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Noé o exorcista? por Bleryaoi

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Notas del capitulo:

Primero que nada...una disculpa, olvidandonos del asunto, espero que les guste el capi.

Capitulo:

Tykki-pon si vuelves a fallar en otra misión por cuidar de ese par no me dejara otra opción más que eliminarlos—el  moreno se recostó en el enorme sofá que estaba en el frente del escrito del Conde, su mirada estaba fija en el Conde, su hijo sería usado como arma, mientras que Kanda Yuu moriría inmediatamente después de haber ganado contra la orden—Gracias a ti por fin terminaremos esto, no te retractes—El conde empezó a brincar como niño pequeño.

Yuu…—El portugués entraba en su propia habitación, veía a su esposo con dos semanas faltantes para que diera a luz, se sonrió sínico, el pelilargo estaba meditando, era un samurái después de todo, entrenar era su naturaleza—quieres saber quien eres? —el jamás pregunto por su pasado, todo iba a la perfección, si no fuera por las decisiones de última hora del Conde.

Confió en ti, no necesito saberlo—sin abrir los ojos le contesto, su mente permanecía bloqueada, siempre que algún recuerdo llegaba en segundos se desvanecía, la meditación era la única forma de controlar sus ansias por abrazar al moreno y demostrarle cariño como si estuviera enamorado, sin embargo, el no era así, todo eso era para estar bien, la mejor opción, pero no amaba a ese hombre…

Nuestro hijo de verdad quiere que su papa y mama estén juntos—Tykki se coloco en cuclillas delante de él, que se supone que haría cuando todo terminara, esa vida era falsa, el nipón ya tenía un amante, y aunque su vida era un asco, según lo que pudo investigar, ya tenía una—sabes…extraño mi antigua vida—de sus ojos salieron unas lagrimas, desde que Allen le atravesó con la espada, había matado a la mayor parte de parte de Noé, se levanto y se dio vuelta, debería dormir y olvidar el asunto.

Por que lloras? —no se movió de su lugar, pero pudo sentir como Tykki Mikk lloraba, desde que lo conoció percibió que este no era quien decía, incluso parecía estar obligado a estar en aquella mansión—acaso tú no eres el padre de mi hijo? —pregunto aun en el suelo, el más alto se levanto de golpe, furioso por el comentario.

Como te atreves a decir algo como eso!! —se coloco enfrente del chico sin tocarle, quería golpearlo por decir una estupidez como esa, estaba insinuando puras tonterías, sin embargo no le haría ningún daño.

Tsk…solo bromeaba, es obvio que lo amas—Tykki se quedo perplejo, como que lo amaba?, desde cuándo?.

Jajaja…ya entendí…esto  me va a joder…—se empezó a reír al grado de que se sentó a su lado para sostenerse el estomago, era verdad que había llegado a tener sentimientos muchas veces, por sus amigos humanos sintió amistad, por Road, compañerismo, por Allen aprecio y admiración, pero por esos dos, por Kanda y su hijo—Te respeto mucho…—tomo el rostro de Yuu con una mano, acariciando su mejilla, sonrió contento, no permitiría que el Conde les utilizara de señuelo para matar a Allen y a los demás—y el es MI hijo, siempre le amare—por eso estuvo tan distraído en sus misiones para apoderarse del territorio.

Tsk—Kanda trago saliva, quería y no quería al mismo tiempo estar con él, Tykki se acerco lentamente hasta tomar sus manos, ambos cerraron los ojos, besándose por pocos segundos.

Kanda…—ese nombre le parecía más agradable, además no quería remplazar al pelirrojo, se sentía en segundo lugar y el no lo era—necesitamos hablar…—sus ojos se perdieron en los del japonés, sonrió y bajo su mano hasta el vientre de su esposo, le encantaba sentir una vida gracias a él.

Yuu tomo la mano de Tykki, estaba seguro de que no era un mal hombre, cambiaba muchas veces de carácter y otras parecía un acecino de sangre fría, pero siempre le vigilaba para que los otros en su casa no se metieran con él—Mikk…—suspiro, los labios tibios del moreno se deslizaron a su blanquecino cuello, apenas rozándole con el aliento—…Conde Mikk—ladeo su cuello para invitarlo a besarle, ambos estaban perdidos, se podían sentir.

