Su mano libre sujeto la inerte muñeca del rubio y lamio uno por uno los centímetros que la separaban del hombro mientras su cuerpo se acercaba a la entrada y despacio con la punta del prepucio daba dulces caricias a la sensible piel alrededor de la entrada.
Kaiba no lo hubiera jurado pero se escucho algo así como un resoplido por parte del rubio.
Se adelanto a su boca y la lamió la boca para luego succionarla con pasión mientras atraía el cuerpo del otro hacia sí de tal manera que el otro quedo arrodillado frente a el y la parte baja de sus cuerpos perdió contacto.
Lo miro a los ojos buscando un mínimo cambio en ellos pero estaban opacos, vacíos de todo sentimiento.
-¿Pero que te pasa perro?-reclamo con rabia el CEO por su frustrado intento de hacerle reaccionar y entonces penosamente una de las manos del otro se elevo hacia la cara del castaño y con mucho trabajo cerro casi todos sus dedos excepto uno.La respuesta era clara porque era un dedo que apuntaba a Seto.
El de ojos azules sintió algo muy extraño en su pecho y abrazo fuerte al otro pegando ambos cuerpos y el calor de ambos aumento mientras el otro recargaba su cabeza en el otro.
Unasa manos suaves y tersas se apoderaron muy levemente y con esfuerzo de los hombros de Seto y una voz debil y algo apagada preguntó-¿M----e- a—m—a--s?-
Seto se quedo muy quieto y recordo las palabras de su hermano “lo amas” había dicho Mokuba y penso en el sentimiento que se adueño de su corazón cuando lo vio en Europa como un muñeco roto que no aparentaba vida.
Alejo el cuerpo del otro para ver de nuevo esos ojos que seguían sin dar señales de vida.
¿Pero como era posible?Si el lo había visto….lo había oído.
El cabello desordenado y lacio le caía en cascada hasta los hombros, sus labios rojos y sus mejillas sonrojadas eran una vision dolorosamente bella.
Era la bella durmiente de Kaiba sin dudas y su deseo de hacerla suya era inextinguible.
La bella movió su cabeza a un lado y a Seto ese movimiento le insto a besarlo de nuevo y a presionarlo contra si de tal forma que temió haberlo lastimado cuando oyó el grito ahogado del otro y al separarse vio que la causa de esa vociferación fue la exitacion causada por el frotar su erección contra el cuerpo del otro.
Sin pensarlo dijo las palabras necesarias y prohibidas.
-Te amo-dijo y lo penetro de una embestida que sacudió el cuerpo del rubio.Y las manos del castaño marcaron las sutiles caderas del rubio mientras el cuerpo todo del de ojos azules buscaba el contacto con el del rubio y embestida tras embestida el frágil cuerpo del rubio fue llevado al placer que conoció tambien por la poseedora mano de Seto que lo acaricio sin descanso y con fuerza desde que inicio hasta el crucial momento en que ambos se vinieron en un espasmo de puro placer.
Seto lo volteó y lo coloco sobre su regazo para acariciar después con sus labios la tersa piel del cuello.
Sintio al rubio temblar enh sus brazos y una de sus manos busco una conocida zona y como una serpiente en busca de su presa la mano se arrastro por la delicada piel de la cadera en busca de su presa que calidamente dormía en algo parecido a un nido y como una serpiente ataco sin piedad la dormida y desprevenida presa que resulto ser la virilidad de un rubio que por la impresión se removio intranquilo.
-Tranquilo Joey-menciono Kaiba por primera vez su nombre de pila y no el apelativo de perro.-Ahora eres solo mío.Nadie mas te tendrá-anuncio y después acarició el miembro que se irguió enseguida como su cadera que se elevo separándose así del castaño que no lo permitio y sostuvo al rubio bien fuerte con su otro brazo como un niño que escucha un trueno y apreta contra si a su osito de felpa.
Luego lo volteo hacia el para verse reflejado en esos ambarinos ojos pero el otro los tenía cerrados.Despacio los abrio mientras su cuerpo descansaba apresado sobre el otro.
Seto fue sacudido por la mirada del rubio.
Era una mirada tímida.
Era una mirada cautelosa.
Era una mirada viva.