Stormwind por zandaleesol

Título: “Stormwind”


Pareja : Harry/Draco


Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a J.K. Rowling. Sólo los tomo prestados para divertirme y espero que también para entretener a los lectores, no percibo ningún beneficio económico por este trabajo.




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Draco regresó a su apartamento un tanto preocupado. En realidad un poco nervioso, su relación de Harry iba bien y no quería que nada llegara a perturbarla, por más que pensaba no podía imaginar porque su antiguo superior en Francia había ido personalmente a entregar esa carta a la mansión de sus padres. Lo más sensato hubiese sido que le enviara una lechuza, sería que el hombre tenía algo muy privado que tratar con él. En todo caso para él aquel asunto de su última noche en Francia estaba cerrado y así se quedaría.


Buscó una botella de vino y se sirvió una copa luego de encender la chimenea. El vino ayudó bastante para relajarse, inclusive dormitó un buen rato antes de que alguien llamara a su puerta, era Harry, conocía ya el sonido.


Harry se notaba bastante vivificado y eso se debía a lo de Teddy. Pero al instante notó que Draco no compartía su misma animación y se lo hizo notar.


——¿Qué sucede? ——preguntó Harry mientras se sentaba junto al rubio.

——Nada, sólo te esperaba tomando una copa, ¿te apetece?

——No, gracias.

——¿Y tuviste oportunidad de hablar con Ginny?


Harry miró entre asombrado y complacido a Draco, esa era la primera vez que le oía nombrar a la muchacha pelirroja por su nombre y no como su ex.


——Busqué varias oportunidades para hacerlo, pero ella se excusó. No sé, noté que el asunto la pone nerviosa y no quise insistir mucho; además Ron en varias ocasiones trató de hablarme de ti insinuando que me habías hechizado para que me enamorara.

——No le des importancia a las tonterías de tu amigo. Yo tampoco lo haré, te lo prometo. Para mí lo más importante es que tú seas feliz a mi lado como yo lo soy contigo.


Harry sonrió y besó a Draco con ternura.


——Hace mucho que no me sentía tan feliz, tan comprendido, tan amado ——dijo el moreno.

——Yo nunca me había sentido así, nunca le entregué el corazón a nadie Harry, eres el primero.

——Y quiero ser el único ——respondió Harry con tono serio.


Draco guardó silencio un segundo, pensó que tal vez ese era el momento preciso para hablarle a Harry de su antiguo superior Bezú Breton, que por alguna extraña razón estaba en Inglaterra.


——Harry, yo jamás me enamoré de nadie; pero tampoco he sido un monje.

——No me importa tu pasado, pero desde el momento en que has dicho que me amas y hemos comenzado esta relación exijo ser el único en tu vida, porque tú eres el único para mí.

——Eres el único Harry, no quiero que tengas duda alguna sobre este hecho, por eso quiero hablarte de algo que sucedió esta noche en casa de mi madre.

——¿Qué cosa? ——preguntó Harry con curiosidad.

——Esta noche mi madre me dijo que habían dejado una carta para mí en la mansión, me pareció extraño, hasta llegué a pensar que se trataba del sujeto de los anónimos.

——Pero no era eso, ¿cierto?

——Pues no, no se trataba de eso. La carta la dejó un antiguo superior que tuve mientras estuve en Francia.

——Ah… ¿Y eso?


Draco respiró profundo antes de continuar.


——Harry las relaciones que hice en Francia con mis compañeros y superiores siempre fueron estrictamente profesionales, no tuve amigos, jamás quise involucrarme con nadie. Pero la noche antes de partir hacia aquí, después de un par de copas más me fui a la cama con un superior de la oficina de Aurors. Mi trabajo en Francia había terminado y sabía que no volvería a ver a ese hombre, así que simplemente me dejé llevar esa noche.


Harry escuchó en silencio apretando las mandíbulas.


——Él está aquí en Londres y quiere verse conmigo.


Harry se asombró de su reacción. Se levantó de golpe del sofá con todos los músculos tensos y un fuego que le empezaba en el estómago y le subía a la garganta.