Nunca he estado con alguien por voluntad…—no le mentía, su sed de sangre y sufrimiento ajeno siempre le hicieron despreciar a las personas que quisieran estar con él, la primera vez que estuvo con el samurái le había obligado, ahora se sentía culpable, pero ya no lo recordaba—quisiera verte feliz—nunca hizo nada por nadie que no fuera el mismo, se sentía extraño al intentar complacer a alguien, paso sus manos por sus hombros, nunca noto lo bien que se sentía que le aceptaran sin buscar nada.

Solo lo haces para ser feliz tu mismo—una ironía, pensó Tykki, aun así no le molesto su comentario, Kanda acaricio el rostro del moreno, sonriéndole dulcemente, podía confiar en él, estaba seguro—…Nh…—sus labios se unieron, permitiéndose explorar la boca contraria, su sabor era un poco amargo, Tykki siempre apagaba su cigarro antes de reunirse con él, pero siempre mantenía el olor a tabaco.

Kanda…—se separaron un poco para tomar aire, Tykki le admiraba, el joven pelinegro era muy apuesto—acompáñame—se puso de pie y le extendió una mano para ayudarlo a levantarse, este le siguió y recibió dos abrigos largos, atravesaron la pared y se encaminaron a la salida, nadie notaria su ausencia por una noche.

El Conde no me prohibió salir? —pregunto Kanda siguiéndole hasta encontrar un carruaje, abordaron y Tykki le pago una enorme suma de dinero para que no hablara, se pusieron sus gabardinas, el frio de la calle era común en esa época.

No nos descubrirán— el viaje fue un poco largo, pero por fin llegaron, se habían detenido en una parte del camino, cerca de un lago al que Tykki solía ir a pescar—Puedes quitártelo—susurro a su oído quitándole el abrigo—este lugar es muy cálido—sonrió yendo a la orilla y buscando en unos arbustos, Kanda se arqueo una ceja, alguien como él buscando rebuscando en la basura como un vagabundo—mira es mi caña de pescar—parecía muy gastada y sucia, pero él la tomaba con orgullo.

Wow…—dijo un tanto sarcástico, Tykki se empezó a reír, era la reacción de cualquiera, siempre que estaba confuso de algo iba a ese sitio a pescar algo, aunque nunca atrapara nada le gustaba la paz y tranquilidad del lugar.

La volveré a esconder—A Yuu le salió una venita, no entendía porque lo sacaba para hacer ese tipo de cosas, una pérdida de tiempo, se iba a dar la vuelta para regresar, pero sintió las manos de Tykki en su cintura, atrayéndolo con él—lo traeré a pescar—recargo la barbilla en el hombro del ojiazul, abrazándole.

Que tienes? —en todo su tiempo junto a él, no mucho en realidad, jamás se había comportado así, probablemente estaba preocupado por algo. Tykki comenzó a desabrochar la camisa del samurái con sutileza, Kanda le vio un poco fastidiado, pero aun así no se quejo de nada, la prenda cayo, ciertamente no hacia frio en ese lugar—…no te preocupes…—llevo una mano a la cabeza de Tykki, se dio la vuelta para encararlo y lo beso, Tykki lo envolvió en sus brazos y recibió su beso con gusto.

Estas empezando a gustarme…—Kanda le jalo el cabello para acercarlo nuevamente, los dos, entre besos y caricias descendieron hasta estar hincados uno frete al otro unidos por un irresistible beso, Kanda cayó sutilmente en el césped, Tykki estaba besando cada centímetro de su cuerpo, grabándolo en su menoría para siempre—Kanda…—su piel era infinitamente más bella que la última vez.

