Cuando Joey despertó vio que era de noche y que su cara descansaba sobre un pecho que subía y bajaba rítmicamente al ritmo de la respiración de su dueño que dormía pesadamente.Intento levantarse pero un dolor en dos lugares lo hizo desistir .¿Qué me has hecho?Preguntó inconscientemente y luego recordó lo sucedido ruborizándose todo.
Su rostro bañado por la luna le daba la apariencia de una estatua de un dios griego como esas blancas de los museos.
-No sabía que te gustara ver a la gente dormir perro-dijo Kaiba.El corazón de Wheeler se detuvo de improviso intento alejarse de él pero el dolor lo obligo a quedarse y sus manos que se aflojaron casi lo hacen caer sobre el castaño.El otro lo agarro a tiempo y Joey quedo con la cara al costado de la suya.Iba a decir algo cuando el otro se le adelantó.-Esto nunca sucedió.Te entregaré y me llevare conmigo a mi hermano.Tu suerte me importa un comino-dijo el ojiazul.
Joey podía comprenderlo pero igualmente dolían sus palabras.Quemaban como el mas puro de los venenos.Solo asintió y se separó del castaño.Aún en sombras el otro vió la tristeza en el rostro del rubio.
Algo dentro odió hacerle eso pero debía cumplir el trato con Ran y quería deshacerse de ese día para poder cumplir su parte del trato.Joey lucía adolorido por lo pasado,tastabilló y Seto intento agarrarlo pero el se deshizo de su mano.-¡Déjame!Estoy bien así-le dijo.Pero no estaba bien.Tenía manchas de sangres en el hombro y la entrepierna.
-Es mejor que descanses.No te ves bien-dijo el otro.
-¿Para qué?Voy a terminar muerto de todos modos.Así que el estado en que me encuentre no importa mucho¿No?-aseveró el rubio.
Seto cerró los puños llegó hasta él y lo acorraló contra un árbol-¡Entiende esto!Mokuba es …….-dijo el ojiazul.
-Tu hermano-respondió el rubio.-Sabes que no pretendo nada así que no trates de aclararme cosas que siempre estan claras para mí.Moki es lo mas importante para ti y así debe ser.Yo soy un estorbo,una moneda de cambio para ti y lo acepto.No hay nada mas de que hablar-dijo Wheeler.
Quería callarle mas que nada en el mundo.Esas palabras le dolían.Entró en su boca y lo abrazo.Porque el condenado perro se hacía desear tanto.Quería ser el propietario de ese ser tan fiel y sacrificado que no pedía nada a cambio,como un perro.
Joey trato de empujarlo pero sin fuerza y después sus manos terminaron en sus hombros.¿Por que ahora descubrían que se atraían.La vida era injusta con ambos.Sus bocas se separaron buscando aire.-Kaiba no sigas por favor-rogó el rubio.
-Tu quieres que siga-contestó el castaño.
-Eso no importa no sigas-rogó el rubio mientras sus piernas se debilitaban y se agarraba de él para no caerse.-No lo hagas mas difícil.No quiero,no quiero de…..dejarte-dijo él haciendo que el corazon de Kaiba diera un vuelco.Entonces el supo que ya era tarde porque el tampoco quería dejarlo.
Los ojos azules le miraban directamente a los propios y aun con la debilidad que sentía podia aseverar que en ellos había ternura-No te atrevas-dijo Joey.-No me ames-agregó.
-Perro.No te preocupes por eso.Cumpliré mi parte del trato.No eres mas que una molestia-aseguró el castaño mientras unas ideas tomaban forma en su cabeza.
Joey agradeció desmayarse nuevamente en sus brazos porque sentía que todo iba a complicarse por su culpa.
Horas después Seto caminaba con Joey en brazos cuando uno de los tipos que le hirió se le apareció.-No solo lo traes sino que ya nos hiciste la mitad del trabajo.Lo siento no te di nada de crédito niño bonito-dijo.
-¡Tomalo y dame mi hermano!Yo ya cumplí-dijo Kaiba.
-A mi me gustaría ayudarte pero no será hoy-contestó el otro.
-¿De que hablas?-preguntó Kaiba desconfiado.
-De que tengo ordenes ricachon.Tu y tu amigo no verán otro día-dijo el Ninja.
-¿Y mi hermano?-pregunto Kaiba temeroso.
-No te preocupes Ran le cuidará muy bien-dijo el otro lamiéndose los labios