Título: “No Puedes Comprar Mi Amor”
Personajes: Harry Potter/Draco Malfoy
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de propiedad de J.K. Rowling, sólo los tomo prestados para divertirme con ellos, no percibo ningún beneficio económico.
Advertencia: Post Deathly Hallows, sin Epílogo. Esta historia comienza a desarrollarse justo cuando faltan dos días para el primer aniversario del enfrentamiento final entre Harry y Voldemort.
Capítulo 6. Estrategias
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Draco se había cambiado por enésima vez la túnica. Necesitaba ocupar los minutos que restaban para la hora de la cena en algo. Esa noche su destino quedaría sellado para siempre, se haría formal el compromiso de matrimonio con el hermano de Dolores Umbridge. Sería la primera vez que viera a su futuro esposo, no tenía demasiadas expectativas con respecto a él, la hermana era fea y desagradable, no había motivos para pensar que el hermano, el tal Magnus era diferente.
Narcisa entró a la habitación de su hijo y quedó sorprendida al ver que las túnicas de distintos colores y diseños estaban regadas en la cama y por el sofá. Aquello le bastó para comprender que su hijo estaba con los nervios destrozados, igual que ella.
——Querido pensé que ya estabas listo ——dijo la mujer mientras se acercaba a su hijo.
——Ya casi madre… es sólo este estúpido ojal que no puedo…
Narcisa se acercó silenciosa y terminó de arreglar los botones de la túnica en silencio.
——Creí que te había gustado la túnica que te había escogido… el color añil te quedaba muy bien, pero esta gris está preciosa también ——comentó la mujer mientras terminaba de cerrar el último ojal.
——La gris es perfecta para la ocasión madre… gris… es de ese color que veo mi vida ——repuso el rubio con tono deprimido.
——Hijo aún estás a tiempo de negarte… yo te apoyaré si decides…
——No madre ——interrumpió el muchacho ——, ya estoy en esto y no volveré atrás… francamente prefiero hacer este sacrificio que vivir en la miseria y obligarte a ti después de todo lo que has sufrido.
——Hijo yo no pienso igual que tu padre… por ti soy capaz de cualquier sacrificio, lo sabes, no quiero que seas infeliz.
——Seré feliz siendo rico madre, seré feliz manteniendo mis lujos y mi estilo de vida, es lo más importante, es lo que mi padre me inculcó desde siempre… los sentimientos no son importantes.
Narcisa sintió dolor al oír a su hijo hablar de ese modo, porque sabía que en el fondo Draco pensaba de esa manera, Draco tenía sueños como los tendría cualquier muchacho de diecinueve años y renunciaba a ellos por asegurarle a la familia la vida de riqueza a la que estaban acostumbrados.
——¿Los invitados aún no llegan? ——preguntó el rubio mientras miraba hacia los iluminados jardines.
——No, pero tu padre quiere que estemos en la sala esperándolos.
——Entonces vamos ——dijo Draco mientras le abría la puerta y le ofrecía el brazo a su madre.
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Lucius quería aparentar calma, pero le era difícil controlar el tic nervioso de su pierna, esperaba que de un momento a otro las llamas de la chimenea cambiaran a color verde, anunciando la llegada del pretendiente de Draco. Rogaba porque su hijo no se arrepintiera al ver a su prometido, Magnus no era precisamente atractivo, todo lo contrario.
Narcisa y Draco llegaban ya a la sala cuando las llamas se tornaron verdes. Lucius adoptó una pose solemne mientras veía girar y salir de las llamas a Dolores Umbridge.
La mujer le mostró su amplia sonrisa que recordaba a un sapo, como siempre llevaba una cinta en el cabello que le hacía ver bastante ridícula; la túnica de un color rosa pálido no ayudaba en absoluto a mejorar su aspecto.
Le tendió la mano a Lucius que se apresuró a tomarla con la más comedida de las sonrisas.
——Lucius… finalmente ha llegado este dichoso día para nuestras familias ——dijo Umbridge con alegría.
