Aunque estaba lloviendo quería irse de allí.Ese idiota había interferido en su vida solo para causarle problemas.
Estaba a punto de llegar a la calle cuando un brazo le abrazó y succiono hasta adentro.
--¿Qué haces?—pregunto furioso el rubio.
--Lo que me da la gana—respondio el moreno.
--Pues yo no te aconsejaría salir por ahí—dijo Kamui saliendo desde las sombras.
--¿Por qué diablos no?—pregunto furioso Kurozawa.
--Porque esa de ahí es lluvia ácida.Lo que tiene asi a este edificio y destruyo la ciudad.Si quieres suicidarte ve y sale.No es de mi incumbencia el modo en que mueras presa.Solo a él compete como moriras—dijo el pelinegro apuntando a Fye.
--Con que por eso no quieres que me hagan daño.Arruinarían tu precioso alimento¿Verdad?—pregunto el moreno herido en su orgullo y fastidiado de no entender todo lo que estaba pasando.
--No es cierto.Solo hay una razón por la que te salve—dijo el mago con tristeza y furia a la vez.
--¿Y cual es?—preguntó el otro confundido y enojado.
--Que yo…que yo… quiero proteger el alma que llevas en tu interior.Eso es todo—dijo el mago y dandose la vuelta se fue.
--¿Tu lo conociste?—pregunto el moreno de ojos rojos entonces a Kamui.
--¿A quien?—preguntó el vampiro.
--A ese hombre… A Kurogane—respondió Kurozawa.
--Lo conocí brevemente—respondió el otro sin querer aclarar todo.
--¿Por qué desea protegerlo con tal vehemencia?Aunque sea después de la muerte—pregunt5o confundido el estudiante.
Kamui sonrio con algo de malicia al decir—Porque por el vive--.
Estaba sentado y solo en una parte del edificio intentando digerir la información recibida.
Asi que el mencionado Kurogane había hecho todo eso por Fye y por eso el mago le guardaba tan rigurosamente en su memoria.
--¿Qué haces aquí mago?—preguntó al verle entrar.
--Quiero disculparme.. pero no tenía mas opcion que traerte aquí—dijo el rubio parado desde el portal y trato de abandonar la habitación pero la voz del otro lo detuvo al decirle—Así que es gracias a él que eres un vampiro--.
El mago cerró los ojos. “Kamui habla demasiado” pensó lanzando un suspiro al aire.
De pronto el otro estaba a su lado.
No lo había oído llegar.
--Es irónico.El te convirtió en inmortal y luego va y se muere—dijo tratando de molestarlo.Nunca se esperó que el otro lo aventara contra la cerrada puerta y lo mirara con esos ojos gatunos enfurecido.
--Nunca.Escuchame bien.Nunca hables de eso de nuevo.Tu no sabes nada… Tu solo quieres desquitarte… Tal vez poseas el alma de Kurogane pero te queda muy grande el zapato—dijo el rubio y lo solto para luego salir de alli.
Despertó un segundo después de que el moreno diera su ultimo suspiro y al oler la sangre supo que algo malo ocurría.
Desperto antes de que la bomba explotara arrasando todo a su alrededor y llevandose a Kurogane con ella.Como un viento divino que todo lo disipa y lo aleja.
En un segundo todo en un radio de 10 metros quedo disuelto excepto por el arma de Kurogane que quedo incrustada en un tronco cercano.
Se acercó algo atontado pues la bomba había logrado aturdirlo y herirlo y la tomo en sus manos con la esperanza de que traspasara sus manos confirmando que todo aquello solo era un sueño pero no lo hizo.
Pudo sentir el frío metal en sus manos y aun con su mente confusa trato de desenterrar la espada del arbol pero esta al no ceder le dijo que no lo reconocía como su dueño.
Impactado aún vio como la cinta que ataba su pelo se deslizaba hacia abajo y caía en la empuñadura de el arma en donde una repentina brisa le hizo enredarse.´
Escuchó pasos y se oculto para ver la llegada de seguro de un enemigo.Se oculto junto a un parterre que había allí pero para su asombro al que vio llegar fue a Shaoran y supo en su interior que debía dejar atras esa parte de su vida.Ellos no le necesitarían, se dijo mientras se iba sin que su amigo le viera.
Sonrió de medio lado.
--¿Qué haces aquí?—preguntó sin moverse y de las sombras salio el de ojos rojos.
--¿Cómo…?Ah—dijo al darse cuenta de que el otro de alguna forma podía sentir a su presa.
Fye intento irse, no quería pelear mas.Se sentía cansado pero el otro le cortó el paso.
Pensando que iba a molestarlo de nuevo lo miro pero se quedó paralizado cuando los labios del otro se colocaron sobre los suyos y después de un momento se separaron.
--¿Qué significa esto?—pregunto confundido el mago.
--Quería saber si sentiría algo—dijo Kurozawa.
--¿Y bien?—preguntó el ojiazul tocandose los labios.
--Nada—respondió el otro.