Era de mañana muy temprano cuando Seto desperto para ver al otro abrazado a su otra almohada.Lucía agotado y sonrió con felina satisfacción al pensar que el lo había causado.Aunque su mirada cambio a una de preocupación cuando recordo lo hecho la noche anterior.
Con muchas dudas y nada de ansias de discutir lo que había hecho con el otro unas horas antes en un momento de insensatez entro en la ducha haciendo el mínimo ruido posible.
Salió aun pensando en lo que diría si el otro había despertado para encontrar su cama vacía.
Eso resolvía el dolor de cabeza para Seto Kaiba.
Aun en shock y muy adolorido el rubio entro en su dormitorio.Al despertar oyó la ducha y supo que el pervertido castaño estaba dándose un baño.El también quería darse uno.Se paso el dorso de su mano por sobre los labios.
(No quiero ser tuyo)
(Pero lo eres)
Esas voces en su cabeza lo hicieron temblar.
¿Suyo?
El no era de nadie.
Así que por eso lo había traído a su casa.Ya decía el que era muy extraño que Kaiba se comportara como un ser humano.Quería un juguete para jugar y había elegido al chico becado para su sucio jueguito.Si estuvieran en igualdad de condiciones lo mataría pero debido a las leyes el otro siempre saldría ganando.Maldito.Mil veces maldito.¿Era esa acaso su venganza por lo de su computadora?Tal vez… El muy desgraciado era capaz y le había dicho que lo haría arrepentirse por sus insolencias solo que él no creyó que llegaría a tal punto.
Despacio armo su maleta y se vistió mientras Seto descubría su falta, se vestía, bajaba y desayunaba.Seto oyó un alboroto en la habitación contigua.El lobby de su casa y reconoció el tono de su voz.Meditó si debía salir a averiguar que pasaba o dejarlo ser.Tal vez estuviera pidiendo su cabeza.Sonrió.¿Debía dejarlo ir?
Entro una de las del servicio.Parecía asustada.
-¿Qué sucede?-preguntó fingiendo que mucho no le interesaba.
-Es el joven Wheeler señor.Dice que se va y los de seguridad que usted ha ordenado que se quede.Parece enfermo señor y se sostiene de su maleta-dijo la empleada.
-¿Su maleta?-preguntó Kaiba levantando su mirada alarmado.Se levanto de su asiento y camino hacia la entrada para encontrar al rubio actuando como un borracho.Parecía sin fuerzas y estaba sostenido por uno de sus hombres de seguridad al que igualmente trataba de golpear sin fuerzas y hablaba con fatigada voz.
-¡Déjenme en paz!¡Quiero irme!-grito el rubio.
Seto lo miro con algo de desdén y preocupación sin que el otro lo supiera ya que estaba a sus espaldas.
-Llevenlo a su habitación y llamen al doctor.
Los de seguridad percibieron la tensión del cuerpo del rubio que empezó justo después de oir la voz de Kaiba.
Joey empujo al que lo sostenía y dándose vuelta le grito a Kaiba-Maldito.Todo esto es tu culpa-y corrió hacia el dispuesto a golpearle aún con el dolor que sentía a cada paso pero sus fuerzas le fallaron antes de llegar, su vista se nubló y cayó inconsciente.
El culpable de sus males tomo entre sus brazos el desmayado cuerpo y mirando a los guardias les ordenó de nuevo-¡Llamen un médico!¿Que esperan?-
-Si, señor-respondió uno y el otro se acercó a recibir el cuerpo que yacía en los brazos de Kaiba.El señor de la casa se lo dio y al ver el rostro del otro noto su cara de dolor.Algo malo le pasaba al rubio pero no podía quedarse a averiguarlo.Tenía que ir al colegio y luego a la compañía.