En ese instante salía de la llamas su hermano Magnus. El hombre inclinó su cabeza ante Lucius y le tendió la mano.
——Señor Malfoy… un honor volver a verlo ——dijo Magnus con sonrisa idéntica a la de su hermana.
Narcisa se adelantó a saludar a Dolores que le sonrió y la llenó de halagos.
Draco mientras tanto permanecía rígido como una estatua. Luego los ojos de Dolores se volvieron hacia él, le dio una mirada como si viese al ser más sublime de la tierra.
——Draco querido… cuanto tiempo ha pasado, eres todo un hombre ——dijo Dolores ensanchando aún más la sonrisa.
Draco hizo gala de todo su cinismo de Malfoy y le sonrió a la bruja como si volver a verla era todo lo que esperaba en su vida.
Lucius al ver esto respiró más aliviado.
Luego fue el turno de que Umbridge presentara a su hermano, primero lo hizo con Narcisa, la mujer rubia lo acogió con una sonrisa y una amabilidad de etiqueta. Luego fue el turno de Draco.
——Magnus querido… este es Draco, el joven más encantador y educado que tuve el agrado de conocer en Hogwarts ——dijo Dolores con voz melosa.
Magnus le tendió la mano al muchacho que la tomó sin manifestar otra cosa que no fuese una sonrisa amable hacia quien era su prometido. Sin embargo Magnus dejándose llevar por el entusiasmo que le despertó Draco con su juventud y belleza, retuvo la mano del muchacho un par de segundos más mostrándole la sonrisa más encantadora de la que sería capaz en su vida.
Draco mantuvo su sonrisa cortés, pero sus ojos no manifestaron ningún sentimiento, la frialdad de su mirada era copia exacta a la de su padre.
Luego de las presentaciones todos tomaron asiento. Draco lo hizo junto a su madre de inmediato para no tener que sentarse junto a su prometido.
Un elfo doméstico llamado Gigli se presentó y ofreció a las visitas y sus anfitriones un vino dulce antes de pasar a la mesa a cenar.
Draco durante todo el tiempo mantuvo su rostro serio, se sentía horriblemente incomodo con la mirada idiota que le dirigía su prometido. Si al menos hubiese sido más atractivo pensaba el chico rubio, pero no, no podía tener tanta suerte como para encontrar un partido conveniente que además fuese atractivo y un poco más joven, pero ya había aceptado, su suerte ya estaba echada.
Cuando Lucius finalmente creyó que era bastante de mantener aquella conversación insulsa con sus dos invitados los instó a pasar a disfrutar de la cena. Le ofreció el brazo a su esposa mientras que Umbridge para alegría de Draco se colgó del brazo de su hermano.
Naturalmente que en la mesa Draco se vio obligado a sentarse junto a su prometido, ya que su padres quedaron en la cabecera de la mesa. Para suerte de Draco su prometido no se mostró demasiado audaz, más bien parecía algo cohibido ante la arrogancia del chico rubio, en todo caso eso a Magnus no le molestaba, la belleza de Draco le parecía tan sublime que entendía su actitud, le parecía que el muchacho rubio era adorable.
Durante todo el tiempo que duró la cena Draco se aburrió terriblemente escuchando la insoportable conversación de Umbridge que sólo hablaba de su trabajo en el Ministerio y de los importantes cambios que pensaban introducir para construir una sociedad más justa para todos en el mundo mágico.
Cuando llegaron finalmente al postre la única que había hablado sin parar era Umbridge, sus anfitriones habían hecho uno que otro comentario con respecto a todos los temas que había expuesto. Draco pese a mirarla con mucha atención y sonreírle comedidamente de vez en cuando no había escuchado ni una sola palabra de todas las que había dicho la bruja y eso que había dicho mucho.
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Después que regresaron al salón para el café. Lucius le dio una mirada a Narcisa, pidiéndole a ella que pusiera el tema en cuestión, se suponía que los más interesados en ese matrimonio eran ellos, era hora de mostrar algo de interés por el asunto.
