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Stormwind por zandaleesol

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Título: “Stormwind”


Pareja: Harry/Draco


Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a J.K. Rowling, sólo los tomo prestados para divertirme y espero que también para entretener a los lectores, no percibo ningún beneficio económico por este trabajo.




&&&


Hacía muchos años que no experimentaba miedo, al menos no ese tipo de miedo. De vez en cuando se debía enfrentar a situaciones de riesgo, pero hacía mucho tiempo que no sentía una amenaza cernirse sobre alguien a quien amara, sí porque él amaba al pequeño Teddy Lupin. El pequeño de siete años le hacía a menudo recordar la calidez de Remus, pero también la alegría de Tonks, dos personas a las que él quería y que habían muerto aquella noche en Hogwarts, ni siquiera hubo tiempo de alguna palabra con ellos, no podía esperarse otra cosa en una batalla, pero no por eso dejaba de ser doloroso. Hizo un esfuerzo porque su cerebro dejara de divagar en el pasado y volviera al presente.


Las tres personas que estaban en la oficina le miraban esperando que dijese algo por la nota encontrada por Andrómeda.


——Potter eso es muy serio ——dijo Larkin.

——¡Claro que lo es! Teddy es mi ahijado y… esto es una venganza contra mí, eso está muy claro, la nota lo dice.


Harry hacía tanto tiempo no se sentía tan impotente.


——Bien ya está claro que esto es en tu contra… debemos investigar a cualquiera que hubiese hecho una amenaza ——dijo Larkin

——Recibo siempre amenazas de los sujetos que mando a Azkaban ——dijo Harry con amargura.

——Además de ser algo directamente en tu contra Potter… el que hace esto no es un sujeto cualquiera ——dijo Draco.

——Eso es cierto, pero no entiendo “la ignorancia no es inocencia, sino pecado” ¿qué es eso que yo ignoro?

——El que está detrás de esto quiere jugar con usted Potter ——dijo Larkin.


Andrómeda había escuchado las palabras de los tres Aurors y cada una de ellas le llenaba de más inquietud.


——Harry… ¿Tú crees que el que se llevó a Teddy… quiera hacerle daño?


Harry volvió la vista hacia Andrómeda.


——Si esto es una venganza en mi contra… no creo que dañen a Teddy… esto es para… ¡demonios no lo sé! Pero una cosa si te puedo jurar no descansaré hasta encontrarlo… el que está detrás de esto… lo pagará muy caro.


Andrómeda no dijo nada, sólo asintió con la cabeza mientras los ojos se le inundaban otra vez de lágrimas.


**********


Un grupo de los más experimentados Aurors, habían revisado la casa de los Tonks palmo a palmo, sin encontrar la más mínima huella que delatara la presencia de un intruso. Los hechizos más complejos de rastreo no habían arrojado resultado positivo. Era casi medianoche y Harry hacía una hora que había regresado a la oficina luego de entrevistar a un montón de personas que se relacionan con los Tonks, tenía el presentimiento de que aquello era inútil, el asunto de la desaparición se relacionaba con él.


No dejaba de darle vueltas a la nota dejada por el secuestrador de Teddy, pero no podía encontrar algo, se preguntaba una y otra vez que significaba, creía comprender en parte el mensaje oculto en esa nota. Había algo que él ignoraba y por tal motivo el que había escrito eso lo consideraba un pecador, era culpable por ignorar, pero ignorar qué, no entendía, aquello no tenía sentido para él, pero seguramente lo tenía para quien la había escrito. O tal vez se equivocaba al querer encontrarle sentido a las palabras de alguien que simplemente estaba desquiciado.


**********


Naturalmente que la noticia de la desaparición de un niño pequeño no era algo que podía mantenerse oculto para siempre. Habían pasado tres días desde el suceso y ya sin saber como aparecía la noticia esa mañana en la portada del diario “El Profeta”. Como era lógico había cundido el miedo por todos lados, la oficina de Aurors había recibido miles de denuncias de sospechosos que merodeaban las casas de magos que tenían hijos pequeños de la misma edad de Teddy Lupin, al parecer muchos pensaban que el pequeño sólo había sido el primero en desaparecer y que otros niños posiblemente correrían su misma suerte.


Harry no compartía esta apreciación. La desaparición de Teddy no era un hecho al azar, era algo planeado. Hacía tanto tiempo que se había liberado de la sensación de sentirse responsable por el bienestar del mundo mágico que le resultaba extraño volver a vivir la experiencia de que la vida de alguien dependía exclusivamente de cómo se manejara él. No era justo tener que pasar por eso otra vez.

