Era una posada tradicional japonesa estilo s XIX muy bonita con un bambú que sonaba cuando se llenaba en el medio del jardín y pisos de madera encerada y todo brillaba de limpio.Las paredes y las puertas tenían pequeños cuadros de papel de arroz y Seto llevaba del brazo a un cachorro muy sonrojado que todos reconocían como ese cantante.
Las empleadas lanzaban risitas al pasar y Seto las fulminaba con la mirada.
Jouno nunca había estado tan feliz de saberse celado por el posesivo CEO.
El CEO tenía uno de esos trajes azules que al de pelo negro le encantaban con una camisa zafiro y una corbato cielo que llevaba al rubio en pensar en el príncipe azul y se reía.Los primeros botones de su camisa estaban desabrochados dejando ver la clavícula del ojiazul con la corbata suelta le daba un aire tan informal y sexy que mataban a Jouno.
Por su parte el cantante tenía puesta una camisa negra de manga corta con los primeros botones de igual manera y un jean negro que lo hacía lucir rock star very hot y a Seto a cada rato se le iban los ojos tras el.Tambien lo vigilaba.No fuera a ser que se le perdiera su perrito.El niño egoísta pegaría miles de gritos si llegaba a perder a su mascota.
Almorzaron tako yaki ya que llegaron sobre el medio dia y después Seto llevo al dormitorio a el papi para que descansara según el solo que lo que menos hizo el fue dejarlo descansar.
Luego tomaron un baño en el yakuzi.
Todo iba de mil amores hasta que Jouno se fue a cambiar y descubrió que la mitad de la ropa que trajo no le cabía eso lo deprimió en exceso.
-¿Qué te pasa ahora?-pregunto Kaiba fastidiado de los berrinches del de ojos mieles.
-¿Estoy gordo?-pregunto el inocente.
-Como un tanque?-contesto el malicioso castaño obteniendo una mirada reprobatoria del otro que después oculto su cara entre sus manos.
Seto rodó los ojos.-Definitivamente es como dice Nowaki-dice Seto.
-¿Qué dice Nowa kun?-pregunto sacando su rostro mojado de entre las manos.
-Me dijo que las embarazadas son hipersensibles-.
-Embustero.Tiene 11 años.¿Como va a saber eso?-respondió el cantante.
-Es mi hijo-respondió el castaño con simplicidad dejando mudo al otro son la actitud orgullosa con la que se lo decía.De un salto fue hasta el, le rodeo el cuello con los brazos y lo beso apasionadamente.
Sonrojado por la pena se separo pero los brazos de Seto lo abrazaron para que no fuera muy lejos.
-Etoooooooo….sobre mi guardarropa-dijo algo confuso siendo interrumpido por un suave beso.
-Quiero quitártela no hablar de ella-dijo el castaño.
-¿Acaso no te cansas?-pregunto Jouno.
-No-contesto el de ojos azules.-Y tu empezaste-le acuso.
-Entonces yo lo terminare-dijo tratando de deslizarse por entre los brazos pero no pudo.
-Recuerda que eres un gordito-le dijo Seto muy tranquilo y el otro casi se lo come crudo.Después de gruñirle le pego un puñetazo en la cabeza y Seto se tambaleo y cayo sobre la pared de papel de arroz que atravesó hacia el pasillo cayendo sobre una anciana y su nieto.
Katsuya se quedo mudo al ver el trio en el suelo.
Levantándose con mirada asesina Kaiba le dijo-La mejor cura para los gordos es correr.Así que corre perro porque donde te alcance………-.No lo tuvo que decir 2 veces.
La señora Mikano estaba pintando una linda pintura del atardecer cuando unos “salvajes” la atropellaron llevándose con ellos sus implementos.
Parecían que iban tras su mascota porque uno gritaba –PERROOOOOOOOOOOO-.
No había remedio con la juventud moderna.
Armar tal escándalo por un insignificante perro,pensó la señora Minako mientras se levantaba y empezaba a juntar sus empolvados artículos.