Cuando la guerra concluyó los alemanes en suelo japonés fueron extraditados a suelo alemán para ser juzgados por crímenes de guerra y/o contra la humanidad.En el juicio de Nuremberg lugar donde se llevaron los mas famosos se juzgo esto.Uno de los casos que se procesaría era “La humanidad vs. el Hauptmanfürer Joseph Wheeler”.
El día en que se lo llevaron fue muy duro para el y para Seto Kaiba que vio como se lo llevaban esposado de su casa mientras el correría un destino similar en suelo japonés por pertenecer al ejército imperial.
Despueés de un tiempo se hizo necesario en suelo japonés que hombres como Kaiba retomaran sus actividades comerciales esta vez desde la sombra del mercado negro para reflotar el catástrófico estado en que había quedado la nación vencida.
Como no había cometido ningún crimen ponderable le habían soltado a su suerte sin mas dinero que el que tenía escondido en terrenos de su antigua casa de Kyoto que no era mucho.Pero gracias a eso y su astucia no solo sobrevivió sino que poco a poco se hizo un respetable y rico hombre de negocios en 54 años de duro esfuerzo.
En cuanto le fue posible gracias a su modesta fortuna y sus contactos viajó a la arrasada Alemania donde se dispuso a buscar a su contraparte y como bien sabía los archivos oficiales le darían la información básica para encontrar el paradero de Wheeler.
Otra vez gracias a sus oscuros contactos con el mercado negro del ejército americano logró dar con el paradero de los archivos que estaba destinado a encontrar y una extraña sensación se apoderó de el al leer el pie de la última página:”DECLARADO CULPABLE DE CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD Y FUSILADO EL 23 DE AGOSTO DE 1946.ENTERRADO EN EL LUGAR 89 DEL CEMENTERIO DE BEERBADDEN”
Su mirada quedó vacía y alguien le pregunto si estaba bien y el cabeceo para indicarle que si.Era mentira por supuesto.Se sentía vacío y una extraña sensación de sofoco se apoderó de su alma.Se fue de allí.
Fue a Beerbaden y se paro frente a la lápida que ostentaba el numero 89.
Debajo de la maleza que ya la había cubierto toda después de 4 años de infinita soledad habían unas letras gravadas.Despejo la fría piedra con una mano.
“Aquí yace Joseph Wheeler(12/7/1925-23/8/1946)”
Toco la fría piedra presintiendo que todo era una pesadilla y que al tocarla se desvanecería pero siguió ahí,incólume.Un monumento que le desgarraba el alma.
La persona que se irguió no fue la misma que se agachó.Sus ojos antes brillaban con la esperanza de que todo estuviera errado pero ahora sabía que no era así.
Vuelto a Japón se casó con la hermosa Hinata que aún le esperaba y que le dio al poco de casarse un hijo al que llamaron Gozaburo por el padre de ella que murió cuando era pequeña.
60 años han pasado de ese hecho y Japón ahora es un poderoso competidor en la electronica y la industria automotriz en todo el mundo.
Cosa que lograron avanzados como Seto Kaiba que después de dejar los negocios del mercado negro se posicionó entre las empresas mas ricas de ese país y después la Corporación Kaiba que dejó a su hijo Gozaburo poco antes de fallecer del corazón a los 59 años de edad.Para entonces ya había nacido su nieto mayor a quién llegó a conocer y que llevó el mismo nombre que su abuelo paterno.Seto Kaiba.
La genética lo hizo idéntico a su abuelo y con el mismo potente carácter expansivo.
Heredó la compañía muy joven al su padre desaparecer y quedó a cargo de su hermano menor,Mokuba Kaiba.Un niño muy avispado como su hermano pero con un carácter mas gentil heredado de su madre,quién murió al él nacer, y que adoraba a su hermano por sobre todas las cosas ya que este se portaba como si fuera su padre.
Aficionado a los DUELOS DE MONSTRUOS un juego de cartas fue nombrado Rey de ese juego 2 años seguidos al ser imbatible pero alguien llego que echó por tierra su imbatibilidad y que se convirtió en una obsesión para el ególatra CEO de KAIBA CORP.
Obsesionado con recuperar su antiguo título siguió muchas aventuras con el susodicho y sus amigos en los que salvo la tierra muchas veces y perdió su alma otras tantas sin admitir jamás que le sería imposible derrotar a su enemigo pues el era quien era.
Así es como en la última de las batallas el mismo dios egipcio Anubis fue derrotado y un antiguo Faraón pudo por fin descansar eternamente aunque el seguiría buscando la revancha ante el rey de los duelos que aún permanecía entre ellos.