Estaba junto assu cama viendo subir a acompasado ritmo su pecho.
El otro abrió sus ojos y sus orbes meladas miraron con somnolencia su alrededor hasta divisarlo.
Seto percibió su sorpresa e incomodidad al encontrarlo presente y los ojos de miel se apartaron de el para mirar a otro lado.
--Te has enterado—le dijo y el otro solo asintió.
Kaiba podía percibir la tristeza en él.
--Debiste llamarme y no salir así—le reprocho.
--¿Importa acaso?El mismo final distinta causa—dijo con apesadumbrada voz el rubio.
Seto se sorprendió de que hablara de esa manera y como siempre se enojó ante su animo abatido.Odiaba la resignación y mas en el.Sonaba a perdedor y ese era un error imperdonable para Seto Kaiba.
--¿Acaso eres idiota?—pregunto el castaño furioso.—Hablas como di…--decía pero se detuvo al ver que el otro volteaba su espalda a él y se arrollaba.
¿Acaso se daba por vencido?
No iba a permitirlo.Penso hablarle pero al rodear la cama vio como estampaba su puño con frustración en la almohada.
--No quiero—dijo el ojos melados y Seto se paro sin comprender del todo de lo que hablaba.—Ahora que todo volvía a su lugar.¿Por que?—preguntó con los ojos cerrados con fuerza.
“¿A su lugar?”se preguntó Seto y la respuesta de su mente le lleno de asombro.
Su lugar era con él.
Estaba en su agonía cuando sintió el calido tacto en su muñeca.
Abrio sus ojos para encontrar la delgada mano que envolvía su muñeca con fuerza y de pronto sintió el jalon que llevo a su cuerpo a sentarse y recostar su torso y cabeza en el pecho de ese delgado pero fuerte cuerpo.
Iba a preguntar cuando sintió sus calidos brazos abrazarlo con fuerza.
¿Qué era eso?El salvaje de Seto Kaiba no era dado a demostraciones de simple afecto.Solo a arrebatos pasionales.
¿Qué esperar?
Los brazos lo cercaron con mas fuerza mientras la barbilla del otro descansó en su coronilla un momento.
--Todo pasará—le dijo con una dulzura firme que sorprendio al rubio, tambien porque le creía.
Siempre se sorprende uno de a los extremos que puede llegar por amor.Creerle a la persona en que se desconfía y desconfiar de los que se cree.
--Si es cierto lo que dicen entonces tu….—dijo Joey.
--Eso no debe importarte.Es cosa mía—dijo el castaño y el otro deshaciendose de su agarre le dijo--¿Cómo cosa tuya?Siempre solo.Siempre apartandote.¿Cierto señor todo lo puedo?Pues esto.Aunque sea solo esto.Es cosa de los dos—dijo mirandolo furioso el rubio a los ojos mientras el otro empezaba a sonreír de lado.
En un impulso lo beso.
Se sentía tan calido tener a alguien así a su lado.
Preocupandose por él.
No porque fuera el jefe o para recibir algo a cambio.Sino solo por que se trataba de él.
Para Seto eso era nuevo y maravilloso.Sus labios se apretaron con fuerza contra los del otro y Joey cedio ante su atracción.
Nunca dejaría ir a Joey de su lado.No importaba como siempre estarían juntos.
Porque Joey lo llenaba.
Porque Joey era una parte de si que le hacía falta.