se dejaron caer al suelo agotados –pero ni bien había dado un respiro –, fue el turno de la única mujer del grupo. Ella había llamado tai chi a los ejercicios que consistían en hacer diferentes pero suaves movimientos, muchos de ellos extraños y algo complicados pero que les permitió recuperarse del entrenamiento de Minato. El de Atem solo consistió en una lucha cuerpo a cuerpo (sin armas o uso de chakra).

—Eso será todo por hoy —dijo Minato para alivio de la pareja. Naruto se dejó caer al suelo mientras que Sasuke se sentaba con cuidado.
—Por el momento los tres seremos los maestros de ambos —habló la chica —, después de que dominen lo básico, los separaremos para incrementar sus habilidades.
— ¿Puedes aparecer una carpa o algo? —le pidió Atem a Hermes quien frunció el ceño, se cruzó de brazos mascullando con molestia:
—Veré que puedo hacer —y desapareció.


Mientras tanto los dioses ya habían planificado una estrategia para proteger a Naruto de las garras de Seth.

—Espero que tu plan funcione —habló Amaterasu con prepotencia. El rey del Olimpo la miró con odio y molestia reprimida.
—Lo hará —le aseguró Zeus cortante y molesto. El dios del rayo se cruzó de brazos; como desearía poder poner sus manos en ese blanco y pequeño cuello y apretarlo hasta que escuchara un “crash” pero sabía que eso sería imposible.
—Por el bien de Pureza y el tuyo propio mas vale que así sea —secundó Odín mirando al olímpico con desdén.

Zeus gruñó por lo bajo; quizás su idea no era buena ¡Pero por lo menos aportaba una y no solo se dedicaba a criticar a los otros!

—Estoy seguro que el plan de Zeus funcionará —dijo Quetzalcóatl, Thor asintió con la cabeza dándole la razón al otro dios.
—Todo saldrá bien —habló Esperanza quien había llegado a la reunión poco antes de que esta culminara.


Zeus asintió a lo dicho por los dos dioses y el espíritu; debía confiar en que el plan funcionaría, pero sobre todo, debía confiar en Hermes y los dioses que ayudarían en el entrenamiento de Sasuke y Naruto.

Continuará…

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