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Vuelve a mí por yaMii n0vaA

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Notas del capitulo:

¡Ohayo!


Por fin después de tanto tiempo, he regresado *le avientan piedras* T_T Perdón, perdón, siento muchísimo haber estado ausente por más de un mes sin actualizar este lindo fic pero la verdad es que, he tenido tantas cosas que hacer… aquí mis razones :D


1.- La maldita y condenada escuela: Hasta hace poco entre a tercer semestre de vocacional, pensé que sería difícil pero… agh… *Yamii en la esquina emo* no tanto ;___; fue más de lo que esperaba, me consumió por completo, exámenes, tareas, trabajos, proyectos, protoboards, cablecitos, leds, ahhh, me di unas desveladas horrendas D: no solo yo, todo mi grupo! Pero bueno, pronto estare de vagaciones y me pondré a escribir como loca xDD


2.- Para aquellos que entraron a mi facebook, sabrán que… ¡MI VIDA MURIO! (<–-– su USB) Fue infectada por una de las computadoras de mi escuela >0 y se formateo, el caso es que perdí todos mis documentos y entre ellos… *Yamii recargada en la pared rodeada de un aura morada* El nuevo capítulo de este fic y los demás proyectos por terminar.


3.- Estuve desesperada buscando como loca a ver si el archivo se había guardado de pura casualidad y… no lo encontré D: pero~~~… ¡ALABEMOS A LA MUSA! La muy canija tenía el archivo guardado entre sus carpetitas xDD y bueno, se salvó la mitad del capítulo, ya yo termine de escribirlo por completo y aquí lo traigo :D


4.- Después estaba que mataba a cualquiera que se me atravesaba porque, como ya lo he mencionado, al parecer, hubo un error en la base de datos de la página, el caso es que borró varias contraseñas y no hubo más remedio que crear una nueva cuenta y solicitar que eliminaran la anterior, por eso también he tardado un poco, por tratar de recuperar la bendita contraseña.


5.- Y por último, la editora envió el archivito ayer por la noche spero que lo disfruten, pero estaba que moría de sueño así que, eso ya no es excusa -____-


Sin más, querid@s mí@s, les dejo el capítulo, no les prometo actualizar pronto, voy a entrar a finales y pues me dedicare a terminar por completo todos mis pendientes y estudiar con todo para no estar muy preocupada xD ya para navidad espero tener por lo menos 3 capítulos adelantado jojo (no más porque la musa va a querer especiales de navidad y año nuevo y esta mujer tiene que trabajar *se señala a ella misma*) Disfruten del capítulo :D


¡ENJOY IT!

Capítulo 17: Cambio de papeles


 


Aquella habitación estaba inundada de un sepulcral silencio, ni un solo ruido se dejaba escuchar, más allá de la cama matrimonial del centro, una ráfaga de luz sobresalía por debajo de una blanca puerta. Dentro del baño, hecho un ovillo se encontraba un joven de cabellos rosados; dejaba escapar uno que otro sollozo mientras que en silencio las dolorosas lágrimas recorrían el níveo rostro dejando una marca a su paso.


¿Por qué? Se preguntaba una y otra vez, el hecho de que quiso ir a ayudar a su amigo, no le dio ningún derecho a él de que le golpeara, en los dos años de relación que tuvieron, nunca de los nunca él le había levantado la mano como lo hizo esa noche y el que lo hiciera le había roto el corazón. Se llevó la mano a la mejilla y sintió la hinchazón en esta. ¿Tanto le molesto el hecho de que se preocupará más por Yuuki? ¿Qué había impulsado al otro a llegar de improviso y golpear al castaño ojiazul? ¿Qué ganaba haciéndolo? Fácil, a él.


Cerró una vez más los ojos y su mente le trajo de vuelta todas las imágenes de hace no más 3 horas, haciéndolo recordar que se encontraban en medio de la nada, en una de las tantas residencias de uno de los Uesugi, el uno que le robó el corazón y que dos años después lo destrozó sin compasión.


[FLASH BACK]


− ¡Suéltame! ¡Basta! ¡No ganarás nada con esto! –su  voz comenzó a temblar involuntariamente mientras era arrastrado por aquel hombre hasta un auto negro, trató de zafarse de aquel agarre que le tenía prisionero, sin embargo, el otro era más fuerte que él por lo cual sus intentos por librarse fueron en vano−. ¡YUUKI!


Fue aventado violentamente al interior del vehículo y antes de siquiera incorporarse la puerta ya estaba cerrada, forcejeo un poco con la manija pero lo único que logro fue activar la alarma del coche, aterrado miro hacia el exterior en donde hace unos momentos estaba, encontrándose con un castaño tumbado en el piso con sangre escurriendo de su boca.


− ¡Yuuki! ¡Yuuki! –golpeo varias veces el cristal polarizado del auto tratando de hacer que el otro le escuchará y reaccionará.