——¿Supongo que deseará continuar con el romance que tuvieron en Francia?

——Harry, no hubo tal romance, las cosas sucedieron tal como te las he dicho, sólo pasó una vez y no fue algo planeado, yo estaba pasado de copas esa noche.


Harry comenzó a dar vueltas por la sala. Sabía que no tenía derecho a sentir celos por el pasado de Draco, pero si ese pasado tenía nombre y apellido y además buscaba al rubio, la historia era otra. Clavó su mirada esmeralda en Draco y de inmediato percibió ese rostro preocupado y una expresión temerosa en los ojos grises.


——¿Le dirás a ese hombre que ahora estás conmigo?

——Por supuesto que lo haré Harry. Aunque honestamente no creo que él esté aquí por mí.

——¿Y que otro motivo tendría para desear verte?

——Harry no me importa, te amo, te amo más de lo que podré amar a nadie en mi vida ——dijo Draco olvidando la aversión que sentía por las frases cursis.


Harry detuvo su paseo y se quedó mirando al rubio un segundo, luego se acercó y se sentó junto a Draco.


——Te creo, de verdad te creo.

——Gracias Harry.

——No me des las gracias, te amo y es mi deber confiar en ti ——dijo Harry cerrando la conversación con un beso que a Draco le supo a gloria.

——Harry Potter tienes el tremendo poder de sacar lo peor de mí ——dijo Draco con tono burlón.

——¿Lo peor? No te entiendo.

——Es que cuando me dices “te amo” de esa forma, de mi boca se quieren escapar una sarta de cursilerías románticas que nunca creí sería capaz de decirle a alguien.

——Ya sé que no te van las cursilerías, por eso prefiero que cuando estemos en la cama seas descollante y hagas todo eso que me enloquece.

——Sus deseos son ordenes para mí señor Potter ——dijo Draco levantándose del sofá, tomó a Harry de la mano y lo condujo hacia la habitación.


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Draco y Harry esa siguiente mañana luego de no poder resistirse a la tentación de hacer el amor en la ducha, desayunaron juntos por primera vez en el departamento de Draco. Después cada cual se fue por su lado. Harry visitaría a Teddy en “La Madriguera” y Draco se vería con Bezú Breton en el “Caldero Chorreante”. Luego de eso acudirían a la oficina de Aurors.


**********


Draco estaba nervioso por el encuentro que tendría. Estaba completamente seguro de sus sentimientos por Harry y había decidido ya desde hace rato que nada estropearía la relación que habían iniciado.


El rubio Auror cruzó la puerta de la taberna con cierta inquietud, aunque no iba a demostrarlo ante nadie, él era un experto en mascaras, era el mejor ocultando emociones y en esta ocasión no sería diferente. Con la cabeza erguida miró en todas direcciones para ubicar al hombre que lo había citado a esa hora tan temprana. No tardó en encontrarlo bebiendo una taza de humeante café. Se acercó hasta la mesa y saludó al hombre.


——Buenos días, Monsieur Breton ——dijo Draco dejando establecida la distancia que deseaba imponer desde el primer momento.


El hombre con el rostro serio se levantó y le tendió la mano en un acto formal.


——Buenos días Monsieur Malfoy, muy agradecido de que haya acudido a este encuentro ——dijo Bezú Breton ——, pero por favor, tome asiento.


Draco aceptó la invitación y en silencio apartó la silla. Miró directamente al hombre a los ojos para intentar averiguar cual era el objetivo de ese viaje y esa entrevista.


——Estoy aquí en Londres en una comisión especial ——explicó el francés.

——Entiendo ——respondió Draco ——, ¿y puedo preguntar por qué me dejó esa nota en la casa de mis padres?

——Ah… no sabía que no vivía ahí, supongo que debí enviarle una lechuza.

——En todo caso no tiene importancia ——respondió Draco ——. Me gustaría saber cual es el objetivo de esta entrevista.

——Quiero aclararle que no deseo tratar con usted ningún asunto de carácter personal.


