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Vuelve a mí por yaMii n0vaA

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Notas del capitulo:

¡Ohayo!

Tarde pero mi llegó... u_u siento no haber publicado el sabado pero tuve una fiesta y no me dio tiempo xDD.

Antes que nada, dejenme decirles que comenzare a actualizar todos los lunes, descubrí que entre semana no puedo escribir mucho y que los fines de semana no hago nada y es cuando puedo escribir más (de hecho lo de los fines de semanas no es algo nuevo) bueno así ya no tendre que presionarme demasiado para entregar el sabado n_n...pero...

*Se puede ver a Nova en una esquina rodeada de un aura de depresion y haciendo circulitos en el piso con el dedo* Mi esta triste... muy triste... mi no recibio muchos RW y eso me puso depre... tal vez en el prox capi haga morir a Yuki y todos fuimos felices para siempre, y así esta historia concluira... *sniff* ;_____; bueno mi musa dice que no puedo dejar las cosas así... pero eso dependera de ustedes...

Corte el cap en 2 porque aun m faltan muchas cosas por relatar. Sin más... los personajes de Gravitation y Junjou no me pertenecen...

;___; enjoy it...

Capitulo 7: Reencuentros y revelaciones (1ra. Parte)

Se encontraba esperando en la sala de aquel departamento, ya tenía como 10 minutos desde que la pareja que vivía en ese lugar se había retirado para tener una “cita” inolvidable, de igual manera su prima le abandono diciendo que tenia que ir a recoger a alguien y que regresando tenían que hablar de algo importante, ¿Qué le diría Nova? Bueno… no tenía caso ponerse paranoico y comenzar a imaginar cosas casi imposibles, esperaría hasta que la azabache se lo dijera cara a cara.

El sonido del timbre lo saco de sus cavilaciones, Yuuki había llegado, se paro de donde estaba y con paso lento se acerco al panel de la pared a un lado de la puerta, mientras avanzaba su nerviosismo comenzaba a incrementar, ¿Qué pasaría ahora? ¿Cómo actuaría frente a esa persona? Pero… había una duda que le inquietaba demasiado… ¿Seguía sintiendo lo mismo por aquel castaño? Eso lo comprobaría hoy.

Una vez frente a aquel panel oprimió un botón y la imagen de Yuuki apareció frente a él, apago el aparato y fue directo a abrir la puerta.

−Hola, Shu.

−Hola Yuuki, pasa por favor. – el pelirrosa se hizo a un lado para poder dejar pasar al castaño.

−Gracias…− entro y guiado por Shuichi se sentaron en la cómoda sala del lugar.

− ¿Quieres algo? ¿Agua, te, café, refresco?

−Café esta bien Shu…− el castaño observaba atentamente los movimientos de aquel niño que se dirigió a preparar el café que había pedido.

−Y dime, ¿sabes a donde fue Nova? – a Shuichi le fastidiaba el silencio por eso, se animo a iniciar una platica con el castaño.

−Pues me dijo que iba a ir por alguien… ¿A dónde? ¿A quien? No lo sé.

−Me dijo lo mismo, más nunca entro en detalles.

−Si… es algo reservada con su vida. – Shuichi se acerco con el café ya preparado y se sentó frente al castaño.

−Pero cuéntame, ¿Qué fue de tu vida?

−Pues te diré… nos mudamos a Inglaterra, mi padre abrió una pequeña empresa que fue creciendo a medida de que los nuevos artistas se descubrían…

−Ah, entonces ¿es una disquera?

−Así es, su nombre es CSI records, cuando cumplí los 18 años, viaje a Francia para buscarte pero me dijeron que te mudaste de nueva cuenta ese mismo año en el que yo me fui pero no quisieron decirme a donde tampoco encontré a Nova, sus padres solo me dijeron que había viajado a los Estados Unidos para terminar de estudiar y que regresaba un año después, así estuve buscando por ti durante un año pero  por más que te buscaba no te encontraba, paso el tiempo y me reencontré con Nova, me entere que había formado una banda y que quería que mi padre escuchara su sencillo. Y pues así se lo lleve a papá y le encanto, gracias a Strongest, CSI records sobresalió bastante.

−Oh ya veo, que bien, aunque nunca había escuchado el nombre de esa banda…

−Resulta con que los discos de Strongest solo se vendieron en Europa y América Latina, ya que era música en ingles.

−Con razón, hasta hace poco vi uno de sus videos en la televisión, no recuerdo el nombre de la canción pero era una melodía muy buena, sobre todo la letra.

−Si, CSI records construyó una nueva disquera en este lado del país para poder hacer la venta de los discos de Strongest con canciones en japonés y en ingles. Pero en estos momentos la banda esta de vacaciones y no se ha hecho más que aquel video que dices, su nombre es “Lucy” las fans lo amaron y en unos cuantos días el sencillo estaba hasta el tope rebasando a las bandas lideres.

− ¡Que genial! Nova prometió cantarme una canción en casa de mi madre, pero no lo ha hecho…

−Tranquilo… Nova nunca falta a sus promesas.

−Eso te lo creo. – le dijo Shuichi con una linda sonrisa en el rostro, habían pasado ya 16 años y esa hermosa sonrisa no había cambiado en nada, ese era el detalle de Shuichi que siempre le encanto.

−Oye… ¿te parece si vamos a pasear al parque? – le dijo Yuuki mientras se ponía en pie y le ofrecía la mano a Shuichi, el pelirrosa miro aquella extremidad con algo de duda ¿Será cierto que sientes un choque cuando tienes contacto con tu otra mitad?, tomó su mano pero no sintió nada… aquel choquecito nunca apareció… simplemente no sintió nada.

−… claro… − aun tomados de la mano salieron de aquel departamento.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Un deportivo azul eléctrico se estaciono frente a un lujoso hotel, un ballet parking se acercó a la puerta del piloto y la abrió para dejar bajar a una chica de azabaches cabellos que cubría sus ojos con unos lentes negros, el empleado subió al coche y se lo llevo al estacionamiento privado del hotel. Se acerco con paso elegante a la recepción atrayendo la atención de más de una persona.

−Good morning, ¿The room of Jennifer Kerry?  [Buenos días, la habitación de Jennifer Kerry] – la azabache cuestiono con un perfecto ingles.

−Good morning, one moment please. [Buenos días, un momento por favor] – la recepcionista devolvió el saludo cortésmente y comenzó a buscar en su computadora el nombre que le habían dicho. − ¿What´s your name? [¿Cuál es su nombre?]

−Alice O’Connell…

−Oh yes, miss O´Connell, Miss Kerry is waiting for you in the room 512, and here is the key. [Oh si, señorita Fournier, la señorita Kerry la esta esperando en la habitación 512, y aquí esta la llave.] – la mujer le dio una llave electrónica.

−Thank you [Gracias] – la chica tomó la llave y se dirigió al elevador para después apretar el botón que la llevaría al piso en donde se encontraba la habitación, una vez frente a esta colocó la llave en la cerradura y un “clic” se oyó, abrió la puerta y entro en la lujosa suite.

− ¡Nee-chan! – una chica de aproximadamente 18 años de edad, de estatura promedio, delgada y de buen cuerpo, cabellos azul petróleo y ojos color grisáceo, se acerco corriendo hacia la azabache y prácticamente se lanzo hacía sus brazos, la otra le recibió con los brazos abiertos. – Que bueno que viniste, ya quiero ir a tu casa. – Le dijo muy emocionada aquella chica que llevaba puesto un sencillo vestido azul cielo junto a unas botas de un color más obscuro.