− ¡Ya basta! –escuchó a sus espaldas, se volteo bruscamente y encaró a su secuestrador, todo había sido tan rápido y su mente solamente se había enfocado en escapar y ayudar a Yuuki que nunca se fijo quien era el hombre que le había arrastrado.


− Y-Yuki… − se hizo para atrás por instinto, no estaba preparado para enfrentar al rubio ahora, principalmente estaba confundido emocionalmente pues, por Yuuki sentía atracción pero no exactamente amor, y pues Yuki… ni que decir ¿cierto? Moría por él. Pero ese no era el problema, el rubio había prendido ya el auto y él no se podía ir dejando a un Yuuki inconsciente. – ¡Espera Yuki! ¡Tengo que ayudar a Yuuki!


– ¿¡Este es el nuevo!? ¿¡Por él me cambiaste!? – el mayor tomó a Shuichi de los hombros y comenzó a zarandearlo bruscamente− ¿¡Me dejaste por este muerto de hambre!?


– ¿¡De que hablas!? ¡Yuki, suéltame!


– ¡Contéstame! ¿¡Me cambiaste por… por este!? – Shuichi salió de su trance para inmediatamente soltarse del agarre de Yuki y desafiarle directamente.


– Ahora resulta que el que cambio al otro fui yo ¿no? –en ese momento sucedió lo que Shuichi tanto temía, explotó y no pararía hasta hacer sentir miserable al rubio, lo único que esperaba es que todo eso no le hiciera daño a su bebé–. Eres un maldito Yuki, vienes aquí e interrumpes mi cita brutalmente porque según tú, te he cambiado, pero ¿sabes qué? Estas muy equivocado, yo no fui él que se acostó con otro cuando la relación estaba en su máximo esplendor, yo no fui quien engaño al otro, yo no te traicione…


– ¡Basta! – no se dio cuenta lo que hizo hasta que sintió un ardor en la palma de su mano y a sus oídos llegó un ligero sollozo, miro con horror su mano derecha y después dirigió la atónita mirada al chico de cabellos rosas. Por primera vez en su vida había golpeado a Shuichi. El menor había escondido su mirada tras el flequillo rosado, aún con el rostro volteado por el golpe, sus sollozos comenzaron a hacer más constantes y audibles. Lentamente Shuichi llevó una de sus manos al rostro y tocó  la zona afectada–. Shuichi… yo… – tratando de enmendar su error, Yuki llevo una de sus extremidades al rostro ajeno, sin embargo, como si lepra tuviera, el menor se alejó rápidamente pegándose lo más que pudo a la puerta del auto.


– No me toques… no vuelvas a… tocarme… –dijo entrecortadamente–. Déjame ir… sniff… déjame ir y lárgate de aquí… tengo que ayudar a Yuuki… –. Y ese fue el detonante para que el rubio quitara el freno de mano y pisara a fondo el acelerador tomando una ruta cualquiera, ignorando completamente los gritos y reproches de su acompañante. Una vez, lo suficientemente alejados del parque donde se había quedado el castaño ojiazul, Shuichi se rindió y dejo de gritar. Durante el resto del camino ninguno de los dos dijo nada.


Finalmente cuando el coche se detuvo por completo, Yuki apagó el vehículo y buscó en el bolso de su pantalón las llaves de la residencia que estaba frente a ellos, una casa de dos plantas de apariencia sencilla, una vez que el rubio señalo la llave indicada, Shuichi le arrebato el llavero y se bajó rápidamente del auto para dirigirse hasta la entrada, abrir y examinar el lugar.


– Shuichi… – Yuki estaba a unos pasos del pelirrosa y este al darse cuenta de eso camino directamente a las escaleras que se encontraban de frente a la entrada, ya en la segunda planta, se encontró con un largo pasillo con tres puertas a cada lado y una al final del pasillo, el pelirrosa dedujo que la ultima era la entrada a la habitación principal de la casa así que sin perder tiempo caminó hasta ella y antes de entrar escucho la voz del rubio y unos rápidos pasos hacia donde él.


– Shuichi espera, tenemos que hablar. –pero Shuichi solamente negó con la cabeza y cerró la puerta con seguro para evitar que el otro entrara–. Shuichi, ábreme, tenemos que hablar… solo… ábreme y arreglemos las cosas…


– Vete, no quiero saber nada de ti… – se alejó de la puerta y miro a través del gran ventanal, se sintió completamente destrozado y se arrodillo frente  al cristal, recargo su frente en este y dejó caer libremente aquellas gotillas saladas. Miro con tristeza la luna admirando su belleza, aún en la más profunda obscuridad de la noche, ella siempre brillaba.


 Yuki nunca le había levantado la mano, ¿Por qué ahora? Agradecía a Dios que el rubio no fue más allá de tan solo una bofetada, aunque le iba a costar mucho el poder perdonarle aquello. Mientras él admiraba a la reina de la noche, Yuki no desistía en su intento por convencer al pelirosa para que hablaran y pudieran arreglar las cosas. Ante el insistente golpeteo en la puerta, Shuichi decidió encerrarse en el baño, no quería escuchar las plegarias del rubio, no quería imaginarse al rubio detrás de la puerta porque eso le traería recuerdos de su bella relación, buenos y malos, le traería de vuelta las imágenes de la noche que le desgarró el corazón y los anteriores acontecimientos.


