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Vuelve a mí por yaMii n0vaA

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Notas del capitulo:

¡Ohayo!

Lamento mucho mi demora, he de admitir que este capítulo me ha costado mucho trabajo, a mí, a mi musa y a mis editoras, ya saben, a veces la inspiración no llega y cuando llega no sabes como hacer que contraste con lo demás, pero bueno, este capítulo nos llevo un buen tiempo por eso no actualize la semana pasada, pido muchas disculpas y espero que les guste este capi, si les gusto sabre que todo nuestro trabajo no fue en vano y si no les gusto pues veremos como mejorar en los prox caps.

He de agregar que los problemas estan a la vuelta de la esquina y que cada uno de nuestros personajes tendra que sufrir un poquitin (u_u soy mala, lo sé) pero principalmente nos enfocaremos en Yuki, Shuichi, Yuuki y Thoma (<= él merece sufrir mucho más) Tal vez al principio les parezca que Shuichi es el que sufre más pero solo es una cuarta parte de lo que pasara con Thoma y con Eiri....>.> ya he dado mucha información.

Bueno espero que me disculpen por la larga espera, la proxima semana nos vemos n_n

Los personajes de Gravitation y Junjou Romantica no me pertenecen.

¡ENJOY IT!

 

Capítulo 13: Problemas

 

 

Sostenía entre sus manos fuertemente el volante de aquel automóvil mientras que su pie se enterraba con furia sobre el acelerador. Manejaba poseso a ningún lugar en específico, lo único que quería era alejarse de la ciudad para poder pensar claramente acerca del nuevo problema que por su culpa se había creado y sus posibles soluciones.

 

 

Lo que más necesitaba en ese momento era una buena dosis de nicotina y no se reprimió, saco del bolsillo de su pantalón la cajetilla de cigarros para después tomar uno con los labios, aventar la cajetilla al asiento del copiloto y prenderlo con su encendedor. Paró de golpe el automóvil al ver la estampilla que Shuichi había pegado en su encendedor, esa foto que le recordaba la primera cita con su pelusa rosa.

 

 

Recargo la frente en el volante forrado de cuero y suspiro audiblemente, debía admitirlo, había hecho una atrocidad pero la idea de que Seguchi había tenido más del 50% de la culpa rondaba por su cabeza todo el tiempo y le ayudaba a quitarse un poco de peso de los hombros aunque fuera una mínima parte. Volvió a recargarse en el asiento del coche y miro fijamente la calle ya obscura y solamente iluminada por las lámparas repartidas estratégicamente por la vía.

 

 

Miro a su izquierda y pudo ver un gran letrero que rezaba “Bar” con luces de neón, se veía que era una lugar muy concurrido y casi exclusivo ya que no dejaban de llegar coches con personas tal vez famosas pues inmediatamente de que les veía el gorila vestido de negro en la entrada se hacía a un lado y les dejaba pasar. Piso el acelerador y dio la vuelta para después llegar a la entrada del bar, se coloco unos lentes obscuros y bajo del coche entregándole las llaves a un ballet parking. Al instante en que bajo del coche todas las miradas se posaron sobre su figura y murmullos como: “¿Quién es?” “¿No es Yuki Eiri?” “Es tan sexy” Y cosas así se dejaron escuchar.

 

 

Se aproximo hasta donde el gorila de la entrada y solo vasto una mirada para que le dejaran entrar sin vacilación. Una vez dentro pudo ver lo exótico del lugar, se encamino hasta la barra y pidió al barman un martini doble.

 

 

Comenzó a divagar en su mente, más específicamente en la laguna de los recuerdos. Rememoro muchos momentos especiales que había pasado con su niño, cerró los ojos y se llevo el vaso en su mano a la boca para beber un trago amargo y mientras el líquido raspaba su garganta, miles de recuerdos bombardearon su cabeza y su corazón.

 

 

[FLASH BACK]

 

 

–Vamos Yuki, no es tan mala idea. – un pelirrosa se encontraba sentado al frente de un irritado rubio que hasta hace unos minutos se encontraba escribiendo una más de sus tantas novelas.

 

 

–Ya te dije que no y un no es un NO. – siguió tomando su café. Shuichi se sentó en el regazo de Yuki y le tomo el rostro con las dos manos.

 

 

–Oh por favor es una idea genial, vamos, vamos, vamos. ¿Sí? – Comenzó a dar pequeños saltitos sobre Yuki.

 

 

–Me estas provocando y no me hare responsable de las consecuencias.

 

 

– ¿Yo? ¿Provocándote? No sé de qué me hablas – le dijo “inocentemente” sin dejarse de frotar contra su cuerpo.

 

 

–No te hagas el inocente… – le tomo de la cintura y ataco su cuello.

 

 

–Ups, es hora de irnos. – se separo de repente dejando a un Yuki con las ganas, se coloco su abrigo, tomo el de Yuki y corrió hasta la sala para ir por su novio y ambos salir del departamento del mayor. Una vez en el mercedes del ojimiel Shuichi esperaba emocionado a que el otro encendiera el coche sin embargo el rugir del motor nunca llegó.

 

 

– ¿Qué pasa Yuki? Se va a pasar la hora de la recepción.

