Seto había pasado una mala noche por todos los recuerdos que le había traido la dichosa cancioncilla de la prometida de su primogénito.Jouno aún no había bajado pero esperaba que no estuviera igual de deprimido que el día anterior.No le gustaba ver a su cachorro así.
Eso pensaba el castaño cuando de pronto por la puerta del desayunador entra el rubio con un cesto de fruta en la cabeza.La cara y brazos pintados de negro y un vestido de chachacha con zapatos de plataforma y brazaletes en las muñecas ademas de cómo 15 collares de cuentas de colores al cuello.
-Perro….¿Me puedes decir que es esto?-pregunto el castaño con mirada de “me retengo sentado para no matarte” mientras sus hijos , su hermano y la prometida del mayor se morían de los retorcijones de risa.
-Es Chachacha-dijo el rubio con cara seria mientras sus ojos y resaltaban el nuevo color de su piel haciendo reir mas a su publico.
Seto se lo quedo mirando y el otro supo que esperaba mas detalles en su explicación.
-Quiero cantar chachacha¿Puedo?-preguntó el rubio.
-Perro.Pareces salido de “La jaula de las locas”-dijo furioso el ojos azules.
-¿Y que zoologico es ese?-pregunto el distraido rubio.
-Uno muy especial-dijo el CEO con ironía.
-Nos llevas el domingo-dijo Seth e Ichigo sonrió.
-No creo que quieras ir-le dijo su hermana mayor.
-¿Por qué no?-pregunto el joven.
-Si¿Por qué no?-pregunto el papá rubio.
-Me doy-dijo la pelirroja mirando a la revelacion de la musica cubana para este año.
Nowaki no paraba de reir.
El jardín estaba ocupado por camarógrafos de la prensa que querían entrevistar al CEO por una ley que había sido promulgada recintemente por el gobierno japonés en torno a las transnacionales como Kaiba Corp.
De pronto uno del grupo dijo-¡Es Celia Cruz!-al ver salir a la “Diva” por la puerta principal de la mansión.
Un brazo metio de nuevo a la “Diva” por la puerta.
-No te atrevas a salir así vestido de la mansión-le dijo el castaño al rubio después de meterlo por la fuerza.
-Obligame-lo reto Wheeler y Kaiba ni corto ni perezoso lo levanto en su hombro y se llevo al pataleante artista escaleras arriba y después de meterlo en la recamara lo llevó a la ducha, la abrió y tiro dentro al otro que se resbalo con las plataformas en el piso mojado y se asió de la unica “cosa” por ahí que resulto ser Seto que quedó mojado pese a ya estar pronto para salir a trabajar.
Cayo sobre el rubio en el estrecho piso de la ducha.
-Voy a hacerte pagar-dijo el de ojos azules al que se estaba volviendo blanco a fuerza de agua.
-¿Con cheque o tarjeta?-preguntó el pícaro rubio mientras rodeaba con sus brazos el cuello del castaño.
-¿Qué piensas hacer perro?-preguntó Kaiba.
-Pues ya que estamos mojados hay que cambiarnos.¿Verdad?-le pregunto el otro y luego lo beso.
Seto se sentó en la ducha mientras era despojado de sus prendas y el hacía lo mismo con el cachorro.
Los labios de Seto viajaron por el cuello y torso del rubio y mordieron un poco el pezón del pecho.