Narcisa luego de darle una mirada a su hijo, se dirigió directamente al que sería su yerno.
——Magnus me gustaría saber que le ha parecido mi hijo ——dijo Narcisa con una suave sonrisa.
Al hermano de Dolores se le iluminó la cara, ya estaba pensando en como haría para iniciar esa conversación, aunque el asunto ya esta arreglado necesitaba pedirle al muchacho que se casara con él.
——Señora Malfoy… no creo que existan palabras suficientes como para describir la grata impresión que me ha dado su hijo. Pero me atrevería a decir que es lejos el joven más encantador que he tenido la suerte de conocer.
Draco ni siquiera parpadeó, se mantuvo tan frío como una piedra. Eso sí estuvo a punto de lanzar una mirada burlona a su prometido tras oírlo, él no era precisamente encantador, al contrario esa noche se había mostrado más desinteresado y frío de lo que ya era normalmente.
——Nos honra con su comentario Magnus ——repuso Lucius mientras le dirigía una mirada de advertencia a su hijo ——, y estoy seguro de que mi hijo también se siente alagado.
Draco volvió el rostro hacia Magnus y por primera vez en la noche le sonrió. Cosa que hizo que el corazón del hermano de Dolores saltara de alegría.
——Por supuesto que me siento alagado con tal comentario ——dijo el muchacho rubio.
Lucius aprovechó esa respuesta de su hijo para poner el tema sobre la mesa, la formal petición de mano que debía hacer el hermano de Dolores. Por mucho que el asunto ya estuviese acordado debían respetarse las formalidades del caso.
——Aunque mi hijo Draco ya está al tanto de nuestro acuerdo Magnus, no creo que esté demás que usted converse con él… y seguramente desearan hacerlo en privado así…
——No es necesario padre ——se adelantó a decir Draco y acompañó la frase con una sonrisa comedida ——, no tengo inconveniente en que el señor hable delante de ustedes.
Esas palabras bastaron para animar al hermano de Dolores, era todo lo que necesitaba, aunque le hubiese gustado hacer la petición en privado. Se levantó solemnemente y luego de darle una mirada a Draco que él juzgó tierna le habló a Lucius.
——Señor Malfoy… en este preciso momento deseo rogarle que me conceda la mano de su hijo Draco, le juro que dedicaré mi vida entera hacerlo el ser más feliz que pueda existir.
Draco sintió una puntada en el estómago.
——Por supuesto que se la concedo ——respondió Lucius al instante ——, estoy seguro que cumplirá su palabra se hacer muy feliz a nuestro hijo.
Magnus sonrió ampliamente e inclinó la cabeza ante Lucius, mientras su hermana Dolores miraba la escena con satisfacción.
Luego el hermano de Dolores se acercó a Draco que se vio obligado a levantarse y sonreírle. El hombre aprovechó aquello para tomar la mano del muchacho aunque lo que en realidad estaba deseando era lanzarse sobre la boca del chico, pero no podía hacer eso con los padres ahí presentes, sin embargo esto no lo desanimó, ya tendrían seguramente un instante a solas para sellar con un beso aquel compromiso.
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Sólo faltaban dos días para el cumpleaños de Harry y había prometido celebrarlo con sus amigos y con la familia Weasley. Había estado tres semanas en el Valle de Godric, no sólo ocupándose de los arreglos de la que había sido la casa de sus padres, sino que también ideando una estrategia para averiguar el asunto de esa nueva profecía. No había sido nada sencillo encontrar la forma pero en aquellas tres semanas finalmente dio con el modo de saberlo. Umbridge la había oído por lo tanto esa bruja era la única fuente de información, ni siquiera a su hermano le había aclarado muy bien de que se trataba, pero ese asunto la había motivado a planear un matrimonio entre su Draco Malfoy y ese hermano suyo.