&&&


Otra vez ya era de noche, otro día más se había sumado a los tres que llevaba desaparecido el pequeño Teddy y comenzaba a aceptar que la situación lo tenía irritado.


El jefe de Aurors lo había llamado a una reunión a su despacho sólo a él, aquello le resultaba molesto, era como sí Larkin le dijese de forma subrepticia que todo ese asunto que tenía de cabeza a todos en la oficina era sólo su culpa, tal vez era cierto.


Harry golpeó la puerta de la oficina de Larkin con suavidad, escuchó la voz de su jefe diciéndole que entrara.


——Bueno jefe… aquí estoy… usted dirá ——dijo Harry mientras miraba con cierto asombro el escritorio de su jefe que estaba atestado de cartas.

——Ve esto Potter… todas estas cartas me las envían gentes de todo el mundo mágico que están asustadas con esta situación, denuncias de todo tipo, todos ven merodeadores en sus casas, esto se está saliendo de control.


Como Harry no dijo nada Larkin continuó.


——Potter, por favor siéntese.


Harry comprendió que tras esa gentileza de su jefe había algo más, Larkin no se había caracterizado jamás por ser precisamente amable con él, no era uno de sus admiradores. Apartó la silla que estaba frente al escritorio y se sentó en una posición nada relajada.


——Potter supongo que comprende que debemos solucionar esto de algún modo ——dijo Larkin.

——Eso lo sé jefe, le aseguro que soy el más interesado, Teddy es mi ahijado, pero creo que la única forma es encontrándolo.

——Naturalmente que así es. Ya estamos claros de que esto es algo en su contra. Potter me gustaría saber si usted en algún momento ha tenido algún problema con alguien.


Harry lo miró con cierto asombro, por supuesto que había tenido grandes problemas en su adolescencia a causa de Voldemort y sus seguidores. Pero aquella historia estaba acabada desde hacía mucho.


——Bueno jefe… tal vez recuerde que Voldemort me causó bastantes problemas ——dijo Harry.


Larkin lo miró con aire molesto, pero decidió ignorar el comentario.


——¿Ha tenido algún problema puntual con alguien en el último tiempo?

——Bueno… con nadie en especial… por supuesto sin contar a los delincuentes con los que debo tratar a diario.

——Potter con eso no me está dando nada que sirva.

——Lo siento, pero yo estoy igual de confuso que usted, no sé quien pudo hacer esto.


Larkin miró al muchacho con disgusto.


——¡Demonios Potter! ¡Algo debe haber! ——dijo el hombre dando con el puño en la mesa.


Harry miró al hombre con un poco de asombro, era la primera vez que lo veía perder el control.


——Lo lamento señor, pero no sé quien en este momento pueda odiarme lo suficiente como para hacer algo así.


Larkin se quedó mudo comprendió que su comentario había sido desproporcionado.


——Disculpe Potter… este asunto me tiene un poco nervioso.

——Todos lo estamos señor.


Otro silencio se formó entre los dos, Larkin parecía darle vueltas a un asunto insoluble.


——El Ministro está al tanto de la situación y naturalmente está muy preocupado. Potter debemos esforzarnos por solucionar este asunto.


Harry sintió algo de molestia al escuchar a Larkin referirse a la desaparición de un niño de seis años como “asunto”.


——Le aseguro que soy el más interesado en que Teddy Lupin regrese con su familia ——dijo Harry.


Larkin le dirigió una mirada inescrutable.


——Bueno jefe… si no tiene nada más que decirme... ——dijo Harry poniéndose de pie.


En realidad Larkin le hubiese gustado decir muchas cosas, pero se contuvo.


——Sí Potter márchese… a su casa… de seguro su esposa lo necesita también.


Harry asintió escuchando apenas, salió de la oficina para dirigirse a la suya. Cuando estuvo en ella se dejó caer abatido en el sillón, apenas habían pasado tres días y sentía que comenzaba a derrumbarse. Pensó en que el pequeño Teddy no estaría pasando por aquel trance si no fuera su ahijado, todo lo que le sucediera al pequeño sería su culpa, única y exclusivamente su culpa.


La frustración crecía por grados, era insoportable, tenía ganas de sacar su varita y lanzar maldiciones a todo el que se pusiera por delante. Sin duda estaba perdiendo la cabeza, tanto como Larkin. En vez de utilizar su varita prefirió sacar una botella de whisky de fuego que guardaba en la última gaveta de su escritorio, un regalo, no recordaba ya de quien, pero en ese momento lo único que podía calmarlo era un trago de whisky. Llenó el vaso hasta los bordes y bebió el contenido con tanta rapidez casi sin sentirle el sabor, pero cuando acabó la quemazón le llegaba hasta el alma.