−Tan puntual como siempre, Nova-sama – un castaño de ojos miel salió de la cocina, era alto y delgado pero de un cuerpo bien ejercitado y musculoso, llevaba puesto un traje negro de corte italiano y por ultimo un mandil cubría desde su pecho hasta la mitad de sus muslos.

−Ya ves… la costumbre…− un delicioso olor le llego a la nariz − ¿Qué cocinas?

−El desayuno de Nojiko − dijo mientras se volvía a internar en la cocina y las chicas se dirigían al comedor del lugar y tomaban asiento frente a la mesa.

− ¿¡Que!? ¿Son las 11 de la mañana y aún no desayunas? – la otra solo se rio tontamente pero tal sonrisa fue borrada por un mega zape que hizo que cayera de la silla.

− ¡Auch! ¿¡Cual es tu problema!? – dijo mientras se levantaba del suelo y le ponía frente a Nova quien de igual manera se puso de pie retándole con la mirad.

−Mi problema es que ya tienes 18 años y aun tengo que cuidar de que comas bien y a tus horas – se separó un poco de aquella chica que le fulminaba con la mirada − ¡Ren! ¿¡No te dije que la cuidaras!? – el mencionado salió de la cocina con una charola de comida, dejo todo en la mesa e hizo una reverencia ante Nova.

−Mis más sinceras disculpas, por más que intentaba despertarla temprano no lograba nada…− el mayor se sentó entre ambas chicas las cuales de igual forma se sentaron.

−Oh vaya… pobre de ti, desperdiciar tus energías tratando de despertar a un oso invernando.

− ¡OYE! – la de azules cabellos se quejo ante el comentario de su hermana mayor.

−Jeje… − el hombre puso un plato de fruta picada frente a la azabache y un plato con cereal frente a la otra, también sirvió jugo de naranja en los vasos y le dio uno a Nova, el se sirvió de igual forma un plato con fruta y su jugo.

−Y… cuéntame… ¿Qué haces aquí? – la chica de ojos grisáceos estuvo a punto de escupir el jugo que tenía en la boca, se lo tomo con rapidez y miro enfadada a la otra.

− ¿Cómo qué que hago aquí? – Le escupió con indignación – Todavía de que te vengo a ver durante las vacaciones me sales con esto, vaya hermana que me toco tener.

−Esa es mi línea mocosa – Nova siguió comiendo sin ponerle atención a todos los gestos graciosos que hacía su hermana.

−Me dijeron que tenía que venir porque CSI construyó un nuevo estudio y que debía buscar un lugar en donde vivir por tres meses y seguir con las grabaciones del grupo.

−Ah… que interesante, me dijeron lo mismo.

−Pero no he encontrado un lugar apto para mi… además tengo una hermana muy linda que me dará alojamiento en su departamento ¿verdad? – la chica puso ojos de perrito abandonado.

−Ni en tus sueños Shindou Nojiko.

−Rayos… ándale, di que si, solo por una semana en lo que busco un departamento digno para mi.

−Pues que exigente eres, yo vi muchos y todos eran perfectos. – termino de comer y se tomó lo que restaba del jugo de naranja.

−Eres mala… − Nojiko termino su cereal y miro como su guardaespaldas personal y su hermana se miraban con complicidad y después reían disimuladamente. − ¿Qué sucede? ¿Por qué se ríen así?

−Espero que tengas listas tus maletas, yo me largo en 10 minutos y si no estas lista para cuando el tiempo termine te dejo aquí.

−Sabía que no eras tan mala después de todo – le dijo muy emocionada mientras le daba un abrazo para seguidamente correr a su habitación y preparar sus maletas.

−Nova-sama, tengo entendido que su departamento en la zona de Ginza, pero en que edificio exactamente.

−Pues… no lo sé – poco le falto a Ren para que cayera de la silla. –Alberto se encargo del papeleo.

−Oh ya veo… −Nova miro de reojo a el castaño quien tenía una expresión de felicidad, ella sabía que entre ambos guardaespaldas había más que compañerismo y amistad. El castaño se paro y se llevo los platos y vasos para poder lavarlos.

−Ya estoy lista. – Nojiko salió de la habitación con una maleta morada tras ella.

− ¿Ese es todo tu equipaje?

−Sip, comprare a lo grande aquí.

−Me lo imaginaba…

−Nee Nova…

− ¿Si?

− ¿Encontraste lo que venias a buscar? ¿Al primo Shuichi? – La chica volvió a tomar asiento frente a Nova.

−Pues lo encontramos pero cuando nos vio no nos reconoció, resulta con que… − Nova le conto todo a Nojiko quien muy interesada por la historia escuchaba atentamente cada una de las palabras que decía su hermana mayor.

−Entonces por eso no les recordaba…

−Así es. – la azabache vio que Ren salía de su habitación con su maleta y se aproximo a ellas y asintió con la cabeza. –Es hora de irnos.

Los tres salieron de la costosa suite y bajaron hasta la recepción donde la mujer que antes había atendido a Nova llamo al estacionamiento para que trajeran ambos autos, el de Nova y el de Nojiko. Salieron del edificio y Nova observo el auto de su hermana, un Mitsubishi eclipse rojo, un auto veloz y con estilo. (N/A: El auto: http://www.cochesadictos.com/fondos/imagenes/mitsubishi-eclipse.jpg )

−Lindo auto… − le dijo volteando a ver a su hermana quien sonreía orgullosamente. –Pero no mejor que el mío. – Nova abordo su automóvil y seguidamente los otros dos subieron al rojo. Partieron rumbo al departamento de la azabache.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

El cielo estaba completamente despejado, el viento se estrellaba suavemente en su rostro, alborotando de paso sus rosados cabellos, cerró los ojos dejándose llevar por aquella sutil caricia como si de pedazos de algodón se tratara.

− ¡Que buen tiempo hace! – el pelirrosa se estiro con los brazos hacía al cielo.

−Tienes razón… − Yuuki también aspiro aquel puro viento que les rodeaba.

−Yuuki… ¿me compras un helado de fresa? – Shuichi miro al castaño con una tierna expresión que casi lo derrite y obviamente no se pudo resistir.

−Claro… para este niño lo que sea. –El ojiazul revolvió las rosadas hebras y comenzó a caminar hacía el puesto de helados. Shu sonrió dulcemente y se colgó del brazo del mayor.

−Gracias Yuuki – caminaron sin preocupaciones hasta el local y pidieron dos helados, uno de fresa y uno de vainilla.

Mientras caminaban miraban como los niños que se encontraban en aquel hermoso parque jugaban entre si mientras que eran vigilados por sus padres un poco más alejados de donde los pequeños se encontraban; habían bastantes parejitas por todo el lugar disfrutando del paisaje y de la atmosfera o solo pasando el rato. Shuichi en ningún momento se separo del brazo del mayor y a este no le incomodaba así que siguieron así todo el camino.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

¿Por qué rayos existían los altos? Ya era el cuarto del día que paraba su búsqueda, ¿Qué acaso el idiota que lo invento no se pudo poner a pensar que mucha gente tenía prisa? Y es que el tenía mucha prisa, llevaba ya casi cuatro días buscando de aquel niño que había entrado a la fuerza en su corazón y que poco a poco lo había hecho cambiar, pero ni rastro del pelirrosa.

