Esa noche eran las tres de la mañana y el rubio no regresaba.
Seto cabreado lo esperraba en ese salón recordando las palabras de Roland”Es por su trabajo de mozo”había dicho.
*¡Que ridículo!Le dije que ya no debía trabajar.Le pago los estudios y le doy casa.¿Para que quiere esa miseria de sueldos que recibe?*se pregunto el castaño.*¿Querra irse como aseguro?*se pregunto de pronto nervioso.
Joey llego con cara de sueño.Su camisa tenía desabotonados los primeros botones y la moña suelta mientras llevaba el saco al hombro.
En verdad se veía atractivo así le pareció al castaño que en cuanto pensó en eso se puso tenso y para distraerse se paro en frente del otro para decirle-Te ordené que dejaras de trabajar-.
-Eso oí-dijo el otro en contestación y trató de pasar4 a su lado.
-Otra vez desafiándome.Eso no es bueno.Puede que te termine echando como al perro que eres de todas formas-dijo el CEO capturando el brazo del otro para que no se alejara.
Joey respondió-Has lo que te plazca-e intento irse pero su asombro fue mayusculo cuando el otro lo azotó contra una mesa.
Casi encima de la mesa el de ojos mieles pregunto-¿Qué haces?-Estaba muy sorprendido.
-Dijiste que puedo hacer lo que me plazca ¿no?-preguntó el castaño desde muy cerca.Había algo que había querido hacer desde que vio la escena de el rubio y los otros dos y agarrandolo de la cintura junto sus pelvis para con su boca saborear la de Wheeler que sorprendido no reaccionó hasta que fue muy tarde.
-Ahh… -grito cuando el mas alto mordió su labio inferior y se froto de manera gatuna contra su entrepierna.-Suel… tame-ordenó con voz angustiado.-Eres un… pervertido-agregó casi sin aire y entonces miro los ojos de felina mirada que miraban su boca mientras acercaban de nuevo sus labios con la cara ladeada.
-A juzgar por tu reacción tu también lo eres-dijo el castaño antes de besarlo nuevamente.
Wheeler lo empujo y le repitió con las mejillas encendidas-Que me sueltes-.
-No-contestó el ojiazul para su sorpresa.
El rubio lo miro sin poder creer en sus palabras mientras Kaiba tomaba con sus manos su cuello y bajaba a la base de este para besarlo con desesperación a traves del hueco que dejaba la entreabierta camisa,
-Suéltame, por favor-pidio el de melados ojos.
Mientras Seto decía-Ahora estas mas educado.Así que este es el método para hacer que te comportes perro-descubrió Kaiba con una sonr5isa pícara en su cara.
-No me digas así ahora, por favor-dijo el rubio con voz agónica por el deseo que experimentaba.
El castaño enserió su cara al descubrió que decirle eso le caía mal en ese momento y que no era del todo apropiado,El no era un perro en esa situación y para calmar la angustia que sentía acudió a sus labios que le recibieron mientras los brazos del otro se colgaban a su cuello.
-Tu también me deseas-dijo a milímetros de la boca del otro para luego besarla de nuevo mientras lo abrazaba.
Se separaron jadeantes y Kaiba acostumbrado a imponerse tomo de la mano al rubio para jalarlo por las escaleras hacia el primer piso.
El rubio dejo caer su moña y chaqueta realmente confundido.
-Espera.¿Adonde me llevas?-pregunto sin recibir respuesta.El CEO lo llevó a una puerta y la abrió para luego jalarlo dentro con el.Cuando el rubio estuvo dentro la cerro y lo empujó.Wheeeler de pronto se dio cuenta de que caía sobre un colchón de dos plazas y se irguió de un salto.
Mirando al castaño frente a el le dijo-Ni lo pienses-.
Haciendo caso omiso de sus palabras el de azul mirada le planto un beso mientras lo tomaba por los hombros y luego de un momento lo obligó a sentarse en ella.
Por su parte el de azules ojos estaba extasiado con cada toque que propinaba al rubio.Ese cuerpo le atraía, comprendió casi tardíamente mientras colocaba su rodilla sobre el filo del colchón y entre las piernas entreabiertas de Joey que no salía de su asombro por las acciones del otro y sus propias reacciones a estas.
“Tu también me deseas”, las palabras de Kaiba resonaban una y otra vez en su confusa mente como un hechizo haciendolo saber que era deseado por el otro y generando en el un calor que se parecía mucho a una alta fiebre.