Se sentó en el suelo y se hizo un ovillo, y así, con las piernas pegadas al pecho y la frente recargada en las rodillas; derramando lagrimas y lamentándose por dentro, siguió escuchando los golpes a la puerta y la débil voz del otro.


[FIN DE FLASH BACK]


Ahora, después de bastante tiempo, se ponía de pie para verse en el espejo, su aspecto, verdaderamente le dio lastima pues se mostraba muy demacrado, se lavó la cara y levanto el rostro para encontrarse nuevamente con su reflejo.


– Esta vez cambiaremos los papeles Yuki… ya no seré más aquel que siempre te rogó… ahora quien suplicara por amor serás tú.


OoOoOoOoOoOoOoOoOoO


Caminaba tranquilamente por el parque cercano a su trabajo, esta vez, su auto había sufrido una falla mecánica por lo cual había decidido, en vez de pedir un taxi, regresar a casa a pie. Hace ya bastante tiempo que había recorrido un parque caminando, desde que todas las responsabilidades de la empresa de su padre se le habían venido encima ya no tenía ni tiempo de apreciar la arquitectura de sus construcciones favoritas.


Recordó que él siempre había sido un chico modelo, aquel que siempre obedeció y siguió al pie de la letra todas las reglas impuestas en su familia, desde su niñez hasta ese momento, todo lo contrarío de su hermano menor quien siempre había sido malcriado según sus términos. En sí, su vida era manipulada, monótona y aburrida, nada importante sucedía a su alrededor, siempre rodeado de viejos gordos y ambiciosos, que lo único que hacían era hablar de negocios y dedicarte una sonrisa hipócrita.


Detuvo un momento su caminar para preguntarse: “¿qué le hacía falta en realidad?” tenía todo lo que una persona quisiera tener, dinero, propiedades, joyas, autos, fama, pero… todo aquello ni siquiera lo hacía sentirse un poco feliz, faltaba algo esencial para que su vida tomará un poco de color, para que se animara y en verdad pudiera disfrutar de lo que ese mundo le tenía preparado.


Alguien con quien poder compartir todo lo que tenía.


Y se dio cuenta que lo único que le faltaba en ese mundo era enamorarse. Nunca había tenido un verdadero romance, uno en el cual, la persona que estuviera a su lado lo trajera completamente loco y viceversa. Si en verdad se enamorará de alguien, las cosas darían un giró de ciento ochenta grados y todo sería diferente, pero el problema era que, nunca había encontrado a la persona indicada. Era cierto, había muchas mujeres hermosas por todos lados pero, las mujeres no le llamaban la atención, porque ellas, siendo de donde sea,  una vez que ponían un pie en el mundo de los negocios como la acompañante de un gran empresario como él, se volvían presumidas, ambiciosas y ególatras, y eso a él le fastidiaba.


Sin embargo, los hombres eran otro asunto, ellos eran orgullosos por naturaleza y cuando uno tiene un romance con otro hombre existe siempre la competencia de ver quién es el que tiene un orgullo más grande, o de ver quién es el que termina rendido ante el otro, o ver quién domina en la relación, eso era realmente excitante, pero había hombres más sumisos, amables, cariñosos y demás, aquellos hombres de los cuales puedes estar orgulloso de decir: “Es mi novio” o “Es mi esposo” pues parece que cambian todo con tan solo una sonrisa.


Si le dieran a escoger, definitivamente preferiría tener una relación con un hombre que con una mujer, pero encontrar al hombre “perfecto” no sería fácil pues en su área, los hombres eran feos y gordos y no contaba con un carácter agradable, por lo cual, no tenía amigos ni conocidos. Siempre viviendo en una burbuja, excluido de todo lo demás.


“¿Qué es lo que debería hacer para que la gente llegue a quererme?”


Le había preguntado a aquel del cual creyó estar enamorado. Su respuesta, en verdad no fue la que esperaba, de hecho, creyó que en si no le había dado una respuesta concreta, lo único que había escuchado fue que le tenía envidia a su hermano. Cosa más estúpida no pudo haber escuchado, sin embargo, lo que le había dicho esa persona era completamente verdad.


Las calles completamente vacías le hacían saber que todo el mundo estaba ya descansando para seguir con su camino al día siguiente, sin embargo, a lo lejos pudo ver la silueta de una persona tendida en el suelo, tal vez un vagabundo, se dijo a sí mismo pero esa persona tenía puesta ropa de marca por lo cual dedujo que no era un vagabundo y mucho menos una persona cualquiera, común y corriente.