 

 

–Te dije que no me provocaras, ¿te diste cuenta que al momento en que me interrumpiste, firmaste tu sentencia de muerte? Ahora no nos iremos de aquí hasta que yo quede satisfecho.

 

 

– ¿Eh? – y sin más Yuki lo jaló hasta él y comenzó a besarlo pasionalmente mientras recorría completamente el cuerpo del otro por encima y bajo la ropa. Los gemidos se hicieron presentes y con estos, besos y caricias más atrevidos. Sin embargo Shuichi sutilmente se separo de Yuki y le detuvo por completo.

 

 

–Yuki, te prometo que cuando regresemos de aquel baño, te satisfaré toooda la noche, amor. – le dijo y le dio un tierno beso que le saco una sonrisa al mayor. Sin nada más que agregar se sentó bien en el asiento y Yuki encendió el coche para ir directamente al lugar especial que su niño había encontrado.

 

 

Un centro de relajación a las afueras de la ciudad, el onsen* más famoso de Japón. Su relajación se basa en los baños de lodo y obviamente en las aguas termales rodeadas de vegetación pura. O eso decía el folleto que leyó.

 

 

Cuando llegaron, mostraron sus boletos y al instante les prepararon el baño de lodo, ambos fueron a su habitación correspondiente y se cambiaron para poder disfrutar de su rutina de relajación. Se dirigieron entre besos y caricias indecentes hasta un cuarto en el cual, en el centro se encontraba una gran bañera completamente llena de espeso lodo.

 

 

–Ni creas que entrare ahí. – dijo Yuki y antes de poder salir Shuichi se quito la bata dejando al descubierto su esbelta figura dejando embelesado al otro.

 

 

–Lastima, llamare a algunas chicas para que me hagan compañía o mejor aun, a algún sexy italiano que pase por ahí. –Se interno en la bañera gigante y antes siquiera de poder tomar el teléfono que se encontraba a un lado junto con algunos folletos y revistas para entretenerse unos fuertes brazos aprisionaron su cintura.

 

 

–Con qué prefieres estar con un sexy italiano que conmigo ¿eh?

 

 

–Sinceramente… mmm… no – le dijo juguetonamente para después besarle dulcemente.

 

 

–Vacilaste… eso quiere decir que… en verdad… lo… quieres… – entre beso y beso le dijo con dificultad.

 

 

–Nop… yo solo te quiero a ti, mi escritor de cuarta.

 

 

–Que gracioso. – y siguieron besándose durante hora y media en la bañera de lodo para después disfrutar de un baño en las aguas termales y para concluir esa maravillosa velada una noche de sexo frenético.

 

 

[FIN FLASH BACK]

 

 

–Después de todo ese viaje nos beneficio mucho. – suspiro antes de pedir un nuevo martini.

 

 

Recordaba que justo después de aquel viaje pareciera que Shuichi brillaba, literalmente hablando, ya que su piel se había limpiado completamente y esta brillaba tanto que alguna vez llego a decirle que era una imitación barata de un foco ahorrador.

 

 

Gracias a su poder depurativo una capa de lodo aplicada sobre la piel absorbe todas las impurezas y células muertas depositadas en la epidermis y elimina sustancias tóxicas, actuando como un verdadero papel secante sobre la piel.” Eso había leído en internet, y comprendió porque es que su pelusa brillaba.

 

 

Y hablando de la pelusa rosada, recordó el porqué se encontraba ahí completamente furioso y bebiendo. Aparte de estar enojado con cierta azabache por propinarle la golpiza que le dio, estaba enojado consigo mismo pues se entero de que Shuichi quiso suicidarse por su culpa y eso había sido un golpe muy bajo para él, lo único que deseaba y añoraba con toda su alma era hacer feliz a Shuichi a su lado porque sabía que lo merecía, después de haber estado casi 1 año soportando todo tipo de maltratos e insultos de su parte de los cuales estaba muy arrepentido de haberlos hecho. Pero ahora estaba dudando si en verdad Shuichi sería feliz a su lado. Tal vez debería seguir el dicho: “Si lo amas, déjalo ir”

 

 

No, no, no, ¡NO! No había que pensar tan negativamente.

 

 

Un martini más.

 

 

Claro que Shuichi podía ser feliz junto con él pero ¿Cómo? Esa era la pregunta del millón, de antemano sabía que iba a ser muy difícil el convencer a Shuichi de que en verdad le quería y deseaba estar a su lado, además de que en su camino se presentaban dos grandes obstáculos, uno de ellos, ese maldito castaño ojiazul que seguramente algo se traía con Shuichi, era esencial borrarle del mapa y el otro, la advertencia de Nova y la misma eran una gran amenaza para él, sin embargo él le demostraría a la azabache de que estaba hecho y que estaba dispuesto de darlo todo por Shuichi, tal vez esa fuera la única opción accesible que tenía.

 

 

Termino con su último martini, pago la cuenta y salió de aquel bar. La única opción que tenía para hacer que Shuichi volviera junto a él era demostrándole lo mucho que le amaba y lo arrepentido que estaba. Subió a su coche y salió disparado de nuevo hacía su departamento donde trazaría el plan perfecto para reconquistar a Shu, por favor, era un escritor de novelas románticas, era momento de poner en práctica su talento para enamorar nuevamente a la única persona que de verdad a querido con toda su alma y corazón.