*¿Estaré delirando?¿Y por que con el?*se preguntó el rubio antes de que la mano del castaño tocara su mas delicada zona.
-¡No!¡Ese territorio esta prohibido!-dijo en un grito el muchacho mientras empujaba algo al otro con la sorpresa y el miedo en su voz.
-¿Puedo besarte pero no hacerte mío?-preguntó su compañero dejando mudo al de ojos mieles que se lo quedo mirando con la boca abierta y los cachetes sonrojados.
Agarrando el pantalón del rubio por el cinturón lo levanto y corrió el trasero de este hasta mas dentro de la cama.
Asustado el rubio se aferro a sus hombros y al ser levantado sus labios sin que él quisiera se fundieron con los del otro.
Fue recostado en la cama y con temor y deseo a la vez inundando su cuerpo pidió-Por favor no-.
-Cada vez te deseo mas-le confeso el de azules ojos justo antes de besarlo de nuevo con los ojos cerrados.
Su mano se deslizo por la raya prohibida que separa las nalgas y el rubio estremeciéndose lanzó un grito en su boca mientras sus piernas sin control se separaban todo lo posible.
-Me deseas y quieres entregarte a mí-le dijo el castaño con varonil tono separado solo un poco de sus labios.
-¿Cómo un hombre puede desear a otro?-preguntó el rubio mientras los gatunos ojos se abrían para mirarlo.
-Yo te deseo-le confeso de nuevo el dueño de KC.-Te haré mío y cuando esta noche termine sabrás que tienes dueño-añadió para desconcierto del rubio que sintió sus manos acariciar su cintura para luego, despacio despojarlo de su ropa sobre la cama descubierta.
Cuando Seto intentó despojarse de su propia ropa el muchacho rubio atrapo sus manos con las suyas y quitándolas de su camino el mismo empezo a desvestirlo.
-Si haces esto para luego usarlo en mi contra te arrepentirás el resto de tu vida-dijo mientras seguía en su faena.
Kaiba sonrió mientras lo observaba en su tarea.-¿Ves que me tienes miedo?-
-¿Quién te tiene miedo?Ya te lo he dicho.Si me dañas me las pagas-contestó el combativo rubio.
Tocando su mejilla para que lo mirara a los ojos como no se atrevía le dijo al de ojos mieles-No me atrevería a hacerte daño-lo que provocó un sonrojo en el otro y que abandonara su mano.Por alguna razón no podía enfrentar esos fascinantes ojos océano.
Una vez ambos cuerpos estuvieron desnudos Seto los introdujo en su cama y se sento en ella obligando al rubio a ponerse a ahorcajadas sobre el.
Su cintura era atenazada por las fuertes manos del castaño que de un saque lo obligo a entregar su virginal cuerpo.
Le dolió tanto que grito pero el castaño lo cayó con sus labios mientras el se aferraba a sus fornidos hombros para aguantar el dolor.
Su cuerpo era bajado y subido sin compasión por el CEO en busca de mas placer mientras su erecto miembro rozaba cada vez su el estómago de él.
-Para… Para… agh … voy a … venirme-le dijo totalmente arqueado y con su boca liberado mientras su cuerpo se alzaba y caía en un delirio que le hacía pensar en un abismo sin fin.
El castaño no respondió y el con esfuerzo abrió sus ojos y le miro.
-No importa… yo me vendré dentro de ti-le dijo serio y despiadado.
La verdad es que Seto no podía aguantar las ganas de marcar a ese sedoso cuerpo como suyo y el sentir el miembro del otro rozar su sensible abdómen una y otra no ayudaba a que mantuviera fría su cabeza en un momento como ese.
La última estocada propinó el alivio final al castaño dejando que su semilla se impulsara por el interior del rubio con fuerza sorprendente y Joey no pudo evitar que esa sensación en su interior le provocara el último espasmo necesario para su eyaculación la cual no solo mancho la piel de ambos sino que se desperdigó por sobre la cama.
Se desplomó sin fuerzas ya sobre el cuerpo del ojiazul que también considerablemente ams debil lo abrazó mientras el apoyaba su cabeza en su hombro y respiraba tan agitado como Kaiba.
Joey balbuceó-Yo… no quiero ser tuyo-.
-Pero lo eres-dijo el castaño abrazándolo con mas fuerza.