Se acercó, no es que le importará pero dejar a alguien ahí a esas horas de la noche y al aire libre, seguramente moriría de frio a la mitad de la madrugada. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, se dio cuenta de que aquella persona había sido víctima de la violencia pues de su labio escurría sangre, se agachó para verlo más de cerca y tomó con cuidado el rostro del otro hombre en el suelo… vaya, para dejar a un tipo inconsciente de un solo golpe, debió haber sido alguien muy fuerte.


Lo tomó en brazos y se sorprendió de lo ligero que estaba el tipo, miró una vez más su rostro, y algo dentro de sí palpito fuertemente, se extraño de aquella rara sensación y siguió viendo con detenimiento el rostro ajeno, lindas facciones, finas y delineadas; piel clara y a simple vista suave, y aunque el costado izquierdo de su cara estaba algo hinchado se notaba claramente lo atractivo que era. Se sorprendió de sí mismo al darse cuenta de lo que estaba haciendo. En su vida había visto a una persona con tanto detenimiento, ni siquiera cuando se encontró con ese ojiesmeralda, entonces, ¿Por qué lo hacía ahora? Será que… no, no, no, de seguro nuevamente se estaba confundiendo, además ni siquiera le conocía, mejor no darse falsas esperanzas.


Caminó con el chico en brazos hasta la avenida principal solo rogaba a Dios para encontrarse con un taxi a esas horas de la noche, y al parecer, Dios le escucho porque a lo lejos se veía el típico color amarillo de los transportes como esos, le hizo la parada como pudo y subió al auto con el castaño.


− Al hospital, por favor – y dicho esto, el conductor asintió y se dirigió hasta donde le había indicado aquel hombre de cabellos obscuros.


OoOoOoOoOoOoOoOoOoO


− Alberto… −aquella mujer de cabellos rojos dejo de jugar con las cartas que tenía entre las manos y miró directamente al rubio frente a ella.


− ¿Qué sucede?


− Tengo un mal presentimiento… −desvió su mirada a sus manos y comenzó a expandir las cartas por la mesa−, ve y cómprame un helado de fresa.


− Te… ¡Eso es un mal presentimiento para mí!


− Bueno, no importa ve y cómpralo.


− Eres mala… − se puso de pie, tomo su abrigo y salió del departamento.


La chica miro hacia la derecha donde el ventanal se encontraba para toparse con la imagen de la ciudad en la noche, los edificios residenciales llenos de luces resplandecientes, el parpadeo constante de los postes de alumbrado en las calles. Se pasó de pie dejando las cartas en paz y se recargo en el grueso cristal y suspiró con melancolía. En una noche como esa, en Francia, aquel que decía amarla más allá de lo que un humano normal podía, le había abandonado sin ninguna explicación, dejándola desalentada, triste y sola.


− ¿Qué sucedió contigo, Takeru?


Una conocida melodía atrajo su atención, la sonata de piano que había puesto de tono a su celular. Caminó hasta la sala y sacó de su bolsa el aparato de cubierta negra, el identificador de llamadas registro el numero como una llamada desde el hospital, posiblemente era Nowaki quien le llamaba desde el hospital, pero, ¿Por qué a ella? Eso no le daba buena espina, así que para no hacerla de largo, contestó.


– ¿Diga?


Buenas noches, ¿es usted familiar o conocida de Sanada Yuuki?


– Si, es mi mejor amigo –a Nova le entro la intriga y los nervios comenzaron a hacerse presentes en su persona–. ¿Le sucedió algo malo?


Mire señorita…


– Nova, Shindou Nova.


Señorita Nova, hace una hora aproximadamente un hombre desconocido trajo en brazos al joven Sanada, al parecer, este hombre le encontró en el parque inconsciente, necesitamos que se presente aquí para llenar unos formularios.


– Claro, en unos minutos estoy allá –y termino la llamada.


– ¿A dónde vas? –la voz del italiano se dejó escuchar en la estancia, estaba en la entrada con una bolsa en la mano.


– Vamos al hospital – tomó su abrigo y camino hasta donde el rubio.


– ¿Al hospital? ¿Por qué?


– Porque Yuuki está ahí –sin más, ambos salieron del departamento de la pelirroja y se dirigieron al hospital central de la ciudad–. Alberto…


– Dime…


– Comunícame con Kiyoshi y asegúrate de que Shuichi no se entere de esto, puede hacerle daño si se altera. –el otro solo asintió y regreso toda su atención al asfalto frente a él.


OoOoOoOoOoOoOoOoOoO


Al fin aquel agotador día había terminado. Después de haber estado casi todo el día frente a su escritorio, leyendo, aprobando, desaprobando, firmando y demás, por fin había terminado con la gran montaña de papeles que había hasta hace unos pocos segundos sobre la fina madera de su mesa.


Se puso de pie y llevo las manos hacía el cielo para después curvear su cuerpo hacía atrás y escuchar el sonido de sus vertebras acomodándose nuevamente. Guardo los últimos contratos de la temporada en su portafolio y con paso lento se acerco al perchero de la entrada de su oficina para tomar su sombrero verde y su gabardina del mismo color.