Prendió un cigarrillo mientras esperaba a que aquella luz roja desapareciera y la verde se encendiera, bajo la ventanilla para dejar escapar aquel espeso humo y se sobo las sienes con sus dedos  mientras respiraba profundamente, volteo a su izquierda y vio algo que en verdad le había impactado más bien era lo peor que pudo haber visto en su vida.

Ahí, caminando tranquilamente por el parque prendado al brazo de otro se encontraba SU pelusa rosa, ambos se sonreían con todo el amor del mundo, ¿¡PERO QUE RAYOS LE SUCEDIA A ESE MOCOSO!? Desaparece por cuatro días y ahora que lo vuelve a ver ya esta  con otro, ¡Que descaro el suyo! Cegado por los celos y por la ira bajó del auto sin importarle que los otros conductores le pitaban para que se moviera, se acerco rápidamente a donde aquellos dos pero antes de llegar escucho gritar − ¡ES SHUICHI! – después de unos segundos muchas chicas y chicos corrieron para rodear al pelirrosa.

− ¡¡¡AHHHH SHUICHI-KUN TE AMAMOS!!! – La multitud gritaba mientras corrían hacia el pelirrosa, al ver esto el castaño tomo la mano del descolocado amatista y comenzó a correr. ¿Cómo es que esas personas sabían como se llamaba? Bueno eso no era lo importante, lo verdaderamente primordial era escapar de toda aquella manada de chicos y chicas que les seguían con intenciones de querer asesinarlos según Shuichi.

− ¿¡Yuuki que sucede!?

− ¡No lo sé pero corre por tu vida! – ambos corrían a todo lo que sus piernas daban, se alejaron lo suficiente de aquel lugar y dieron vuelta en una esquina, Yuuki vio una florería a unos cuantos pasos y se puso a pensar, si seguían corriendo seguro que sus energías se agotarían y los atraparían, era mejor esconderse que terminar violados por miles de chicas, entraron al local como un rayo y cerraron la puerta de cristal y se tumbaron en el suelo.

Aquel montón de gente había salido corriendo dejando una nube de polvo que tardo tan solo unos segundos para poder dispersarse  por completo y cuando le volvió a buscar con la mirada ya no estaba, ni él ni el castaño. Enfadado regreso a su automóvil que ahora era rodeado por todos los demás autos, subió en el y piso el acelerador a fondo.

Estaba más que furioso, ¿Cómo era posible que aquel niño le haya olvidado así de fácil? ¿En donde quedo todo aquel amor que le había profesado día y noche sin descanso? ¿Era eso una venganza por el engaño con Tohma? Suavizo el entrecejo… lo tenía más que merecido, solo él era el culpable de aquello, de que ahora el pelirrosa estuviera con otro que no fuera él, porque desde un principio no merecía aquel cálido amor, nunca supo valorar correctamente ese cariño y esa entrega, nunca pudo decirle cuanto le amaba por su estúpido orgullo… nunca lo hizo a pesar de que Shuichi lo anhelara con toda su alma. Y ahora ¿de que servía decírselo?… Nada… no servía de nada, aunque hubieran pasado ya dos largos años el seguía sin poderse expresar sinceramente y eso había afectado a la relación.

Una vez más un alto le detuvo, pego su frente en el volante, era un completo idiota uno sin perdón.

Hay un dicho: no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde…

Cuanta razón tenía aquella simple frase y esa era su situación, un ritmo lento y armonioso sonó dentro del automóvil, levanto el rostro y subió el volumen del radio.

Te vi llorar
viviste la monotonía
y te escuchaba hablar
pero era él que te entendía…

y me robó ese tesoro de duende
y ahora comprendo el valor
que no se tapan los defectos con pretextos
en cambio siento rencor.

 

Se quedo pensativo mientras aquella melodía retumbaba en sus oídos, era cierto que lo había visto llorar pero también lo era que había sido su culpa, ¿Cuántas veces le alzo la voz? ¿Cuántas veces le dijo lo fastidioso que era? ¿Cuántas veces lastimo los sentimientos del más pequeño? Muchas, tantas que había perdido la cuenta cuando llego a las 100. Los primeros 6 meses de su relación no había nada de diferente, Shuichi seguía estando ahí para él diciéndole que lo amaba con todo su corazón y a cambio el seguía metido en su mundo, una habitación de 4 paredes con un escritorio en el centro y una laptop sobre este, ese era su mundo, rara vez salía de ahí ya sea para ir a comprar más cigarrillos o para ir por una cerveza, nunca le prestó atención a todo lo que su niño de ojos amatistas le decía, oía pero no escuchaba.

Eso disminuyo conforme el tiempo pasaba, ya las cosas habían cambiado ya su mundo se había extendido y se había centrado no solo en su trabajo, ya cada día que pasaba, ese pequeño pelirrosa conseguía distraerle fácilmente a tal grado de que dejara su trabajo a medias para ir a “divertirse” con su amante. Pero aunque todo hubiera cambiado, había algo que seguía sin inmutación… su orgullo y su falta de palabras cariñosas.

Y ahora que lo veía nuevamente se daba cuenta de que en verdad su niño valía más que todo el dinero del mundo pero la cruda realidad le cacheteo con guante blanco… lo había perdido gracias a su rubio cuñado. Frunció nuevamente el entrecejo, si eso nunca hubiera sucedido aquel hermoso niño seguiría a su lado y seguramente de por vida pues pensaba en proponerle matrimonio el día de su aniversario a tan solo dos semanas después de lo ocurrido. Pero ese idiota obsesionado con él llegó y lo arruino todo, si había hecho lo que hizo fue porque algo desconecto a su cerebro de su cuerpo eso lo sabía y no había alguien más culpable que Tohma Seguchi.

Ay ve y dile que lo odio y lo detesto
por tener lo que fue mío aunque
el culpable he sido yo
que hoy lo considero un enemigo
lamentando mi perdida en la batalla por tu amor
recálcale que no duermo de noche
imaginando que en el sexo
él te devora con pasión.

Me falta valentía para admitirle
que a tu lado fui un chiquillo
y su hombría superó
agrégale que hoy yo me revelo
envidioso, egoísta, impulsivo sin control
por creer que yo era el único
que tu amarías que estúpido, fulano
con el premio y yo el perdedor

En ese momento se puso a pensar ¿Qué tenía aquel castaño que había llamado la atención de su pelirrosa y que le olvidara rápidamente? Era una pregunta sin respuesta pues no conocía a aquel tipo y en verdad no le interesaba, pero tenía que averiguar que fue lo que le hizo a Shuichi para que lo reemplazara en el corazón del pelirrosa. Apretó fuertemente el volante de su automóvil, el tan solo imaginar a ese castaño besando a SU baka, tocando SU propiedad, teniendo sexo con SU amante le crispaba los nervios, se mordió el labio hasta hacerlo sangrar.

Definitivamente… no dejaría que alguien más le quitara lo que suyo es.

No importaba si ponía al mundo de cabeza, encontraría a aquel pelirrosa y lo llevaría de nueva cuenta consigo. Sonrió irónicamente, Eiri Yuki, un hombre muy atractivo, famoso, frío e impotente, siempre rodeado de mujeres y hombres que morían por una sola sonrisa de su parte, el hombre que nunca creyó necesitar de algo… en ese momento… ahora más que nunca necesitaba de esa luz que emanaba de Shuichi, quería volver a estrecharlo entre sus brazos, besar aquellos dulces labios, oler sus hebras rosadas, tocar aquella suave piel, escuchar esos “te amo Yuki”… necesitaba de eso ahora mismo, deseaba que estuviera ahí para él pero… no era así, sus orbes amatistas se habían fijado en otro y el había quedado ya en el olvido. Suspiro pesadamente. ¿Sobreviviría sin su niño?