Ah…Tykki—él chico cerró los ojos embelesado por lo que sentía, recordó alguna vez haber sentido amor al hacer eso, pero las imágenes nublosas y distorsionadas mostraban una mancha roja, un sujeto que no era Tykki se presentaba en su memoria, mucho se pregunto si era a quien amaba, si le fue infiel a su actual esposo, si ese pelirrojo le estaría buscando—ngh! Tykki! —Kanda estaba casi sobre el moreno besándole el cuello con pasión, aun si dudaba de varias cosas, necesitaba comprobar sus sentimientos por el portugués.

Mientras el japonés le quitaba la camisa botón a botón al joven aristócrata, este se dejaba sin mucha intención de apartarlo, estaba decidido a conservar a su pequeña familia, aun si Kanda no lo era realmente—Mmm…Kanda…—Kanda estaba sobre de él acariciándolo en sus parte más sensibles, dándole tanto placer como podía—me sorprendes…—suspiro Tykki Mikk mientras el nipón colaba la mano en sus bóxers, apretando la hombría del hombre bajo suyo, este gemía quedito tomando entre sus manos el rostro del samurái besando de vez en vez.

De las caricias suaves empezaron las ansias por más, un deseo, que más que “desearlo” significaba necesidad, una incontrolable sensación por estar juntos, la vista de ambos, aunque clara, desviaba las imágenes correctas de sus verdaderas intenciones.

Ngh!! —Kanda gimió alto al sentir como a mano del moreno se colaba en su pantalón introduciendo uno de sus dedos en el orificio del nipón—Ahh…ah…nnn—Kanda se abrazo con fuerza a su cuello resistiendo a las manos intrusas en sus prendas, se movía con cuidado pero seguía sintiendo incomodidad al estar en esa posición.

Kanda! —se levanto poco a poco cuidando no lastimarlo, lo sintió con delicadeza en sus piernas, sin sacar el dedo de su interior, empezó a moverse trabajando para dilatarlo, el pelinegro gemía conforme tocaba más adentro de su cuerpo, las sensaciones eran demasiado placenteras para ignorarlas, Kanda, en un movimiento rápido termino bajo Tykki Mikk tocando sus hombros para sostenerse.

Ngh!! Espera Tykki—grito cuando el segundo dedo fue introducido, era tan extraño, por un momento, sintió miedo, pero eso era imposible, como temerle a su esposo, al padre de su hijo—Ahh!! —casi de inmediato el tercero les hizo compañía a los otros dos, Tykki cerraba los ojos extasiado por sus nuevas emociones, ansias, nerviosismo, cariño…—Tykki!! —escucho su nombre en un grito ahogado.

Kanda…Kanda…—suspiro aun moviéndose dentro de él, estaba con su miembro más que despierto por la excitación, el ligero vaivén que Kanda hacia sus dedos, le hacía volar lejos del mundo en que se encontraba, deseaba más que nada que ambos estuvieran juntos, como nunca antes lo habían estado—Ngh! Kanda! —el toque de su piel junta era delicioso.

Vamos Tykki…—pidió Kanda cuando los dedos abandonaron su cuerpo, ambos lo querían, necesitaban del “amor” aun si sabían que no era de verdad—Ngh!...ah…Tykki!! —el moreno empezó a penetrarlo lentamente, disfrutando cada roce al entrar.

Agh…Kanda!… —era lo más esplendido que haya sentido, lo apretado de su interior, el liquido resbalando por su miembro, lentamente los dos comenzaron a acoplarse, moviéndose lentamente para no lastimarlo—Mmm…ah…—su respiración era agitada, y sus gemidos salían de su boca sin controlarlo, por primera vez se estaba dejando llevar.

Ahh!!...Tykki! más, más rápido!! —las embestidas subieron de ritmo, ambos sudaban y se abrazaban con fuerza—Ah-ah!! —Kanda gemía sin parar sobre el césped, aferrándose a la espalda del moreno, cada vez tocaba más adentro, descolocándolo y rasándolo con el pasto y la tierra debajo de él.

Ahh…Kanda…—Tykki estaba por explotar en su interior, aun si era mentira, estaba siendo demasiado sincero consigo mismo, tomo la nuca de Kanda y enterró sus dedos entre sus largos cabellos depositando un beso en su frente—AHHHH!!! —Tykki no lo soporto más y eyaculo derramándose completo en el nipón.