Ya en el estacionamiento privado de la empresa abordo su automóvil y emprendió camino hacía su hogar, cálida fue la bienvenida que su amada esposa le dio al momento en que puso un pie sobre la casa.


– Bienvenido amor, ¿Cómo te fue? –La castaña ayudo a su marido a sacar el exótico abrigo que traía encima y juntos pasaron al comedor de la gran casa donde un contento Riku ya les esperaba para cenar juntos.


– Como siempre, querida, papeles y papeles que firmar.


– Ya veo, debió ser agotador, vayamos a cenar y después tomas una ducha para que te relajes. –La hermosa mujer le sonrió con ternura y puso el plato frente a su esposo, el pequeño Riku ya se encontraba saboreando la rica sopa que su madre había hecho.


– Tal vez otro tipo de “actividad” podría relajarme. –Sonrió con perversión y la castaña se sonrojo.


– No digas eso enfrente de tu hijo. –El hombre de rubios cabellos rió y la familia cenó con tranquilidad. El pequeño niño rubio termino de cenar y por ordenes de su madre, se lavó los dientes, se cambió para ponerse una cómoda pijama y por último, se recostó en su cama para quedar profundamente dormido. Mientras tanto, en la otra habitación, el matrimonio Seguchi se preparaba para ir a dormir.


– Por cierto, dentro de unos días saldré de viaje así que no nos veremos por una semana. –Tohma termino de colocarse la camisa para dormir y entro a la cama, donde su esposa le esperaba leyendo un interesante libro.


– Esta bien, solo ten cuidado. –No desvió la vista del libro y siguió tranquila con su lectura, ya era común el que su esposo saliera a viajes de negocios, de los cuales siempre llegaba agotado, por lo tanto, ella planearía la bienvenida más cálida que el rubio merecía. Y así ambos se dispusieron a dormir tranquilamente.


OoOoOoOoOoOoOoOoOoO


Una vez que la grúa les había localizado, por fin pudieron retomar su camino a la casa de su hermano, quien por cierto, ya había hecho aproximadamente 15 llamadas para saber cómo se encontraban y si ya estaban a punto de llegar, Misaki con un poco de desesperación le dijo que estaban a unos minutos de llegar al centro de Osaka y que pronto se verían, el mayor de los castaños solo asintió contento y comentó que les esperaba en casa con una deliciosa cena que su amada esposa había preparado.


Cuando llegaron a la residencia Takahashi, Akihiko pago los servicios de la grúa que pronto abandono el lugar y ellos caminaron hasta la casa frente ellos, la verdad es que ambos estaban nerviosos porque el objetivo de la visita no era otro más que, después de dos años, revelarle a Takahiro que llevaban exactamente dos años de estar saliendo, que estaban a poco tiempo de casarse y dentro de nueves meses sería tío.


Tomados de la mano apoyándose el uno al otro, tocaron el timbre de la residencia, ya era tarde, tal vez las nueve o diez de la noche, si no hubieran tenido aquel incidente con la ardilla habrían llegado en un buen tiempo, habrían contado todo rápido y escapado lo más pronto posible.


Misaki miraba con preocupación a su prometido, temía por su vida pues a veces, aunque Takahiro aparentara ser un hombre tranquilo y pacifista, había veces en que el detonante se activaba y terminaba maldiciendo hasta a los vecinos, y no quería saber que sería del escritor a su lado si no le daba tiempo suficiente para escapar de ahí. Ambos suspiraron y tocaron el timbre de la residencia.


El castaño mayor les recibió con una enorme sonrisa y un fuerte abrazo. Tenía tiempo que no se veían pues el trabajo, tanto como de Akihiko como el de Takahiro les impedía poderse ver por lo menos una vez cada dos semanas. La mujer del castaño los saludo de igual forma y les invito a pasar al comedor donde les esperaba todo un banquete cortesía de la amable esposa.


– ¿Qué les impidió venir más temprano? –Mientras cenaban Takahiro no pudo evitar preguntar.


– Es una historia algo larga y tonta, pero aún así te lo contaremos. –Y la cena pasó tranquilamente mientras que entre Misaki y Akihiko contaban lo  que les había sucedido hace algunas horas.


– ¿Y? ¿Cuánto tiempo piensan quedarse? Espero que sea el suficiente como para ponernos al corriente de cada uno de los acontecimientos de nuestras vidas. –Ya en la sala, Takahashi mayo se sentó en uno de los amplios sillones de la modesta sala y a su lado, su mujer. Frente a ellos, en el sillón contrario se sentaron el escritor y el castaño menor que se notaba algo nervioso.


