Seto estaba insomne y bajo para encontrarse con gente trabajando a media noche.
Adornaban el patio con flores blancas.
*Para un casamiento*pensó el CEO con un extraño retorcijón en el hígado y enfadado tiro en una planta el agua que iba a tomar.Volteó para irse pero en frente suyo encontro al pelirrojo de ojos azules que le dijo—Yo tambien estaría molesto si mi prometido fuera a casarse con alguien mas--.
--Apartate idiota—ordenó el Ceo y el otro se alejo para darle paso mientras lo veía partir rió.
--En el fondo es un tierno—dijo y se encontro con una mano en su abdomen que pertenecía a un brazo que rodeaba su cintura.
--Pueden vernos von Voltaire—le dijo al pelinegro.
--Te espero en mi despacho.Susurró a su oído una voz masculina y familiar y el pelirrojo sintió su sangre hervir mientras sentía como el brazo dejaba su posición y oía los pasos del otro alejarse.
Llamó y el “entren” le dijo que era hora de dejar la poca dignidad que tenía atrás.
El de ojos de halcón lo esperaba frente al escritorio.Levemente apoyado en él.
--¿Querías al…?—intento cubrirse preguntando pero el otro arremetió con rudeza.Como siempre.
Se apoderó de sus labios y los hizo suyos a base de deseo y pasión.
Las manos de Yozaku quedaron atrapadas entre ambos cuerpos mientras su cuerpo era rodeado por los fornidos brazos del otro.
--Gwendal.Debemos parar.Si no…--dijo sintiendo sus labios en su cuello.
--No me importa—susurró el mas alto a su cuello estremeciendolo con su aliento.—No me omporta nada ya.Quiero estar contigo—le dijo el de ojos violetas y lo apreto con mas fuerza contra si.
Lo llevo sobre el escritorio en que tantas veces habían hecho el amor y sus manos expertas desnudaron prontamente la parte baja de su cuerpo.Mientras sus labios se posesionaban de nuevo de su entreabierta boca y los brazos del pelirrojo rodeaban el cuello de su jefe para que sus manos jugaran con la coleta en su nuca.
La region pelviana del pelirrojo sintió el roce del cuerpo del moreno y solo la boca de este logro acallar su gemido.
Von Voltaire empezo a embestir brusca y desesperadamente como era su costumbre con su obsesión pelirroja y el orgasmo no se hizo esperar para los dos.
Laxo sobre el escritorio el de ojos azules se recuperaba cuando el otro entre besos que le propinaba a su cuello le dijo—Debemos discutir lo que descubriste en Dai Shimaron--.
--Nunca dejas de trabajar ¿cierto?—pregunto algo molesto Yozaku.
--No—respondió simplemente su jefe.
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--¿Qué diablos haces aquí?—le preguntó el castaño al ojos mieles que estaba frente a la habitación de su puerta.
--Na… nada—respondió el otro pillado infraganti observando la puerta del castaño lleno de cierta nostalgia y fervor.
--No.Algo querías y quiero saber que es—dijo el impertérrito ojos de hielo.
--Quería… invitarte a mi boda—se le ocurrió de pronto decir al un cuarto mazoku.
--¿Y para esa tontería has venido?Recuerda que para el fin de semana nosotros ya no estaremos aquí—dijo el castaño.
--Pero Yugi y los otros arreglaron para estar.¿Cómo es que tu no?—pregunto el ojos mieles confundido y asustado.
--¿Dices que esos idiotas postergaron todo sin consultarme para asistir a tu estúpida boda?—preguntó colérico el CEO.
--No es estúpida—refuto Wheeler.
--Para mi sí—dijo el castaño.
--Para ti todo lo referente a mi lo es.¿Cierto?—preguntó molesto al fin el rubio.
--Claro que lo es.Tu eres un ignorante.Un estúpido—dijo acercandose combativo el CEO hasta que quedaron a milímetros de distancia.—Un…---exclamó cuando se vio en los profundos ojos mieles.
Joey no podía soportar mas su cercanía, su aliento, su gélida mirada puesta en él y lo besó.Fue un beso largo y apasionado que tomo al CEO por sorpresa y al que no supo como responder por lo que lo dejo hacer mientras las manos del otro rodearon su cintura y su cuerpo fue empujado a la columna del barandal a sus espaldas.
Joey disfrutaba del beso tanto como le fuera posible pues sabía que tal vez sería el único de toda la vida con el CEO.
Sus labios sabían a gloria mientras los probaba denostadamente.
--Whe… ler… Whee… ler—llamó a la conciencia al otro entre beso y beso.
Trató de separarse por la fuerza.
--No… me arrebates… tu cuerpo—le suplicó el otro causándole gran impacto.
¿Acaso Wheeler hacia eso por que lo quería?¿Por que lo deseaba?
Se preguntó el castaño con asombro.