Aidou estaba cambiandose cuando entraron por la puerta.Miro al intruso y le dijo-Tenías que ser tu-.
-¿No puedo pasar?-preguntó el cazador de un solo ojo.
-Has lo que quieras.Yo ya me voy-le dijo el vampiro con un tono molesto.
-¡Que casualidad!Yo tambien-le dijo el de azulado ojo para acercarse a el rubio que actuo como si nada pasara.
Una mano rozo su mejilla y el vampiro lo miro como lo haría un gato molesto.
-¿Qué te pasa ahora?-dijo alejandose del otro pero el cazador que era rapido no lo dejo escapar y agarrando su cintura lo atrajo hacia si.
Mirandolo directo con su ojo le dijo-Quiero mas de ti-.
Sus labios se apoderaron de los del otro y sus manos recorrieron su espalda para tenerlo contra si.
Aidou sintió el posesivo calor de Yagari tocar su cuerpo como una embelezante llama que lo envolvía todo.
Las manos de Hanabusa se posaron en el cuello del humano y le susurro-Si no te quitas idiota te convertire en mi sirviente-.
-No me quitare y tu no me convertirás porque yo ya te tengo a ti-le retruco Toga con una sonrisa sarcástica en sus labios que se apoyaban en los del otro.
Se lanzo con el cuerpo a medio vestir sobre la cama aun no hecha.
-Idiota-le grito histerico el rubio.
El otro lo miro serio.-Yo no soy idiota tu lo eres porque no te das cuenta de que me deseas como yo a ti-le dijo.
-¿Y a ti que te pasa cazador?¿Se te fue el odio por los de mi raza?-pregunto con el ceño fruncido el menor.
-No del todo.Es que pensado en una nueva clase de cacería-respondio el cazador y sonrió al decir la última palabra por los insinuosos pensamientos que esta traía consigo.
Aidou abrió mucho los ojos.¿Como era posibleque un humano , un cazador pensara así?
Abrió la boca para protestar pero el otro cayo su protesta con sus propios labios ansiosos.
Sus dedos se hundieron en su carne mientras sus labios besaban tambien su cuello pellizcandolo finamente con sus dientes haciendo enloquecer la carne del vampiro que se asió a el con una poderosa fuerza proviniendo de su interior mientras sus pulmones buscaban el aire fervientemente porque el que alcanzaban a suministrar era ineficiente para las necesidades del amo de ese cuerpo que se habia vuelto el esclavo de esos deseos injustos.
Sentir el cuerpo del rubio desfalleciente entre sus brazos era la mejor motivación del mundo para el pelinegro que sonrió justo antes de morder sin fuerza su oreja haciendolo gemir mientras su cuerpo se erizaba y movia buscando el contacto del que estaba encima suyo.
Los labios de Yagari succionaron el blanco cuello de Aidou para obtener mas gemidos mientras los dedos del otro se clavaban en la piel de sus brazos.
Aun sobre la tela del pantalón de Yagari y los bóxers de ambos este comenzo a embestir al agitado rubio.
-Ya……Yagari……de….tente-exigio entre embestidas el de ojos azules.
-¿En serio quieres que me detenga?¿O quieres que te haga mío?-dijo con toda la lascivia de la que era capaz Yagari.
Hanabusa apreto sus mandibulas.
¿Cómo era posible que semejantes palabras calaran tan hondo en su cuerpo estremeciendole a tal punto?El deseo se hacía cada vez mas fuerte en el con cada simulada embestida mientras el moreno sobre el arremetía contra sus labios obligandolo a entregarse por completo a esas extrañas emociones que el vampiro no conocía pero que experimentaba con una agonía sin precedentes en su cuerpo.
Fue despojado de la ropa que estorbaba el paso del instrumento de su sufrimiento y placer que se deslizo en su interior como un intruso ladrón que quería saquear su interior apoderarse de todo.Llevarse lo que podía y quemar el resto en un fuego tan intenso que Aidou pensaba que las llamas escaparían de su interior envolviendolos a ambos en ellas.
Yagari por su parte lo unico que sabía es que estaba dentro del chico y que este disfrutaba de su contacto9 de una forma que el jamas habia previsto.
Y el sentía que estaba por explotar dentro de ese joven tan volátil y tan bello a la vez.
¿Acaso sentía algo por ese idiota?
Un grito escapo de la boca de Yagari e inmediatamente se tenso al presentir el final.Sus brazos eran los pilares en los que se sostenía.
Las piernas de Aidou se apoyaban en ellos y los usaban para el balanceo que imprimía a sus caderas que se alejaban y volvían a el bajo vientre del moreno donde se acunaba la pasión de ambos.
Al sentirlo tenso Hanabusa se apalanco en sus brazos y alcanzando su rostro se apodero de los labios de su antiguo profesor y profesado enemigo para mezclar sus deseos en un beso apasionado y sin freno que los llevaría al delirio de un ilimitado extasis en el momento en que sus cuerpos se volvieron uno, dos y ninguno.
En el momento en que tiempo y espacio se confunden.En el que uno no sabe si la tierra sigue bajo suyo o cuando intente salir de ahí caera en un hoyo sin fondo.Uno siente que los planetas giran en torno de uno y que la brisa del verano puede congelarse.
Es el momento en que lo imposible, lo impensable puede volverse realidad.
Eso es lo que sintieron Aidou y Yagari.
Pero ese momento es fugaz y uno torna a la realidad mareado y exhausto y no comprende muy bien donde esta.Lo unico que sabe es que tal vez ese momento jamas vuelva a repetirse.
Yagari cayo exhausto sobre el bello cuerpo de Hanabusa que respiraba exhausto.
-Eres mío-fue lo ultimo que dijo el cazador antes de quedar inconsciente sobre su atrapada presa.