Imposible…

Piso el acelerador a fondo y se perdió en la lejanía jurándose que volvería a tener a ese pelirrosa a su lado.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Una vez que toda aquella manada de personas pasara de largo para seguirles buscando, se levantaron del suelo para sacudir sus ropas.

− ¿Estas bien Shu? – le pregunto el castaño mientras se acercaba al menor.

−Si…

−S−Shui… chi – Yuuki y Shuichi viraron el rostro hacia donde provenía aquella voz, frente a ellos un chico con una larga cabellera rojiza y ojos azul profundo les miraba impactado. Shuichi no cabía en su sorpresa, su mejor amigo se encontraba justo frente de él, “¡Vamos Shuichi! ¡Es el momento indicado para descubrir el pasado!”

–Pink boy…– el pelirrosa miro hacia la izquierda de donde se encontraba su mejor amigo, ahí, un hombre alto y corpulento de rubios cabellos y ojos azules se acerco lentamente hacía donde se encontraban, por su acento, ambos supieron que aquel hombre era americano.

–Hiro… – solo se miraban, ninguno de los dos hacían movimiento alguno, se examinaban con la mirada, su amigo vestía unos jeans azules y una playera blanca con adornos negros además de unos deportivos blancos y unos lentes negros. De un momento a otro, ambos amigos se abrazaron con mucha fuerza diciéndose miles de cosas.

– ¡Shuichi! ¡No sabes cuánto te extrañe! ¿¡En donde te metiste!? ¡Estaba muy preocupado! – el pelirrojo tomo el rostro del pelirrosa y pego su frente con la de su amigo.

– ¡Hiro! ¡Yo también te extrañe! – el pelirrosa estaba a punto de ponerse a llorar, era un milagro que encontrara a su amigo en ese lugar, se ahorraría una búsqueda que tal vez duraría mucho.

– ¿En donde estuviste estos cuatro días? Te busque por todas partes, Sakano está más histérico que nunca y Suguru quiere asesinarte por haber faltado casi una semana.

– ¿Cómo se te ocurre desaparecer a unas semanas de terminar el álbum? – El americano se integro a la conversación.

–Esperen, esperen, esperen… – el pelirrosa no tenía ni idea de que estaban hablando – ¿Podríamos  ir a un lugar más cómodo para hablar? Debo decirles una cosa muy importante…

–Claro amigo… y debes contarme en donde estuviste, me preocupe demasiado… – Hiro paso su brazo por arriba de los hombros del pelirrosa y salieron de la florería con Yuuki y K siguiéndoles de cerca.

Los cuatro se dirigieron al departamento de Hiro, entraron y el pelirrojo les ofreció de beber a los otros tres.

–Y dime, ¿Qué es eso tan importante que tienes que contarnos?  – De un momento  a otro el semblante de Shuichi  cambio por completo, de un alegre a uno entre melancólico y triste.

–Sucede que… bueno yo… – Shuichi no miraba a su amigo a los ojos, su mirada estaba posada sobre el vaso de refresco que tenía al frente, Yuuki tomo la mano del pequeño entre las suyas y se acerco a su oído para susurrarle “Animo, tu puedes…”

Suspiro fuertemente y miro a su amigo a los ojos.

−Tuve un accidente y perdí los recuerdos de los últimos tres años…− después de la declaración todos se quedaron en silencio, Hiro tardo un poco en procesar aquella noticia y cuando logro captar el mensaje sus ojos se abrieron de par en par.

− ¿T-tuviste… un… a-accidente? – comenzó a tartamudear el pelirrojo, recordó la corazonada y el sentimiento de preocupación de aquella noche. –Pero… estas bien… ¿cierto?

−Estoy bien Hiro… físicamente bien… mentalmente no… no puedo recordar nada y eso me preocupa. – la mirada del pelirrosa denotaba desesperación, preocupación, le alteraba el no saber nada acerca de aquellos tres años, ¿Qué habrá sucedido? Se preguntaba una y otra vez.

− ¿Pero que te sucedió en el accidente?

−Pues… según la persona que me atropello…

− ¿¡TE ATROPELLARON!? – Ambos hombres (Hiro y K) se pusieron de pie ante tal confesión.

−Tranquilos…  ya les dije que estoy bien, además, Usami-san logro frenar a tiempo y solo me golpeo con el coche, mira…− Shu se levanto el fleco pelirrosa mostrándole a los otros el moretón que tenía en la frente, ya no estaba tan morado.

−Agradece que solo fue eso, ¿Qué habría sido de mi y de la banda si aquel que dices no hubiera frenado a tiempo?

−Espera… de eso venía a hablar… ¿de que banda hablas? Mi hermana también me comento acerca de un trabajo… Hiro necesito de tu ayuda… ayúdame a recuperar mis recuerdos. – Se podía notar la suplica en su voz.

−Pero espera Shu… − el castaño intervino en la petición del otro. – Antes de que puedan decirte algo, debemos saber que es lo que tienes exactamente, hay veces que tu propia mente bloquea algún acontecimiento muy fuerte para ti, y con ello, bloquea todo lo que te pueda traer ese recuerdo… es como un trauma… − el americano asintió.

−Yo pienso lo mismo, primero ve a ver a un doctor y cuando sepas que es lo que tienes, veremos si es conveniente contarte todo o esperar un tiempo.

−Supongo que… no tengo opción… − bajo la cabeza algo decepcionado.

−Tranquilo Shuichi… mejor ve mañana en la mañana al doctor y después vienes aquí para saber si podemos contarte todo… bueno… la mayoría de tu vida. – el pelirrojo coloco su mano sobre la rosada cabeza para después revolverle el cabello.

−Esta bien… mañana estaré por aquí… − los cuatro se levantaron de sus respectivos asientos y se dirigieron a la entrada del departamento. –Nos vemos Hiro... y ¿tu quien eres? – dijo señalando al alto americano.

− ¿No me recuerdas?

−Emm… noo… − ¿Qué no acababa de decirle que no recordaba nada? Sudo la gota gorda.

−  ò.ó ¿¡Como que no!? – el rubio frunció el seño y saco una magnum brillante y coloco la punta de esta sobre la frente del más pequeño.

−¡¡¡WAAA!!! ¡Estás loco! – el niño temblaba mientras pequeñas lagrimitas salían de sus ojos.

− ¡Espera K! Lo traumaras más… − el pelirrojo bajo el arma del otro y este colocó el arma entre la orilla de su pantalón y su cuerpo.

−Lo siento… mi nombre es Claude, pero llámame K… − estiro su brazo para saludar al otro con la mano.

−Esta bien… − correspondió el saludo tímidamente.

−Es hora de irnos, debemos regresar a casa, tal vez Nova ya llegó.

−Si tienes razón, nos vemos Hiro, K. – Shuichi comenzó a caminar junto con Yuuki hacía la avenida principal para después tomar un taxi y dirigirse al departamento de Nova.

−K…

−Mmm… − eso en si era un “¿que?”

− ¿Quién era ese castaño? – el pelirrojo miro al alto americano.

−I don´t know… but it´s ok. [No lo sé… pero esta bien] – se encogió de hombros para volver a ver el sitio por donde aquellos dos habían desaparecido.