 

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

En aquella habitación de hospital la tensión era palpable y el silencio que les rodeaba se rompía con el simple taconeo de las enfermeras que pasaban de habitación en habitación. Las manos en sus hombros daban pequeños apretones como buscando en su ser el valor para poder decirle aquello que según su médico debía alegrarle, pero ¿qué?

 

 

–Shuichi… tú… estas embarazado…

 

 

–… – ambos se quedaron en silencio por varios minutos.

 

 

– ¿Shuichi? – preocupado miro al menor a los ojos y este parecía estar ausente.

 

 

–… ¿Qué?... – le pregunto aun fuera de sí.

 

 

–Que estas embarazado…

 

 

– ¡¡¡KYYYAAAA!!! – Grito efusivamente mientras se abalanzaba sobre el galeno y después de haber dejado casi sin aire a este, comenzó a dar saltitos por toda la habitación con una hermosa sonrisa en el rostro. – ¡Sí! ¡Woa! Genial… súper genial, ¿Cómo lo supiste? – volvió al lado de Nowaki quien había mirado contento la escena que montaba el pequeño pelirrosa.

 

 

–Bueno, pues mande a hacerte todo tipo de exámenes, desde los más básicos a los más avanzados y entre ellos venía el del embarazo, recuerda que estas pruebas se le hacen como a mujeres como a hombres sobre todo por los recientes casos del embarazo masculino. Y entonces, salía positivo.

 

 

–Y ¿Cuánto tiempo?

 

 

–Una semana y media aproximadamente.

 

 

– ¡Ahh! Qué bien, me siento tan feliz y contento. ¡Kya! No sabes la emoción que siento, deseo rodar por el suelo y correr en círculos y decírselo a… – recordó a la persona responsable de su estado… Yuki Eiri. Sí, no había cosa que dijera lo contrario, el bebé era de Yuki porque nunca en su vida a mantenido relaciones con nadie aparte del rubio. Además de que hace una semana y media había tenido su último contacto sexual con él, dos días antes de su desgracia.

 

 

Abrió los ojos de par en par. Se dio cuenta en que pudo haber muerto con un bebé en el vientre de no ser por la gloriosa vista de Misaki. Daba mil gracias a Dios a el castaño por haberle salvado, aunque ese bebé fuera una cosa de nada, ya era un ser vivo por lo tanto el haber muerto implicaba que un inocente también hubiera muerto. 

 

 

–Shuichi hay un asunto que debemos tratar. Algo tal vez delicado para ti.

 

 

La invitación a tratar el tema ese le borro la media sonrisa en su rostro e hizo que la alegría fuera reemplazada por la angustia.

 

 

– ¿Qué sucede?

 

 

–Veras, me preocupa que el síndrome de hiperventilación intervenga en el avance favorable de tu embarazo, la hiperventilación regularmente es provocada por emociones fuertes, estrés, exaltación y la ansiedad. Gracias a que el embarazo provoca un cambio drástico en tus hormonas, tu humor puede cambiar de un segundo a otro, si la exaltación llegara a apoderarse de ti la hiperventilación se haría presente afectándote no solamente a ti si no al bebé que llevas dentro.

 

 

−Entiendo… pero… ¿Qué…?

 

 

−Tranquilo, antes que nada tenemos que saber si los ataques de hiperventilación seguirán presentes en ti, si llegara a darte otro ataque entonces tendremos que tomar medidas  precipitadas y alejarte lo más pronto posible de toda civilización y problemas que te puedan ocasionar un ataque.

 

 

–Oh ya entiendo… Por cierto… ¿Quién más sabe acerca de eso?

 

 

–Solamente tú y yo lo sabemos, Shuichi-kun.

 

 

– ¿Podría pues, pedirte un favor?

 

 

–Claro, pídeme lo que sea. – El pelirrosa que hasta hace unos momentos miraba directamente a los ojos de Nowaki, se giro para ver cómo los últimos rayos del sol le daban paso a la obscura noche y con ella a las estrellas y la luna.

 

 

–No le digas a nadie más… ni siquiera a mi prima. – Una suave brisa hizo danzar sus cabellos y hacerle temblar ante la frialdad del viento.

 

 

–Vamos adentro. – Nowaki paso su brazo por los hombros del menor y ambos se internaron en la habitación, Shuichi se interno en la cama mientras que Nowaki se sentó en la orilla de la cama con algunos papeles en la mano. – ¿Por qué no quieres que nadie más se entere?

 

 

–Porque no quiero causar más molestias. Irrumpí en el pacifico hogar de una pareja y mi prima junto con Yuuki estuvieron buscándome por años para que al final cuando me encontraran yo ni siquiera sabía que existían. Preocupe a mi mejor amigo porque salí huyendo de su departamento por haberme enterado que mi amante se acostó con otro, me salvaste de morir en la calle y me diste alojo en tu casa, caí en una depresión y mi prima casi tira la puerta, después me da un ataque de hiperventilación y me traen al hospital. Ya no quiero causar preocupaciones, quiero comenzar a valerme por mi mismo y no depender de nadie más, si quiero criar a mi hijo debo comenzar a pensar y actuar por mi mismo ¿no crees? – El galeno le miro impresionado, para estar en medio de una depresión no estaba tan perdido. Se podría decir que gracias a la noticia de que estaba embarazado el pelirrosa había madurado lo suficiente.