Hizo todo lo posible por soportar, pero un acceso de tos le hizo lamentar haber bebido. Intentaba dejar de toser cuando la puerta de su oficina se abrió y entró Draco Malfoy. El único comentario que hizo el rubio fue que a él le había sucedido igual cuando había bebido por primera vez aquella cosa.


——¿Larkin te llamó a su oficina? ——preguntó Draco después de esperar a que Harry dejará de toser.

——Sí ——dijo Harry reclinándose en su silla, comenzaba a sentir los efectos del whisky de fuego.

——¿Y qué te dijo?

——Pues estaba molesto… me culpa por esto.

——¡Qué! A ti por qué…

——¿Por qué crees tú? Por la nota que dejó el que se llevó a Teddy.

——No es tu culpa que un desquiciado ande suelto por ahí.


Harry guardó silencio le asombraba un poco la solidaridad que mostraba su nuevo compañero, lo cierto era que no lo esperaba.


——Te agradezco el comentario Malfoy, pero no es necesario que seas condescendiente ——dijo Harry.

——No pretendo serlo Potter… tal parece que el whisky ya hace su efecto ——dijo el rubio fríamente.

——Te equivocas, estoy perfectamente.

——No es necesario que estés siempre a al defensiva conmigo Potter… estoy aquí para ayudarte.


Harry estuvo a punto de decirle que no necesitaba de su ayuda, pero prefirió callarse.


——Deberías irte a tu casa, te hará bien descansar.


Harry en vez de responder volvió a llenar el vaso con whisky hasta los bordes. Draco tuvo deseos de levantarse y quitarle el vaso, pero sabía que la confianza entre ellos no daba para eso. Miró fijamente a su compañero mientras bebía todo el contenido de golpe.


Harry sentía como le hervía el whisky en el estómago y en las venas, sentía que ya no le importaba embriagarse en su oficina, acababa de rebasar esa frontera. Pensó que ahora avanzaba por el camino que conducía al olvido, y cuando llegara ahí se sentiría condenadamente feliz.


——Ya vete Malfoy… yo me quedaré un poco más ——dijo Harry con un tono que traslucía el efecto del whisky corriendo por sus venas.

——Potter estarás en un gran lío si alguien se da cuenta de que estás bebiendo en la oficina.

——¡Larkin puede irse al demonio! ¿No te has dado cuenta de que me detesta Malfoy? Sólo finge que le agrado… me soporta porque no le queda otra… igual que tú.


Draco no dijo nada sólo observó a Harry serio. Pero de pronto pareció perder la paciencia y se levantó de la silla.


——Ya basta Potter ——dijo Draco alcanzando la botella de whisky y apartándola ——, sólo vas a conseguir que te suspendan, bebiendo no harás que Teddy aparezca.


Harry no protestó más bien pareció hundirse en su asiento. Draco decidió mostrar un aire de calma y razonable sensatez a pesar de que a su compañero en ese instante las normas de los Aurors le resbalaran. Eran compañeros y no permitiría que perjudicara su carrera, pensó que de seguro Potter lo lamentaría después cuando estuviera sobrio.


——Potter creo que deberías irte a tu casa y descansar un poco…

——Mi casa ——repitió Harry irónico, no estaba lo suficientemente ebrio como para no darse cuenta de su actitud, pero no podía evitarlo ——, de que sirve una casa a la que no puedes llamar hogar, yo no tengo casa Malfoy… nunca la tuve… Hogwarts fue mi único hogar de verdad.


Draco comprendió al instante que aquella confesión sólo era efecto del alcohol. Pero reconocía que le sorprendía verlo vulnerable, se preguntaba que existiría tras los escudos de Potter, que fibra era necesaria tocar para descubrirlo, a él le gustaban los acertijos.


——Esta bien Potter… si no quieres ir a tu casa… vamos a la mía… te vendrá bien comer algo y descansar un poco.

——¿Me estás invitando a cenar a tu casa? ——preguntó Harry sorprendido. ——¿A la mansión de tu familia?

——No Potter… no dije la mansión de mis padres. Te estoy invitando a cenar a mi casa… vivo en el Londres muggles, cerca de Covent Garden.