– Oh si estoy de acuerdo… jajaja… *¿¡Como rayos voy a decirle a mi hermano que estoy embarazado!? ¡Ahh! Que delirio, ni siquiera sé cómo decirle que he estado saliendo con Usagi-san durante dos años y que estamos a punto de contraer matrimonio… lo diré todo antes de marcharnos, utilizare toda esta semana para planear el cómo decirle todo y evitar que Takahiro mate a Usagi.*


Y entonces, Misaki grito: “A mí no me gustan los hombres” y yo simplemente le dije, “¿Qué haces a la mitad de la calle gritando que no te gustan las personas de tu mismo sexo?” –Y tanto como Akihiko y Usami echaron a reír mientras Misaki rememoraba aquella penosa escena en la calle justo después de haberse enterado de que había aprobado su examen de admisión a la universidad.


– Es imposible que a Misaki le atraigan los hombres, siempre soñó en conocer una linda chica, enamorarse, casarse y formar una familia, y estoy seguro de que lo hará. –Y siguieron riendo.


*¡NO! ¡Decepcionare a mi hermano cuando le confiese la verdad!* –Misaki comenzaba a entrar en pánico, era cierto que cuando era chico y vivía con su hermano siempre había soñado con lo antes dicho pero nunca pensó que Akihiko se presentaría en su vida y mucho menos que se enamoraría de este. Y ahora ¿¡qué haría!?


– ¿Verdad Misaki?


– ¿Eh? Ajaja… si, nii-chan…– Esto estaba peor de lo que imaginaba. Se decía Misaki Takahashi de 21 años de edad mientras veía a su hermano sobreprotector reír sin saber verdaderamente lo que le esperaba en una semana.


OoOoOoOoOoOoOoOoOoO


Bajó de su lujoso automóvil con mucha prisa, hace unos cuantos minutos, su mejor cantante había llamado al hotel para avisarle que su hijo se encontraba internado en el hospital general. Las puertas mecánicas se abrieron automáticamente al acercarse dándole el paso libre para ingresar al edificio. Se acercó a paso veloz a la recepción donde una enfermera se encontraba acomodando unos cuantos ficheros y al sentir su presencia, levanto la vista para ver de quien se trataba y que se le ofrecía.


– ¿Puedo ayudarle en algo? –La mujer dejo a un lado los ficheros y lo miró con amabilidad.


– Si, quisiera ver al paciente Sanada Yuuki.


– ¿Podría decirme qué relación tiene con el joven? Solo puedo dejar pasar a familiares a esta hora.


– Sí, es mi hijo, soy Sanada Kiyoshi y quisiera saber su estado.


– Acompáñeme de favor, le explicare como se encuentra el joven Sanada. –Y se puso de pie para después salir detrás de la recepción y guiar al hombre hacía la habitación donde el castaño ojiazul se encontraba.


OoOoOoOoOoOoOoOoOoO


Mientras tanto, en la habitación 49 una mujer de cabellos pelirrojos veía con detenimiento el rostro sereno del castaño tendido en la cama mientras que un rubio custodiaba la entrada de la habitación.


– ¿Crees que alguien le tenga rencor a Yuuki como para haberlo golpeado en plena vía pública?


– Es posible –le respondió–, después de todo, ser hijo de un gran empresario trae muchos problemas.


– Mmm, pero… me preguntó qué tipo de persona lo haría, conozco a Yuuki desde hace mucho tiempo y pues es una persona muy pacifica y casi nunca ha tenido problemas, con nadie. –La chica paso con delicadeza sus dedos sobre el hematoma que se había formado en la mejilla del chico.


– Tienes razón.


– ¿Sabes? Deseo darle las gracias al hombre que lo trajo aquí, no sé que hubiera sido de este niño lindo si no lo hubieran traído aquí. –Camino hasta situarse a un lado del rubio guardaespaldas, en la silla que se encontraba ahí –, con tan bonita cara, cualquiera pudo levantarlo y llevárselo para convertirlo en su esclavo sexual, vaya tonto el que lo dejo ir. –Y echó a reír a carcajada amplia y Alberto solamente sonrió de medio lado.


– ¿¡Esclavo sexual!? ¿¡En qué piensas mujer!? –La enojada voz hizo callar inmediatamente a Nova quien miro con sorpresa al chico de castaños cabellos y de ojos azules.


– ¿A qué hora has despertado? Mira que no tengo ni un minuto de que me separe de ti.


– Desperté en el momento en que tocaste mi mejilla. –Se incorporó para quedar sentado y poderse recargar sobre la cabecera de la camilla.


– Oh, ¿sabías que es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas?


– ¿Sabías que es de mala educación hablar a las espaldas de una persona? –Ambos se miraron retadoramente entrando en una guerra por ver quién ponía la mejor excusa mientras que Alberto solo veía entretenido.


– ¿Qué sucede aquí? – Los tres dentro de la habitación miraron hacía la misma dirección para encontrarse con el gran Kiyoshi que también estaba viendo la entretenida campaña entre las miradas azulinas.


– Nada Kiyoshi, simplemente que tu hijo estaba escuchando conversaciones ajenas.


– Pero tu empleada estaba deseando que me secuestraran y me convirtieran en un juguete sexual.