 

 

–Me alegra que pienses así. – poso su mano en su cabeza y revolvió las rosadas hebras. – Esta bien, no le diré a nadie más acerca de esto, pero, si alguien llegara a notar tu estado y viene a preguntarme no tendré más remedio que decirle.

 

 

–Ok. Gracias Nowaki-san.

 

 

–Bueno, debo irme, tengo que revisar a dos pacientes más, si necesitas algo toca aquel botón rojo y una enfermera estará a tu disposición. – y sin más se puso de pie y salió de la habitación. Para que segundos después entrara el fornido y alto rubio, Alberto, con las cosas que había pedido.

 

 

–Volví. – Anuncio para después acercarse y sacar de una bolsa unos paquetes de pockys de fresa y un libro envuelto en plástico. El menor tomo el libro y lo examino por todos lados.

 

 

– ¿Qué es… esto?

 

 

–Es obvio, un libro. Es un libro muy bueno, Nova lo termino en una semana y dijo que era de los mejores que había leído, así que anímate y léelo. Si no necesitas nada más me retiro, tengo que ver que sucedió con Nova.

 

 

–Sí, gracias.

 

 

–Descansa, nos vemos. – y salió de la habitación. Dejando a un pelirrosa entretenido ojeando el libro recién comprado.

 

 

–Bueno, veamos… “Por un corazón” Usaki Sora amm… a ver… “Por un corazón” es una historia acerca de los sueños, una enseñanza de la vida. Cuando el destino ha decidido marcar tu vida y darte un tiempo determinado en este mundo, lo único que deseas es disfrutar al máximo los días que te quedan, sin embargo, si llegaras a enamorarte y no desearas dejar a esa persona especial ¿Qué tanto eres capaz de hacer por permanecer a su lado? Una historia de amor y angustia donde los mayores anhelos son bloqueados por una terrible enfermedad, una chica que lucha por permanecer al lado de la persona que ama. Si la vida te diera otra oportunidad dejando en tus manos un corazón nuevo que te puede salvar, ¿lo aceptarías sin saber que la persona que amas a dado su vida por ti? ¿Qué desea que seas feliz aunque no sea a su lado? – Sintió un tremendo nudo en la garganta y un picor en la nariz para después sentir arder sus ojos. – Rayos, solo he leído el maldito resumen y ya estoy llorando... soy muy sensible. –  se limpio las tímidas lagrimas que se asomaron por la comisura de sus ojos y se acomodo en la cama, antes de abrir aquel libro miro pensativo el blanco techo.

 

 

Cerró los ojos y por primera vez en su estancia ahí, el horrendo olor a medicina inundo sus sentidos. Hizo un mohín de asco y recordó que el odiaba los hospitales pero con tanta cosa que había pasado se había olvidado por completo de todo lo demás.

 

 

Ahora que estaba rodeado de un silencio impenetrable y un ambiente de tranquilidad, decidió pensar en lo que sería de su vida. Lo primero y más importante ahora era el futuro de él y de su hijo, tal vez el primer paso sería, por fin después de tanto tiempo utilizar su tarjeta para comprar una casa nueva, condicionar una habitación para él y otra para su hijo, sí, eso haría… aunque… sería una lástima si su bebé creciera sin conocer a su papá.

 

 

– ¿Que importa?… es un idiota… – Abrió los ojos y tomo un paquete de pockys y llevarse uno a la boca. – Saldré adelante con él o sin él… de todos modos tendré que decírselo, al menos debería darle el placer de saber que es papá. ¿O no?... ahh… ya tendré tiempo de pensar en eso… tengo nueve meses jejeje. – y se acomodo mejor para leer el libro rojo entre sus manos.

 

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

–Misaki… – llamó desde la sala, con una revista entre las manos.

 

 

– ¿Si?

 

 

– Ven, siéntate a mi lado.

 

 

–Pero la cena…

 

 

–Misaki.

 

 

–Ok, ya voy. – Apago la estufa y camino hasta la sala para sentarse a un lado del gran oso de felpa, culpable de uno de los desmayos de Shuichi.

 

 

–Ven a mi lado Misaki. – le dijo en tono casi suplicante y el otro simplemente no se resistió y fue hasta su lado.

 

 

–Ya me tienes a tu lado, ¿Qué es lo que sucede?

 

 

–Misaki. – le abrazo y se recargo en Suzuki-san con el castaño en el pecho. –Vayamos a ver a tu hermano. ¿Sabes? Siento que estamos engañando a tu hermano, deberíamos decirle de una vez por todas que es lo que hay entre nosotros, decirle que queremos casarnos y que estas esperando un bebé.

 

 

– ¿¡Que!? ¿¡Estás loco!? Le dará un ataque a mi hermano si se entera, además, ¿no crees que aún es pronto? – de la impresión se levanto de golpe quedando sobre el regazo de Usagi.

 

 

–Misaki, llevamos casi dos años saliendo, dos años ocultándole esto a tu hermano, además, yo creo que el ya tiene una idea acerca de lo que existe entre nosotros así que la sorpresa no podría ser tan grande como esperas.

 

 

–Pero aun así sería un desastre, imagínate el pancho que nos haría por ocultárselo por dos años, y decidir casarnos sin su consentimiento. Tengo la impresión de que si vamos y le decimos todo, te aventara de un edificio de cien pisos, no me quiero quedar viudo antes de casarme.