Draco asintió con la cabeza.


——Me parece bien, no creo que entre usted y yo exista algún tema personal pendiente.

——Por supuesto que no ——respondió el francés ——, lo sucedido en su última noche en París no fue nada ético y sé que fui completamente responsable de ello.


Aunque Draco estaba de acuerdo con lo dicho por el francés, tampoco deseaba parecer una víctima.


——Los dos tuvimos cuota de responsabilidad, pero considero aquello algo que es parte de mi pasado en París; mi vida aquí en Inglaterra ha tomado un curso bastante estable en el aspecto sentimental.


El hombre mayor apenas ocultó algo de decepción.


——Me alegro por usted Monsieur Malfoy.

——Gracias.


Luego de un breve e incomodó silencio Draco decidió romperlo primero.


——Dijo usted que estaba aquí por un asunto de una comisión especial.

——Es cierto, dentro de un rato debo visitar al Ministro y luego al jefe de Aurors del Ministerio de la magia inglés.

——¿Hay algo en lo que yo pueda ayudar?

——Monsieur Malfoy, yo no debería hacer esto, es decir hablarle a usted de este asunto primero, pero la verdad es que me encantaría contar con su ayuda.

——¿Ayuda en qué? Yo también tengo un superior al que rendirle cuentas.

——Por supuesto que lo comprendo y pediré el permiso respectivo a su superior.


A Draco la idea no le resultó muy atractiva, su compañero era Harry y no quería dejar de lado el asunto de Teddy Lupin, era demasiado importante para él.


——No es que no desee colaborar con usted, pero la verdad la cosas no han estado nada sencillas en la oficina; hemos tenido bastante trabajo también.

——Por supuesto que lo comprendo. Es sólo que deseaba hablar de esto con usted en privado pues el asunto que me ha traído a Londres es… bueno me temo que deberé investigar a su padre, Lucius Malfoy.


Draco se que puso pálido al escuchar aquello.


—— Acaba de asegurarme que no se trata de nada personal, ¿por qué pretende investigar a mi padre?

——Monsieur Malfoy, estoy aquí para investigar ciertos hechos que estamos seguros parten desde aquí.


Draco esta vez no pudo ocultar su sorpresa.


——Hechos que parten desde aquí. Me dice con tanta tranquilidad que cree a mi padre relacionado con esos hechos, ¿y debo pensar que no es nada personal?

——Por ese motivo lo cité aquí Monsieur Malfoy, deseaba advertirle. Estoy seguro que le hubiese resultado muy incomodo que yo planteara el asunto al Ministro pasándolo a usted por alto.


Draco se quedó en silencio por algunos segundos analizando las palabras del hombre que tenía en frente de él. Lo había conocido muy bien en el ámbito del trabajo de Auror y sabía que era cierto que no mezclaba cosas personales con sus deberes de Auror. Sin duda que esa cita había sido una cortesía, seguramente a causa del asunto que habían tenido en esa última noche en París.


——No imagino que asuntos podrían ser esos, estoy seguro que se equivoca de persona, hace muchos años que mi padre vive únicamente recluido en su mansión sin tener casi contacto con nadie.

——Esta bien, seré más claro. Monsieur Malfoy, a su padre se le ha visto en compañía de ciertos personajes muy cuestionables. Individuos que en mí país son considerados delincuentes.

——No es posible ——dijo Draco en un susurro.

——Realmente lo lamento por usted.


Draco se quedó otra vez silencioso. Parecía que había sido demasiado ingenuo al creer que su padre había aprendido la lección y vivía su existencia de forma más sensata, alejado de problemas y malas compañías. No podía creer que después de tanto esfuerzo otra vez vería su apellido arrastrado por el lodo, aún la gente le miraba con recelo y desconfianza. Se levantó de la silla.


——Debo ir a la oficina, supongo que usted sabe como llegar al Ministerio de la Magia ——dijo Draco.

——Por supuesto.

——Le agradezco esta información y sin importar que suceda puede contar con mi apoyo ——dijo Draco.

