Mi verdugo, mi aliada… Mi suegra por lizerg_chan

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Notas del capitulo:
Espero les gueste el capitulo n_n y no olviden escuchar mi programa "el rincon del fanfic" por RADIACION OTAKU de lunes a viernes de 12 a 2 pm (http://radiacionotaku.blogspot.com/)

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimoto-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión.

Parejas: SasuxNaru, MinaxIta y otras.

Aclaraciones y Advertencia: Este fic contiene Lemon, Violencia, Mpreg, posible violación, contenido Hetero, Spoiler del manga, entre otros.

Beta: Usarechan.

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Capitulo 33.- Seamos amigos otra vez

Itachi había intentado por todos los medios escapar de esa habitación para buscar a su hijo, pero le era imposible siquiera levantarse de la cama; sus conductos de chakra habían sido bloqueados paralizándolo por completo.

—Es inútil —habló Yue desde la puerta. La kunoichi tenía cara de pocos amigos; su chackra era violento en esos momentos —. Tsunade-sama bloqueó las corrientes de chakra con un jutsu médico; solo podrás hablar y mover la cabeza con algo de esfuerzo.

— ¿Dónde está mi hijo? —le preguntó preocupado. A Itachi no le importaba lo que pudiera pasarle solo quería tener a su hijo nuevamente entre sus brazos; sin embargo Yue no le respondió, tan solo se limitó a sentarse en la silla que se encontraba al lado de la cama — ¡Contesta! —le exigió desesperado — ¡¿Dónde está Mira?!

—Está en un lugar seguro —respondió sintiéndose triste por el que una vez fuera su amigo. Ella mejor que nadie comprendía lo que era el dolor de una “madre” cuando te arrebatan a un hijo.

—No te preocupes, Mira no sufrirá daño alguno… se encuentra junto con Himeko e Iruka-san los está cuidando.

— ¿Himeko? —preguntó confundido. Yue le respondió que Himeko era su nieta e hija de Sasuke y Naruto.

—Despreocúpate —le dijo Yue sacándolo de sus pensamientos —. Mira –aunque sea tu hijo –, también es hijo del Yondaime Hokage y como tal será tratado.

—Tráeme a Mira por favor —le suplicó. Yue desvió la mirada ante los ruegos del Uchiha. Se había jurado no mostrar debilidad frente a su “enemigo”, pero en esos precisos momentos las máscaras que había creado se estaban rompiendo con tanta facilidad que una simple brisa podría echarlas abajo.

—Itachi… ¿Por qué mataste a tu clan? ¿Por qué huiste rompiéndole el corazón a Minato? —lo cuestionó. El Uchiha tan solo la miró arrogante sin intenciones de dar su brazo a torcer —Si me lo dices te prometo traerte a tu hijo y arreglármelas para convencer a Hokage-sama y al consejo para que puedas estar con él mas tiempo.

Itachi pareció meditarlo un poco; sabía que la palabra de un Uzumaki era tan sincera y verdadera como el cielo era azul y el sol caliente.

Itachi se convenció así mismo que no tenía alternativa; bien sabía que Yue era una mujer obstinada y terca que podría ser una valiosa aliada o una molesta (o cruel) enemiga, terminó contándole todo; desde la carnicería de su clan, el porqué se unió a los Akatsuki… todo.

Cuando el relato terminó, Yue estaba furiosa ¡¿Cómo se habían atrevido esos ancianos a cometer tal abominación?! Lo que era aun peor, ¡¿Cómo había sido tan tonta?! Se suponía que ella era un genio, un prodigio y aun así se dejó enredar por las mentiras y engaños de un trío de ancianos decrépitos, y traicionado el cariño y amistad que Itachi y ella compartían; ¡Le había arruinado la vida a su hijo!

—Perdóname —habló Yue después de un rato de silencio; estaba llorando, lloraba por lo estúpida que había sido. Gracias a que se había dejado cegar por el odio y por ello su hijo había pagado el precio.

Itachi estaba sorprendido; tenía a la mujer que juró matarlo llorando en sus piernas como una niña pequeña y él no era capaz de moverse para consolarla o apartarla.

El Uchiha suspiró pesadamente cerrando los ojos; bien sabía que no podía odiar a la rubia, ella era la única verdadera amiga que había tenido –y aunque lo deseara, no podía culparla –, seguramente él en su lugar habría obrado de la misma forma o quizás aun peor.

—Te perdono… —murmuró el pelinegro antes de ser abrazado por la rubia quien murmuraba efusivamente un: “¡Gracias, gracias!”

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Sasuke miraba con recelo al niño que dormía plácidamente en el futón junto a la cuna de su niña.

Cuando vio al hijo de Itachi en brazos de Yue sintió un enorme deseo de atravesarlo con un kunai –pero no se había atrevido –, ese infante no tenía culpa alguna de los crímenes de su padre; era como muchos otra víctima mas en manos de Uchiha Itachi.

—Tal vez las cosas no sean como te las imaginas —le dijo un ave de largas plumas multicolores. Sasuke fulminó al ave con la mirada. Aquella criatura cuyo nombre era Toriyama era una de las invocaciones de Yue y aunque su aspecto era frágil, poseía un gran poder y una sabiduría que superaba su fuerza mas allá de lo que se pudiese pensar.

—No siempre las cosas son como parecen —dijo el ave sin despegar la mirada de la bebé que dormía plácidamente al igual que Mira.

— ¡Itachi es un asesino! —gritó ocasionando que los dos bebés despertaran llorando a coro.

El ave miró al azabache con cierto enojo antes de comenzar a emitir su dulce canción, la misma que minutos antes había interpretado para que los dos infantes se durmieran. Pocos segundos después los dos niños se quedaron dormidos.

—Debes controlar un poco mas tu carácter, Uchiha Sasuke —le recriminó el ave con cierto enojo. Sasuke bufó molesto aunque por dentro él mismo se recriminaba por haber despertado a su pequeña.

—El odio… los celos… son sentimientos que ciegan el buen juicio e impiden ver la verdad…

—Vi a mi hermano y él mismo admitió su crimen —siseó entre dientes. El ave cerró los ojos, aleteó un poco dejando escapar algunas plumas.

—Cometes un error y pronto lo descubrirás… solo espero que para entonces no sea tarde —Sasuke bufó molesto reprochándole el hecho de que se suponía que debía estarle enseñando en vez de sermonearlo con estupideces, pero el ave tan solo emitió un sonido parecido a una risa y aleteó enérgicamente.

—Esto es parte de tu entrenamiento… joven Uchiha —respondió el ave —. Te permitiré estar con tu hija en tanto llega Yue —finalizó antes de salir por la ventana.

Sasuke dejó que el ave se fuera; era una criatura extraña que parecía guardar más secretos de los que parecía.

Mientras tanto Itachi y Yue hablaban animadamente (gracias a la rubia, Itachi ya era capaz de moverse); ambos tenían mucho tiempo que recuperar y no perderían la oportunidad de recuperar su amistad nuevamente.

Continuará…

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