No le quedaba otro remedio, necesitaba hablar con esa bruja personalmente. Durante esas semanas había ideado miles de estrategias para acercarse a Umbridge, pero todas le resultaban poco convincentes. Finalmente pensó en la única que tal vez no despertaría sospechas, pedir un empleo en el Ministerio, de algo tenía que servir el hecho de que todos lo considerarán un héroe, conociendo como conocía a Umbridge a la bruja le daría igual los enfrentamientos que habían tenido hacía cuatro años, ahora que él tenía el reconocimiento de toda la comunidad mágica seguramente ella fingiría que nunca habían tenido una desavenencia. Era justamente lo que él necesitaba.
Ahora Harry mientras guardaba su ropa en el armario del cuarto que compartía con su amigo, pensaba en como haría para decirle a la familia Weasley de su idea de solicitar empleo en el Ministerio. Eso despertaría las suspicacias de todos, pues sabían que si había algo que él aborrecía eso era justamente al Ministerio de la Magia.
Ron entró al dormitorio silbando una melodía muy alegre. Harry presentía que algo muy bueno le había sucedido a su amigo pues desde el primer momento lo había notado más alegre, el pelirrojo se veía diferente a como era tres semanas atrás.
——Te ves muy alegre… yo diría que estás distinto ¿Sucedió algo que te puso de ese modo?
Ron se puso serio de pronto. Sintió algo de culpa por mostrarse tan feliz sabiendo que su amigo cargaba con varias preocupaciones encima, pero le resultaba algo difícil no verse ni sentirse feliz después de que había consumado su amor con Hermione.
——No… nada, no ha pasado nada… es sólo que bueno soy feliz ——dijo el pelirrojo.
——Ah… bueno si no estás feliz por nada en particular ——dijo Harry sonriendo de medio lado.
Ron enrojeció de golpe, al parecer Harry tenía sospechas de que eso que motivaba tanta felicidad en él.
——Bueno… en realidad sí hay un motivo, pero Harry debes jurarme que no se lo contarás a nadie… si Hermy llega a sospechar que te lo he dicho…
——Entonces yo tenía razón… se trata de eso.
——¿De qué?
Harry volvió a reírse.
——Bueno eso… tú y ella… hicieron el amor ——dijo Harry con el tono más normal del mundo.
Ron se puso más rojo de lo que ya estaba.
——¡Qué!... Pero cómo lo sabes… no me digas que ella te dijo…
——Ron… como crees, ella me tiene confianza, pero no a ese extremo.
——¿Y entonces cómo lo supiste Harry?
Harry movió la cabeza en señal de negación.
——Porque se te nota Ron, cada vez que Hermione se pone en frente de ti la miras con cara de idiota.
Ron arrugó el ceño.
——¿Cómo que con cara de idiota?
——La miras como si estuvieras en frente de ti el pastel más delicioso que has probado en tu vida, por eso me di cuenta… no hacía falta más.
Ron se quedó callado por un segundo.
——¿De verdad que así me veo Harry?
——Hmm sí Ron así es como te ves.
——Entonces eso significa que si tú lo notaste los demás también —dijo Ron dejándose caer en la cama ——¡Por Merlín! ¡Qué vergüenza!
——No tiene nada de malo Ron, son novios y además mayores de edad, es algo que sólo les incumbe a ustedes dos.
——Aun así es vergonzoso… Oh mi madre debe saberlo entonces.
——No te apenes por eso, ya te lo dije no tiene nada de malo ——repuso Harry.
Ron se quedó pensando mientras Harry guardaba el resto de su ropa en el armario junto a la de su amigo.
Luego Harry se asomó a la ventana, el sol ya se ponía. Le dio una mirada a Ron que seguía enfrascado sin duda en el tema de que era probable que toda su familia supiera ya lo suyo con Hermione, decidió rescatarlo de eso e introducirlo en otro asunto.
——Ron ——llamó Harry.
——Hmm…
——Voy a solicitar un empleo en el Ministerio ——anunció de golpe Harry, sabía que con eso bastaría.
Y así fue. Ron se incorporó de golpe en la cama.
——¡Qué!
——Eso, pediré un trabajo en el Ministerio, no creo que me lo nieguen.
——Pero Harry tú… tú no los soportas ¿Cómo piensas trabajar para ellos?
