Naruto no Kokoro por lizerg_chan

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Notas del capitulo:
Gaara aparece y con él el inicio de los problemas

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimoto-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión.

Parejas: OCxNaru SasuxNaru.

Aclaraciones y Advertencia: Este fic contiene Mpreg, Violación, Violencia y lo que se me ocurra nnU

Beta: Usarechan

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Capitulo 14.- La llegada de Gaara…

Ya habían transcurrido dos meses desde que los ninjas llegaron al templo, las batallas en las fronteras habían cesado y las cosas estaban tranquilas… demasiado tranquilas.

Kagura estaba impresionada con las habilidades de su azabache pupilo. En una semana había logrado derrotar a varios de los mejores maestros viento.

En esos momentos; Sasuke se encontraba manteniendo el equilibrio en un tronco de 10 m de largo y tan solo ocho cm de ancho lo que solo le permitía apoyar un solo pie, para empeorar las cosas llevaba pesas en ambos brazos y en la otra pierna.

—Si la sangre demoniaca de éste chico se despertara… estoy segura que podría alcanzar muy fácilmente el nivel de un amo o incluso shinhan —pensó la loba sorprendida del rápido progreso y resistencia de su alumno.

—Es suficiente —le dijo Kagura a Sasuke. El azabache llevaba ya dos días en aquella posición. El Uchiha asintió soltando su carga antes de dejarse caer frente a su maestra; estaba cansado y débil pero su orgullo le ayudaba a ocultar su estado.

—Puedes descansar lo que resta del día —dijo Kagura –aunque muy agotado y con casi nada de chakra –, Sasuke declinó la oferta; él quería mas poder, quería ser mas fuerte de lo que era para proteger lo que mas amaba, sin embargo desistió a los pocos minutos (Kagura era realmente persuasiva cuando se lo proponía).

La segunda shinhan lucía un vientre de siete meses de gravidez, aunque en realidad tan solo tenía un poco más de dos meses de embarazo, a pesar de ello, la youkai se movía como si no lo estuviese; la razón era que ella provenía de una especie (ahora extinta) cuyas hembras podían luchar aun estando en trabajo de parto (la misma madre de Kagura había tenido que pelear cuando estaba apunto de dar a luz).

—Te vez demasiado redonda —le dijo Sasuke a modo de broma, ganándose una mirada asesina por parte de la aludida.

Aunque sonara extraño, en el tiempo que había compartido con la loba, Sasuke había creado un extraño lazo de amistad. Ambos eran muy similares, eran tercos, orgullosos, obstinados y se ocultaban tras una máscara de frialdad; sus personalidades no eran lo único que compartían, también sus pasados eran muy similares; los dos perdieron a sus clanes en una cruel masacre aunque por distintas razones y circunstancias.

—Eso mismo te diré a ti cuando estés en mi lugar —gruñó la loba dedicándole una mirada molesta. Sasuke rodó los ojos recordándole que él era un hombre y que no podía embarazarse, como respuesta, Kagura le sonrió de forma enigmática y en cierto grado burlona.

— ¿Acaso aquí si pueden? —Kagura le guiñó un ojo diciendo un: “es-un-se-cre-to”.

Sasuke se mantuvo callado; si en ese mundo los machos de alguna forma podían quedar en estado, eso significaba que…

—Te lo diré si logras hacer que Naruto se enamore de ti —agregó en tono juguetón.

Kagura le había dicho a Sasuke que conocía sus sentimientos por Naruto y estaba dispuesta a ayudarle, pues creía que el rubio no amaba realmente al hanyou y a la larga terminaría lastimándolo y lastimándose.

— ¿Qué sucede? —le preguntó el azabache al notar que su maestra se ponía seria.

—Tenemos visitas —comentó con tranquilidad —. Vamos… —dijo antes de ser rodeados por un potente tornado que los hizo desaparecer.

Hikawa estaba impresionado con lo rápido que su pupilo rubio aprendía (quizás no tan rápido como el Uchiha). Naruto había logrado aprender ataques tipo aire, dominados solo por el amo del viento y por supuesto los shinhan.