——Merci Monsieur. ——dándole al joven rubio una mirada que dejó bastante claro que sus sentimientos eran muy intensos.


Draco se dio la vuelta y salió sin volver la vista.


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Harry miraba nervioso la puerta de su oficina, esperaba ver llegar a Draco pronto, sentía que la conversación estaba tardando demasiado y eso no le agradaba. A pesar de las palabras del rubio no podía dejar de sentirse celoso de aquel hombre que aún no conocía y no estaba seguro de si deseaba encontrárselo. Cuando escuchó que finalmente la puerta se abría fijó su vista en unos documentos que tenía sobre el escritorio y fingió leerlos con mucho interés.


En los labios de Draco se dibujó una fina sonrisa, sabía que hacía un segundo Harry tenía los ojos fijos en la puerta, no necesitaba utilizar Legeremancia para conocer los sentimientos del moreno.


Harry levantó la vista con toda calma.


——Ah, ya estás de regreso, pensé que tardarías más ——dijo Harry con voz tranquila.


Draco no respondió sólo se dejó caer en el sofá que estaba en un rincón.


——¿Has visto al jefe Larkin hoy? ——preguntó Draco.

——No, aún no. Creo que está reunido con Kingsley.

——Ah… ——fue todo lo que respondió Draco mientras tamborileaba los dedos sobre el brazo del sofá.


Harry se reclinó sobre su silla intentando una posición más relajada con su cuerpo. Escudriñó el rostro del rubio por unos segundos buscando algo que le revelara en que había acabado su entrevista con aquel ex superior francés.


——¿Y finalmente te encontraste con aquel hombre? ——preguntó Harry con tono que denotaba poco interés, aunque Draco sabía que estaba deseoso por saber que había sucedido.

——Sí, me esperaba en el “Caldero Chorreante”.

——Parece que la entrevista fue breve, no tardaste mucho ——dijo Harry sabiendo que mentía pues había sentido que los minutos no pasaban en el reloj.

——Sí, Breton siempre se caracterizó por no dar rodeos.


Harry se miró las manos con inusitado interés.


Draco se levantó del sofá, le aclararía a Harry que no había motivo por el cual preocuparse.


Harry dejó de encontrar interesantes sus dedos cuando vio al rubio rodear el escritorio y acercarse a él con una sonrisa ladina.


——Creo que aún no te he dado el beso de los buenos días ——dijo el rubio mientras se inclinaba sobre la boca de Harry.


El moreno no se hizo de rogar y aceptó el beso, pero al segundo siguiente había tomado el control de la boca de Draco, sujetándolo por la nuca. Con aquel contacto algo brutal Harry deseaba reafirmarse, estar seguro de que nada haría peligrar su relación con el rubio.


Cuando Harry actuaba de aquella forma Draco se sentía en la gloria, podía saborear ese deseo primario que recorría al moreno, le maravillaba aquella certeza de saber que Harry lo consideraba de su propiedad y que no iba a compartirlo con nadie.


Se apartaron sólo cuando fue urgente respirar otra vez. Draco bajó las rodillas al suelo y posó sus manos sobre los muslos tensos de Harry.


——¿Tienes idea de cómo me enloqueces cuando me besas de ese modo? ——preguntó el rubio con una sonrisa.

——Algo.


Draco sonrió por un breve segundo, pero luego su rostro se tornó serio.


——Breton está aquí para investigar a mi padre ——soltó Draco de pronto.


Harry miró a Draco sin poder ocultar su impresión.


——¿A tu padre? ——preguntó arrugando el ceño.


Draco se puso de pie bruscamente y abandonó el hueco que estaba entre el escritorio y el sillón donde estaba sentado Harry.


Comenzó a pasearse por el despacho en silencio.


——¿Estás seguro que se trata de eso, no será una excusa?

——No, ninguna excusa, está aquí en un asunto oficial, tiene una entrevista con el Ministro, quizá en este minuto ya esté en su despacho.