 

 

–Misaki, si seguimos ocultándoselo las consecuencias serán peores así que no te hagas del rogar y digámoselo, estoy seguro de que lo entenderá.

 

 

– ¡No, no lo entenderá y te colgara! – se separo de el peligris y se sentó al otro extremo del sofá.

 

 

– ¿¡Porque siempre tienes que llevarme la contraria!? ¡Nunca estás de acuerdo con las cosas que hago o digo! ¡Siempre estás en mi contra! ¿¡Como debería tomar eso!? – Al fin exploto y le dio la cara a Misaki quien le miro intimidado pero después el también se lleno de valor y enfrento al mayor que se había puesto de pie y ahora le señalaba con culpa.

 

 

– ¡Te diré porque! ¡Porque siempre haces lo que me disgusta! ¡Pareciera que lo haces a propósito! ¡Me molesta el simple hecho de que gastes el dinero como si no te importara nada y que hagas lo que se te pega la gana! ¡Como involucrarme en tus estúpidas novelas BL! –También se puso de pie y le grito a Usami.

 

 

– ¡Por favor Misaki! ¡Supéralo! ¡Lo he hecho desde hace dos años y has vivido con ello durante este tiempo! ¡No puedo creer que ahora me vengas a reclamar eso! – Con coraje comenzó a subir por las escaleras dándole la espalda a Misaki

 

 

– ¡Ahhh! ¡Te odio Usagi-baka! ¡Haz lo que quieras! – y con el coraje saliendo por cada uno de sus poros tomo su abrigo y se dirigió a la salida del departamento.

 

 

– ¡Bien! – y se encerró en su estudio dando un gran portazo.

 

 

– ¡BIEN! – Grito aun más fuerte y salió del lugar hecho una furia para después caminar unos metros y tocar el timbre de aquel lugar.

 

 

– ¡Voy! – y justo en ese momento una azabache abrió la puerta con una sonrisa que se borro al ver a Misaki con el entrecejo fruncido y con lagrimas en los ojos. – ¿Misaki-kun? ¿Qué sucede?

 

 

– ¡No lo puedo creer! ¡Es que es completamente…! ¡AHHHHH!  – Entro en el apartamento y grito a todo pulmón.

 

 

–Calma Misaki, cálmate, te va a hacer daño. – Nova corrió hasta él y le tomo el rostro con ambas manos para que le mirara directamente a los ojos.

 

 

–Es que… es que… no tenía porque gritarme… – y se soltó a llorar en los brazos de Nova mientras esta le daba suaves caricias en la espalda.

 

 

–Ven vamos a sentarnos, te preparare un té. – Y mientras Misaki lloraba desolado en el sofá Nova le preparo un té de manzanilla para después llevarlo hasta la sala y dejarlo frente al menor.

 

 

– ¿Por qué? ¿Por qué? Me grito muy feo… – y siguió llorando, Nova solamente tomo una revista y se puso a ojearla, esperaría hasta que el castaño se desahogara por completo y así podrían hablar tranquilamente.

 

 

Después de 10 minutos de puro sollozo, lagrimas y frases inentendibles, Misaki dejo de llorar, sin embargo los hipidos develaban que aun tenía ganas de llorar y que en verdad estaba mal.

 

 

– ¿Ya? ¿Podemos hablar? – le pregunto Nova después de beber lo último en su taza de café.

 

 

–…si…

 

 

–Bien, ¿Por qué estas así?

 

 

–Es que… – y sus ojos volvieron a ponerse acuosos y antes de derramar siquiera una lagrima Nova le lanzo una mirada que le regreso las lagrimas a los ojos.

 

 

–Si vamos a hablar, no quiero que llores, en primera porque solo haces que me des lastima y en segunda porque eres un hombre. Así que desembucha.

 

 

–Bueno… Usagi-san me dijo que fuéramos a visitar a mi hermano y que le dijéramos lo que hay entre nosotros, nuestro compromiso y el embarazo.

 

 

–Espera, espera… ¿estás comprometido con Usami?

 

 

–Pues… si.

 

 

–Oh ya veo… bueno continua.

 

 

–Ah, y le dije que aun era muy pronto para decirle todo eso y entonces me echó en cara que le llevamos ocultando esto a nii-sama por dos años y que creía conveniente ya decírselo y yo simplemente le dije que le iba a dar un ataque a mi hermano y que era capaz de aventarlo de un edificio  de cien pisos así que no iríamos y comenzó a gritarme que porque siempre le llevaba la contraria, que nunca estoy de acuerdo con él y que siempre estoy en su contra. – Mientras le relataba comenzó a dar vueltas y vueltas alrededor del sofá como si de un animal enjaulado se tratara. – Y le dije que me molestaba que hiciera las cosas que a mí me desagradaban como el gastarse el dinero y hacer lo que se le pegaba la gana.

 

 

– ¿Y eso es cierto? – ante la pregunta Misaki detuvo su andar y miro a Nova para después bajar la mirada y ver sus pies. Era cierto, desde que conoció a Usagi, nunca estaba de acuerdo con las cosas que el decidía hacer y se enojaba porque las hacía.

