-Bueno ahora nos vamos-dijo Seto.
-¿Qué dices padre?-pregunto Ichigo.
-A eso vine.Nos vamos-dijo el mayor y llamó a Nowaki y a Mokuba.
Este último estaba preocupado por el estado en que había quedado el otro pelinegro después de oír las palabras de Jouno que le daban a entender que podía perder a su querido papá.
-Nowaki kun yo…..-dijo intentando que el otro se reanimara.
-Déjame en paz-le dijo incomprensiblemente molesto el otro.-No tengo ganas de oir tus lloriqueos-exclamo con el furor de Seto Kaiba en las venas y Moki se tuvo que recordar que era el hijo de Seto y no él tan parecidos que eran.
-Yo no lloriqueo y solo quería decirte que no le pasará nada a tu papá.Jouno se pondrá bien ya lo verás-dijo para consolarlo el otro ojiazul.
Nowaki lo miro ceñudo y le dijo-Guárdate tus consuelos.Yo se que mi padre puede con eso.Nunca dudaría de Seto Kaiba.¿Tu si?-
Era su hijo y lo amaba y confiaba en él como en nadie.Noto Mokuba con un dejo de celos de su hermano.Eran pocas las personas tan queridas como su hermano pese alo carácter que se cargaba.
Jouno reconocía sus defectos pero aun así amaba y confiaba sin límites en Seto también.Ni que decir de la niña de sus ojos, Ichigo y él aunque dudaba de admitirlo públicamente el también quería a su hermano y confiaba en él sin limites fruto de su gran admiración por él.
-No estés intranquilo sobrino que tus hermanos y tu papá están bien cuidados como tu dijiste ya que mi hermano jamás falla cuando se trata de su familia-le dijo su tío y otra vez su sobrino lo miro con su ceño fruncido.
Pero esta vez después de un segundo se relajó.-Lo siento.¿Cómo puedes soportarme?-le preguntó.
-Fácil.Ya tengo la necesaria práctica con tu padre-respondió Moki sonriente y el otro lo empujó contra la pared y lo besó apasionadamente apretando su cuerpo contra el suyo fruto de la necesidad.-Nowaki-llamo su atención separando sus bocas alarmado pero también extrañamente debilitado.
El otro lo miro con una intensa mirada azulina para decirle-Te necesito-.
Mokuba abrió sus labios pero la voz no le salió y el otro aprovechó para hacer de nuevo suyos esos labios que eran su prohibida obsesión.
Entonces oyeron la voz de Seto llamándolos.
De vuelta a la cueva.
De vuelta a la realidad.
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La subida fue trabajosa pero al final salieron de la subterránea cueva.
-Con que aquí están ¿ah?-dijo el pelirrosado ni bien todos hubieron subido y Nowaki se colocó entre el tipo y su papá-¿Qué quieres de nosotros?-le preguntó con el carácter del CEO.
-¿De ustedes?Nada.Solo quiero que Kaiba se muera-expresó el de ojos grises con una leve sonrisa lunática en el rostro.Luego añadió-Pensandolo bien quiero que sufra.Ven aquí-dijo tomando a la desprevenida Ichigo de un brazo arrastrándola con el amenazando a los mayores con su AK-47.
-Deja a mi hija en paz-grito el CEO sin pensar en el frágil ser que tenía en sus brazos que despertó y oyo lo que el otro diría a continuación.
-Mataré a tu hija frente a ti Kaiba para que no dejes de sufrir nunca el resto de tu vida-dijo el loco del pelo rosado.
-¡Shroeder!-grito Kaiba.
Todos miraron impactados la visión de ese hombre apuntando a la cabeza de la niña pensando lo peor y se adelantaron un paso por la impresión.
Cuando de pronto la niña miro a su captor y de un manotazo apartó el caño del arma y ante el asombro de todos primero le dio un pisotón y luego de que el otro la soltara por el dolor le dio una patada en la pantorrilla con todas sus fuerza que le hizo soltar el arma.
Entonces Nowaki se le tiro encima junto con Mokuba derribándolo.
-Eso te pasa por meterte con los Kaiba rata-le dijo Ichigo furiosa con Shroeder.
Vas a desear nunca haberte metido con nosotros-le prometió Mokuba mirándolo letalmente mientras lo sujetaba contra el suelo.
-Ah!-grito Jouno adolorido de nuevo.
Seto lo recostó en el suelo mientras lo miraba preocupado al igual que los demás.
Jouno se arqueó por el dolor en el suelo y se agarró con fuerza el vientre mientras cerraba los ojos.Sentía que su vientre iba a estallar.
-¿Qué sientes?-le pregunto su esposo.
-Perdón-dijo Jouno a su atormentado marido causando gran angustia en todos los Kaiba de sangre.
-¿Por qué?-pregunto inquieto el ojiazul mayor.
-No puedo aguantar mas-dijo el rubio a su castaño.
-¡¡¡¡¡¡¡¿Qué?!!!!!!!!!!!-dijeron los 4 Kaibas desesperados.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡PPPPPPPPPPPRRRRRRRRRRRRRRRRRRRFFFFFFFFFFFFFFFFF!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Fue el sonido que espantó a todos los animales de la selva.
Los pájaros volaron.
Los animales de 4 patas huyeron en estampida.
Mientras 6 humanos quedaron como atontados por el increíble hedor de la peste colosal que vertió el organismo del rubio en el antes cristalino aire.
Todos incluso Shroeder se taparon la naríz y desearon tener una máscara de gas a mano para soportar el viciado aire.
Jouno tapándose la nariz con su mano y todo sonrojado le dijo a su marido que estaba aún medio consciente y lo miraba con una especial mezcla de pavor, desaprobación y alivio.-Que conste que pedí perdón antes-dijo el de ojos café.