−Espero que Shuichi nos diga quien es ese hombre y quien es la tal Nova…− dio media vuelta y se interno al departamento nuevamente. – En definitiva… tenemos mucho de que hablar.

−Tienes mucha razón… − sin más siguió al pelirrojo.

Continuara…

Capitulo 7: Reencuentros y revelaciones (1ra. Parte)

Se encontraba esperando en la sala de aquel departamento, ya tenía como 10 minutos desde que la pareja que vivía en ese lugar se había retirado para tener una “cita” inolvidable, de igual manera su prima le abandono diciendo que tenia que ir a recoger a alguien y que regresando tenían que hablar de algo importante, ¿Qué le diría Nova? Bueno… no tenía caso ponerse paranoico y comenzar a imaginar cosas casi imposibles, esperaría hasta que la azabache se lo dijera cara a cara.

El sonido del timbre lo saco de sus cavilaciones, Yuuki había llegado, se paro de donde estaba y con paso lento se acerco al panel de la pared a un lado de la puerta, mientras avanzaba su nerviosismo comenzaba a incrementar, ¿Qué pasaría ahora? ¿Cómo actuaría frente a esa persona? Pero… había una duda que le inquietaba demasiado… ¿Seguía sintiendo lo mismo por aquel castaño? Eso lo comprobaría hoy.

Una vez frente a aquel panel oprimió un botón y la imagen de Yuuki apareció frente a él, apago el aparato y fue directo a abrir la puerta.

−Hola, Shu.

−Hola Yuuki, pasa por favor. – el pelirrosa se hizo a un lado para poder dejar pasar al castaño.

−Gracias…− entro y guiado por Shuichi se sentaron en la cómoda sala del lugar.

− ¿Quieres algo? ¿Agua, te, café, refresco?

−Café esta bien Shu…− el castaño observaba atentamente los movimientos de aquel niño que se dirigió a preparar el café que había pedido.

−Y dime, ¿sabes a donde fue Nova? – a Shuichi le fastidiaba el silencio por eso, se animo a iniciar una platica con el castaño.

−Pues me dijo que iba a ir por alguien… ¿A dónde? ¿A quien? No lo sé.

−Me dijo lo mismo, más nunca entro en detalles.

−Si… es algo reservada con su vida. – Shuichi se acerco con el café ya preparado y se sentó frente al castaño.

−Pero cuéntame, ¿Qué fue de tu vida?

−Pues te diré… nos mudamos a Inglaterra, mi padre abrió una pequeña empresa que fue creciendo a medida de que los nuevos artistas se descubrían…

−Ah, entonces ¿es una disquera?

−Así es, su nombre es CSI records, cuando cumplí los 18 años, viaje a Francia para buscarte pero me dijeron que te mudaste de nueva cuenta ese mismo año en el que yo me fui pero no quisieron decirme a donde tampoco encontré a Nova, sus padres solo me dijeron que había viajado a los Estados Unidos para terminar de estudiar y que regresaba un año después, así estuve buscando por ti durante un año pero  por más que te buscaba no te encontraba, paso el tiempo y me reencontré con Nova, me entere que había formado una banda y que quería que mi padre escuchara su sencillo. Y pues así se lo lleve a papá y le encanto, gracias a Strongest, CSI records sobresalió bastante.

−Oh ya veo, que bien, aunque nunca había escuchado el nombre de esa banda…

−Resulta con que los discos de Strongest solo se vendieron en Europa y América Latina, ya que era música en ingles.

−Con razón, hasta hace poco vi uno de sus videos en la televisión, no recuerdo el nombre de la canción pero era una melodía muy buena, sobre todo la letra.

−Si, CSI records construyó una nueva disquera en este lado del país para poder hacer la venta de los discos de Strongest con canciones en japonés y en ingles. Pero en estos momentos la banda esta de vacaciones y no se ha hecho más que aquel video que dices, su nombre es “Lucy” las fans lo amaron y en unos cuantos días el sencillo estaba hasta el tope rebasando a las bandas lideres.

− ¡Que genial! Nova prometió cantarme una canción en casa de mi madre, pero no lo ha hecho…

−Tranquilo… Nova nunca falta a sus promesas.

−Eso te lo creo. – le dijo Shuichi con una linda sonrisa en el rostro, habían pasado ya 16 años y esa hermosa sonrisa no había cambiado en nada, ese era el detalle de Shuichi que siempre le encanto.

−Oye… ¿te parece si vamos a pasear al parque? – le dijo Yuuki mientras se ponía en pie y le ofrecía la mano a Shuichi, el pelirrosa miro aquella extremidad con algo de duda ¿Será cierto que sientes un choque cuando tienes contacto con tu otra mitad?, tomó su mano pero no sintió nada… aquel choquecito nunca apareció… simplemente no sintió nada.

−… claro… − aun tomados de la mano salieron de aquel departamento.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Un deportivo azul eléctrico se estaciono frente a un lujoso hotel, un ballet parking se acercó a la puerta del piloto y la abrió para dejar bajar a una chica de azabaches cabellos que cubría sus ojos con unos lentes negros, el empleado subió al coche y se lo llevo al estacionamiento privado del hotel. Se acerco con paso elegante a la recepción atrayendo la atención de más de una persona.

−Good morning, ¿The room of Jennifer Kerry?  [Buenos días, la habitación de Jennifer Kerry] – la azabache cuestiono con un perfecto ingles.

−Good morning, one moment please. [Buenos días, un momento por favor] – la recepcionista devolvió el saludo cortésmente y comenzó a buscar en su computadora el nombre que le habían dicho. − ¿What´s your name? [¿Cuál es su nombre?]

−Alice O’Connell…

−Oh yes, miss O´Connell, Miss Kerry is waiting for you in the room 512, and here is the key. [Oh si, señorita Fournier, la señorita Kerry la esta esperando en la habitación 512, y aquí esta la llave.] – la mujer le dio una llave electrónica.

−Thank you [Gracias] – la chica tomó la llave y se dirigió al elevador para después apretar el botón que la llevaría al piso en donde se encontraba la habitación, una vez frente a esta colocó la llave en la cerradura y un “clic” se oyó, abrió la puerta y entro en la lujosa suite.

− ¡Nee-chan! – una chica de aproximadamente 18 años de edad, de estatura promedio, delgada y de buen cuerpo, cabellos azul petróleo y ojos color grisáceo, se acerco corriendo hacia la azabache y prácticamente se lanzo hacía sus brazos, la otra le recibió con los brazos abiertos. – Que bueno que viniste, ya quiero ir a tu casa. – Le dijo muy emocionada aquella chica que llevaba puesto un sencillo vestido azul cielo junto a unas botas de un color más obscuro.

−Tan puntual como siempre, Nova-sama – un castaño de ojos miel salió de la cocina, era alto y delgado pero de un cuerpo bien ejercitado y musculoso, llevaba puesto un traje negro de corte italiano y por ultimo un mandil cubría desde su pecho hasta la mitad de sus muslos.

−Ya ves… la costumbre…− un delicioso olor le llego a la nariz − ¿Qué cocinas?

−El desayuno de Nojiko − dijo mientras se volvía a internar en la cocina y las chicas se dirigían al comedor del lugar y tomaban asiento frente a la mesa.

− ¿¡Que!? ¿Son las 11 de la mañana y aún no desayunas? – la otra solo se rio tontamente pero tal sonrisa fue borrada por un mega zape que hizo que cayera de la silla.

