Conrad no hizo nada extraño por el resto de la semana excepto no tomar en cuenta al Maou y Saralegui aprovecho la tristeza por este hecho de Yuuri para permanecer en su cercanía aunque fue frustrado por el desinterés de este en conversar con él.
Conrad entro a la sala de reuniones solo y el Maou viendolo le dijo al siempre cercano Saralegui-Hablaré contigo mas tarde- y dejando ahí parado al rey de Sho Shimaron se fue a la sala de reuniones que cerro con llave tras él.
-Necesitamos hablar-le dijo a Conrad.
-Bien hekka hablemos-dijo el castaño desenvainando su espada.
-¿Qué… que haces Conrad?-pregunto asustado Yuuri.
-Acabar con mis problemas de una vez por todas-´dijo el de ojos mieles volviéndose con una sonrisa extraña en su rostro que hizo pensar de nuevo al Maou en alguien con una máscara de sir Wheeler.
-¿Quién eres tu?-pregunto serio mientras el otro ladeaba su cabeza.-Sé que no eres Conrad.El jamás me atacaría con la espada-añadió.
-Si.Ya lo he hecho.¿Lo olvidaste?-dijo el castaño con esa sonrisa y ojos fríos.
-Deja de fingir.No eres él.Además el jamás me tutea.Te equivocaste-dijo el rey de los mazokus enfadado.
La sonrisa del otro se ensanchó.-Mil perdones-dijo.
-¿Quién eres y que hiciste con Conrad?-pregunto desesperado Yuuri.
-Nada.Simplemente tome su lugar cuando se fue-explicó el cast6año de ojos mieles pero de mirada malévola.
-¿Su lugar?¿Se fue?¿Adonde?-preguntó el otro sin comprender.
-Conrad dono se ha ido para siempre.Ha muerto Maou.En el campo de batalla.Por ti.Para ti.¿No es lindo?Y estúpido de su parte desperdiciar así su talento por un simple corazón roto-le informo el que tenía la cara de Conrad.
-¿Corazón roto?-preguntó aun impresionado el pelinegro.
-Si.Estaba lastimado por ti Maou.Se sentía dejado de lado, olvidado, obviado-dijo Wheeler, la voz tersa y mirada afilada.
-Pero yo nunca… -dijo el de ojos negros.
-Fue tan facil que se dejara ir-prosiguió el castaño.-No tenía ya razones para permanecer en este mundo pues tu ya no lo necesitabas.Mas bien parecía que te molestaba su presencia-añadió.
-Así que tu le hiciste esto-dijo el Maou enfadado.
-Ese es tu problema.No escuchas.Tu le quitaste su razón para vivir.Tu eras esa razón y no creas que no te lo agrqadezco.Su corazón se secó al punto de que la muerte fue para el un descanso y para mi la oportunidad de volver a ocupar un cuerpo sano y fuerte y cfon una habilidad casi sobrenatural como la de él-dijo el que ahora levantaba su e3spada y atacaba al Maou.
Una espada interrumpió su intención y los ojos azules de Yozaku lo miraron fijamente después de que los vidrios rotos por su intempestiva entrada.
-No puedo permitir que lastimes al Maou.No sé que te esta pasando pero…-dijo el pelirrojo pero el rey lo interrumpió.
-El no es Conrad-dijo.
-Hekka me parece que necesita anteojos-dijo el ojoazulado.
-Alguien ocupa su cuerpo y me acaba de decir que murió en esa batalla-respondió Yuuri.
-Imposible.El Taicho no moriría tan fácil-dijo Yozaku frunciendo el ceño y agarrando con fuerza su espada.
-Te molestaría mucho que después de tanto desvelo tuyo muriera sin saber lo que te provoca¿no?-dijo el castaño con una sonrisa engreída y así Yozaku supo que no era el.
-¿Qué le provoca?-pregunto Shibuya.
-Ya deja de molestar y devuelvelo-dijo Yozaku.
-No puedo.La verdad es que este es un cascarón vacío en el que me muevo.El ya dejo de existir-deijo el de la máscara.
-No es cierto.Conrad no puede morir.El… él…-dijo furioso y temeroso el pelinegro.
-¿Pero como puedes estar así después de causarle semejante tristeza?-pregunto el castaño.
-¿Tristeza?-preguntó el pelirrojo con cierta sospecha.
-Si.De hecho esa tristeza causó su distracción.Por ella el murió o mas bien entregó su vida.¿De que vale vivir si la persona que mas quieres no siente nada por ti?-explico el de ojos mieles.
-Eso no es cierto.Yo… yo… quiero que Conrad siempre este a mi lado-dijo el Maou en un agónico grito que tomó por sorpresa al de ojos azules.
-Eso es solo por egoismo.Quieres mantenerlo a tu lado para que te proteja pero no porque realmente lo quieras-dijo Wheeler.
-Tsk… ¿Qué sabes tu?Quiero de vuelta a Conrad.Devuelvemelo-ordenó el Maou.
-¿Acaso el es tuyo?-preguntó la sonriente máscara.
-No-dijo mirando de pronto el suelo.-No.Yo solo lo necesito a mi lado.¡CONRAD!-lo llamo el pelinegro.-¡VUELVE!-grito el Maou con todas sus fuerzas.
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Estaba en completa oscuridad pero no le importaba hasta que oyó una voz que lo llamaba.
-Yuuri-exclamó.