Harry lo miró bastante sorprendido. Tras unos segundos se levantó y tomó la botella de whisky y la metió en su túnica. Siguió a Malfoy indeciso, tratando de decidir si cenar en la casa de él sería una oportunidad de un nuevo comienzo entre ellos o un interminable combate. Se inclinaba más por lo primero, pero claro no se lo haría saber a Malfoy, al menos no todavía, sabía que aunque se vieran forzados a trabajar juntos, eran opuestos, hacía mucho que él había aceptado que un Gryffindor y un Slytherin jamás serían amigos.


&&&


Harry quedó bastante sorprendido por lo que veía. El lugar no era ostentoso, pero sí muy acogedor, una gran chimenea empotrada en la pared dominaba gran parte del espacio, unos cuantos sillones esparcidos aquí y allá. Un pequeño bar, una estantería llena de libros y algo que si le causó mucho asombro. Un televisor de plasma de gran tamaño y un equipo de música que Draco encendió con un control remoto. Al instante la sala se llenó con una música que a Harry le sonó muy conocida y no pudo evitar preguntar al respecto.


——¿Esa es música New Age? ——preguntó Harry con cierto asombro mientras escuchaba esos sonidos armoniosos ——, te gusta esa música…

——Sí… ¿tienes algún problema con eso Potter?

——Ninguno. Es sólo que… como es música de muggles…

——Mientras estuve en Francia aprendí mucho sobre los muggles. Aprendí que hacen cosas realmente interesantes, la música es una de ellas… mira esto ——dijo Draco invitando a que Harry se acercara.


El moreno lo hizo y pudo ver lo que Draco le mostraba. Una gran cantidad de discos de vinilo y otros discos compactos.


——Vaya… es verdad que te gusta esta música… eres todo un coleccionista.


Draco sonrió con satisfacción.


——Esta que estás escuchando se llama “Stormwind”… tormenta y viento fundidos en uno solo.


Harry se quedó escuchando un instante más, le resultaba agradable la mezcla del sonido de lluvia, viento con extrañas resonancias de los que parecían ser instrumentos de música orientales.


Mientras Harry siguió escuchando casi extasiado aquel sonido que le procuraba una calma que desde hacía días no sentía, Draco había ido a la cocina y regresó unos minutos después con una pizza caliente, además con una botella de vino y dos copas.


——Chateau Mouex La Dauphine 2004, mezcla Merlot y Cabernet Franc ——explicó Draco mientras servía las dos copas de vino ——, lo mejor del vino francés… es para acompañar una comida elegante, pero sólo me quedaba pizza, además es lo más rápido de preparar


Harry lo miró silencioso. Le resultaba extraña la situación, estaba con Malfoy en el apartamento de éste, escuchando una música relajante y ahora su compañero le tendía una copa de vino. No pudo evitar que sus alarmas se dispararan de pronto. Recordó la confesión que le había hecho el rubio hacía sólo unos días en relación a sus preferencias sexuales. Por primera vez le cruzó por la mente la idea de que tal vez Malfoy tenía intención de seducirlo. Pero la parte cuerda que aún le quedaba decía que eso era imposible, Malfoy siempre lo había destentado.


Draco por su parte luego de tenderle la copa a Harry se acomodó en el sillón y le indicó al muchacho de ojos verdes que hiciera otro tanto. No había pasado inadvertida para él la tensión que se había dibujado en el rostro de Harry de pronto. Una imperceptible sonrisa asomó a sus labios, su compañero estaba interpretando sus atenciones como un intento de seducción. Su desarrollada parte Slytherin le decía que sería divertido ver a Potter asustado ante sus avances, pero al instante desechó la idea, recordó de pronto las reacciones de su entrepierna al rememorar en la ducha la desnudez de Potter aquella tarde en que se habían vuelto a ver luego de dos años.


Aquello podría resultar un juego peligroso, tal vez llegara a perder el control de sus instintos y sin duda eso sería un desastre tratándose del sensible Potter, que además era su compañero. Era mejor olvidarlo no lo había llevado ahí para seducirlo y lo dejaría muy claro.


——¿Qué tal el vino Potter? ¿Habías probado algo así antes?

——No… es muy bueno…

——Es excelente Potter… una caricia al paladar ——dijo Draco perdiendo su mirada en la copa de vino que sostenía.


Harry sólo asintió, comenzaba a preguntarse que demonios estaba haciendo ahí.


——Potter… hazte un favor y házmelo a mí también… relájate, te aclaro no tengo intenciones de seducirte, no eres mi tipo ——dijo Draco sin apartar su ojos grises de a copa de vino.



Harry parpadeó medio asombrado.


——Yo no… he pensado eso… nunca ——dándole un sorbo largo a su copa de vino.