——No pienso Ron.
El pelirrojo arrugó el ceño, comenzó a entender que eso algo tenía que ver con el asunto de la profecía que había oído Umbridge.
——¿Y si te lo dieran Harry?
——Bueno lo cierto es que no espero obtenerlo en realidad, Umbridge es la sombra de ese Rathbone, de seguro que me enviará a hablar con ella sobre algún empleo. Sólo espero que esa bruja horrenda sea lo suficientemente cínica como para fingir que no tiene nada en mi contra.
——Harry pretendes averiguar lo de la profecía lo sé, pero cómo lo harás, no me digas que se lo preguntarás así nada más, no creo que te lo diga.
——Usaré la misma técnica que quiso utilizar ella conmigo cuando trató de saber el paradero de Sirius y de Dumbledore.
——¡Veritaserum!
——Exacto.
——¿Dónde vas a conseguirlo?
——En el único lugar posible, Hogwarts.
Ron se quedó pensando en cómo haría Harry para poner el Veritaserum en la bebida de Umbridge en el caso de que pudiera hablar con ella y la mujer le ofreciera algo de tomar.
——Harry no quiero desanimarte, pero realmente crees que tú encuentro con Umbridge pueda ser tan cordial como para que te invite una taza de té.
——Bueno Ron, eso no puedo asegurarlo, pero si esto no resulta deberé pensar en otra cosa.
La respuesta de Harry quedó interrumpida por los golpes en la puerta, que luego se abrió con cuidado, era Hermione.
——¿Puedo pasar?
——Claro Hermy.
La chica entró a la habitación.
——¿Puedo saber de que conversaban?
——Harry solicitará un empleo en el Ministerio ——se apresuró a decir Ron.
Hermione asintió.
——¿De esa forma esperas estar cerca de Umbridge para sacarle la información Harry?
——Es la única forma en que podría acercarme a esa bruja.
Hermione se quedó pensativa un instante.
——Harry no creo que se vea muy bien que tú pidas un empleo en el Ministerio, no digo que no te lo darían, sin duda que Rathbone estaría feliz, pero todo el mundo sabe que tú detestas todo lo que se relaciona con el Ministerio, ni siquiera fuiste a la ceremonia de aniversario para no tener que verles las caras a esa gente.
——¿Y de que otro modo podría acercarme a Umbridge?
——Bueno estoy recordando de cuando entramos al Ministerio para recuperar el relicario de Regulus, el verdadero ese que Umbridge decía que era una herencia de su familia “sangre pura”.
——Cómo podría olvidar aquello fue una locura ——dijo Harry moviendo la cabeza de un lado a otro.
——Pues creo que podríamos hacerlo otra vez ——repuso Hermione con toda tranquilidad.
Ron parpadeó asombrado, mientras que Harry la miró desconfiado.
——Piénsalo Harry… recuerdas que la vez anterior entramos usando apariencias diferentes, pues ahora podemos hacer lo mismo, si lo logramos usar la apariencia de alguien que sea cercano a Umbridge...
——Espera Hermione… y cómo haremos para conseguir la poción Multijugos, ya sé que sabes prepararla, pero tarda un mes en estar lista, creo que Umbridge tiene prisa por casar a su hermano con Malfoy ——dijo Harry.
——Bueno Harry la verdad es que la poción comencé a prepararla hace tres semanas, en cuanto tu te marchaste al Valle de Godric, sólo falta una semana más para que esté lista.
——¡Demonios Hermione! ¿Por qué no me lo dijiste sí ya habías discurrido un plan? He pasado tres semanas devanándome los sesos buscando alguna idea para acercarme a Umbridge.
——Bueno Harry… no sabía si estarías de acuerdo con repetir aquella experiencia de entrar al Ministerio fingiendo ser otra persona, la última vez fue terrible.