 

 

–Tomare eso como un sí. Misaki, ¿alguna vez te has preguntado el porqué Usami hace lo que hace? ¿Alguna vez te has preguntado si lo hace por ti? ¿O porque quiere impresionarte? Misaki, yo conozco a muchos hombres que tratan de ganarse “mi corazón” comprándome de todo, llevándome a los mejores lugares, dándome dinero a millones, pero yo no necesito nada de eso y cada vez que lo hacen simplemente les miro a los ojos y les digo: “Basta, no necesito de esto, lo único que quiero es que me quieras.”

 

 

–Pero no es lo mismo Nova, él… siento que aunque se lo dijera no me haría caso y seguiría consintiéndome pero yo no quiero causarle molestias.

 

 

–Si no quieres causarle molestias entonces acepta su actitud y deja que te consienta al máximo. Así es como te demuestra su amor. Si él desea decírselo a tu hermano, que lo haga, ahora es momento de que tú le demuestres tu amor aceptando que no cambiara y que tal y como es lo amas. Ponte a pensar Misaki, si no lo atrapas por completo, llegara uno más listo y te lo arrebatara. – Un escalofrió recorrió la espalda del castaño mientras miraba con ojos agigantados a Nova. ¿Arrebatárselo? Él no quería que le quitaran a la persona a la cual amaba… ¿y si Nova tenía razón?

 

 

–Y… ¿Qué debo hacer?

 

 

 – ¿Para qué?

 

 

–Para atraparlo por completo…

 

 

–Ya te lo he dicho, acéptale como es, pero hazlo porque de verdad lo quieras no solo porque yo te lo diga.

 

 

– ¿Y si no es suficiente?

 

 

–Entonces saca al Misaki que más le agrade, el enojón, el alegre, el tímido, averigua que parte de ti le gusta más y utiliza esa parte para enamorarlo más y más. Listo, me siento como una doctora corazón jajaja, quiero algo dulce… hare un pastel. – dejo a un pensativo Misaki en la sala para ir a la cocina.

 

 

–Oh, yo te ayudo. – Y corrió a su a lado. Sacaron trastos, ingredientes, utensilios y demás para después poner todo eso en la mesa del comedor, pues debido a que la sofisticada cocina de Nova no tenía barra no había lugar para poner todo más que la mesa principal.

 

 

−Oye Misaki… − llamó la atención del castaño mientras iba al refrigerador y regresaba con una caja de huevos. − ¿Ambos respetan las 9 reglas de la relación?

 

 

− ¿Qué es… eso? – el castaño miro muy confundido a la azabache que ante la pregunta paro en seco y dejo caer la caja de huevos al suelo.

 

 

−Misaki, ¿no conoces las reglas de una relación?

 

 

−No, ni siquiera sabía que existían reglas en una relación.

 

 

− ¿Pero en qué mundo viven ustedes? Ahora entiendo porque están como están. – se agacho a recoger los restos de huevos y salvar unos cuantos que no se rompieron. – En toda relación existen reglas que se deben respetar. – Se lavo las manos y corrió escaleras arriba para después bajar con una revista entre las manos. –Deja eso y ven aquí, todas las relaciones tienen bajas y altas, sin embargo si evitas meter la pata y enojarte por todo, tu relación ira viento en popa. Esta revista te dice las 9 reglas para que tú y tu amor no tengan bajas.

 

 

− ¿En serio?

 

 

−Sí, mira y lee en voz alta cada una de las reglas, tal vez a si te des cuenta en las cosas que falla él y tú.

 

 

−Ok.

 

 

Regla no. 1: Respeta su rutina de belleza.

En la actualidad los hombres resultan ser vanidosos. Toma en cuenta que su nueva conciencia corporal implica un poco de inseguridad al verse al espejo. Así como nosotras miramos con envidia el cuerpo de Angelina Jolie, a tú galán lo bombardean con imágenes de atractivo masculino. Entonces, no es de sorprenderse que quiera comprar cualquier cosa para verse atractivo o que prefiera matarse en el gym en vez de cenar en casa, porque sabe que se te cae la baba por los hombres esculturales y bien vistos de los anuncios.

Dale chance si es que se obsesiona por tener un abdomen de lavadero. Seguro tú quieres que luzca bien.

 

 

Pero yo no veo a hombres guapos en los anuncios… a veces pero eso no justifica que compre de todo.

 

 

− ¿No pusiste atención? No debería sorprenderte que quiera verse atractivo, quiere que te mueras por él, que babees por él, eso es lo que quiere al comprarse de todo un poco. Sigue leyendo.

 

 

Reglas no. 2: Apaga tu teléfono celular.

Los correos y los mensajes de texto son excelentes medios para enviar palabras románticas o avisarle a él que llegaras tarde, pero tener un ojo en el teléfono celular y otro en tu agenda electrónica no ayuda a tener tiempo de calidad. Es vital hacer un esfuerzo para tener tiempo solo para ustedes, al menos dos veces por semana. Salgan a caminar, al cine o, mejor aún, váyanse a la cama con una buena botella de vino, esto si les recordará que tienen una vida juntos.

 

 

Usagi-san siempre se molesta cuando alguien interrumpe nuestro tiempo juntos, por eso desconecta la línea del teléfono y apaga su celular.