Draco tuvo ganas de reírse a carcajadas, esa actitud de Potter confirmaba su teoría.


——Por supuesto Potter… imposible que lo pensaras, tú y yo somos opuestos en todo sentido. Te gustan las mujeres y a mí los hombres, siempre fuiste el héroe y yo el malvado, en la guerra te entregaste a Voldemort para salvar a todos y yo sólo pensé en salvar mi trasero… fuimos hechos para ser opuestos siempre… como suelen decir los muggles estamos hechos de maderas distintas Potter… muy distintas ——terminó diciendo Draco mientras se levantaba y se servía otra copa de vino.


Harry lo siguió con la mirada poniendo atención en cada movimiento del rubio. No alcanzaba a comprender que era eso que no dejaba a Malfoy ser feliz. Draco volvió a sentarse en esa posición relajada que había mantenido antes y bebió de su copa sin mirar a Harry, pero sintiendo perfectamente la mirada del moreno sobre él.


Para Harry el rubio era un misterio, le intrigaba verlo actuando con esa fría cordialidad, se preguntó que existiría tras los escudos de su rubio compañero, que fibra era necesaria tocar para descubrirlo, la curiosidad había sido siempre su mayor debilidad. Porque en algún lugar recóndito del oscuro laberinto que era para él la personalidad de Malfoy, estaba seguro que había un ser humano que valía más que el pasado que había tenido que afrontar.


Draco sentía la mirada verde de Harry estudiarlo como si de un objeto curioso se tratara, pero no le molestaba aquello, le resultaba maravillosa esa mirada, cálidamente tosca, masculina. Se dijo que no le afectaba, y atribuyó la ola de calor que le recorría al efecto del vino. Él no tenía esas reacciones involuntarias ante nadie, no se lo permitía, no era inteligente… más aún cuando el que las provocaba era Potter. Era mejor ponerse a salvo antes de hacer una tontería así que dejó la copa de vino sobre la mesa lateral y se levantó.


——Bueno Potter… creo que es tarde y nos vendrá bien descansar, puedes dormir en este sofá, se transforma en cama…

——Pensé que serías mejor anfitrión Malfoy y me prestarías tu cama ——dijo Harry.


Draco parpadeó un segundo confundido.


——Potter mi cama es sagrada… en ella sólo duermo yo.

——¿En serio? Pensé que invitabas a algún “amigo” de vez en cuando.

——¿Amigo?——preguntó Draco confundido, no podía ser que Potter deseara dormir con él.

——Sí… amigos especiales…


Draco alzó la ceja de esa forma que Harry siempre había detestado.


——Eso no es algo que te incumba Potter… así que dejémoslo ahí, a no ser que estés deseando dormir conmigo.


Harry sólo arrugó el ceño y negó silencioso, Draco odió también el gesto, pero no lo manifestó. Tomó su varita de encima de la mesa y convocó unas sábanas y mantas.


——¿Cómo eres con hechizos domésticos Potter? ¿Podrás hacer la cama?

——La haré sin magia.


Draco lo miró serio.


——Eres un mago Potter.

——Un mago que se crió entre muggles Malfoy… no tiene nada de malo saber como armar una cama sin usar la magia.

——Potter este tipo de hechizos te simplifican la vida, es muy útil saber como quitar las arrugas de la ropa también ——dijo Draco recordando el primer encuentro que habían tenido.

——Bueno Malfoy no fui muy aplicado en ese tipo de cosas, ya sabes… siempre andaba algo ocupado salvando al mundo


Draco lo miró en silencio, no estaba seguro de si Harry hablaba en serio o sencillamente se burlaba de él.


——Buenas noches Potter ——dijo el rubio saliendo de la sala.

——Buenas noche Malfoy.


**********


Draco no estaba seguro de cuanto tiempo había transcurrido desde que se había dejado caer en la cama pensativo, era tan extraño saber que Potter estaba en su sala, tan cerca de él y tan lejos al mismo tiempo. Se sentía incomodo, se levantó de la cama y fue hasta la ventana y la abrió. Contempló meditabundo el desfile de ese Londres nocturno envuelto en jirones de neblina que humedecía las aceras, arrastrándose por las calle, trepándose a las altas cornisas de edificios, envolviendo las farolas del alumbrado. Su alma, tenía también algo del tono difuso de las gasas de neblina, se buscaba a sí mismo sin encontrarse. De pronto un escalofrío le recorrió el cuerpo para acabar retorciéndose y enrollándose en el fondo de su estómago. Cerró la ventana y volvió a tenderse en la cama, esperaba poder conciliar el sueño.


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