——¿Y si es un asunto oficial para qué deseaba verse contigo?

——Fue mi superior y en consideración a eso quiso advertirme sobre la situación.

——Muy considerado de su parte ——dijo Harry.


Draco miró seriamente al muchacho de ojos verdes.


——Harry no estés pensando cosas que no son. Breton es el hombre más profesional que conocí en el cuerpo de Auror francés.

——Oh sí, muy profesional, tanto que te sedujo en tu último día.

——Todos tenemos nuestros momentos de debilidad Harry, lo sabes mejor que nadie.

——Claro que lo sé ¿Tú y yo lo tuvimos no?

——Por mi parte fue mucho más que un momento de debilidad, te quise desde el primer momento en que entré a esta oficina con Larkin esa tarde ——aclaró Draco con tono medio dolido.


Aquellas palabras hicieron mella en Harry que al instante sintió culpa se levantó de golpe y se acercó al rubio.


——Lo siento, lo siento Draco no quise decir que…

——Esta bien Harry, no digas nada. Lo nuestro comenzó con unas copas de vino y un momento de debilidad también, pero la diferencia es que me enamoré de ti y tú de mí.

——Es verdad, te amo y debo confesar que me asusta perderte.


Draco se quedó mirando al moreno seriamente. Luego poco a poco se acercó y le tomó las manos.


——No debes temer eso, jamás te dejaré Harry ——susurró el rubio con lentitud ——. Nada me separará de ti.


Otra vez unieron sus labios, pero esta vez el beso no fue brusco por parte de Harry. Se besaron lentamente como cuando hacían estando en la intimidad del lecho, sintiéndose, saboreándose, entregándose en plenitud.


**********


Kingsley Shacklebolt meditaba en profundo silencio, mientras Larkin intercambiaba miradas con su homónimo francés. De pronto miró al visitante con fijeza.


——¿Está completamente seguro de que se trata de Lucius Malfoy? ——preguntó Kingsley.

——Por supuesto Monsieur Ministro. Imposible confundirlo, trabajé con su hijo a diario durante dos años y son idénticos.

——No puedo creer que la sensatez que pareció adquirir después de su estadía en Azkaban le haya durado tan poco ——dijo Kingsley.

——No deberíamos sorprendernos tanto, Lucius Malfoy fue uno de los más fieles seguidores de Voldemort ——opinó Larkin.

——Es cierto, es la naturaleza de Lucius, todos estos años sólo ha estado tranquilo porque sabe que jamás confiamos en su arrepentimiento ——dijo Kingsley.

——Es una verdadera lastima, su hijo es un buen Auror ——repuso Breton.

——Así es, los pocos días que lleva con nosotros ha hecho un buen trabajo ——respondió Larkin.

——Lo voy a lamentar mucho por su hijo, pero si Lucius se entrevista con delincuentes aunque sea fuera de Inglaterra, es por alguna razón. Deberá investigarlo Larkin y hablar con Draco Malfoy sobre el asunto.

——Lo haré señor Ministro ——asintió Larkin.


**********

Cuando Draco entró a la oficina de Larkin ya estaba preparado para lo que iba a oír. Pero naturalmente fingió perfecta sorpresa de encontrar allí a quien fuera su superior en Francia.


Larkin con una afabilidad poco habitual le invitó a sentarse, Draco lo hizo en silencio intentando ignorar la mirada de Breton que estaba fija en él.


——Señor Malfoy, de seguro le sorprenderá ver aquí a su antiguo jefe ——dijo Larkin dándole una rápida mirada al mago francés.

——Bueno no me sorprende tanto, después de todo la relación entre nuestras comunidades es estrecha ——respondió Draco con tono tranquilo.

——Sí, sí claro tiene razón ——repuso Larkin mirando otra vez a Breton.


Larkin carraspeo con nerviosismo, pero finalmente pareció decidirse.


——Señor Malfoy, me temo que los motivos de que Monsieur Breton esté aquí no serán agradables para usted.


Draco fingió perfecta sorpresa.


——No comprendo jefe, ¿a qué se refiere con eso?

