Estaba por venirse agarrado al torso del que siempre le embestía sin piedad.Sus gemidos eran apagados ya que nadie fuera de la oficina podía escucharlos pues aunque estaba cerrado nadie podía saber lo que ahí estaba ocurriendo.
El pelirrojo se arqueó viniendose antes de el otro que en su interior como siempre derramo su semilla.
Para Gwendal esto no era solo algo pasajero.Su brusquedad era fruto de sus intensos celos y ganas de castigar a quien tanto lo hería.
Todo era fruto de lo que aquella vez cuando se vieron separados del grupo en una batalla había sucedido.Lo había hecho suyo y en el momento del clímax el habia mencionado el nombre de otro, de su hermano.No podía culpar a Conrad pero si a ese pelirrojo de ojos azules que le había hecho tal cosa.
Esa tarde vio su mirada ilusionada al enterarse de que no había boda y eso le saco de quicio.
Cada vez que Yozaku estaba en Shin Makoku lo hacía suyo.Todos los días.No podía evitarlo.Lo deseaba.Siempre lo había deseado pero el otro…..lo haría suyo el resto de su vida solo para que pagara aquella accion que tanto lastimaba su orgullo y su corazón.
Yozaku por su parte sabía a que venía todo eso solo en parte pues el otro swiempre era así y así había sido desde que aquel día el nombre de su querido castaño saliera de sus labios en el momento mas inoportuno.
Pero había algo mas que había descubierto la primera vez que salió del país después de eso en busca de información.Ya en el primer día sin estar con el pelinegro su cuerpo lo extrañó y desde entonces comenzo a desear estar con el.
El otro se introdujo de nuevo en su interior provocandole sorpresa al pelirrojo pues ya era la tercera vez y eso no era común.Un gemido incoherente salio de sus labios y Von Voltaire le ordenó-Mantente en silencio.A menos que quieras que sepan lo que pasa dentro-.
Yozaku se agarró mas fuerte a los hombros del otro y disfruto de las embestidas mientras las manos del otro permanecían una en su trasero y la otra en su espalda asegurando la posición del otro sobre el escritorio que estaba sentado.
Y el pelirrojo deseo por una vez ver el cuerpo del otro al natural pues el otro jamás, nisiquiera la p’rimera vez se había retirado el uniforme.
-Quiero…..quiero ver tu cuerpo –le dijo al cuello del otro.
-Sabes que no podemos.Alguien puede venir-le contesto el de pelo negro.
-Pero yo……te deseo….así-dijo el pelirrojo y el otro se molesto al oirlo.
¿Por qué decía cosas como aquella si el sabía perfectamente que no era a el a quien deseaba?
Sus labios sellaron los del pelirrojo y después de un momento de disfrutar del contacto de ellos separo sus labios de los del otro para clavar sus ojos azules en los del otro y decirle mientras lo agarraba con brutal fuerza-Ya deja de decir sandeces.Se perfectamente que no es a mi a quien deseas.Lo dejaste en claro la primera vez-.Estaba furioso porque se sentía usado.
Yozaku lo comprendio y sabiendo eso tambien supo que lo que el otro sentía era genuino y no solo una facil satisfacción como el pensó o una brutal venganza por un ego herido.
Se sintió mal por el.Todo el tiempo había sufrido por aquella sin razon.Y ya no podía demostrarle que con el tiempo el había llegado a ser suyo porque el otro de seguro ya no le creería y con razón así que hizo lo que pudo para tentar el duro corazón de su excelencia con un beso apasionado que tomo al otro por sorpresa primero para luego caer en el encanto del pelirrojo devolviendo pasión con pasión y juntaron sus cuerpos milimétricamente compartiendo el mutuo calor mientras el mayor tomo su decision y arrastro consigo el cuerpo del otro para depositarlo en la alfombra que había a los pies del escritorio.Las prendas de Yozaku fueron ahora desprendidas por entero pero lo que lo incitó a la locura fue el torso al fin desnudo del otro por el que su boca repasó cada centímetro porque se volvía loco con el perfume que el otro despedía con su calor y con la dura piel.
Gwendal aun lo embestía con fuerza mientras el se abrazaba a su cuello y lo besó mientras sus manos desataron sin querer la cinta de su cabello y el negro pelo cayo a los lados de las cabezas de ambos y cuando llegaron al clímax aun estaban unido por los labios.
*Quiero pasar el resto del día así con el*pensó con sorpresa el pelirrojo mientras el otro caía exhausto sobre su pecho y el lo abrazaba.
Ambos cayeron en un profundo sueño víctimas del cansancio y despertaron horas mas tarde cuando la luz del atardecer se filtraba, naranja, por los ventanales.
Yozaku miro el rostro dormido sobre su pecho y dijo bajito-Desearía que todos los días fueran así-.
Gwendal levanto su cabeza y lo miro con sus profundos ojos para luego robarle la respiración con un profundo beso.