 

 

− ¿Ves? El si esta siguiendo una regla, es momento de que tú también las sigas.

 

 

Regla no. 3: Dile lo que quieres

Esperar a que él sepa lo que estas penando puede haberles servido a Carrie y Big en varios capítulos de Sex and the city, pero esto no sucede en la vida real.  Es esencial que expreses claramente tus intenciones; obviamente nadie esta sugiriendo que digas: “Quiero tener tres hijos, ¿qué tan buena es tu concentración de espermatozoides?” en la primera cita, NO. Pero cuando llegues a la etapa en la que veas a ese hombre en tu futuro, cerciórate de que ambos estén en el mismo canal.

 

 

−Pero…

 

 

−Mejor no digas nada, es obvio que esa regla ambos la siguen. La próxima regla es…

 

 

Reglas no. 4: Usar el google esta bien, espiar, muy mal.

Si quieres conocer a tu chico un rápido vistazo en sitios como MySpace, Facebook y Hi5 te pueden decir lo que le gusta, lo que no, sus trabajos y parejas anteriores; seguro veras fotos del ultimo fin de semana que pasó con sus amigos, conocer que tuvo un amor no correspondido en la universidad y explorar su experiencia laboral sin que él lo sepa. De hecho, tienes la posibilidad de armar un expediente sin hacerle una sola pregunta. Buscar su nombre en Google por una curiosidad cariñosa es aceptable, pero no lo es seguir cada uno de sus movimientos atreves del ciberespacio. El internet puede ser maravilloso para algunas cosas, pero no para evaluar el carácter de un ser humano.

La regla: “No hagas lo que no quieres que te hagan”, aplica si tienes pensado seguir y espiar a tu chico… él podría hacer lo mismo, ¿no crees?

 

 

−Yo no espió a Usagi-san… ¿crees que él lo haga?

 

 

−Depende, si es muy celoso y posesivo posiblemente si pero eso no lo sabrás hasta que hables sinceramente con él o definitivamente lo encuentres con las manos en la masa.

 

 

−Oh… ya veo… la siguiente…

 

 

Regla no. 5: Nunca uses la opción “Enviar a todos”

Puede ser muy tentador darle forward a los correos electrónicos más recientes, textos o fotos con contenido sexy de tu pareja a 10 de tus mejores amigos… pero es mejor que evites hacerlo. No solo porque estarías traicionando la confianza de tu chico, sino porque si uno solo de los receptores lo reenvía, su momento intimo puede darle la vuelta al mundo en cuestión de minutos. Seguramente nunca serías tan boba como para mandar una atrevida imagen tuya a través de la red de la oficina, ¿verdad?

 

 

− ¿Esto que tiene que ver conmigo y Usagi-san?

 

 

−No lo entiendes Misaki, en la actualidad el mandar imágenes de tu novio por internet ya no es novedad pero como dice ahí es como traicionar a tu pareja.

 

 

Regla no. 6: Mantén un aire de misterio.

¿Qué puede ser mejor que compartir un almuerzo y pasar la tarde viendo pelis?, sin embargo, el viejo dicho: “Siempre haz que quiera más” es clave, pues resulta ser muy cierto. La sensación gradual de aburrimiento que te invade al estar una tarde recostada en el sillón de su casa, es un autentico “matapasiones”... para ambos. Probar irte antes de la cena o no quedarte en la noche con él siemp0re tiene el mismo efecto, pues empezara a extrañarte y a hacer planes para el próximo fin de semana. Esta regla se debe aplicar más si llevan saliendo por meses o incluso años.

Nada sentencia más al fracaso a una relación que ser predecible y dar las cosas por sentado. No sorprender a tu pareja con cosas novedosas, hace que caigan poco a poco e la indiferencia.

 

 

Nova, ¿Por qué esta regla esta encerada en un circulo muy, muy grande? – dijo señalándole la revista a la azabache.

 

 

−Esa, Misaki, es la regla más importante de todas.

 

 

−Ok…

 

 

Regla no. 7: JAMÁS COMPAREN SU VIDA SEXUAL.

Es increíble intercambiar confesiones sexuales con tus amigas  después de beber unas copas, no lo es tanto cuando se convierte en la equivalente de mantener las apariencias. Porque mientras más descubres sobre las exploraciones sexuales de las parejas de los demás, más aburridos te empezarán a parecer tus encuentros sexuales. Es importante recordar que tu vida sexual es exactamente eso, tuya, y que funciona para ti, ahora bien, si estás insatisfecha con tu intimidad cámbiala, pero nunca sientas que es inferior a la de tus conocidas.

 

 

Sin comentarios… − dijo Misaki antes de que Nova abriera la boca.

 

 

Regla no. 8: Permítele pagar las cuentas algunas veces.

Esto puede sonar un poco anticuado -incluso de esposa abnegada-, pero dejarlo pagar es una forma de evitar que su ego caiga en picada (sobre todo si ganas más que él). La mayoría de los chicos juzga su valor, al menos parcialmente, por su capacidad de proveer, de modo que si siempre que salen a cenar tú sacas tu tarjeta de crédito, él empezará a sentir que no está a la altura. Si está desesperado por sentirse un poco varonil –a pesar de sus manos cuidadas y su tarjeta sobregirada-, déjalo cambiar una pieza de la tubería o pagar el taxi. Apresurarte a decir: “Déjame a mí”, no ayuda a tu vida amorosa.