– ¡Mentira! –Ella negó rotundamente–, dije que serías un esclavo sexual, no un juguete.


– ¡Prácticamente es lo mismo! ¡Padre! ¡Dile algo, defiéndeme! –El castaño hizo con trabajos un puchero que más que esto resulto ser una mueca graciosa y tierna para los otros tres.


– Nova, gracias por venir a atender este asunto, lamento haberte quitado tiempo.


– No te preocupes, no fue nada, de todos modos me encargare de buscar al hombre que trajo a Yuuki al hospital para agradecérselo personalmente. –La pelirroja tomó su bolso y su abrigo para después salir de la habitación despidiéndose de los Sanada con un movimiento de mano.


– Me alegra que te encuentres bien Yuuki, pero, podrías decirme… ¿Quién te hizo esto y que fue lo que hiciste para merecértelo? –El mencionado se quedo pensativo unos momentos tratando de recordar que fue lo que había sucedido exactamente, sin embargo, al no poder recordar nada más que el fuerte golpe suspiró derrotado.


– La verdad es que no lo sé, sabes que yo no acostumbro a meterme problemas, solo recuerdo que estaba con Shuichi y llegó un tipo que me golpeo y… –A la mente del ojiazul regreso aquella extraña imagen donde un pelirosa era arrastrado por otro hombre hacía un auto negro mientras gritaba su nombre, abrió los ojos como platos y miro a su padre–. ¡Shuichi! ¡Se llevaron a Shuichi! ¡Ahora recuerdo! Estábamos en el parque y de pronto el tipo este llegó a golpearme y se llevó a Shuichi a rastras hasta un auto negro, tenemos que reportarlo a la policía y localizarlo.


– ¡Haberlo dicho antes! Pero tenemos que guardar la calma, ¿recuerdas el nombre del hombre o el tipo de coche?


– Era… era… –Yuuki se llevó una mano a la cabeza tratando de recordar algo que pudiera ayudar para encontrar a Shuichi y a su secuestrador.


–Anda, recuerda, recuerda. –Yuuki seguía en agonía mientras trataba de recordar algo hasta que por fin ese “algo” llegó a su mente.


– El coche era un Mercedes negro.


OoOoOoOoOoOoOoOoOoO


El mercedes negro de Yuki.


Fue lo primero que se le vino a la mente en el momento en que salió del baño para poder escapar de aquella residencia en donde se encontraba, sin embargo, para poder tomar el coche, debía salir de la habitación, ir por las llaves del auto y salir de ahí, todo sin hacérselo saber al rubio.


Se acercó con sigilo a la puerta de la habitación pegando su oído para saber si el rubio aún seguía al otro lado de la puerta, sin embargo, no escucho nada y con cuidado abrió esta lo suficiente como para ver si había alguien sobre todo el pasillo de la segunda planta. No vio a nadie. Salió de ahí y caminó sobre las puntas de sus pies para no hacer ruido, cuando llegó al borde de las escaleras, miró hacia la izquierda para encontrarse con una mini sala y en uno de los sillones de esta, a su rubio delirio durmiendo.


Era su oportunidad perfecta.


Bajó con el mismo cuidado desde que salió de la habitación hasta llegar al recibidor donde en uno de los muebles, se encontraban las llaves del coche. “Que fácil fue eso” Se dijo, tomo las llaves, el abrigo de Yuki y salió de la casa sin provocar un solo ruido que despertara al rubio. Subió al coche y antes de encenderlo recordó… No sabía en donde estaba… Pegó su frente con el volante vestido de cuero y suspiro derrotado, de pronto, su celular vibró y en la pantalla, el nombre de su prima se encontraba impreso avisándole que tenía un nuevo mensaje de esta.


“Buonanotte querido primo, descansa mucho, nos veremos mañana. Ciao~”


Y con una sonrisa, cerró el mensaje para después ver un icono que decía “GPS Ubication” su dedo toco el icono en la pantalla y de inmediato se abrió un mapa donde le mostraba su ubicación y sus alrededores.


– Wow, la tecnología de ahora. –Dijo con sorpresa, rápidamente, dio un vistazo al mapa entero para saber más o menos a cuanta distancia estaba del departamento de Usami y que ruta podía seguir. –Esperemos que la lección de hoy funcione. –Prendió el automóvil, el cual no hizo casi ni ruido cuando puso en marcha el motor y quito el freno de mano para después apretar el acelerador. El coche se jaló un poco al principio, lo cual asusto al pelirosa, ahora que lo recordaba, Nova le había dicho que cada coche tenía un funcionamiento diferente, unos aceleraban mucho con presionar un poco el pedal, unos otros lo hacían más lento etc. y comprobaba que eso era cierto, el coche de Nova, aunque extranjero y convertible, era menos brusco que en el que estaba ahora.


Volvió a presionar el pedal y avanzó sin problemas, solo rogaba a Dios que no se fuera a estrellar contra algún muro de contención en la carretera o contra un vehículo.