——Decir que fue terrible no es suficiente ——interrumpió Ron ——, aún recuerdo esa entrada…
——Hermione tiene razón… no puedo ir a pedir un trabajo al Ministerio ——dijo Harry con tono duro que asombró a sus dos amigos ——, estoy recordando a esa bruja miserable, recordando la cara de satisfacción que tenía aquella vez que interrogaba a esa mujer… la señora Cattermole en aquella sala ¿te acuerdas Hermione? Fascinada con el poder que tenía para decidir sobre la vida de los demás.
——Es cierto Harry esa bruja repugnante estaba feliz disfrutando de su poder ——dijo Hermione.
——Bueno lo de ir a pedirles un empleo entonces queda descartado, será difícil entra y hacernos pasar por otros ——dijo Ron.
Harry y Hermione miraron serios a Ron.
——Ron tal vez no sería conveniente que tú fueras… recuerda que tu padre…
——Ni lo digas Harry… no voy a perderme esto por nada del mundo, la última vez estuvimos en las narices de los Mortífagos y lo conseguimos, ahora ya no tenemos ese problema.
——Eso es cierto ——dijo Hermione dándole una mirada a Harry ——, además será más fácil elegir a alguien…
——No Hermione no creo que sea fácil ——interrumpió Harry ——, tenemos que suplantar a personas cercanas a esa bruja.
Hermione se quedó pensativa por un segundo.
——Bueno… entonces averiguaré quienes son los más cercanos a esa bruja, no será difícil, Ron creo que tu padre podría ayudarnos con eso.
——Hermione no dudo que la ayuda del señor Weasley sería valiosa, pero si comienzas a preguntarle sobre los cercanos a Umbridge le parecerá muy extraño y no podemos darnos el lujo de llamar la atención ——repuso Harry.
——Sí tienes razón…
——Tengo una idea ——dijo de pronto Ron.
Harry y Hermione lo miraron con atención.
——Yo seré quien pida un puesto en el Ministerio.
——¿En serio harías eso? ——preguntó Harry.
——Claro… no tendría nada de raro… papá y el tonto de Percy trabajan ahí, no sería extraño, de esa forma puedo averiguar quienes son los más cercanos a Umbridge.
——¿Qué piensas Hermione? ——preguntó Harry
——Creo que es una gran idea ——dijo la chica ——. Bueno… está decidido entonces Ron irás a pedir un trabajo al Ministerio y averiguarás todo lo que puedas de Umbridge y de la gente que trabaja cerca de ella.
——Yo iré a Hogwarts a hablar con la profesora McGonagall sobre el asunto de la poción ——repuso Harry.
——Tenemos siete días antes de que la poción Multijugos esté lista ——puntualizó Hermione.
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Harry sentía infinito agradecimiento de sus amigos, lo que se proponía hacer no era nada fácil, era riesgoso y sin embargo ni Ron ni Hermione manifestaban preocupación por el asunto, si bien era cierto que el Ministerio ya no estaba controlado por Mortífagos, Dolores Umbridge no era menos peligrosa, él lo sabía muy bien, era una mujer que por ambición era capaz de todo, y lo que planeaba ahora con ese matrimonio entre su hermano y Draco Malfoy era sin duda algo muy siniestro.
Ron y Hermione dejaron la habitación mientras Harry se quedó un rato más mirando el horizonte, el crepúsculo ya lo llenaba todo. De pronto el muchacho de ojos esmeraldas sintió una tremenda satisfacción al tener la certeza de que estaba planeando algo que iba en contra de Dolores Umbridge, la persona que más detestaba en el mundo después de Voldemort.
De pronto a Harry se le ocurrió pensar que hasta el momento todas sus ideas habían girado en torno a saber que era lo que decía exactamente esa profecía que le había oído esa bruja a la profesora Trelawney. Qué pasaría después de saberlo, estaba seguro que era algo muy peligroso para la comunidad mágica, se preguntó por vez primera hasta dónde estaría dispuesto a llegar para estropearle los planes a esa bruja, a caso sería capaz de traspasar ciertos límites, sería necesario que arriesgara su integridad física o moral, conllevaría todo eso un sacrificio para él, estaría dispuesto a inmolarse una vez más “Por el bien de todos”.