El 72% de las parejas discuten por el dinero, pero si entre ustedes manejan una cuenta en común para los gastos de la casa y otra personal para gastarlo en lo que quieran, las broncas desaparecerán.

 

 

−Esta regla debería seguirla Usagi-san, nunca deja que yo compre algo con mi dinero, siempre tiene que comprarlo todo por mí.

 

 

−Entonces enséñale a Usami las 9 reglas de una relación par que ambos la sigan y no haya peleas entre ustedes, ¿vale?

 

 

Regla no. 9: Deja tu actitud de hierro en la puerta.

En la oficina puedes ser muy estricta. Pasas ocho horas (y hasta más) al día demostrando carácter, autoridad y capacidad de delegar. Esto seguro te conseguirá un ascenso, pero no en una relación romántica. Al llevar a casa tu actitud de la oficina, solo es cuestión de tiempo antes de que empieces a tratarlo como a un soldado. En el trabajo es aceptable exigir resultados, pero al estar en casa, la única forma de sobrellevar la convivencia es manteniendo una actitud abierta, igualitaria y cortés, así que asegúrate de que dejes tu carácter de hierro en la puerta de tu oficina.

 

 

Esas son las reglas de una relación, así que si sigues estas reglas y otras que tú y Usami-san impongan, todo ira bien entre ustedes. Ahora que estas embarazado y tendrás cambios de carácter drásticos Usami tendrá que pensar muy bien en como tratarte de ahora en adelante. Pero eso es cereal de otra marca.

 

 

−Ya veo… pero, ¿qué pasará ahora? ¿Debo disculparme o esperar hasta que él lo haga?

 

 

−Misaki, deja que se preocupe un rato, así se dará cuenta de su error y cuando pida disculpas, asegúrate de pedírselas también a él. Además recuerda la regla número 6, seguro funcionara. Ahora hagamos ese pastel.

 

 

−Claro. – Y ambos se perdieron en la cocina.

 

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

Después de haber fumado casi una cajetilla entera de cigarrillos y de haber soltado miles de maldiciones al aire, el coraje que tenía desapareció por completo, respiro profundamente y salió de su estudio, para después bajar a la sala del lugar, seguramente su castaño amante se encontraba dormido en alguno de los sillones, sin embargo su anhelo de ver al castaño dormido desapareció dándole paso a la preocupación. ¿En donde estaba Misaki?

 

 

Comenzó a buscar por todos lados, revisó cada una de las habitaciones de su apartamento, buscó por cada rincón de la casa y ni rastros del ojiesmeralda, sacó su móvil y marcó el número de su koi, el sonido peculiar del celular atrajo su atención, el móvil azul del menor estaba sobre la barra de la cocina.

 

 

−Misaki… − y desesperado tomó su abrigo y salió de su casa para ir a buscar a su niño. Antes de llegar al elevador, este abrió sus puertas dejando ver a un tranquilo Alberto con una bolsa blanca en una mano. –Alberto, ¿has visto a Misaki?

 

 

−Lo siento, no le he visto desde que regresaron del hospital. ¿Sucede algo grave?

 

 

−No, siento las molestias. – y entro al elevador para bajar hasta la ultima planta. Sin más el rubio entro al apartamento en donde azabache y castaño estaban preparando un pastel de chocolate, ambos con manchas de harina y masa de pastel en el rostro.

 

 

−Bienvenido Al. – la chica le saludo desde el comedor al igual que el castaño.

 

 

−Misaki, Akihiko-san esta buscándote, será mejor que le llames, esta muy preocupado.

 

 

−Ah, gracias Al-san. Nova, me llevo tu revista, guárdame un pedazo de pastel ¿sí?

 

 

−Claro, y no te olvides de las reglas.

 

 

−Si, me retiro. – y el castaño salió por la puerta dejando a una contenta Nova y a un confundido Alberto.

 

 

− ¿Cuáles reglas, Nova?

 

 

−Las reglas de una pareja, ¿sabes? Discutieron y Misaki vino aquí a llorar por más de 10 minutos, platicamos y le dije que en la revista señalaban las reglas que debe seguir una pareja. Por eso… − el sonido de una campanilla anuncio que el pastel estaba listo y Nova le saco del horno. –Adornemos este pastel ñam. – y dejo el tema inconcluso, sin embargo con lo que había oído Al, deducía que había pasado.

 

 

Continuara…

 

Notas finales:

Bueno eso es todo, no olviden agregar en sus RW si les gusto o no este capítulo, yo y mi equipo se los agradeceremos mucho.

Nos vemos la proxima semana por aquí y quiero agradecerles a todas aquellas que han dejado un RW, ¡Ya he conseguido 100! y la verdad es que cuando entre para revisar el cap anterior y vi los 100 marcados en la parte de arriba tuve ganas de llorar y reir al mismo tiempo, eso fue un gran logro para mi.

¡MUCHISIMAS GRACIAS A TODOS USTEDES POR COMENTAR Y POR HACERME TAN FELIZ!

;u; llorare de nuevo... xDD no olviden dejar RW (<== como jodo ¿no?) Cuidense mucho y lean mucho, mucho yaoi :3 Hasta la prox semana. ¡Bye-bye!

~Besos~


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