Mn!! Tykki!!! —al sentir la tibieza de su contrario termino por acompañarlo corriéndose y manchando su abdomen.

Espadachín-kun…—Kanda se lo quitaba de encima con una cara de molestia y enfado, pasaron unos minutos en silencio recobrando el aliento y aclarando su mente—…lo siento…—pidió disculpas el moreno aun sin levantarse.

Eres una mierda—el pelilargo no le veía a la cara, apretaba los dientes furioso consigo mismo y con el hombre a su lado.

Era la única forma…de verdad lo lamento—se acomodo su cabello chocolate, un poco avergonzado—hasta que fueras “feliz” a mi lado, el bebe no dejaría de aplicarte el hechizo—explico levemente, no era un hechizo como tal, ese niño tenía demasiado poder, lo suficiente para manipular los recuerdos de su madre y hacerlos traspasar su mente sin que lo notara, una seguridad era lo que percibía al sentir a sus dos progenitores juntos, y si su “madre”, es decir Kanda, era feliz con su padre, todo estaría, lo hizo por el bien de los tres.

No pienses que te lo voy a agradecer y mucho menos al mocoso—por primera vez desde que se entero de su embarazo, Kanda estaba molesto con la criatura que llevaba dentro—con que cara voy a ver a Lavi—se avergonzó por lo que había pasado, por una razón, miedo no tenía, sabía, por el comportamiento del morocho, que no le lastimaría.

Lo siento…prometo ayudarte…—ofreció entregándole su camisa a Kanda, esperaba poder hacer algo por él, ya lo había decidido, y por Kanda y su bebe haría lo que fuera, sin importar que fuera el mismo Conde el que lo amenazar—…solo necesito que nuestro hijo nazca primero…dame ese tiempo…—pidió obligando a Kanda para verlo a los ojos.

Si intentas salvarte no me importa, pero no quiero que imagines cosas que no son—le lanzo una mirada acida, había traicionado a su pelirrojo solo por capricho de su hijo y Tykki Mikk, no era juguete de nadie, y si lo utilizaban para lastimar al usagui mucho menos confiaría.

Te ruego que me perdones…pero entiende…yo me estoy poniendo en riesgo también—Tykki hablo con voz firme, no dejaría de ayudarle ni por todo el asco y repulsión que sintiera hacia su persona—…vamos a ganar, no tenemos otra opción—si el Conde se enteraba, lo perderían todo, ya no era una elección elegir un bando, era contra el Conde o morir en sus manos—los protegeré cueste lo que cueste—se levanto y se alejo para ir por su ropa.

Kanda también comenzó a vestirse suprimiendo las ganas de llorar, en mucho tiempo por fin podía recordar plenamente el rostro de Lavi, sonriendo, no se perdonaría nunca lo que hizo, pero debía ser fuerte, las palabras de Mikk eran ciertas, el Conde planeaba usarlos de señuelo para luego matarlos, no tenía opción, Tykki era su única alterativa—lo lamento Lavi…pronto estaremos juntos” —se fue con el conde y camino hacia el carruaje, estaba cansado y su hijo vendría pronto, la reunión del Conde sería para anunciar sus “´planes” y el debía estar listo a la hora indicada. La batalla contra los exorcistas, su única oportunidad de vida, su última oportunidad para finalizarlo todo, su esperanza de ser feliz…—Tsk! Espérame Lavi…

Notas finales:

Muchas gracias por leer, y para dar una excusa por el retraso la verdad es que no tengo, solo fue, algo asi como un bloqueo, solo me salia una pagina en word, cuando normalmente son de 4 o 5, lugo ya ni podía co un solo parrafo, segun yo sabia lo que hiba a escribir, y lugo, puf! nada...dejo de salir, espero y este capitulo me haga seguir con el final. De verdad lamento el no haber actualizado, mis más sinceras disculpas, espero no perder sus valiosos reviews.

Mil gracias por leer y comprender. los espero en el cai siguiente.


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