− ¡Auch! ¿¡Cual es tu problema!? – dijo mientras se levantaba del suelo y le ponía frente a Nova quien de igual manera se puso de pie retándole con la mirad.

−Mi problema es que ya tienes 18 años y aun tengo que cuidar de que comas bien y a tus horas – se separó un poco de aquella chica que le fulminaba con la mirada − ¡Ren! ¿¡No te dije que la cuidaras!? – el mencionado salió de la cocina con una charola de comida, dejo todo en la mesa e hizo una reverencia ante Nova.

−Mis más sinceras disculpas, por más que intentaba despertarla temprano no lograba nada…− el mayor se sentó entre ambas chicas las cuales de igual forma se sentaron.

−Oh vaya… pobre de ti, desperdiciar tus energías tratando de despertar a un oso invernando.

− ¡OYE! – la de azules cabellos se quejo ante el comentario de su hermana mayor.

−Jeje… − el hombre puso un plato de fruta picada frente a la azabache y un plato con cereal frente a la otra, también sirvió jugo de naranja en los vasos y le dio uno a Nova, el se sirvió de igual forma un plato con fruta y su jugo.

−Y… cuéntame… ¿Qué haces aquí? – la chica de ojos grisáceos estuvo a punto de escupir el jugo que tenía en la boca, se lo tomo con rapidez y miro enfadada a la otra.

− ¿Cómo qué que hago aquí? – Le escupió con indignación – Todavía de que te vengo a ver durante las vacaciones me sales con esto, vaya hermana que me toco tener.

−Esa es mi línea mocosa – Nova siguió comiendo sin ponerle atención a todos los gestos graciosos que hacía su hermana.

−Me dijeron que tenía que venir porque CSI construyó un nuevo estudio y que debía buscar un lugar en donde vivir por tres meses y seguir con las grabaciones del grupo.

−Ah… que interesante, me dijeron lo mismo.

−Pero no he encontrado un lugar apto para mi… además tengo una hermana muy linda que me dará alojamiento en su departamento ¿verdad? – la chica puso ojos de perrito abandonado.

−Ni en tus sueños Shindou Nojiko.

−Rayos… ándale, di que si, solo por una semana en lo que busco un departamento digno para mi.

−Pues que exigente eres, yo vi muchos y todos eran perfectos. – termino de comer y se tomó lo que restaba del jugo de naranja.

−Eres mala… − Nojiko termino su cereal y miro como su guardaespaldas personal y su hermana se miraban con complicidad y después reían disimuladamente. − ¿Qué sucede? ¿Por qué se ríen así?

−Espero que tengas listas tus maletas, yo me largo en 10 minutos y si no estas lista para cuando el tiempo termine te dejo aquí.

−Sabía que no eras tan mala después de todo – le dijo muy emocionada mientras le daba un abrazo para seguidamente correr a su habitación y preparar sus maletas.

−Nova-sama, tengo entendido que su departamento en la zona de Ginza, pero en que edificio exactamente.

−Pues… no lo sé – poco le falto a Ren para que cayera de la silla. –Alberto se encargo del papeleo.

−Oh ya veo… −Nova miro de reojo a el castaño quien tenía una expresión de felicidad, ella sabía que entre ambos guardaespaldas había más que compañerismo y amistad. El castaño se paro y se llevo los platos y vasos para poder lavarlos.

−Ya estoy lista. – Nojiko salió de la habitación con una maleta morada tras ella.

− ¿Ese es todo tu equipaje?

−Sip, comprare a lo grande aquí.

−Me lo imaginaba…

−Nee Nova…

− ¿Si?

− ¿Encontraste lo que venias a buscar? ¿Al primo Shuichi? – La chica volvió a tomar asiento frente a Nova.

−Pues lo encontramos pero cuando nos vio no nos reconoció, resulta con que… − Nova le conto todo a Nojiko quien muy interesada por la historia escuchaba atentamente cada una de las palabras que decía su hermana mayor.

−Entonces por eso no les recordaba…

−Así es. – la azabache vio que Ren salía de su habitación con su maleta y se aproximo a ellas y asintió con la cabeza. –Es hora de irnos.

Los tres salieron de la costosa suite y bajaron hasta la recepción donde la mujer que antes había atendido a Nova llamo al estacionamiento para que trajeran ambos autos, el de Nova y el de Nojiko. Salieron del edificio y Nova observo el auto de su hermana, un Mitsubishi eclipse rojo, un auto veloz y con estilo. (N/A: El auto: http://www.cochesadictos.com/fondos/imagenes/mitsubishi-eclipse.jpg )

−Lindo auto… − le dijo volteando a ver a su hermana quien sonreía orgullosamente. –Pero no mejor que el mío. – Nova abordo su automóvil y seguidamente los otros dos subieron al rojo. Partieron rumbo al departamento de la azabache.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

El cielo estaba completamente despejado, el viento se estrellaba suavemente en su rostro, alborotando de paso sus rosados cabellos, cerró los ojos dejándose llevar por aquella sutil caricia como si de pedazos de algodón se tratara.

− ¡Que buen tiempo hace! – el pelirrosa se estiro con los brazos hacía al cielo.

−Tienes razón… − Yuuki también aspiro aquel puro viento que les rodeaba.

−Yuuki… ¿me compras un helado de fresa? – Shuichi miro al castaño con una tierna expresión que casi lo derrite y obviamente no se pudo resistir.

−Claro… para este niño lo que sea. –El ojiazul revolvió las rosadas hebras y comenzó a caminar hacía el puesto de helados. Shu sonrió dulcemente y se colgó del brazo del mayor.

−Gracias Yuuki – caminaron sin preocupaciones hasta el local y pidieron dos helados, uno de fresa y uno de vainilla.

Mientras caminaban miraban como los niños que se encontraban en aquel hermoso parque jugaban entre si mientras que eran vigilados por sus padres un poco más alejados de donde los pequeños se encontraban; habían bastantes parejitas por todo el lugar disfrutando del paisaje y de la atmosfera o solo pasando el rato. Shuichi en ningún momento se separo del brazo del mayor y a este no le incomodaba así que siguieron así todo el camino.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

¿Por qué rayos existían los altos? Ya era el cuarto del día que paraba su búsqueda, ¿Qué acaso el idiota que lo invento no se pudo poner a pensar que mucha gente tenía prisa? Y es que el tenía mucha prisa, llevaba ya casi cuatro días buscando de aquel niño que había entrado a la fuerza en su corazón y que poco a poco lo había hecho cambiar, pero ni rastro del pelirrosa.

Prendió un cigarrillo mientras esperaba a que aquella luz roja desapareciera y la verde se encendiera, bajo la ventanilla para dejar escapar aquel espeso humo y se sobo las sienes con sus dedos  mientras respiraba profundamente, volteo a su izquierda y vio algo que en verdad le había impactado más bien era lo peor que pudo haber visto en su vida.

Ahí, caminando tranquilamente por el parque prendado al brazo de otro se encontraba SU pelusa rosa, ambos se sonreían con todo el amor del mundo, ¿¡PERO QUE RAYOS LE SUCEDIA A ESE MOCOSO!? Desaparece por cuatro días y ahora que lo vuelve a ver ya esta  con otro, ¡Que descaro el suyo! Cegado por los celos y por la ira bajó del auto sin importarle que los otros conductores le pitaban para que se moviera, se acerco rápidamente a donde aquellos dos pero antes de llegar escucho gritar − ¡ES SHUICHI! – después de unos segundos muchas chicas y chicos corrieron para rodear al pelirrosa.

