Fye dormía en el asiento trasero del carruaje mientras el moreno escrutaba la oscuridad con sus ojos color sangre.Su cuerpo aun recordaba el cuerpo del otro,su calor, su textura.Lo deseaba de nuevo a tal punto que incluso había pensado en abrir la portezuela para poseer de nuevo al vampiro.
*¿Pero que ocurre conmigo?*se pregunto el siempre había sabido mantener su cuerpo Ninja bajo un perfecto control y ahora no podía resistir la tentación de ese rubio que en sueños y realidad hacía constantemente suyo.
Estaba tan inmerso en esos pensamientos que no lo oyo llegar solo vio al auto volar por los aires permanecer suspendido en el y caer con ferocidad contra el suelo.
Los vidrios saltaron mientras la carcaza se deformaba en una mezcla informe de acero y goma.
Su asombro y temor se convirtió en ira y busco con la mirada al agresor.
Frente a el estaba mirandolo con una mirada opaca y oscura y desde la distancia camino despacio hasta elretorcido carruaje y se arrodillo frente a una de las ventanillas destrozadas por la que salía la pálida mano de su ocupante.
El Ninja se percato de lo que el otro pensaba hacer.Quería el otro ojo de Fye para recuperar las plumas.
Gracias a una carrera desesperada logro llegar al lugar antes de que el otro lograra sacar al descubierto la rubia cabeza del ocupante.
Freno su paso mientras el clon de Lee se apartaba con rapidez de el ojoazulado para evitar la mortal katana del Ninja que se interpuso entre ambos con su arma en alto.
-Tendrás que pasar encima de mí para llegar a el-le dijo mirandolo directamente y el clon se irguió en una posición de espera en el karate.
-Eso no me supone ningún problema-dijo con su voz sin vida.
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Fye desperto oliendo a humo y algo mas.
¿Era sangre?
Elevo un poco su cabeza que le dolía horrores mientras trataba de descubrir son su ojo sano en donde estaba.
Parecía el carruaje pero era distinto.
¿Eso sobre su cabeza en el techo era un asiento?
Se miro y vio de donde provenía el olor a sangre.Sus ropas estaban manchadas de ella.
Por suerte era la suya.
¿Y Kurogane?
Lo busco con la mirada y no lo vio.Se irguió un poco para esculcar en su interior pero no lo vio entonces los oyó.Golpes metálicos fuera.Sonaba… como una espada.La katana de Kurogane.
Su ojo se torno gatuno y sus sentidos se agudizaron de pronto y entonces supo que el olor a sangre que percibió antes no era de la suya.Era de su presa.Kurogane estaba herido.
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El chico era mas bajo que el por eso su eje de rotación era imposible de atrapar con la espada para el moreno.
Cuando el clon se agacho y rodo hacia atrás para luego patearle detrtas de la rodilla el cayo de lado y allí fue cuando usando la magia de Fye el castaño le arrebato el arma y la volvió contra el en un vals dedicado a mantenerlo lejos mientras el iba por el que realmente le importaba.
Pero tuvo que retroceder con rapidez cuando el auto salto por el aire y una espigada figura rubia acudió a el y se le paro en frente con un único ojo como fuego.
Después de mirarle a el miro hacia atrás de él para ver lo que realmente buscaba.
El Ninja estaba herido en una mejilla por la misma arma que el siempre llevaba y que ahora lo atacaba tan rapido que el Ninja era apenas capaz de esquivarla.Si seguían así ella haría mas que herir su mejilla.
-Apartate-le ordeno al clon con una voz nada habitual en el.
-Antes deberas vebncerme-dijo el castaño sin emoción alguna.
-Eso no supone un problema para mí-dijo el de ahora ojo amarillo con pupila vertical observandolo fijamente sin saber que casi repetía las mismas palabras que el otro había dicho minutos antes.
Sus dedos se alargaron y se transformaron en afiladas garras.
El olor de esa sangre hacía hervir la suya.
El imperativo en su mente era ir por su presa.
En su corazón acudir al lado del Ninja para salvaguardarle.
Vampiro y presa son dos y uno mismo.
Se necesitan.
Se anhelan.
Y literalmente no pueden vivir el uno sin el otro.
El vampiro sin la presa moriría de hambre.
Y la presa sin su predador sería un objeto sin motivo de existir un ser que sintiéndose vacío se marchitaría sin remedio.
Despues de enzarsarse en una pelea sin alguno superior al otro a la vista ambos se alejaron cansados y jadeantes y Fye miro de nuevo a Kuro.El Ninja tambien mostraba señales de cansancio.
Si esto seguía así la batalla intensa arrastraría a ambos sin remedio al peor de los finales.
Su ojo se torno de nuevo azul y su mano se levanto para invocar el poder que aun quedaba en él.
El signo que caracterizaba su magia se dibujo con luz en el suelo para que luego de subir al cielo ese signo acudiera al lado del moreno y se fundiera con su cuerpo mientras el oía en su cabeza la voz de Fye susurrando-Ore wa anata no mamoru-.