——Su ex jefe está aquí para realizar una investigación que involucra a su padre ——respondió Larkin sin más rodeos.


Draco creyó que lo mejor era guardar silencio y fingir que meditaba sobre el asunto.


——Monsieur Malfoy, lamentablemente a su padre se le ha visto en Francia en compañía de personajes que en nuestra comunidad se les considera delincuentes y por desgracia muy peligrosos.

——Entiendo ——fue toda la respuesta de Draco.


Se hizo un silencio en el despacho, Larkin pareció meditar por un instante antes de hablar.


——Señor Malfoy esta situación en muy lamentable, pero estoy seguro de que comprende que esta oficina no puede ignorar esta situación.

——Jamás he esperado que la ignore señor ——respondió Draco con altivez.

——Por supuesto, usted es un buen Auror, respetuoso de las normas.

——Jefe, mi padre es un hombre con bastante experiencia en la vida como para saber que compañías son convenientes para él. Lo único que pido es no tener que tomar parte en este asunto, no voy a espiar a mi padre ——dijo Draco.

——Por supuesto que no pensaba pedirle algo semejante señor Malfoy ——respondió Larkin ——. Sé que es prioritario para usted seguir investigando el secuestro de Teddy Lupin y el asunto de los anónimos.

——Así es señor, es muy importante para mí.

——He pensado en que Potter podría ayudar al señor Breton en esta investigación.

——¿Harry? ——se le escapó a Draco con innegable sorpresa.


Estaba seguro que esa idea no iba a agradarle para nada a su compañero.


Los dos Aurors mayores no dejaron de notar la forma en que Draco había pronunciado el nombre de Harry, para Larkin ya no era una sorpresa, pero Breton si se asombró pues jamás había escuchado a Draco tratar con tono tan familiar a un compañero y por supuesto que se despertó su curiosidad.


——¿Monsieur Malfoy se refiere a Harry Potter? ——preguntó el francés.

——El mismo ——respondió Larkin. ——. Fueron compañeros en Hogwarts y hasta ahora han trabajado muy bien juntos.


Bezú Breton sólo asintió con la cabeza. De inmediato había comprendido por el tono y la mirada de Draco que ese muchacho Harry Potter, héroe en el mundo mágico era alguien muy importante para el rubio, una sensación de pesada se instaló en su estómago de forma inevitable.


**********


Cuando Harry se reunió con Draco en la oficina después de haberse entrevistado con Larkin y Breton, encontró al rubio bastante desanimado y sospechaba cual era el motivo.


——Draco le repetí a Larkin una y otra vez que deseaba continuar con la investigación del secuestro de Teddy, pero ya sabes como es de terco. Es el jefe.

——No te estoy reclamando nada Harry. Si a ti no te molesta trabajar con Breton mucho menos me molesta a mí.

——¿Entonces estás así porque el asunto involucra a tu padre?


Draco no respondió y se levantó de golpe y se acercó a la ventana, se sentía furioso.


——Esta es la maldición de mi puta vida ——reclamó Draco mientras apretaba los puños furioso.


Harry comprendió.


——Jamás cambiará. Me ha llevado años ganarme un poco de respeto para mi apellido, y él muy cretino otra vez ha regresado a las andadas. Todos estos años no han sido otra cosas que calma que precede a la tormenta, la serpiente ha dejado su estado de hibernación y ahora esta dispuesta a ir de cacería otra vez.


Harry sintió profunda tristeza. Se acercó al muchacho rubio y se apretó contra él, sentía la rabia de Draco como propia.


——Draco no sufras por él, tú mismo dijiste que seguía siendo fiel a su naturaleza.

——Lo sé Harry, pero es complicado sobretodo por mi madre.

——Tú madre es una mujer fuerte, pase lo que pase ella se sobrepondrá, igual que tú. Luicus Malfoy no destruirá lo que has logrado, eres su hijo, pero no eres él.


Draco se volvió y besó a Harry con intensidad, eran muy valiosas para él las palabras de Harry.