—Bien hecho, Naruto —lo felicitó el zorro maestro. Hikawa le había dejado como ejercicio el hacer crecer una ráfaga de viento, tomando diferentes formas.

— ¿Cree que pronto pueda moverme como Kagura-neechan? —preguntó el aludido muy emocionado.

La verdad era que Hikawa no creía posible que Naruto fuese capaz de llegar a tal unión con el viento (aparte de él y su hija, no había existido nadie mas que pudiese lograr el dominio del viento en un 100%).

—Tal vez… —respondió no muy seguro.

El antiguo shinhan le explicó que Seiryuu era algo selectivo con aquellos a los que entregaba sus favores y muy poco de ellos habían sido capaces de dominarlos por completo.

—El viento siempre está en constante cambio, nunca permanecerá igual… en un momento era una fresca brisa matinal y al segundo siguiente un fuerte tornado; no es posible predecir el viento era por eso que sus usuarios no llegaban a controlar toda su magnificencia… —Hikawa interrumpió su explicación —terminamos por hoy.

— ¡¿Qué?! —chilló el rubio —Yo aun no estoy cansado ttebayo. Hikawa le sonrió dulcemente; era agradable ver la tenacidad que el joven jinchuriki ponía en sus entrenamientos.

—Pronto llegaran visitas del ningenkai —mencionó, dirigiendo su vista a las puertas que se distinguían a lo lejos.

— ¿Visitas del ningenkai? —repitió Naruto confundido antes de sonreír de oreja a oreja — ¡Gaara! —exclamó antes de irse corriendo en dirección a la entrada del templo.

En el lugar ya se encontraban sus amigos, Kagura, Hien, Yoru, los amos y sus respectivos estudiantes.

—Naru —lo llamó Yoru colocándose junto a él. El aludido le sonrió antes de recibir un beso cálido, pero pasional. Ninguno se había visto desde hacia un mes (aunque para Yoru fue una eternidad).

Sasuke observaba a la pareja con enojo y celos. Ellos tampoco se habían visto –casi desde que llegaron –, aun así le importaba mas el bicolor que él. Naruto se veía muy cambiado, su cabello había crecido ligeramente, sus ropas también eran distintas ya que no usaba ese traje naranja que lo caracterizaba si no unas parecidas a las del youko.

Sasuke también había cambiado, tenía el cabello más largo amarrado en una pequeña coleta, sus ropas eran similares a las de Kagura. Su físico no era lo que más había cambiado, eran sus ojos que ya no mostraba esa frialdad capaz de helarle la sangre a cualquiera (aunque aun era fría) ahora tenía cierta mirada extraña pero cálida.

— ¿Cuánto tenemos que esperar? —preguntó Sasuke molesto y celoso, lo que solo fue notado por Kagura y Hikawa.

El youko sensei le respondió que en cualquier momento, las puertas se abrirían y en efecto; el enorme y pesado portón comenzó a abrirle el paso, a tres figuras ocultas por el polvo.

— ¡Gaara! —chilló el rubio antes de lanzarse al pelirrojo recién llegado, que terminó en el suelo junto con Naruto.

Con el Kazekage venía su hermana y el youkai Paris, quien tenía el brazo derecho y la cabeza vendados.

— ¡Paris! —exclamó el amo del viento acercándose al que fue su compañero cuando eran tan solo estudiantes — ¿Qué te ha pasado?

—Hace un par de semanas tres youkai atacaron la aldea de la lluvia —dijo Temari —, si no hubiese sido por Paris-san, tal vez todos estarían muertos en estos momentos.

—Los líderes de las otras aldeas me pidieron solicitar una reunión con el líder de este reino —agregó Gaara.

— ¿Qué sucedió con Parn? —cuestionó Kagura temiendo lo peor.

—Dijo que se quedaría a proteger el ningenkai —respondió el youkai herido. La loba suspiró aliviada.

El enemigo ya había comenzado a llevar la guerra al mundo humano, pronto los del Reikai se involucrarían iniciando así una nueva era oscura.

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