− ¡¡¡AHHHH SHUICHI-KUN TE AMAMOS!!! – La multitud gritaba mientras corrían hacia el pelirrosa, al ver esto el castaño tomo la mano del descolocado amatista y comenzó a correr. ¿Cómo es que esas personas sabían como se llamaba? Bueno eso no era lo importante, lo verdaderamente primordial era escapar de toda aquella manada de chicos y chicas que les seguían con intenciones de querer asesinarlos según Shuichi.

− ¿¡Yuuki que sucede!?

− ¡No lo sé pero corre por tu vida! – ambos corrían a todo lo que sus piernas daban, se alejaron lo suficiente de aquel lugar y dieron vuelta en una esquina, Yuuki vio una florería a unos cuantos pasos y se puso a pensar, si seguían corriendo seguro que sus energías se agotarían y los atraparían, era mejor esconderse que terminar violados por miles de chicas, entraron al local como un rayo y cerraron la puerta de cristal y se tumbaron en el suelo.

Aquel montón de gente había salido corriendo dejando una nube de polvo que tardo tan solo unos segundos para poder dispersarse  por completo y cuando le volvió a buscar con la mirada ya no estaba, ni él ni el castaño. Enfadado regreso a su automóvil que ahora era rodeado por todos los demás autos, subió en el y piso el acelerador a fondo.

Estaba más que furioso, ¿Cómo era posible que aquel niño le haya olvidado así de fácil? ¿En donde quedo todo aquel amor que le había profesado día y noche sin descanso? ¿Era eso una venganza por el engaño con Tohma? Suavizo el entrecejo… lo tenía más que merecido, solo él era el culpable de aquello, de que ahora el pelirrosa estuviera con otro que no fuera él, porque desde un principio no merecía aquel cálido amor, nunca supo valorar correctamente ese cariño y esa entrega, nunca pudo decirle cuanto le amaba por su estúpido orgullo… nunca lo hizo a pesar de que Shuichi lo anhelara con toda su alma. Y ahora ¿de que servía decírselo?… Nada… no servía de nada, aunque hubieran pasado ya dos largos años el seguía sin poderse expresar sinceramente y eso había afectado a la relación.

Una vez más un alto le detuvo, pego su frente en el volante, era un completo idiota uno sin perdón.

Hay un dicho: no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde…

Cuanta razón tenía aquella simple frase y esa era su situación, un ritmo lento y armonioso sonó dentro del automóvil, levanto el rostro y subió el volumen del radio.

Te vi llorar
viviste la monotonía
y te escuchaba hablar
pero era él que te entendía…

y me robó ese tesoro de duende
y ahora comprendo el valor
que no se tapan los defectos con pretextos
en cambio siento rencor.

 

Se quedo pensativo mientras aquella melodía retumbaba en sus oídos, era cierto que lo había visto llorar pero también lo era que había sido su culpa, ¿Cuántas veces le alzo la voz? ¿Cuántas veces le dijo lo fastidioso que era? ¿Cuántas veces lastimo los sentimientos del más pequeño? Muchas, tantas que había perdido la cuenta cuando llego a las 100. Los primeros 6 meses de su relación no había nada de diferente, Shuichi seguía estando ahí para él diciéndole que lo amaba con todo su corazón y a cambio el seguía metido en su mundo, una habitación de 4 paredes con un escritorio en el centro y una laptop sobre este, ese era su mundo, rara vez salía de ahí ya sea para ir a comprar más cigarrillos o para ir por una cerveza, nunca le prestó atención a todo lo que su niño de ojos amatistas le decía, oía pero no escuchaba.

Eso disminuyo conforme el tiempo pasaba, ya las cosas habían cambiado ya su mundo se había extendido y se había centrado no solo en su trabajo, ya cada día que pasaba, ese pequeño pelirrosa conseguía distraerle fácilmente a tal grado de que dejara su trabajo a medias para ir a “divertirse” con su amante. Pero aunque todo hubiera cambiado, había algo que seguía sin inmutación… su orgullo y su falta de palabras cariñosas.

Y ahora que lo veía nuevamente se daba cuenta de que en verdad su niño valía más que todo el dinero del mundo pero la cruda realidad le cacheteo con guante blanco… lo había perdido gracias a su rubio cuñado. Frunció nuevamente el entrecejo, si eso nunca hubiera sucedido aquel hermoso niño seguiría a su lado y seguramente de por vida pues pensaba en proponerle matrimonio el día de su aniversario a tan solo dos semanas después de lo ocurrido. Pero ese idiota obsesionado con él llegó y lo arruino todo, si había hecho lo que hizo fue porque algo desconecto a su cerebro de su cuerpo eso lo sabía y no había alguien más culpable que Tohma Seguchi.

Ay ve y dile que lo odio y lo detesto
por tener lo que fue mío aunque
el culpable he sido yo
que hoy lo considero un enemigo
lamentando mi perdida en la batalla por tu amor
recálcale que no duermo de noche
imaginando que en el sexo
él te devora con pasión.

Me falta valentía para admitirle
que a tu lado fui un chiquillo
y su hombría superó
agrégale que hoy yo me revelo
envidioso, egoísta, impulsivo sin control
por creer que yo era el único
que tu amarías que estúpido, fulano
con el premio y yo el perdedor

En ese momento se puso a pensar ¿Qué tenía aquel castaño que había llamado la atención de su pelirrosa y que le olvidara rápidamente? Era una pregunta sin respuesta pues no conocía a aquel tipo y en verdad no le interesaba, pero tenía que averiguar que fue lo que le hizo a Shuichi para que lo reemplazara en el corazón del pelirrosa. Apretó fuertemente el volante de su automóvil, el tan solo imaginar a ese castaño besando a SU baka, tocando SU propiedad, teniendo sexo con SU amante le crispaba los nervios, se mordió el labio hasta hacerlo sangrar.

Definitivamente… no dejaría que alguien más le quitara lo que suyo es.

No importaba si ponía al mundo de cabeza, encontraría a aquel pelirrosa y lo llevaría de nueva cuenta consigo. Sonrió irónicamente, Eiri Yuki, un hombre muy atractivo, famoso, frío e impotente, siempre rodeado de mujeres y hombres que morían por una sola sonrisa de su parte, el hombre que nunca creyó necesitar de algo… en ese momento… ahora más que nunca necesitaba de esa luz que emanaba de Shuichi, quería volver a estrecharlo entre sus brazos, besar aquellos dulces labios, oler sus hebras rosadas, tocar aquella suave piel, escuchar esos “te amo Yuki”… necesitaba de eso ahora mismo, deseaba que estuviera ahí para él pero… no era así, sus orbes amatistas se habían fijado en otro y el había quedado ya en el olvido. Suspiro pesadamente. ¿Sobreviviría sin su niño?

Imposible…

Piso el acelerador a fondo y se perdió en la lejanía jurándose que volvería a tener a ese pelirrosa a su lado.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Una vez que toda aquella manada de personas pasara de largo para seguirles buscando, se levantaron del suelo para sacudir sus ropas.

− ¿Estas bien Shu? – le pregunto el castaño mientras se acercaba al menor.

