Ciel sentía su corazón golpeándolo fuertemente pero pudo controlarse un poco, mientras desabrochaba torpemente el pantalón de Sebastián por fin se decidió a pasar la lengua por tal parte nunca vista del Demonio, entre mas recorría ese miembro, más sentía un amargo sabor en su boca pero lo considero excitante así no quería detenerse, seguía haciéndolo superficialmente mirando de vez en cuando a Sebastián, como tensando un poco la sonrisa “tatuada” que tiene en su rostro. Por fin introdujo ese pedazo en su boca
Ciel – *pensando* (es muy grande, no puedo con toda) – era verdad, pero eso no lo detuvo
Sebastián sabía que estaba ocurriendo pero era casi increíble ver al amo haciendo tal acto tan sensual, sabía que en cualquier momento llegaría a su límite y no quiere ni imaginarse la reacción del joven Ciel, bajo la cabeza involuntariamente pero apenas si se noto, y después de torcer la boca y apretar los ojos, El mayordomo de ojos rojos se corrió en la boca de su “Cielo”
El joven de ojos azules toco con la yema de sus dedos su boca sintiendo el líquido viscoso alrededor de ella, sin darse cuenta que haciendo eso el era más vulnerable ante la mirada rojiza y violadora de Sebastián. Al final Ciel trago con mucha vergüenza la semilla de Sebas-chan dejando impresionado pero satisfecho a la vez
Sebastián levanto el rostro de su “Cielo” junto con su frágil cuerpo y lo abrazo fuertemente para luego besarlo de una manera apasionante y desenfrenada, usaba la lengua con descaro y tomaba el pálido cuello de Ciel para profundizar más su beso, después de cada vez seguía otro un poco más romántico y lento. Después de minutos así el peli azul descanso bajo el cuello de Sebas-chan relamiéndose los labios y guardando solo para sí la saliva de Sebastián
-Lo siento, viene la parte difícil – susurro mientras trataba de abrir las piernas de Ciel
- ¿parte difícil? – Ciel se estremeció al oír tales palabras
Sebas abriendo con un movimiento suave las piernas de Ciel. Ubico su cuerpo entre sus piernas mientras acercaba sus dedos a la pequeña boca del joven amo, quien lo entendió al instante el lamio lentamente excitando aun más a Sebastián. Al estar totalmente húmedos los dirigió a la entrada del Joven amo, Ciel volteo la cabeza como un reflejo y sintiendo los dedos tibios de Sebas-chan introduciéndose lentamente en el. Sus manos apretaron la sabana debajo de su cuerpo, comenzó a jadear sin darse cuenta, ríos de saliva se escapaban entre sus labios. Sebastián empezó a mover el primer dedo dentro del, dolía eso era claro, pero poco a poco se acostumbro dando paso a un placer indescriptible para Ciel, Sentía un calor interior que lo derretía lo apuñalaba hasta que su corazón se rindiese ante tal placer y excitación, no se había dado cuenta que el segundo dedo ya había sido insertado en el. Gimió tal como a Sebas le gustaba dándose la fuerza para decirle a su amante
- ya hazlo...Sebas – chan –había tomado el cuello de su novio para que lo oyera claramente, para entonces Sebastián ya había retirado sus dedos
Sebastián al oír la petición quedo atónito unos segundos
- ¿seguro joven amo? – dijo con una voz dulce y apagada
- seguro...- tomo un respiro – y no me llames joven amo...llámame Ciel – pronuncio alejándose y dándole a Sebastián la más sincera de las sonrisas que él podía otorgar
Esa sonrisa le dio la confianza para obedecer a su amante y satisfacerlo hasta el final
- bien Ciel... – se posiciono de la forma que pudiera ser más fácil esa tarea. Se acerco al rostro de su novio, recogió el cabello de su frente y dio un extremadamente cariñoso beso en su frente
Sebastián tomo su miembro y lo introdujo lo más lentamente que podía en su pequeño “Cielo” mientras él comenzó a llorar, mas por placer que por dolor. Cuando al fin Sebas – chan estaba completamente adentro después de tantos quejidos y gemidos de Ciel no se movió un par de minutos. Se encontraba perdido en la mirada de su pequeño novio, era profunda y llena de misterio sus grandes ojos azules parecían el paisaje de algún mundo del cual el invierno es eterno. Al pasar unos minutos y estar seguro de que Ciel no sentiría más que placer, empezó a moverse lentamente y sin apuros escuchando los pequeños gemidos de su joven chico que fueron incrementando con cada embestida de Sebas, a cada minuto incrementaba la fuerza.
Ciel lo sentía, estaba a punto de terminar el tan solo pensar en lo que hacía lo excitaba de sobremanera. Abrió los ojos y miro a su mayordomo, sensual de porte elegante hasta en estos momentos, Ciel lo amaba, quería cuidarlo como el cuidaba de él y demostrarle su cariño porque el lo admiraba... lo admitió, lo admiraba porque no podía creer que existiera un ser que se ocupaba de la seguridad de un chico enojón de ya casi 16 años (en este fin le aumente la edad: tiene 15)
Tomo con sus suaves manos y rostro de su Sebas-chan y le planto un beso apasionado que duro un minuto para después encorvarse apretando sus dientes, mientras exclamaba *me vengo* Sebas-chan en esos momentos solo apretó los dientes y sus ojos dirigiéndole un yo también
Ambos estaban satisfechos y cansados. Mientras que Ciel recuperaba el aliento acostado sin preocupación en su cama, sabiendo que Sebastián se había levantado por *algo*. Sebas lo tomo en sus brazos y lo llevo a la tina, ya había preparado el agua tibia para limpiarlos de todo “rastro” y estar sin manchas en la mañana (tendría que hacer lo mismo con la sabanas ¿no?) los dos estaban más que relajados en el agua tibia cuando a Ciel se le ocurrió comentar
- ¿Por qué tienes que ser así?
- ¿Cómo así? – digo algo dubitativo
- tan...perfecto – se atrevió a decir
- *risa sutil* ¿a qué te refieres Ciel? – el sabia a que se refería, solo obligaba a su pareja a decirlo
- en la cocina, en las peleas, en las relaciones – tomo un respiro mientras se sonrojaba – y hasta en el sexo eres perfecto – escondió la cara bajo el agua
- mmm... – tomo a su Cielo de los costados del pecho y lo acerco a él – no sabía que pensabas eso de mi – le dio un piquetito en la nariz – para mi tu eres perfecto
Cerraron tal escena con un beso cariñoso y romántico
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En el cuarto tres personas casi morían por falta de sangre, demasiada emoción y por una sobrecarga en su cabeza
- eso - Grell
- fue – Atsuko
-tan – Meli chan
-GENIAL – los tres
(¿Como supimos lo que paso en el baño, y lo que sintió Ciel tan solo viendo por una cámara? pues miren)
- Atsuko, Meli chan, Grell san –los llamo a todos con un tono no regañón si no normal
- ¿qué sucede joven Ciel? – preguntamos los tres
El joven amo tomo un tono rojo y se dispuso a decirnos
- se que nos an protegido todo este tiempo a mí a Sebas- chan y a nuestra relación por ello para pagarles sus buenas obras les diré lo que yo veo y sienta cuando este con el ósea les agrandare la paga- dijo todo de corrido y salió de la habitación diciendo un sutil gracias.
Las tres personas que se encontraban en la habitación solo gritaron
- ¡AMO MI VIDA!
Tengan una dulce mañana, una tierna tarde o un hermoso sueño