Dos horas después de estar manejando, por fin había llegado a su destino, cansado, apagó el motor y se recargo en el asiento y es que había llegado más tarde de lo previsto pues, no es que estuviera muy lejos la residencia a donde Yuki lo había llevado si no que, manejo a una velocidad ridículamente lenta, pues su temor por estrellarse o algo le impedía ir a una velocidad mayor. Suspiró y bajó del coche negro para encontrarse con un edificio departamental, ¿Cuántas veces ya había pasado por la entrada de ese edificio? Muchas, desde hace ya unos dos años, camino hasta la recepción y se dirigió con respeto a la chica que se encontraba al otro lado del mostrador leyendo una revista de moda.


– Buenas noches, ¿podría entregar un encargo? –La chica levantó la vista para atender a la persona que le llamaba, con todo el autocontrol del mundo evito gritar a todo pulmón, era Shindou Shuichi, su cantante favorito y su amor platónico, se puso de pie e hizo una reverencia como saludo.


–Claro, solo dígame.


– Gracias, necesito que entregues un recado al escritor que vive en el departamento quince, Eiri Yuki. –Ella sacó un libretilla de notas y un bolígrafo para escribir lo que el pelirosa le dijera–. Dígale que le espero dentro de una semana en el café “Rose Mary” frente al parque central. Necesito decirle algo realmente importante y entréguele esto de favor. –Shuichi estiro su mano y le entrego las llaves del coche. Sin más que decir, salió del edificio y tomo un taxi para regresar al apartamento de Usami, quería llegar y tomar una ducha caliente antes de ir a dormir.


Y así lo hizo. Llegó al apartamento sin llamar la atención de alguien y entró enseguida al baño para llenar la bañera de agua, desnudarse y sumergirse en el caliente líquido, amaba el agua caliente, le relajaba. Cerró los ojos y se puso a meditar.


¿De verdad era correcto decirle a Yuki que estaba esperando un hijo de él, con todo lo que había sucedido esa noche?


Por lógica, la respuesta era que no, primero, llegaba e interrumpía su “cita” con Yuuki, le golpeo y lo secuestro, y para terminarla de joder, el hombre se atreve a levantarle la mano. ¡Obviamente no era correcto el decirle a Yuki todo acerca del niño que estaba esperando! Pero después de todo, en su mentalidad siempre ha estado el hecho de que por derecho Yuki, debía saber acerca de ese niño… su derecho como padre era saberlo.


Además, solo le diría que sería padre, más nunca le diría que volvieran a estar juntos pues lo que el rubio había hecho era imperdonable, también, el castaño de ojos azules, le había dicho que él estaba dispuesto a ayudarle, tanto como para curarle el corazón como para cuidar junto con él al bebé que esperaba. Tenía el apoyo de Nova y el de todo Strongest, el apoyo de Bad Luck y su familia, ¿Qué más necesitaba?


Nada.


Pero, aunque trataba de auto convencerse, el vacio que había dejado Yuki en su corazón aún clamaba por ser rellenado de nuevo por el amor que el rubio le había dado durante dos años. ¿Si lo intentaba con Yuuki sería lo mismo? ¿Las mismas sensaciones? ¿Su corazón estaría conforme? Quien sabe…


Pero, estaba decidido… le diría a Yuki que sería padre pero como ya había dicho, los papeles se invertirían y quien rogaría por amor sería el rubio, él ya no más. Oh, tal vez juntarse mucho con su prima le causo que la crueldad se le pegara, pues quería ver al rubio sufrir como él alguna vez lo hizo.


Continuará…


 

Notas finales:

 

Bueno, eso fue todo, ¿les sorprendió el niño rosado? A que aprendió muy rápido a manejar (¿no?) y ¿que pasara con la romántica? ¿Saldrá Akihiko aún con sus partes nobles? ¿Y Yuki? O muchas cosas están por venir muajajaja y mi les avisa que poco a poco las cosas se pondrán más interesantes jojojo ya verán, ya verán ¬w¬ bueno, bueno, me les voy, regresare a principios de Diciembre o eso creo yo jajajajaja. Cuídense muchísimo.

Ah! Por cierto, les invito a que se pasen por el blog, de ahora en adelante las actualizaciones y proyectos nuevos serán publicados ahí, así encuestas, actividades y como un agradecimiento por ser mis lector@s y seguir las historias, se les dará un formulario para que puedan pedir firmitas o avatares, pero ya saben, si quieren firmita, deben demostrarme que siguen mis fics jojojo (no busco ningún fin lucrativo con esto, solo buscó su apoyo para seguir con estas historias)

Yaoi Dreamerz

Sin más, espero que lo hayan disfrutado y que se den tiempo de pasar a dejar un RW sé que no los merezco porque me he tardado bastante con la publicación del fic pero buenu~~~ estaré conforme con que lo hayan disfrutado :D Cuídense y lean mucho yaoi xDD

Ciao~~~


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