−Si…

−S−Shui… chi – Yuuki y Shuichi viraron el rostro hacia donde provenía aquella voz, frente a ellos un chico con una larga cabellera rojiza y ojos azul profundo les miraba impactado. Shuichi no cabía en su sorpresa, su mejor amigo se encontraba justo frente de él, “¡Vamos Shuichi! ¡Es el momento indicado para descubrir el pasado!”

–Pink boy…– el pelirrosa miro hacia la izquierda de donde se encontraba su mejor amigo, ahí, un hombre alto y corpulento de rubios cabellos y ojos azules se acerco lentamente hacía donde se encontraban, por su acento, ambos supieron que aquel hombre era americano.

–Hiro… – solo se miraban, ninguno de los dos hacían movimiento alguno, se examinaban con la mirada, su amigo vestía unos jeans azules y una playera blanca con adornos negros además de unos deportivos blancos y unos lentes negros. De un momento a otro, ambos amigos se abrazaron con mucha fuerza diciéndose miles de cosas.

– ¡Shuichi! ¡No sabes cuánto te extrañe! ¿¡En donde te metiste!? ¡Estaba muy preocupado! – el pelirrojo tomo el rostro del pelirrosa y pego su frente con la de su amigo.

– ¡Hiro! ¡Yo también te extrañe! – el pelirrosa estaba a punto de ponerse a llorar, era un milagro que encontrara a su amigo en ese lugar, se ahorraría una búsqueda que tal vez duraría mucho.

– ¿En donde estuviste estos cuatro días? Te busque por todas partes, Sakano está más histérico que nunca y Suguru quiere asesinarte por haber faltado casi una semana.

– ¿Cómo se te ocurre desaparecer a unas semanas de terminar el álbum? – El americano se integro a la conversación.

–Esperen, esperen, esperen… – el pelirrosa no tenía ni idea de que estaban hablando – ¿Podríamos  ir a un lugar más cómodo para hablar? Debo decirles una cosa muy importante…

–Claro amigo… y debes contarme en donde estuviste, me preocupe demasiado… – Hiro paso su brazo por arriba de los hombros del pelirrosa y salieron de la florería con Yuuki y K siguiéndoles de cerca.

Los cuatro se dirigieron al departamento de Hiro, entraron y el pelirrojo les ofreció de beber a los otros tres.

–Y dime, ¿Qué es eso tan importante que tienes que contarnos?  – De un momento  a otro el semblante de Shuichi  cambio por completo, de un alegre a uno entre melancólico y triste.

–Sucede que… bueno yo… – Shuichi no miraba a su amigo a los ojos, su mirada estaba posada sobre el vaso de refresco que tenía al frente, Yuuki tomo la mano del pequeño entre las suyas y se acerco a su oído para susurrarle “Animo, tu puedes…”

Suspiro fuertemente y miro a su amigo a los ojos.

−Tuve un accidente y perdí los recuerdos de los últimos tres años…− después de la declaración todos se quedaron en silencio, Hiro tardo un poco en procesar aquella noticia y cuando logro captar el mensaje sus ojos se abrieron de par en par.

− ¿T-tuviste… un… a-accidente? – comenzó a tartamudear el pelirrojo, recordó la corazonada y el sentimiento de preocupación de aquella noche. –Pero… estas bien… ¿cierto?

−Estoy bien Hiro… físicamente bien… mentalmente no… no puedo recordar nada y eso me preocupa. – la mirada del pelirrosa denotaba desesperación, preocupación, le alteraba el no saber nada acerca de aquellos tres años, ¿Qué habrá sucedido? Se preguntaba una y otra vez.

− ¿Pero que te sucedió en el accidente?

−Pues… según la persona que me atropello…

− ¿¡TE ATROPELLARON!? – Ambos hombres (Hiro y K) se pusieron de pie ante tal confesión.

−Tranquilos…  ya les dije que estoy bien, además, Usami-san logro frenar a tiempo y solo me golpeo con el coche, mira…− Shu se levanto el fleco pelirrosa mostrándole a los otros el moretón que tenía en la frente, ya no estaba tan morado.

−Agradece que solo fue eso, ¿Qué habría sido de mi y de la banda si aquel que dices no hubiera frenado a tiempo?

−Espera… de eso venía a hablar… ¿de que banda hablas? Mi hermana también me comento acerca de un trabajo… Hiro necesito de tu ayuda… ayúdame a recuperar mis recuerdos. – Se podía notar la suplica en su voz.

−Pero espera Shu… − el castaño intervino en la petición del otro. – Antes de que puedan decirte algo, debemos saber que es lo que tienes exactamente, hay veces que tu propia mente bloquea algún acontecimiento muy fuerte para ti, y con ello, bloquea todo lo que te pueda traer ese recuerdo… es como un trauma… − el americano asintió.

−Yo pienso lo mismo, primero ve a ver a un doctor y cuando sepas que es lo que tienes, veremos si es conveniente contarte todo o esperar un tiempo.

−Supongo que… no tengo opción… − bajo la cabeza algo decepcionado.

−Tranquilo Shuichi… mejor ve mañana en la mañana al doctor y después vienes aquí para saber si podemos contarte todo… bueno… la mayoría de tu vida. – el pelirrojo coloco su mano sobre la rosada cabeza para después revolverle el cabello.

−Esta bien… mañana estaré por aquí… − los cuatro se levantaron de sus respectivos asientos y se dirigieron a la entrada del departamento. –Nos vemos Hiro... y ¿tu quien eres? – dijo señalando al alto americano.

− ¿No me recuerdas?

−Emm… noo… − ¿Qué no acababa de decirle que no recordaba nada? Sudo la gota gorda.

−  ò.ó ¿¡Como que no!? – el rubio frunció el seño y saco una magnum brillante y coloco la punta de esta sobre la frente del más pequeño.

−¡¡¡WAAA!!! ¡Estás loco! – el niño temblaba mientras pequeñas lagrimitas salían de sus ojos.

− ¡Espera K! Lo traumaras más… − el pelirrojo bajo el arma del otro y este colocó el arma entre la orilla de su pantalón y su cuerpo.

−Lo siento… mi nombre es Claude, pero llámame K… − estiro su brazo para saludar al otro con la mano.

−Esta bien… − correspondió el saludo tímidamente.

−Es hora de irnos, debemos regresar a casa, tal vez Nova ya llegó.

−Si tienes razón, nos vemos Hiro, K. – Shuichi comenzó a caminar junto con Yuuki hacía la avenida principal para después tomar un taxi y dirigirse al departamento de Nova.

−K…

−Mmm… − eso en si era un “¿que?”

− ¿Quién era ese castaño? – el pelirrojo miro al alto americano.

−I don´t know… but it´s ok. [No lo sé… pero esta bien] – se encogió de hombros para volver a ver el sitio por donde aquellos dos habían desaparecido.

−Espero que Shuichi nos diga quien es ese hombre y quien es la tal Nova…− dio media vuelta y se interno al departamento nuevamente. – En definitiva… tenemos mucho de que hablar.

−Tienes mucha razón… − sin más siguió al pelirrojo.

Continuara...

Notas finales:

Bueno... espero que les haya gustado... *snif* [Thanathos: ¬¬ sigue depre...] Espero que dejen algún RW por ahi.

La canción: "El perdedor" - Aventura.

Muchisimas gracias a belu84 y a misaki801 por haberse dado el tiempo de pasar a dejar un RW, me sirvio de mucho sus coments, espero poder complacerlas en todo lo que pidan y pues... haber que sucede. Cuidense mucho, las quiero. ¡Bye-bye!

~Besos~


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