Ambos tenían una rara sensación en su interior.
--Azabeth, Alfión.¿Que rayos es todo esto?—preguntó el confundido rubio y entonces pudo ver una mano que se acercaba a la suya para apresar su muñeca y jalarlo.
Su cuerpo de pronto estuvo pegado al del castaño y los brazos del otro lo apresaron de nuevo y sus labios se acercaron lentamente a los suyos.
Trato de liberarse pero al parecer sus fuerzas lo habían abandonado.—Kaiba no hagas esto o yo…-le advirtió pero al verle los ojos semicerrados perdió el uso de su voz.
Brillaban entre las rendijas que los dejaban ver como dos soles azules que lo llamaban que provocaban su curiosidad.Se sintió extraño.Sin cuerpo físico y virtualmente, lentamente sus labios se unieron.
Sintió que sus fuerzas lo abandonaban totalmente y cayo en una agradable inconsciencia y se sintio transportado a un lugar donde solo había espacio azul y podía sentir la brisa jugar con su cabello.
Empezo a abrir los ojos pero una voz susurrante y seductora le dijo con tono grave—No los abras--.Y el sin saber porque no los abrió.
Sabía que estaba en los brazos de alguien y que confiaba en el así que se estrujo mas entre los brazos protectores mientras sentía la fuerte brisa y el murmullo de las alas al aletear.
¿Alas?
Abrió los ojos de golpe y empujo con renovadas fuerzas por el espanto y la estupefacción y Seto se vió arrojado contra el sillón.
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¿Alfión?Al oir esa palabra había perdido la consciencia de sus actos y ahora se veía arrojado al sillón con fuerza por el otro.
Reboto en el respaldo y cayo de rodillas al piso mientras otro atronador rayo retumbaba en los oidos de ambos y su luz los cegaba por un momento.Joey al ver como Kaiba caía por reflejo fue hacia el y lo abrazo y así ambos terminaron abrazados en el piso.
Seto y Joey quedaron ambos con la cabeza sobre el hombro del otro y los brazos de Seto se movieron por si solos por el costado del rubio mientras su nariz se inundaba del agradable olor del rubio y su boca succionó la piel junto a la carótida.
Joey abrió la boca pero su voz no respondió de nuevo.Se sentía atrapado en una telaraña.Impotente.Con la araña comenzando a devorarlo sin compasión.
Las manos de Seto se entremezclaron entre la ropa que llevaba y sus digitos acariciaron la piel bajo las axilas y se arrastraron como predadoras serpientes en busca de la cueva del ansiado ratón.
Kaiba percibió la agitación del otro y sintió en su pecho el acelerado latido del otro.Sus manos apretaron la espalda del rubio con fuerza manteniendolo pegado a el y su boca busco la del ojimiel envolviendola con la propia para recostarlo lentamente sobre la alfombra.
Antes de que sus manos se vieran atrapadas por el cuerpo del otro el separo una de la espalda de Wheeler y la llevo a su entrepierna acariciando la pelvis sobre la tela.
Joey se sostuvo fuerte de los hombros del castaño mientras se arqueaba y sus piernas se abrían sin que el dominara la situación.
Su cuerpo actuaba solo por inercia a la cercanía del ojos azules.Mientras su garganta se atoraba con negaciones que se acumulaban pero que no soltaría porque su cuerpo tenía un nuevo amo y se e3stremecía ante su contacto.
Seto lo miro un momento mientras el otro con los ojos cerrados intentaba aspirar el aire que necesitaba.
Estaba agitado y sudado con el cerquillo mojado gracias al sudor de su frente y sus mejillas parecian rosas rojas.
La necesidad de hacerlo suyo se hizo urgente y sin ceremonia deslizo sus pantalones por sus piernas y se deshizo de los propios sin dejar de estar sobre el.
Joey lo miro al sentirse desnudado y sintió pánico.
Sucedería otra vez.Abrió la boca aun con su pecho a punto de colapsar por falta de aire pero esta fue acallada con energía por un Kaiba avorazado con una lengua ansiosa que se introdujo en su boca mientras sus manos levantaban las piernas y caderas del otro para deslizarse en su interior.
Joey se abrazo a su cuello y grito aun con sus bocas pegadas por la intrusión en ese recinto.
Kaiba comenzo a embestir ni bien el calor de Joey lo envolvió.Lo hizo con rudeza y desespero.Jamas había sentido tal necesidad.Cada segundo que pasaba sin llegar a perderse en su interior parecía acercar al mundo de ambos a un cataclismo de enormes proporciones.
Suyo.
Solo suyo.
Se derramo con igual rudeza dentro del rubio y allí separo su boca de la de Joey.
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Desperto y vio que fuera ya despuntaba el alba por la ventana de su dormitorio.
Esperen… ese no era su dormitorio.
Luego recordó la pelea con Carrigan y con Seto y que este lo había desterrado a la habitación de invitados.
Despues vino el recuerdo del apagón.Seto en la ventana.Sus labios.Sus manos.Su cuerpo.
¿Habría sido una pesadilla como aquella?
Pero descubrió que no al sentarse y sentir un conocido dolor.
--Maldito—dijo con angustia.
Al salir, despacio de la casa tras el jardín vio a los jardineros trabajando para ordenar el descompuesto jardín ya que en la noche habían sufrido un real tifón.
Y Joey pensó*Yo tambien sufrí un tifón.Un tifón llamado Kaiba*.